Ayer partió para España un amigo entrañable , parece ser que
lo conozco hace décadas, y no, en esta vida
lo conocí en Mayo del 2014. Muchas cosas hemos vivido juntos en
solamente unos pocos días. Unas cinco veces en dos años . Me ayudó durante los días
en que mi papá murió, ha hecho feliz a mi madre con toneladas de chocolate y
muchos quieros, me ha presentado amigos de tan buenos sentimientos como los
suyos, me ha traído regalos inalcanzables para un maestro en Cuba, me ha traído
libros, me ha hecho enfrentar miedos con el corazón abierto y me ha hecho reir
mucho.
Este viaje que culminó ayer fue también importante porque
ayudó mucho a alguien muy querido.
Como siempre que se marcha me queda un vacío, pensamientos
muy grandes para caber en mi alma o mi cerebro , y entonces me quedo pensando
por días , en silencio.
Hoy, en uno de esos momentos pensé en lo que Ismael me ha
tratado de enseñar desde su primer viaje. Según él ya lo sabia antes de conocernos,
ya lo estaba haciendo bastante bien.
En cuanto a él lo
principal es su amor hacia los demás.
Solamente desde el corazón
podemos tocar el cielo dijo Rumi.
Unas horas antes de irse me enfatizó nuevamente en la meditación.
Y es cierta la importancia del silencio, de la mente en
calma. Al estar en calma uno comienza a
escuchar la sabiduría del mundo real: las plantas, los animales, los
susurros de los sueños y se aprende el
sutil mecanismo por el cual los sueños se manifiestan de forma material.
Acá están algunos de los pensamientos que han generado las
visitas de Ismael. ¡pobre de mi y mi espíritu con tanto que hacer y pensar!
Vivimos nuestras vidas buscando la felicidad allá, afuera,
como si fuera una mercancía.
Nos hemos convertido en esclavos de nuestros propios deseos
y anhelos.
La felicidad no es algo que pueda ser comprado como auto, un
traje, unas zapatillas. Pensar así es vivir una ilusión, el juego interminable
del mercado. Es el perseguir el placer , evitar el sufrimiento. Todo lo que hacemos es con el objetivo de
crear placer, para obtener algo que deseamos o para evitar algo que es
indeseable.
Incluso los seres unicelulares hacen esto, pero a diferencia
de ellos los seres humanos tenemos mas posibilidades de elección. Somos libres
para pensar. Pero ahí también hay un problema. Alguien dijo : ‘ aquel que mira
hacia afuera sueña , aquel que mira hacia adentro despierta’
No tiene nada de malo soñar , querer ser feliz, lo que está
mal es buscar la felicidad afuera cuando solo se puede encontrar en nuestro
interior.
Existe un estadística asombrosa: cada dos días creamos la
misma cantidad de información que hemos creado desde los albores de la civilización
hasta el año 2003. Sin embargo, mientras mas datos, mientras mas usamos nuestra mente hay
mas confusión en el planeta. ¿de que sirve tanto desarrollo en la información y
la tecnología si no sirve, si no ayuda a la felicidad?
¿somos más felices, más ecuánimes , más alegres como
resultado de la modernidad?
Quizás la modernidad
nos desconecta de una experiencia mas profunda, más significativa de la vida. Ciertamente vivimos mas tiempo, todo está al
alcance de la mano. Pensar, actuar y hacer deben estar en equilibrio. Porque somos
seres humanos no actos humanos.
Con una fascinación morbosa observamos asesinatos, tsunamis,
terremotos y guerras, constantemente tratamos de ocupar nuestra mente llenándola
de información y de todas las trivialidades posibles. Y los que pueden tener un
momento de reflexión interior su corazón les dice que hay algo mas, pero
vivimos en un mundo de espíritus hambrientos deseando cada vez mas y nunca satisfechos .
Entonces, ¿qué podemos hacer? Nosotros los occidentales
hemos desarrollado técnicas y análisis para investigar el mundo exterior, las
culturas orientales han desarrollado técnicas igualmente sofisticadas para
explorar el espacio interior. Pero el pensamiento
occidental es el que se ha impuesto y
por lo tanto se ha creado un
desequilibrio en nuestro planeta. El antiguo dicho ‘conocete a ti mismo’ ha sido sustituido por la experimentación en
el mundo externo.
Entonces , pensando un poco en esa forma de pensamiento
oriental la verdad no yace en encontrar mas respuestas sino en hacernos menos
preguntas, porque parece que no estamos buscando el significado de la
vida sino la experiencia de estar vivos.
Entonces, mientras mejor comprendamos esto mas cerca
estaremos de estar despiertos y por lo
tanto con menos sufrimiento.
En años recientes se manejan conceptos como la neuro-plasticidad.
Literalmente sería algo como si tenemos pensamientos de temor, preocupación,
ansiedad y negatividad estamos creando mas conexiones neuronales para esos
tipos de pensamientos. Si tenemos pensamientos de compasión, amor , gratitud y
la alegría se crean las conexiones para repetir esas experiencias. Pero, ¿cómo hacerlo
cuando estamos rodeados de violencia y sufrimiento? ¿no es un auto engaño?
Creo que la diferencia con la Nueva Era está en que se debe aceptar la
realidad como realmente es, y se debe vivirla en el nivel básico, sin prejuicio.
La mayor parte de tiempo es de manera contraria: permitimos que el mundo exterior cree
nuestras redes neuronales.
Lei en algun lugar y lo guarde' en una notica dentro de un libro muy especial para mi:
No lo que ojo puede
ver, sino mediante lo cual puede ver el ojo. No lo que el oído puede escuchar,
sino mediante lo cual puede escuchar el oído. No lo que el habla puede
iluminar, sino mediante lo cual el habla puede iluminarse. No lo que la mente
puede pensar, sino mediante lo cual la mente puede pensar.
Toma conciencia de
todo esto para entender la eternidad y no lo que la gente aquí adora
Desde Cuba, un abrazo fuerte para ti, Ismael.
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