jueves, 12 de julio de 2018

Los politicos de hoy son nuestro reflejo

A fuerza de tener el destino de la humanidad en sus manos o botones rojos todos estamos familiarizados con muchas cosas del sistema de vida o de gobierno de Estados Unidos.
Sabemos, por ejemplo,  la forma en que se han dedicado en los últimos 50 años a estudiar cómo manipular los hechos, las palabras y en definitiva la mente de la personas.
Y no es que se haya logrado la perfección, pero se ha avanzado muchísimo en ese campo, logrando ya perfilar un mundo casi a su medida, o es al menos lo que parece. Pero dentro de USA sí han logrado un nivel de excelencia en ese respecto.
Uno de los elementos más notable en todo ese empeño es usar el miedo como herramienta. Y realmente han tenido mucho éxito. Gracias a esa técnica han logrado que el pueblo financie y vaya a guerras lejos de su territorio donde han muerto mucho de ellos, y lo peor han dado muerte y creado destrucción a cientos de miles sino millones de civiles, cuando al final el tiempo ha demostrado que solo es una lucha por el control de recursos naturales y capitales. En ese respecto ha funcionado muy bien.
Seguramente todos hemos oído hablar del debate Nixon vs Kennedy. Fue el primer debate televisado en un país que hasta ese momento acostumbraba a escuchar por la radio ese tradicional encuentro unos días antes de las elecciones. Lo que aprendimos de ese momento fue que la mayoría de los que escucharon el debate por la radio opinaron que Nixon ganó, pero los que lo vieron por televisión le dieron el triunfo a Kennedy.
Fueron usadas muchas técnicas y sutilezas innovadoras para ese momento como poner muchas luces para que Nixon sudara y pareciera inseguro, explotar el atractivo de Kennedy, y muchos más ya conocidos y hoy aceptados o por mucho superados.
Hoy en día la televisión es la reina y ya los debates no se transmiten por la radio hace mucho. Es más, toda la fuerza de las campañas están basadas en la televisión. Shows, conferencias de prensa, y no solo eso, ahora son las redes sociales, YouTube, Facebook con videos e imágenes. Resumiendo, la gran mayoría mira los programas de los políticos pero no escucha los que estos dicen. Para no decir que ya la gran mayoría no lee y analiza lo que estos expresan.
Así que es cada vez más frecuente que los políticos elegidos en el mundo sean los que se ven bien, los altos, los mejores vestidos y con sonrisas perfectas. Así que al final se eligen políticos cada vez más ineptos. Políticos que no escuchan salvo a ellos mismo lanzando a sus países y al mundo por el tragante. Hay más egoísmo, poniendo sus prioridades por delante de las necesidades e intereses del país. Eso ya se ha extendido tanto que todos los políticos son puestos en la misma bolsa.
Y entonces llegan hombres como Trump que no es popular por lo que es sino por lo que no es. Él no es un político. Los pueblos no votan por tipos como Trump sino en contra de todos los políticos tradicionales.
Entonces surgen preguntas interesantes: ¿son los políticos un reflejo de quienes somos nosotros mismos? ¿Son ellos el reflejo del espejo en que nos miramos? ¿Son ellos los políticos que merecemos?
Entonces para que la clase política cambie debe la sociedad cambiar primero, la sociedad es la que produce a los hombres que la gobierna, a sus artistas, a sus deportistas, a sus ecologistas, etc. Quizás ya los pueblos de los países ricos se han vuelto narcisistas, egoístas a la hora de poner sus intereses por encima del país o de la humanidad en general. Un ejemplo visible de todo esto es la manera en que se están educando a los niños y en la manera en que son dirigidas las corporaciones. No se puede decir que estemos en realidad mejor.
Entonces estamos en Cuba, un pequeño país, muy cerca de Trump y con un sistema político y de creencias diferente. Digo solamente diferente. ¿Qué debemos hacer?
Nuestra vida cotidiana desde hace mucho tiempo es determinada por la forma y el pensamiento de la política americana. No incluso estos últimos 60 años de Fidel Castro y revolución y todo eso, no, desde mucho antes. Pero estamos en el siglo XXI y todo puede precipitarse en un segundo.
Los cubanos que estamos en la isla somos lo peor. Merecemos pasar hambre, no tener medicamentos, emigrar lejos de nuestras familias porque a alguien le conviene en una oficina bien lejos de nuestras vidas.
Cada día Cuba cumple más con lo que el mundo espera y demanda de ella (es curioso que solo se le demande a unos pocos países que también curiosamente son los que son considerados de izquierda) y como ya no quedan muchas justificaciones para negarle al pueblo cubano el derecho a vivir tranquilo dentro de, digamos así: una “dictadura civilizada”, ahora los americanos que trabajan en la embajada americana en la Habana se están quedando sordos por un ataque acústico y el gobierno de Trump echa para atrás todos o casi todos  los acuerdos que se lograron con Obama al final de su mandato.
Casi todos porque siempre se quedan los que a ellos les convienen: control de emigración, control del tráfico de drogas por el Caribe, comprarle vacunas a Cuba, intercambio de información meteorológica, etc.

¿Y nosotros?  Nada, o casi nada, que no es lo mismo, pero es igual, como hace mucho dijo un trovador.

cubangel@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario