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domingo, 15 de julio de 2018

EL SUEÑO DEL CUBANO

Vas por la Habana paseando, por el malecón, en uno de esos pocos meses en que no hace o un calor intenso que te derrita los huesos o un frente frio que traiga grandes olas.
Así que vas caminando por el malecón, atardeciendo, disfrutando ese sol rojo que se funde con el mar Caribe. Digamos que pasas por la zona menos frecuentada del malecón, ya no en la Habana Vieja, o donde está el hotel Cohíba, no, esa zona intermedia que nadie camina y solo pasan autos a alta velocidad.
Allí, en un pedazo de muro te encuentras con un cubano que se ha quedado dormido con el fresco de la tarde, el sonido del mar y el trabajo de todo un día.
Te acercas y por la expresión de su rostro te das cuentas que está soñando. Por su sonrisa, la paz en su rostro y algunas palabras que deja escapar adivinas qué sueña. El cubano está soñando que su vida es mejor, que viaja con su familia, que descansarán en un hotel para luego salir a comer en un restaurant. De vez en cuando dice: ‘no te preocupes, yo estoy aquí, no hay problemas’
Seguramente te preguntas si debes despertarlo o no, quizás para que no caiga del muro y regrese a la realidad, pero al mismo tiempo está disfrutándolo tanto, soñando que vive en un mundo sin escaseces, libre de moverse a donde quiera y cuando quiera, disfrutando de las cosas buenas de la vida, soñando una realidad fantaseada.
¿Cuál es la respuesta correcta? Pues no la hay, cada persona debe buscar su respuesta a este tipo de cosas.
Cuando vienes a Cuba te encuentras una realidad difícil en algunas cosas, y un mundo donde los seres humanos somos aun solidarios y reímos, bailamos y disfrutamos de las cosas pequeñas de la vida porque las grandes  nos están negadas por la política y la historia. Las cosas grandes del mundo material nos llegan por oleadas de noticias desde tierras lejanas sin alcanzarnos, donde se dice que aunque hay grandes batallas la vida suele ser mejor. 
Eso es lo que nos dicen.
Entonces, si algún día vas paseando por el malecón y me encuentras dormido y en mi rostro ves lo mismo que el cubano de la historia, no lo dudes, despiértame.


GUIA EN LA HABANA

Recorridos de ciudad.