Como todos los domingos, desde hace ya cuatro años y medio, ayudo a una amiga a bañar a su mamá que está postrada en una cama. En fin, me levanté temprano , para no variar, y parto, pero antes quería pasar por una de las tiendas que dicen que han reabierto ahora que ya han quitado ciertas prohibiciones en la Habana. La intención era comprar una olla arrocera. La que tenia se rompió durante estos meses de pandemia y me parecía que había regresado a la comunidad primitiva cocinando en una ola de presión. Pero nada, mínimo 150 personas esperando, cantidad limitada de los que dejan entrar y serian unas dos horas de espera y sin saber si cuando entrara habría o no. En fin, mi amiga y su mamá me esperaban.
De camino a su casa, y que es loma arriba, desde malecón
hasta avenida 23 estuve meditando un poco sobre lo que se ha dicho en estos días
de la reunificación de moneda (que no es cambio de moneda), de las tiendas en dólares
(que no es dolarización de la economía el abrir 100 tiendas para recaudar dólares)
y lo que pasaría con nuestro dinero. Estos pensamientos siempre me generan mucha
angustia. Mi infancia fue difícil y realmente todas estas noticias y
comunicados que apuntan al dinero, más los fake news me hacen casi que colapsar de angustia, pero de alguna manera lo logro convertir en resignación y abandono
de voluntad que metafóricamente le llamo paz mental. Y me quedo quieto, en algún
lugar, pues no importa lo que suceda, estamos perdidos de todos modos, a
expensas de otros, cerca y lejos.
Hoy en día tenemos problemas nuevos, pero casi todos
tienen que ver con problemas heredados por estas nuevas generaciones. La génesis
de ellos tuvo que ver con sus padres y abuelos, y los de ahora tienen o
deben, si quisieran, resolverlos. El gobierno
cubano en estos 60 años resolvió muchos problemas importantes, pero hay uno muy
importante que surgió con la revolución y fue creciendo y creciendo y aun hoy
no ha sido resuelto: el Estado cubano tiene una deuda material enorme con el
pueblo.
Sé que existe un bloqueo americano que cubre cada
aspecto de nuestras vidas, pero, y aunque comprendamos la causa el problema no
deja de existir. Con el tiempo nos hemos acostumbrado a resolver estos
problemas de manera irregular, por ejemplo a través del robo, nos hemos
acostumbrado a justificar la mediocridad, la poca terminación con calidad de
los trabajos (lo que yo le llamo el detalle socialista), la poca aspiración a
la excelencia, y dejamos que las cosas pasen, no hacemos que las cosas pasen.
Y hoy domingo, como siempre en los domingos, quería sentirme
un ser humano especial, que a pesar de los problemas sentir que ,cuando pase la
pandemia podré aspirar a productos de cierta calidad, que me tratarán bien, que no solamente
existirá educación y salud gratuita ,sino un respeto a mi persona espiritual. Y
por eso hay días que los pies pesan mas, porque un paraíso sin chocolate no es el paraíso.
NOTICIAS FALSAS DE LA SEMANA: Que Raúl Castro se estaba
muriendo, que se abrían esta semana los aeropuertos, que todas las tiendas
importantes pasan a dólares.
Guia Local y Maestro. email: cubamigos@yahoo.es
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