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martes, 2 de octubre de 2018

PARECE QUE ESTAMOS CONDENADOS. . .

Trataré de ser lo más conciso posible.
Existe un error de concepto: confundir lo que sucede dentro de una revolución socialista, que no es lo mismo que una populista.
Las revoluciones surgen como una necesidad histórica. El líder surge dentro de las condiciones objetivas y es un portavoz del pueblo que hace la revolución. Muchas veces recibe de ese mismo pueblo el rango de dictador, es decir, alguien que tiene la responsabilidad de gobernar por cuanto tiempo el pueblo lo decida.
El populismo es la imagen inversa. Un hombre aprovecha ciertas condiciones objetivas (no todas las necesarias para una verdadera revolución) y se hace del poder (manera violenta o por elecciones) y comienza a fabricar una revolución, es decir, a provocar un caos pues la sociedad todavía no está lista, no la mayoría del pueblo desea un cambio radical. Con el tiempo el líder populista puede convertirse en tirano o en los tiempos modernos pierde elecciones pues el capitalismo ha creado los mecanismos, los espejismos, para sacar personajes así de la historia.
En Cuba ocurrió una revolución verdadera. Aunque a muchos les cueste aceptarlo, la mayoría de la población apoyaba un cambio radical en la nación. Y de una manera tácita el líder se convirtió en el hombre que dirigiría los destinos de la nación, al menos mientras durase el conflicto con Estados Unidos. Es decir, por siempre.
Desde un mismo comienzo y por mecanismos medio marxistas y por otros aun inexplicados, se llegó a la conclusión de que la posesión de riqueza era, sino el principal, uno de los principales enemigos del pueblo y sus planes de una sociedad justa. En otras palabras, llevan 60 años evitando que tengamos dinero  más allá de las necesidades básicas.
Durante todo este periodo se han valido de:
.nacionalizaciones
. Decomisos y confiscaciones
.leyes contra la acumulación de capital (y definiciones como la de enriquecimiento ilícito)
. Nuevas leyes de herencia (solo los que estaban en el país tenían y todavía tienen derecho a heredar)
.prohibición de todo tipo de negocio propio
Ciertamente todo eso fue posible por el apoyo de la ex Unión Soviética y los recursos que brindó para paliar, y solo paliar pues nunca logró realmente llenar el vacío que dejaron los negocios privados.
Y llegaron los años 1990s. Desapareció el gigante soviético y en su caída arrastró a todo el mundo de izquierdas. Y a Cuba con él. Pero como hubo una revolución verdadera y no impuesta como en la Europa del Este, Cuba resistió, con muchas pérdidas, como un barco haciendo aguas los días estaban contados, o al menos lo parecía.
De repente lo que parece un retroceso en la Historia: regreso a algunas formas de propiedad privada: permisos de renta para turistas en la casas (recordar que más de la mitad  de las casas buenas fueron primero decomisadas u ocupadas de los que abandonaban el país y otorgadas por la revolución a sus hombres más confiables, llámense  militares, ministros, etc.).
.permisos de paladares, es decir, restaurantes privados en casas, solo 12 sillas en 3 mesas. Hoy en día los hay lujosos y en casas espectaculares
Más adelante nuevos permisos de compra venta de casas. Apartamentos lujosos y casas por 200 000 a un millón de dólares en una Cuba donde la mayoría de la población percibe salarios entre 20 a 50 dólares al mes. Entonces los hijos de los que recibieron esas mansiones de los antiguos ricos se hacen millonarios y se van del país. Los cubanos ricos en el exterior regresan “victoriosos” a comprar propiedades y a abrir negocios; extranjeros que con 100 000 euros no pueden hacer nada en sus países vienen atraídos por las nuevas oportunidades  usando testaferros.
Y casi lo último, todavía caliente del horno de la política: nacionalidad a hijos de cubanos residentes en el exterior (incluidos los llamados gusanos. Entrada al país solo con pasaporte sin necesidad de visados. Entrada en yates por Marinas, aunque todavía los cubanos que vivimos en Cuba, y la mayoría defienden el proyecto social que comenzó hace 60 años, no podemos subir a embarcaciones con motor.
Pero no lo pudieron quitar todo. Hay cosas que no quitaron en el interior del alma del cubano. En todos estos años hubo situaciones bien serias en el 1980, en el 1994 y hoy en día, como con guante de seda los más jóvenes van pasando de una mentalidad de sacrificio y pobreza a una mentalidad de mercantilismo y ansias de muchas cosas que son intrínsecamente incompatibles con el sistema.
¿Se les puede criticar? ¿Reeducar?
La cuestión es que los pobres de hoy somos los hijos de los honestos de ayer. Estamos caminando desolados en un campo que se está sembrando de oro y donde ya las primeras espigas han brotado. Pero aunque nos traten de convencer de lo contrario, cada vez más tenemos el sentimiento de que, sea intencional o no, se quiera o no, no es para nosotros. Son solo fuentes de ingresos y no para nuestro disfrute o llevar conceptos como la libertad a un nuevo nivel para nosotros.
Seguimos siendo un país pobre. Seguimos en conflicto con la potencia mas grande de todos los tiempos. Se intenta una y otra vez, pero es difícil.
Cada uno buscará su propia receta, tratará de encontrar una solución. Y no siempre será la más justa o la más compasiva. Momentos como este dejan aflorar el tipo de gente que le gusta moverse en aguas turbias. Así que mi consejo es:
NOLITE TE BASTARDES (spurius) CARBORUNDORUM

No dejes que los cabrones te hagan polvo.