martes, 6 de septiembre de 2022

SOBREVIVIENTES.

 Un cubano en un país comunista. Un cubano en un país capitalista. Un cubano en la selva colombiana. Un cubano atravesando los mares  sobre una tabla o abandonado en un una isla por traficante de personas. Un cubano cruzando el Rio Bravo. Un cubano en el Royal ballet de Londres. Un cubano en una cola de seis horas para tener algo que comer esta noche. Un Cubano campeón Olímpico. Un cubano cosmonauta. UN cubano campeón mundial de ajedrez. Un cubano puede estar en cualquier parte.

Cuando comencé este blog no pretendí nunca que fuera un informe detallado de lo que sucedía en Cuba . Ni tan siquiera lo que me sucedía a mí mismo. Durante un tiempo fue un depósito de recuerdos, un ejercicio casi simpático para en unos años recordar cómo pensaba unos años atrás.

Después, sobre todo cuando fui conociendo personas de otros países , fue una historia, una aclaración de nuestra forma de ver las cosas, de hacer las cosas, que casi siempre quedaba en la incomprensión.

Y ahora una nueva etapa. Será un relato de experiencias personales o de personas que viven muy cerca de mí. Geográficamente y del corazón. Unos relatos en la soledad, pero no obstante, experiencias que hemos sufrido millones de cubanos una y otra vez en un ciclo que parece interminable. Estos dos años de pandemia, aislados dentro del aislamiento, solo podían dar como resultado lo que está ocurriendo: una estampida ante el miedo a la incertidumbre.

Serán historias de un superviviente. Posiblemente no cuente historias de grandes hechos, algunos horrendos, pues ya de eso se encargan otros, sino que me detendré en los pequeños sufrimientos o detalles diarios que quizás ayuden, al que quiera saber, cómo se ve afectada la mente de un ser humano viviendo en un país comunista, una isla, en confrontación con un imperio, en su vida diaria. Y que superficialmente no se nota cuando hablan con nosotros

Mi vida no ha transcurrido en los puntos neurálgicos, en los centros del poder, sino en la periferia, donde ocurre la parte del drama. No quiero tampoco que se transforme en un blog sobre el sufrimiento, sobre los que, con razón o sin ella han muerto defendiendo una idea en un mundo que ya no cree en ideales puros.

No he conocido de cerca, de nombre completo, a los jefes, a los grandes custodios del poder en Cuba. Quisiera fueran relatos de entre otras cosas de los sacrificios, el padecimiento de muchos cubanos como yo, anónimos u olvidados. Muchas veces optaré por el silencio, pues recordar ciertas cosas duele.

Estamos en un momento, año 2022, importantísimo en la historia silenciosa  de mi país. Se deciden muchas cosas. Y cuando se leen o se habla de nuestras vidas , muchas veces para manipular, se mezclan los sentimentalismos y la compasión. Incluso los que hablan de la lucha diaria por un pan, por sacrificar un medicamento para salvar a un amigo, por mantenernos vivos lo hacen de manera que a veces roza lo vulgar.

Lo importante ahora es enfrentar el mundo moderno que surge, con guerras, nuevamente escaseces, nuevamente la amenaza nuclear. Ya va siendo  demasiado tarde para la generación que hizo la revolución , que en su mayoría, yace artrítica e indefensa en sus sillones de anciano, pensar en la prosperidad futura y siempre inalcanzable, incluso para sus nietos.

Tenemos una Cuba quizás más justa en sentido general, pero no lo suficientemente próspera para poder retener a todos los cubanos que tienen alas para volar lejos de casa. Quizás algún día regresen, ese es aun el misterio.

Muchos sobreviven por estar endurecidos en cuerpo y corazón tras años de deambular dentro de Cuba y haber perdido los escrúpulos en su ¨lucha¨ por la supervivencia, y para salvarse recurren a cualquier medio, honrado o deshonroso, sirviéndose incluso de la fuerza, del robo o incluso la traición como se ha demostrado en estos dos años de pandemia. Los escasos afortunados que sobrevivimos de manera diferente, gracias a una concatenación de casualidades o milagros –llámese como quiera- estamos convencidos de que los mejores que se han ido no regresarán.

Finalmente aclarar que no es un blog contra el gobierno de mi país. Repito , son solo historias y que si algo esta´ claro, es que todo el Mundo tiene su grano de culpa cuando permite que un país poderoso, enorme, y muy rico quiera exterminar a otra nación pequeña o grande, por el solo hecho de querer ser diferente y con ello provocando otro drama humano de ya 60 años.

Será también el momento de decir cómo vemos el mundo los cubanos desde aquí, desde los ojos de los que nunca hemos viajado, pero tenemos la impresión de que en nuestra alma llevamos tierra de los cinco continentes


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