jueves, 6 de febrero de 2020

Confianza (o maestro fuera del aula)

La educación en el tercer mundo hoy en día enfrenta muchos retos. Debemos por un lado educar a nuestros hijos para que encajen en los valores del país en que viven, pero al mismo tiempo para que encajen en un mundo dominado por países la mayoría de las veces distantes , poderosos y ajenos a nuestra propia cultura. Deben aprender los idiomas no del país vecino, sino del imperio de turno, sus costumbres, su historia, su música, y todo esto , usualmente para poder  “encajar”  en este mundo que supuestamente compartimos en base de igualdad, en otras palabras, para poder comerciar y  ganar dinero mayormente.

Pero si bien en la mayoría de los casos esto es aplicable a los cuatro punto cardinales, al menos la mayoría de los países van compartiendo el mismo sistema: el capitalismo. Es decir, existe una base común.

 La educación en un país como Cuba es aun mas difícil. Sería muy largo explicar los retos que tienen los jóvenes cubanos de hoy en día en un solo articulo, pero uno de los principales es un desfajase entre lo que reciben en la escuela y lo que realmente está sucediendo en el mundo real, dentro y fuera del país.  Sus padres y maestros en su mayoría fueron educados, criados con valores que en muchos casos no solo están obsoletos a los ojos de los mas jóvenes, sino a veces en total contradicción  con la realidad.

Hace unos días uno de mis ex alumnos vino a verme a casa.  Por razones familiares se demoró su acceso a la universidad y con tres años de atraso este septiembre por fin logrará su sueño. Con 22 años sin embargo no es el reto fundamental en su vida.
 Lo recuerdo claramente de cuando le daba clases. Me pareció siempre integro en sus criterios, nada extraordinario en su rendimiento, y siempre con mucho encanto entre sus amigos y amigas.
Ahora trabaja , lo de la universidad será en curso para trabajadores, y sus medios económicos siguen tan limitados como siempre lo han sido, pero. . . algo ha cambiado. Se sienta frente a mi , después del discurso de siempre en relación a mis valores como maestro y de que no puede conversar sus cosas con otra persona me declara que es gay, es decir,  está explorando esa parte de su sexualidad que no conocía. Hasta aquí ningún problema. La cuestión es que lo miro y no estoy muy convencido de lo que me dice. Hoy en día la gente espera que confirmemos sus ideas mas que las analicemos, y mucho menos aun que las cuestionemos.
Viene a mi porque de alguna manera sabe que yo “ando con extranjeros”, que dicho así parece un poco oscuro y peyorativo. Le explico que realmente lo que tengo es un sitio web para alquileres para turistas de casas y apartamentos , y que es una forma de nivelar mis entradas de dinero y así poder seguir adelante con lo que realmente amo: enseñar.
En fin, él desea que lo aconseje. Hace unos días , mientras estaba en una playa se le aproximó un extranjero que le dobla la edad y poco a poco logró ir atrayéndolo hacia el tema del amor y el sexo. Un hombre maduro, con recursos, digamos que exótico para un chico de 22 años y pobre. El hombre viene del primer mundo. Pero madurez y edad no tienen nada que ver como bien uno va aprendiendo en la vida. Esa no es la cuestión.

La cuestión es que se enfrenta al dilema de comenzar un camino peligroso para el alma en la mayoría de los casos y que está en contradicción con los valores de su familia, no por ser gay, sino por entregarse a un extranjero que lo ha “enamorado”  tal cual hicieron siempre los colonizadores de todas las épocas: con superioridad tecnológica y sicológica.

Como todos los jóvenes de escasos veinte él se cree maduro, especial, diferente a los de su edad. Así que buscando confirmación me dice que esta persona no es como los demás, es muy inteligente y educado, detallista y sentimental. Por momentos se contradice, pero pienso que es lógico  dado lo confuso de la situación en su mente. Me dice que es atracción sin interés, pero al mismo tiempo que ‘ hay que arriesgarse para poder triunfar’ , que ‘ no se es joven para siempre’ .
Le miro a los ojos y le aclaro que no tengo la verdad en la mano. Que lo que le voy a decir es solo una opinión, que incluso pueda cambiar mañana. No son consejos, porque en verdad no sirven para mucho. Bien dicen que si sirvieran para algo se cobrarían y no se darían de gratis.
Primero que todo es importante que comprenda que todos somos especiales en alguna medida, pero no significa que no cometamos los mismos errores que los de nuestra edad en cada periodo de la vida. Esto no es algo negativo,  al contrario, pero es que comparte un tiempo y unas experiencias muy similares a las de sus contemporáneos y  que es inevitable pensar y actuar de manera muy similar. Incluso no solo con los de 20 y tantos, sino también con los mucho mas mayores.
Al mirarle a los ojos a muchísimos de mis alumnos descubro una falta de correspondencia entre lo que expresan y lo que sienten. Saben que es incorrecto decir: " quiero estar contigo porque tengo 20 y tantos y tu tienes 50 y eres un extranjero que tiene algo que yo quiero y puedes solucionar problemas en mi vida. Y si tu quieres estar conmigo debes pagarme de alguna manera", y entonces hablan de amor, del encanto de una mujer o un  hombre  maduro ,  o de la inmadurez de sus amigos o chicos de su edad, de que buscan algo diferente, o de que desean aprender de alguien experimentado.
Es imposible no pensar en la inmadurez propia de la edad, que le repito es inevitable. Vaya , es como el acné, todos o casi todos lo tienen, deja sus marcas y hay poco que hacer al respecto, excepto pasar el tiempo.

 Es el mundo en que vivimos y parece ser el mundo en que viviremos por un tiempo. Para el mundo fuera de Cuba esto no es un drama, para Cuba todavía lo es. Algo que comenzó hace escasamente 20 años es algo muy recién. Hubo un paréntesis de unos 30 años en que algunas generaciones nunca tuvieron que pensar en temas como este, o enfrentarse a dilemas como este. Para muchos cubanos de hoy en día esto es sencilla y llana prostitución. El amor con un extranjero es visto de esta manera. Y por eso hemos creado términos sucedáneos.
Cuando los cubanos comenzamos a enfrentar la crisis económica que llevó a la entrada del turismo en Cuba , comenzamos, imperceptiblemente, a extender la línea del horizonte de la moralidad, de los principios , de los valores y la ideología cada vez mas hacia lo lejos. Necesitamos hacer esto porque de otra manera habría sido muy difícil el poder saltar sobre las líneas que nos dejaron dibujadas en la sociedad nuestros abuelos y padres que trataron de separarnos un poco mas del mamífero que dominaba nuestro ser. Pero hay líneas que no se deben saltar, o incluso desdibujar, porque nos llevan por un camino tortuoso, de regreso al pasado. Los extranjeros que visitan Cuba no se dan cuenta de nada de esto porque para ellos es algo de siempre.
Pero regresando a mi alumno  y le explico que el ser humano en el mundo desarrollado se siente muy solo, y desea hacer el amor y no solo tener sexo , y por esa razón es capaz de hacer cualquier cosa, viajar cualquier distancia, prometer el cielo, endeudarse si es preciso.
Solo quiero llamar la atención a este jovencito que tengo frente a mi de que no extienda la línea del horizonte, que el no tener dinero es ciertamente un gran problema en el mundo de hoy, pero debe pensar muy bien lo que hace. El instinto, el corazón son buenos consejeros, al menos nos hacen sentir bien durante el tiempo presente. Pero también hay otros valores que considerar porque una vez que se cruzan ciertas líneas, ciertas fronteras ya no hay regreso a la vida anterior, ni en lo bueno ni en lo malo, sencillamente nos lanzamos en un terreno nuevo y con el tiempo nos convertimos en otras personas.


En el tiempo que llevo “andando con extranjeros”  he visto triunfadores en esa nueva vida, y quizá haya sido una casualidad, pero realmente han sido pocos.


Guia Local Y maestro.
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