Estoy menudo de ropas. Descalzo. Sin camisa.
Sin temores y en paz.
Me siento a esperar la tormenta que hace rato se siente venir. La huelo, la escucho trepidante en la distancia.
Mis pies descalzos la sienten a través de la tierra.
Ya llega la avanzada: pequeñas gotitas de lluvia
Tibias gotas que un poco que jugueteando y riéndose nos advierten de que escapemos si no queremos mojarnos de lo lindo.
Me estiro. Echo la cabeza hacia atrás y me preparo para el espectáculo.
Primero los truenos, magníficos, que asustan, pero ya no me dejan marchar.
Y a continuación los rayos. Tienen sed y caen el mar con fuerza, parecería que las nubes aspiran el agua de mar y nos liberan la lluvia dulce.
Yo empapado de agua tibia, cada parte de mi cuerpo destila paz, agua y alegría.
Viento, truenos, rayos , todo para mi.
Me acuesto en el banco. Cierro los ojos y escucho el futuro. Los abro nuevamente y un arco iris maravilloso, nítido y de colores fuertes está allí, como incitándome a transitarlo y escapar .
Regreso a la casa al atardecer, todavía mojado y de seguro mas hermoso porque he sido bañado por la lluvia, acariciado por el viento y he conversado con la furia de truenos y una tormenta.
Me termino de secar. Y así caliente otra vez y tranquilo me tomo mi tasa de té , me acuesto y me duermo.
Mañana será otro día.
cubangel@gmail.com
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