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sábado, 15 de enero de 2022

LO QUE SE LE PIDE A CUBA EN ESTE 2021 (entre otras cosas)

Si algo ha sido notable en este 2021 que se ha ido es la contradicción del mundo contemporáneo en cuanto  a valores. Los que se declaran y no se defienden, los que se defienden y no hace falta declarar porque se llevan en la sangre, heredados de padres a hijos.

Esta contradicción de valores dicta el presente de naciones enteras en el mundo. Sus ciudadanos luchan por mantener algunos de ellos que consideran vale la pena conservar ante el ataque de la modernidad y el dinero, antes de que sea demasiado tarde y los jóvenes pierdan la conciencia de a donde se encaminan y lo que está en peligro.

En el caso de Cuba se le pide que renuncie a algunos de los valores que la han guiado en las últimas décadas. Se le pide asumir otros que casi todo el mundo civilizado está convencido que son correctos, o al menos normales en la sociedad contemporánea, y que no tenerlos va contra la libertad individual. En este 2021 se nos acusó  de estado fallido, de apoyar el terrorismo, de reprimir la libertad individual y en fin, uno de los parias en la comunidad de naciones He aquí algunos de los requisitos que se le exigen a los cubanos para ser considerados personas civilizadas como el resto del mundo: 

. Científicos graduados en universidades europeas y americanas, y los que ya existen graduados en el país que sean reciclados para que así piensen y se califiquen en estándares internacionales más acordes con el mundo moderno.

.no colaborar con el narcotráfico internacional (recordar que para Estados Unidos y Europa los dirigentes de izquierda son narco dictadores)

.una sociedad libre de delincuentes, asaltos, armas para que Cuba sea un país seguro y los turistas puedan caminar libremente por las calles.

.Transporte de calidad y eficiencia (¿bloqueo?)

.Flota pesquera, agricultura de primer nivel,  (¿bloqueo?)

.servicios médicos equivalentes a los de Europa y Estados Unidos (cosa asombrosa considerando que ellos mismos reconocen que es el error médico la tercera causa de muerte en la nación norteña desde al menos 1994 que se comenzó a llevar la estadística) 

.Libertad de prensa donde no hay cantantes, raperos, informáticos, intelectuales y demás presos por expresar sus opiniones

.Tiendas repletas de productos sin inflación y donde todos al menos tenga la posibilidad puedan comprar desde un buen jamón hasta un mercedes Benz

.gobernantes no corruptos y que vivan modestamente como el ciudadano más pobre del país

. un lugar olímpico por encima del 10mo lugar porque un 15 entre 180 países no es suficiente

. Ganar mas olimpiadas de ciencias, matemáticas y letras en todos los niveles de la educación.

.Tener casinos y prostitución legales

.Cuba debe dejar de apoyar el terrorismo, es decir, a los pobres del mundo que luchan por sus derechos e igualdad, por ejemplo dejar de apoyar a los palestinos.

Y faltan otras, pero para terminar debemos decir dos cosas:

1) Maldito enemigo que me acusa de las consecuencias de sus terribles acciones

2) Cuba nunca será considerada lo suficientemente buena o merecedora del perdón a menos que regresemos al sueño de los mafiosos que comenzaron a llegar a la isla en los años 1950s: convertir a Cuba en el Monte Carlo del Caribe. Suena bien, pero cuando se leen los planes y los pasos a seguir elaborados por ellos ya es otra cosa, por algo ni tan siquiera lo grandes paises capitalistas de América lo han intentado.


LO QUE PEDIMOS Y DESEAMOS


GUIA LOCAL
HUMBERTO

jueves, 9 de diciembre de 2021

Leyendo a El País

 Con asombro y cierta tristeza

 Hace algún tiempo, conversando por whatssap con un amigo español intercambiábamos sobre paginas webs interesantes. Yo me quejaba un poco de lo cara que era internet en Cuba , pero asi y todo el amigo no salía de su asombro de que tuviera acceso a ciertos sitios. Le explicaba que todas las mañanas me levantaba sobre las 6 am para tener tiempo de leer las noticias del día. Ya en la mitad del mundo gran parte del día había transcurrido, así  que siempre hay mucho que leer. Estoy suscrito  a las versiones digitales de periódicos de varios países. De Estados Unidos leo el New York times, Washington Post y Miami Herald, de España El Pais y de las agencias de noticias casi todas accediendo desde Twitter (BBC, CNN, Reuters, AFP, etc). por no hablar de sitios tan interesante como TED TALKS.

El asombro venia porque se suponía que todo acceso a información de la llamada prensa libre estaría bloqueada en Cuba. Y realmente no es asi, solo hay algunos sitios bloqueados y son los que consuetudinariamente lanzan noticias falsas o rumores de la realidad cubana.

Y realmente a veces hay que hacer acopio de paciencia. Pero siempre me asalta la duda , sobre todo en los últimos tiempos, sobre la profesionalidad y veracidad de esas fuentes de noticias , pues considerando las falsedades y calumnias que dicen de Cuba , ¿no será igual de otros países, personajes o realidades?

Pongamos un ejemplo recién.

Mientras en La Habana se desarrollan coloquios y se entrelazaban voces de académicos cubanos y españoles para ponderar una aventura literaria que enaltece una relación de identidad  esencial, el diario El País emitía un editorial bajo el título “La cerrazón cubana” y decia: “El acoso represivo de La Habana contra la disidencia pública ancla al país en el inmovilismo retrógrado y antidemocrático”.

Mientras comienza el festival de cine latinoamericano, mientras en los mismos días el Ballet Español de Cuba, bajo la dirección de Eduardo Veitía, se afanaba para ultimar detalles de la temporada de estreno del espectáculo Ascendencia hispana, en el Teatro Nacional, el editorialista del citado medio echaba a rodar una especie de  “bunkerización del régimen” cubano  y de “su antediluviano inmovilismo”.

Todo porque se les había echado a perder el espectáculo que tenían montado para festejar la marcha que nunca existió el 15 de noviembre, es decir, el frustrado estallido social que debía, si no derrocar, al menos poner en crisis al gobierno cubano y abrir las compuertas de la restauración capitalista.

El País se preparó para reportar el caos. Siguió paso a paso la convocatoria de la marcha, focalizó y elevó a primer plano el protagonismo del “agente de cambio”, y montó una cobertura por horas y minutos de lo que sucedería entre el 14 y el 15 de noviembre a lo largo y ancho de la Isla.

Que lo hagan ABC o El Mundo, no sorprendería tratándose de medios conservadores, pero El País, que presume de representar una equilibrada posición centrista  debía ser consecuente con su equidistancia, aunque sabemos que esto último no pasa de ser un eufemismo. Basta con recorrer todos los artículos sobre Cuba de la publicación para que salten a la vista la regularidad de informaciones y valoraciones que tienden a apuntalar la opinión de que el cambio de Cuba hacia el capitalismo es lo que corresponde. Apertura en ese discurso equivale a rendición, reformas; a renuncia, libertad; a sujeción. Pero además, ¿Para quién escriben? ¿Para los que se fueron “por razones personales” y viven  como parásitos recibiendo beneficios de sociedades sin enemigos económicos o políticos? ¿Los españoles pueden cambiar la realidad de Cuba? Es muy confuso todo

En fin, El Pais ha dado tribuna a los llamados disidentes y opositores, y hasta alguno de ellos han sido acogidos como columnistas. Después de tal acogida a lo más reaccionario no es de extrañar que el centrismo de El País haya derivado a una posición beligerante, que en el caso de la convocatoria de la marcha animó expectativas que se fueron de manera humillante por el tragante. De la frustración del equipo editorial dio cuenta el titular que calzó la cobertura especial del 15 de noviembre: “La Habana amaneció este lunes tomada por agentes de policía y de la Seguridad del Estado ante la convocatoria de las protestas. El Gobierno ha declarado la manifestación ilegal y mantiene a opositores y periodistas sitiados en sus casas. Continúan las detenciones de críticos”.

No puede ser más lastimosa la falta de objetividad de un periódico que alardea de ser serio que se suma a un paisaje que solo existió en la imaginación de corresponsales y fuentes periodísticas reflejadas. Nunca, ni de lejos, La Habana fue una ciudad sitiada, ni hubo detenciones como las que notificaron siguiéndole la pista a un grupito de cubanos pagados por agencias federales de EE.UU., ni nada por el estilo. Parece que la redacción de El País confundió La Habana con alguna ciudad colombiana o sudanesa, o con las urbes europeas que ahora mismo viven jornadas de protestas masivas.

Lo único evidente es que El País  juega a ser un actor de peso en el diseño de la Cuba que quiere Washington, Miami y los predios neoliberales de España. Una Cuba que dejó de ser hace buen tiempo colonia y que seguirá queriendo a la otra España.

Lo realmente inadmisible es la intromisión en los asuntos cubanos de la dirección del diario. Ya no se trata de columnistas  dando una perspectiva  de una realidad ajena sino de una opinión editorial que se permite pontificar y dar recetas como estas:

Tras décadas de cerrazón, resulta evidente que los gestos de apertura no prosperarán sin el apoyo decidido de una comunidad internacional que permita al régimen que preside Miguel Díaz-Canel revisar su deriva, liberar a los presos y permitir la discrepancia. Es necesario el concurso de Washington, la gran potencia de la zona, para superar su anquilosamiento punitivo y, al igual que hiciera Barack Obama, buscar vías que permitan recuperar espacios de libertad. Desde el ángulo europeo, España dispone de un puñado de cartas que le permiten jugar a fondo en favor de dinámicas de apertura y flexibilidad. Más allá de los intereses geopolíticos de cada actor, el avance hacia la democracia en la isla habrá de hacerse con el criterio y la participación de una población que hoy vive en condiciones graves de penuria económica y desamparo político.

Las negritas son mias, son las palabras que huelen a colonialismo.

El mundo unipolar donde los gringos controlan el planeta se está acabando, vamos rumbo a una multipolaridad donde el poder global reside en distintos Estados y/o bloques y cuando el imperialismo dominante está en declive lo primero que tiene que asegurar es su “zona de influencia”. Quien promete felicidad para el mundo basado en los matices que tienen los políticos yanquis les miente abiertamente.

En el trascurso de estos años de pandemia, con la hostilidad de Estados Unidos en todos los frentes, sin poder comerciar e incluso poder comprar medicamentos por ambas razones nos preguntábamos dónde estaba el cariño de España hacia Cuba, y no solo, incluso hacia América latina. España no usó  la posibilidad de ser un puente entre nosotros y Europa, ni entre nosotros y nuestro enemigo histórico , no, ni tan una medicina, ni una jeringuilla, ni una defensa en foros internacionales para poder recibir vacunas, y sin embargo reacciona a cuanto delincuente asalta las tiendas en Cuba y los declara disidentes, cuando en realidad debería investigar y como consecuencia denunciar todos esos elementos externos que contribuyen a la miseria del pueblo cubano más que apoyarlas de manera directa e indirecta.

Menos mal que una cosa es la España de los políticos y otra la de su pueblo que sí tiene simpatía por el pueblo cubano. Lo que tememos es que periódicos de tanto prestigio e influencia vayan envenenando la mente del pueblo español y los que deberíamos ser aliados naturales en tantas cosas nos demos la espalda con desconfianza. Lo que se debe tener claro es cuál debe ser la posición de cualquier persona de bien, que entiende que no se puede naturalizar la imposición de un Estado por sobre el resto, simplemente por la cantidad portaviones que posee.









MEDITACION

https://habana-havana.blogspot.com/2021/09/meditacion-y-no-trascendental.html

KABUL-HABANA

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CUBA Y OPTIMISMO

https://habana-havana.blogspot.com/2020/11/optimismo.html




lunes, 6 de agosto de 2018

CUBA, recuerdos de religión y chocolate

Mi familia por parte de madre es de origen muy humilde. Tan humilde que en su mayoría, en los comienzos de los años 1950’s había sido diezmada por enfermedades asociadas a la pobreza. 
Así que un día mi abuela, presintiendo que le quedaban pocos meses de vida y además no deseando contagiar  a sus hijos se dirigió al palacio presidencial y allí en la puerta lateral le extendió una carta a la secretaria de la primera dama de por entonces pidiéndole que la ayudara a conseguir alguna escuela o albergue para sus hijos.
Dos semanas después las cinco chicas, mi mamá y sus hermanas, entraban en una escuela atendidas por monjas en un pequeño pueblo en las afueras de la Habana, y el único varón entraba en una escuela atendida por curas. Allí estuvieron por varios años y al salir, la huella principal  que dejó en  sus vidas  fue la religión católica.
Desde el mismo comienzo de la revolución hubo en Cuba un conflicto entre la iglesia y el Estado. Es una historia muy larga y ahora no entraré en ella. Lo que sí es importante es el hecho de que marcó la vida espiritual de varias generaciones de cubanos. 
Fue el primer evento comprendido al cien por cien por una sociedad latina, plural y bastante religiosa: si te expresabas religiosamente, en cualquier sentido, incluido el decir ‘Gracias Dios Mío’ podía representar un estigma que te marcaría a ti y a los tuyos quitándote oportunidades de estudio y trabajo.
Cuando yo nací ya el campo de batalla no existía. Había un ganador: el ateísmo. O eso se creía. El pueblo cubano fingía que “el opio de los pueblos” había sido extirpado de los corazones, aunque en realidad parecía que solo había sido derrotado el dios de los cristianos, pues los dioses africanos casi estaban intocados. Los negros, que en su mayoría pertenecían a esa religión, con esa capacidad que les había dado la historia y sus maltratos, las enseñanzas de una esclavitud de siglos, se adaptaron y sobrevivieron a esta nueva experiencia. Era solo cuestión de esperar.
Por entonces, cuando yo era niño, no podías obtener una buena posición de trabajo o incluso entrar a la universidad si te declarabas religioso, principalmente cristiano. Repito, es una historia larga y llena de sutilezas, y la cuestión es que mi madre, temiendo por mi desarrollo en un país cuya frontera era solamente el mar nunca me hablo de Dios, ni de Navidad, ni de Jesús, ni de ángeles; nunca tuve entre mis manos una biblia, las iglesias eran edificios abandonados y “rezagos del pasado” (en realidad no era así, todavía algunas viejitas asistían a misas) y por supuesto no tengo que decir que nunca fui bautizado.
Y no piensen que esto es historia muy antigua, para nada, todavía en los 1990´s era asi.
La cuestión fue que mi mamá tenía una compañera de trabajo con una historia personal muy parecida a la de ella. La única diferencia era que esta amiga y su familia tenían como objetivo irse de Cuba, sobre todo después de que a su hija le fue rechazada la entrada en la universidad por ser religiosa. Esta amiga iba a hacer una fiesta familiar en su casa y me invitó. En realidad le pidió permiso a mi mamá para que me dejara ir.
La fiesta sería el sábado, yo me quedaría a dormir en su casa y el domingo al mediodía me regresarían a la mía. Todo fue muy bien, la fiesta en realidad no la recuerdo mucho, pero lo que sí recuerdo vívidamente fue el domingo en la mañana: fue la primera vez que puse mis pies en una iglesia. 
Era enorme, esta’ en la quinta avenida del barrio de Miramar, el barrio de los diplomáticos. Había muchos de ellos y sus familias, cubanos pocos. A pesar de que solo tenía seis años lo recuerdo perfectamente. Todo ocurría velozmente, incluso el sermón del sacerdote, todos los vitrales hermosos, la gente bien vestida, primera vez que veía extranjeros y escuchaba otros idiomas. No quería que nada se me olvidara, recorría casi que corriendo la enorme iglesia, pasaba entre la gente, respiraba el olor de las velas, y fue tanto así que María me llamó, y quizás un poco para calmarme o para iniciarme, quién sabe, me dijo que por qué no me iba a ver el cristo en la capilla, me arrodillara y le pidiera algo importante.

Llegué ante él, me lucía enorme y que sus ojos me observaban con ternura desde su cabeza ladeada. ¿Qué podía pedirle que fuera importante?, o al menos importante para mí.
Recordé entonces que la semana anterior, y después de mucho tiempo, había comido unas pastillas de chocolate. ¡No hay mejor sabor en el mundo!, y sobre todo para un niño de seis años. Pero al llegar al fin de semana y pedir por más mi mamá me dijo que no, que se habían acabado, y de una forma dada por la costumbre me dijo: “! y reza porque algún día haya más porque parece ser que no lo veremos en mucho tiempo!”
Y allí estaba yo, frente al Cristo, de rodillas, pensando en qué pedirle. Levanté la vista  y dije: “Dios mío (para mi eran lo mismo Jesús que dios), te pido que nunca jamás me deje de gustar el chocolate, aunque pasen muchos años”. Hice lo que vi que todos hacían: me persigné, me levanté y con lo que hoy considero fue un tremendo acto de fe salí alegremente de la capilla.
Y efectivamente, pasó mucho tiempo, incluso años hasta que pude comer chocolates otra vez, me supo a gloria, me estremezco cada vez que lo como, y siempre me viene a la mente Jesús.

Asocio el chocolate con la escasez por los años que nos faltó a los niños en Cuba, con otros mundos, con la alegría y la navidad, con amigos que retornan, con la fidelidad, y con la abundancia porque  todas las historias de éxito y de amor se celebran con chocolate.

cubangel@gmail.com