domingo, 10 de diciembre de 2017

EL PASADO



Hace poco días un amigo extranjero me escribía  comentándome que en su intercambio de emails con diferentes cubanos había notado que nosotros nos quejábamos todo el tiempo,  sobre todo que siempre hablábamos  de una manera incomprensible sobre el pasado,  cuando debia ser algo que debíamos olvidar y seguir adelante.
Y claro, eso me dio pie a pensar sobre el tema.
Coincido en  que las experiencias negativas y desagradables, e incluso terribles, hay que luchar por dejarlas atrás. Pero en el caso de los cubanos usualmente nos referimos a otro tipo de experiencias, es mas, a experiencias totalmente diferentes.
¿renunciarías o pondrías en el olvido experiencias y recuerdos de una vida casi perfecta desde el punto de vista humano? Supongo que no, y es por eso que siempre prima en nuestras mentes ese lamento, ese tono plañidero.
Cada generacion tiene un pasado diferente, Un pasado que una es una linea continua, es un pasado que ha sido retorcido varias veces hasta quebrarse.
Para algunos cubanos la vida de antes del 1959 era excelente. Para unos cuantos era maravillosa, para algunos mas mucho mejor que la actual. Pero entre los que vivimos en este momento y el año 1959 hubo un paréntesis de 30 años, es decir, hasta el año 1990 en que cayó el muro de Berlín.
En esos 30 años sucedieron muchas cosas malas para Cuba . Hermanos contra hermanos lucharon en una escala nunca pensada. La familia cubana se dividió no por un muro de concreto sino por uno de agua de 90 millas de ancho. Nos vimos viviendo bajo una presión enorme entre los intereses de dos superpotencias.
Y entonces, ya a fines de los 1960’s , casi 10 años después ya había surgido una nueva generación de cubanos en la isla, que junto a sus padres,  se habían adaptado o verdaderamente aceptado la nueva ideología, construían un nuevo tipo de sociedad. Era como un gigante con pies de barro, pero se erguía año tras año como el coloso de Rodas en una región bien pobre y cada vez mas dominada por las guerrillas, los golpes de estado, las dictaduras militares. Y nosotros acá, para bien o para mal, aislados en nuestra pequeña isla ,vivíamos una explosión demográfica que siempre indica que las condiciones de vida mejoraban y era un buen momento para tener hijos y verlos crecer en un ambiente libre de violencia, las mujeres ganaron terreno hasta el punto de que hoy en día mas del 50% de los profesionales en Cuba son mujeres. La electricidad, el agua, el transporte público y demás costaban casi centavos, por no decir que durante años las llamadas en los teléfonos públicos fueron gratis.
Es cierto que debido al conflicto con Estados Unidos se impuso una libreta de abastecimiento o racionamiento si prefieren llamarla así , pero para cada cubano estaba garantizado carne, pollo, pescado, lácteos, y en fin toda una gama de productos a precios de centavos. Cada niño hasta los 7 años recibía un litro de leche diario por 20 centavos al día. . .cada quinquenio  disminuían los productos, pero era una garantía
La lista sería infinita. Y aunque para muchos la realidad era asfixiante por no haber libertades políticas, es decir partidos políticos diferentes, y en mucho tiempo de viajes,  problemas con la religión, etc, para la mayoría de los cubanos fueron años calmos, de trabajo, de enfrascarnos en el amor físico y la diversión, en los estudios, y en general se pensaba que en definitiva la construcción de una nueva sociedad llevaba implícita el barrer con los lastres de la sociedad  (religión, avaricia, riqueza a costa de la pobreza de muchos etc).
Y fue relativamente fácil controlar la sociedad pues las nuevas generaciones no conocían la anterior. Solo sus templos (edificios públicos, iglesias, centros comerciales) eran una muestra muda del poder económico que tuvo la clase media cubana, pero claro. . . “a costa de tener a una mayoría oprimida”, según las palabras de los nuevos dirigentes .
Mi infancia.
Mirando atrás fue casi el paraíso en la tierra. No porque tuviera todo, sino mas bien por lo opuesto, es decir, no había diferencias entre los chicos de Cuba, o al menos los de la Habana. Mis padres lucharon por proveerme de un mundo espiritual que compensaría en gran medida la gran deuda material que el gobierno cubano tiene con mi generación, que la vida tiene con nosotros.
Había no obstante un precio a pagar.
Pero mirando atrás,  los rostros los recuerdo mas luminosos que los de los cubanos de hoy en día. Hemos descubierto que hay un mundo exterior, maravilloso en posibilidades, pero aun lejano, todavía bastante inalcanzable por la mayoría de nosotros. Un mundo exterior que de seguro nos ofrecería la posibilidad de explotar en potencialidades con la enorme preparación que hay en este país (es algo que por otro lado siento que va decayendo, pero ese sería otro tema para otro email).
Siempre que trabajo con algún latinoamericano, sobre todo del área del Caribe y Centro América , les digo que recen para que el bloqueo de Estados Unidos y Fidel Castro  duren mucho tiempo, porque el día que Cuba pueda estar libre de el conflicto actual,   la luz que saldrá de acá no permitirá que se vea nada mas en el Caribe.
Desde que somos muy jóvenes se nos educa en el estudio de la sociedad moderna. En sus leyes, en como construirla si tuviéramos la posibilidad (ya sabes que siempre se culpa a los yanquis) y en como destruirla. En como hacer que personajes como un Chávez, como un Evo Morales, como un Rafael Correa o un Daniel Ortega se conviertan en aliados como en otro tiempo lo fueron Michael Manley de Jamaica, Bishop de Granada, Salvador Allende en Chile e infinidad de reyezuelos y presidentes de Africa, Asia y Medio Oriente.
Hace mucho tiempo tuve muchos intercambios con venezolanos que se molestaron  con mis comentarios de todo lo que  sucedería en Venezuela. Según ellos ofendía la inteligencia del pueblo venezolano al tan siquiera sugerir que pasarían tales cosas. Y es que no tiene nada que ver con la inteligencia de un pueblo, es tan solo la habilidad para controlar la mente humana y mezclar verdad y mentira, voluntad y humanidad, amor intrínseco de cada ser humano que los lleva a ser solidarios con los que están debajo y sufriendo . . .y que una vez salvados,  se les demanda una fidelidad rayana en la sumisión.
Donde quiera que estén esos pueblos que han optado por una izquierda mas radical hoy en día ya nosotros, los soviéticos, los polacos, los alemanes del este, los búlgaros, los rumanos, los checos, los chinos, etc. ya estuvimos. Y nosotros los cubanos fuimos los designados por todo ese imperio rojo ya desaparecido en apariencia, pero aun con sus bases ideológicas presentes, para ser la punta de lanza en el tercer mundo y minar la base del así llamado imperialismo mundial
Los cubanos de la isla hemos estado , ganado o ayudado a ganar guerras en Nicaragua, Argelia, Etiopia, Congo, Angola, Namibia, Viet-Nam, en todas las guerrillas de América Latina.
¿Y como vine a parar acá? ¡ah sí!, cuando yo era niño todo eso y mucho mas ocurría y nunca se decía nada al respecto. Pero sin embargo día a día se nos educaba con el propósito de ser inflexibles en el principio fundamental: el capitalismo es intrínsecamente maligno y lleva la muerte dentro del mismo : la clase obrera.
Himnos de Gloria, futuros no imaginados por nadie excepto en Cuba, un hombre nuevo libre de las fuerzas del mercado. Un hombre nuevo que estaba dispuesto a renunciar temporalmente a la libertad individual y los beneficios del mundo material por un objetivo mas grande que él mismo.
Y sin embargo todo se fue abajo porque el nuevo imperio rojo colapsó. Con solo 70 años (en el caso de la URSS, el mas longevo) era imposible que pudiera sobrevivir una competencia con un sistema de mas de 4 o 5 siglos, sobre todo después de haber pasado por dos guerras mundiales y tan solo en la segunda haber perdido unos 20 millones de vidas.
Y ahora estamos en estos tiempos. Como desintoxicándonos. Y por eso a veces lo que escribo no tiene mucho sentido para los amigos a quienes escribo, porque fui criado en un ambiente totalmente diferente y del que aun quedan vestigios, que si no demoran mucho en venir podrán palparlos.

Ciertamente, por otro lado, que tienen razón , soy alguien por momentos melancólico. Cuando la gente me lo dice, que mis ojos parecen tristes siempre les digo que es cansancio,  es que me avergüenza un poco estar triste , el dejarme llevar por la melancolía. Pero lo he superado en gran medida, pero claro, aun se me nota, sobre todo cuando escribo.

cubangel@gmail.com



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