martes, 18 de agosto de 2009

Palabras y Costos

Quizás haya palabras o ideas que nunca han de ser escritas, o para expresarlo mejor: quizás haya personas que nunca deberían escribir o decir ciertas palabras, algunas ideas. Sobre todo cuando se está consciente del posible costo de pronunciarlas o escribirlas. Y no es que todos y cada uno de nosotros nos sintamos tan importantes como para llegar al dios de tantos años. Pero es que hemos visto tanto, hemos escuchado tantas historias, se ha gastado tanto dinero y esfuerzo para aplacar la diferencia que tenemos miedo. Miedo, algo no real, solo una palabra para describir algo intangible y existente solo mientras le dediquemos atención. Un fantasma. ¿pero a qué en especifico le tememos? A las consecuencias. A no poder proteger a nuestras familias de un estigma que inevitablemente se sufriría si las ideas llegasen a volar y cayeran en forma de palabras. Somos nuestros propios secuestradores y rehenes al mismo tiempo. Pero es otro el que cobra el rescate, siempre. No obstante, como remedio para el alma hay que comenzar por meditar, y llegar a expresar esas ideas sin odios, casi sin sentimientos que puedan motivar a una discusión sin sentido, como ha sido en todos estos años. Estamos llegando al final de una era. ¡y que bueno darse cuenta de ello! Es bueno darse cuenta porque es como estar en una colina oteando el horizonte. Se ven venir las tormentas, la lluvia que refresca el ambiente del calor agobiante y de la sequía de tantos años. Se prepara uno para proteger la casa y la familia, o como el condenado, para lo peor. Pero al menos se sabe. Y estas líneas son, entre otras cosas, para sumergirme en nuestra ignorancia colectiva. En espacios ocultos por hombres “sabios” y poderosos que no quieren que nos “contaminemos” con la escoria mundial, con los mares del capitalismo. Y entonces, como barquitos de papel vagamos por la vida, navegando y navegando sin sentido por un mar siempre desconocido, llevados por el viento, o por el aliento que exhala un hombre . ¿y si no es un mar y es tan solo una bañera? Pero antes de todo una historia, casi infantil, con una moraleja cubana. Un camellito le pregunta a su mamá: mamá, ¿por qué los camellos tenemos esta joroba horrible en la espalda? __ Hijo mío es muy importante porque nos permite acumular el agua y como nadie mas nosotros somos capaces de caminar largas distancias en el desierto sin necesidad de ella. Pero mamá, ¿y estas patas tan feas y con estos pies redondos?, ___ hijo mío, es muy importante que sean así porque nos permite caminar cómodamente por las arenas del desierto, sobre las dunas , sin cansarnos en exceso. Otra pregunta mas:, ¿y estas largas y tupidas pestañas que pesan tanto? ___hijo mío, en el desierto, sin ellas nos quedaríamos casi ciegos por la fuerza del sol, en las tormentas de arena nos protegen de que los granos de arena penetren en nuestros ojos. Entonces mamá, ¿por qué vivimos en el zoológico? MORALEJA: No importan las habilidades y conocimientos que tengas si estas viviendo en el lugar equivocado.

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