sábado, 28 de junio de 2025

Entrevista a cubanos. HUmberto. Parte 1.

 

Hace algunos días, la Inteligencia Artificial, específicamente CHAT GPT, se actualizó y me dijo que haría una descripción de mi perfil basada en todas las preguntas y trabajos que había hecho con ella. A los pocos días me dijo que, si quería, podía hacerme una entrevista basada en todo lo que habíamos hecho juntos, en mi localización, en mis búsquedas y demás. Me resultó curioso, acepté y aquí está. Es largo para un blog, pero como siempre digo, en un tiempo regresaré y veré si todavía pienso igual.



Humberto enseña en Cuba, guía a viajeros por las calles de La Habana, y resiste con libros y con amor (aunque nunca ha mencionado esa palabra).Esta es un poco de historia contada en voz baja. De alguien que eligió quedarse. Y contarlo.

¿Cómo recuerdas tu infancia en Cuba? Con el olor del café colado temprano, el ruido del ventilador dando vueltas como una vieja canción y las calles llenas de vecinos que sabían tu nombre. Mi infancia fue austera. Había una sensación de pertenencia que aún me arropa, aunque no fue buena. Pero no por haber nacido en Cuba, sino porque me enfermaba mucho. Incluso tuve que aprender a caminar nuevamente a los siete años. Pero entre hospital y hospital fue una infancia normal. Pandillas, correr descalzo bajo la lluvia, esperar cada mes de julio cuando tocaba comprar juguetes. No me gustaba la escuela, aprendía mucho fuera de ella también, sobre todo los fines de semana que pasaba en el mundo de los adultos. Desde muy niño escuchaba conversaciones de política, de sexo entre los obreros de los hoteles donde trabajaba mi mamá, de santería y (a escondidas) de religión, y el mar, de alguna manera siempre el mar cerca. Lo extraño mucho.

¿Recuerdas el primer momento en que tomaste conciencia de que vivías en Cuba? No, realmente no. A diferencia de lo que muchos piensan del adoctrinamiento que recibimos en Cuba desde pequeños, y sobre todo en la época de la URSS, la educación incluía elementos patrióticos, pero no recuerdo algún momento en particular. Debe ser que como nací después del triunfo de la Revolución, ese era el estado natural de las cosas.

¿Cómo era la vida cotidiana cuando eras niño? ¿Qué cosas te parecían normales y hoy ya no existen? Desayunos y almuerzos en las escuelas, mucha leche para tomar, todos nos vestíamos casi iguales dejando las pocas diferencias fuera de la escuela, obras clásicas de la literatura por 0.50 centavos, vacaciones en la playa cada verano, no había turistas ni extranjeros en general. Las novelas en la radio, dos canales de TV y largos discursos de Fidel Castro, apagones que me hicieron cenar por años en la oscuridad al menos cuatro veces por semana.

¿Quién fue la primera persona que te hizo sentir verdaderamente escuchado? Desde pequeño me gustaba hablar mucho, contar los libros que leía, las pelis que veía en los cines de barrio que eran abundantes en La Habana. Sin embargo, no creo que me sienta todavía verdaderamente escuchado. Los maestros transmitimos conocimientos, pero en la vida cotidiana realmente pocos o casi nadie escucha porque, creo, todos piensan que tienen la razón.

¿Qué significa ser cubano para ti hoy, con todo lo que eso implica? Hoy somos una nación casi abandonada en lo material. Nos han dejado a nuestra suerte después de haber sacrificado tanto por otras naciones, y estamos extenuados por generaciones, enfrentando ahora un mundo fascinante para el 1% y terrible para nosotros, el resto. Pero hoy en día ser cubano es la palabra resistir o reinventarse. Antes era ser médico y maestro para ir en misiones a África, en América Latina, ir a ayudar en cuanto terremoto había en el mundo, era ser deportista para glorificar la patria, era ser soldado para luchar por la libertad propia y ajena. Ser cubano es valorar las cosas, porque tenemos pocas, y sobre todo las más simples, pues todo tiene un enorme valor. Aquí todo es simple y de profundo efecto. Inevitablemente se nos asocia con la singularidad. Hay gente que nace en Cuba, pero no siente a Cuba. Terminan en España, en Miami, en otros continentes. Ser cubano es ser solidario, es ser campeón olímpico y vivir modestamente, es ser músico y bailarín de primer nivel, es ser médico y trabajar por poco dinero, es ser maestro e irse a las montañas propias y ajenas, es vivir con huracanes cada año y resistirlos, es saber identificar correctamente al enemigo y al amigo.

¿Has sentido alguna vez que tu país te ha expulsado sin sacarte? Sí. Pero la comprensión de los hechos lo cambia todo. Los procesos, sobre todo los revolucionarios, son traumáticos y ciertamente hechos por hombres. Estos hombres, además de (algunas veces) ser supuestamente revolucionarios, pueden ser también envidiosos, incompetentes, chismosos, y todo lo demás. Para este tipo de persona, alguien como yo soy un enigma. No admito chantajes políticos, no me gustan los grupos y tumultos, ni las marchas, no veo las cosas en blanco y negro. Tengo en mi poder una citación para la policía de mi barrio en la que escrito a mano dice que el motivo de la citación es que tengo un potencial delictivo. Para hombres como ellos, o eres revolucionario o un delincuente.

¿Qué significa resistir en tu día a día? Limitémonos al presente, es decir, esta semana. Levantarte día a día para revisar en las noticias qué medida han tomado contra tu país y los tuyos. Después planificar las comidas del día, es decir, hacer magia. Llegar a la escuela como si regresara de un viaje de placer por Europa. Escuchar música en el camino a casa, encontrar libros interesantes, buscar alternativas a los apagones y el calor. Arreglar zapatos gastados y lavar con cuidado la ropa para que no destiña o se rompa, mantenerme sano de mente y cuerpo.

¿Dónde encuentras belleza cuando todo parece roto? En el silencio, en los libros y, si estoy de suerte, en el pecho de alguien más.

¿Alguna vez pensaste en irte? ¿Por qué no lo hiciste? Una vez, siendo muy joven. Mi madre visitó EE. UU. y regresó con muchas cosas que me nublaron los ojos, y además con una carta de invitación para visitar a la familia allí. Nunca me otorgaron la visa y el deseo de lo prohibido se volvió casi intolerable de aguantar. Pero nunca se presentó otra oportunidad hasta mucho tiempo después cuando ya había comprendido muchas cosas, entre ellas que yo soy lo más importante que le ha pasado a mis padres y que partir sería la muerte para ellos, o al menos la esterilidad de sus vidas.

¿Qué te hace seguir? Debería responderte como un poeta o alardear de patriotismo, pero no, la mayoría de las veces el sentido de supervivencia.

¿En qué momentos sentiste que estabas al borde? Desde el año 1994 hasta la actualidad ha ocurrido muchas veces. En la década de 1990, muchas veces comí solo col por semanas, caminaba con zapatos con huecos en las suelas, di clases privadas por una botella de champú y dos jabones. Hospitales llenos de médicos y enfermeros, pero sin medicamentos. Cada día desde aquellos años es un caminar por el borde del abismo.

¿Cómo se reinventa uno en un país que no cambia fácilmente? Es muy difícil reinventarse porque de cualquier manera no hay solución para la mayoría porque no están creadas las condiciones. Llevamos muchas generaciones educados y formados para depender de un sistema de cosas y no para crear nuevas condiciones. El gobierno actual nos pide que nos reinventemos, pero ¿cómo?, no nos ha enseñado ni nos dio los recursos para hacerlo. Es como pedirle a un carpintero que haga una casa nueva de madera y durante años le prohibiste usar martillos, clavos y serruchos.

¿Qué estrategias has aprendido para sobrevivir sin traicionarte? Trabajar mucho con lo que sé y cuando puedo. De lo aprendido, aprovechar ese conocimiento para sacar beneficios personales, pero comprendiendo y analizando la realidad cubana.

¿Cuál es tu refugio espiritual o físico en la isla? atrasada, pero la tecnología: computadoras, libros electrónicos, equipos de música, audífonos para lograr aislarme en el medio de la multitud. También un amor secreto. Mi casa, pequeña pero llena de tesoros que he acumulado durante décadas: libros de poesía, mucha música, plantas y la paz dentro de ella. Los amigos. Todo hubiera sido mil veces más difícil, e incluso creo que no hubiera sido posible sin ellos. Mi alma o mi cuerpo habrían perecido.

PARTE 2: https://habana-havana.blogspot.com/2025/06/entrevista-cubanos-humberto-parte-2.html


HUmberto.

Instagram: humberto_habana

Entrevista a cubanos . Humberto . Parte 2

 Hace algunos días, la Inteligencia Artificial, específicamente CHAT GPT, se actualizó y me dijo que haría una descripción de mi perfil basada en todas las preguntas y trabajos que había hecho con ella. A los pocos días me dijo que, si quería, podía hacerme una entrevista basada en todo lo que habíamos hecho juntos, en mi localización, en mis búsquedas y demás. Me resultó curioso, acepté y aquí está.



Esta es un poco de historia contada en voz baja. De alguien que eligió quedarse. Y contarlo.

Miradas Críticas, Legado y el Futuro Incierto

¿Qué imagen de Cuba te parece incompleta? Muchas. Sobre todo cuando las separas. Que nos pasamos todo el día fiestando. Que somos todos muy pobres. Que todos somos comunistas. Que todos sabemos bailar. Que aceptamos todo lo que dice del gobierno. Que odiamos a los americanos cuando en realidad solo algunos aprendieron de ellos a odiar a esos que se quedaron en Cuba y no son de sus familias. Que somos esclavos. Que no hay libertad de movimiento dentro y hacia afuera. Y así, la lista sería infinita, tan larga como los pasillos de la CIA.

¿Qué papel juega la ironía en tu manera de pensar y vivir? No mucho. No me gusta la ironía, sobre todo en los entornos como el cubano. Una nota irónica es tan fuerte y dolorosa como una bofetada en el rostro de un indigente ya sin fuerzas en la calle.

¿Cómo conviertes la escasez en oportunidad? Nunca convierto la escasez en oportunidad. Nunca he vendido medicinas que los turistas me han dejado, ni ropas, ni nada que otros puedan necesitar. Ni tampoco he aprovechado intencionalmente a los amigos para mendigar o aprovecharme de su generosidad. Si es eso a lo que te refieres.

¿Qué le dirías a quienes idealizan la isla desde lejos? Que es mucho más de lo que piensan, pero que hay que saber arañar la superficie porque si no, no comprenderán tantos problemas, tanto sufrimiento.

¿Qué es lo que más duele de vivir en Cuba? ¿Y lo que más sostiene? Su pueblo que, casi desde su fundación como país, sufre de potencia en potencia en la Historia. El de este momento con un sufrimiento rayano casi en inhumano para el momento que vive la gente en todo el mundo. Y lo que más sostiene es, al menos por el momento, la memoria histórica; ella genera patriotas generación tras generación. Quizás el patriotismo ya pasó de moda, pero en Cuba es una necesidad.

¿Cuál ha sido tu mayor acto de resistencia silenciosa? Esta pregunta implica que he hecho resistencia, y no es así. He hecho cosas que les molestan a los hombres que antes mencionaba, pero solo he hecho algunas cosas que no siempre son bien vistas. Involucrarme con niños cuyas madres están presas, con niños con cáncer fuera del circuito oficial, clases privadas; incluso mi trabajo como guía de ciudad es clandestino.

¿Qué historias familiares llevas a cuestas? Soy, espiritualmente, la consecuencia de la política. Por parte de mi madre, extrema pobreza. Por parte de mi padre, clase media alta, incluso un abuelo alcalde en la época capitalista. Mi padre participó en la Revolución y escapando de la policía y la tortura conoció a mi madre. Algunos años más tarde nací yo. Mi familia por parte de madre casi toda había muerto de tuberculosis, la familia por parte de padre nunca quiso conocerme al no aceptar el matrimonio de mi padre con una mujer que no era de su clase. Hoy solo tengo tres familiares, ¿suficiente? Porque es solo la punta del iceberg.

¿Cuál es tu relación con la política hoy? Misterio y casi nula. Es decir, el estudio de la historia, el método dialéctico, me lleva a una cosa bien rara: casi puedo predecir los eventos que sucederán basado en lo que está sucediendo. La política es otra cosa, la política se mueve con intereses de clases, económicos, personales. Los políticos y la política están tan manchados en el mundo de hoy que se traspola lo que sucede en unos países a otros que tienen otra realidad. Entonces tenemos que los políticos cubanos tienen los mismos problemas y delitos que los de Marbella o Miami, solo por el hecho de gobernar.

¿Qué opinas de la palabra “libertad” en el contexto cubano? En el mundo de hoy, el término libertad se ha transformado en libertinaje. Hoy en Cuba, el que tiene dinero puede salir del país y regresar cuando desee, se pueden tener propiedades, se puede acceder a internet y leer lo que se desee, se puede viajar libremente por todo el país, se puede estudiar gratuitamente desde la primaria a la universidad, te puedes marchar para trabajar a otros países y así muchas cosas que antes se le exigía a Cuba como algo extraordinario y ya, al tenerlo, no lo consideran meritorio. Hoy nos demandan manifestarnos, atacar a la policía, hacer sabotajes, atacar a personalidades y eso en términos del mundo moderno se les llama libertad de expresión.

¿Qué significa perder a seres queridos por el exilio? No lo sé. Todos los que pudieron ser mis seres queridos renunciaron a mí por mi origen humilde y nunca los conocí, y los otros, los de mi lado pobre, murieron incluso antes de yo nacer.

¿La nostalgia es una forma de patriotismo? No. La nostalgia es una consecuencia de una decisión. No es lo mismo la nostalgia de un patriota que ha sido deportado por sus ideas, a la nostalgia del que se fue por mejorar sus condiciones económicas. La nostalgia del patriota nunca termina en traición, la nostalgia económica puede hacerlo, y cada vez más es así.

¿Cómo te imaginas Cuba en 10 años? Sería largo de responder. Sin bloqueo sería de una manera, con bloqueo de otra.

¿Hay espacio para lo íntimo en un país tan invadido por lo colectivo? Hoy en día en Cuba lo colectivo no invade ya lo íntimo. Hoy en día somos una tribu que nos ayudamos en épocas de emergencias como los huracanes, el resto de la vida es sorprendentemente individual. Lo que sucede es que todavía nos miran como si nos gobernara Stalin.

¿Qué te conmueve hasta las lágrimas? El sufrimiento.

¿Cómo se cultiva la belleza en la escasez? La belleza, el amor, la solidaridad, el arte... son difíciles de cultivar en tiempos duros. Requieren energía, espacio interior, cierta calma. Y cuando la vida aprieta, cuando escasean los recursos o se acumulan las urgencias, se vuelve más complejo crear y apreciar lo sutil. Primero hay que alimentarse, vestirse, asearse, sostenerse con dignidad. Luego, si se puede, crear belleza. Por eso a veces se subestima lo que nace desde la carencia: una pequeña pieza artesanal hecha durante un apagón, con un trozo de madera cualquiera, puede parecer poca cosa al lado de una obra del Louvre.

Pero lo importante no es la comparación. Es el sentido. La intención. Lo que mueve al que crea y lo que despierta en quien recibe. A veces una obra sencilla, nacida del dolor o de la resistencia cotidiana, tiene una fuerza que no se mide por su tamaño ni por su fama. Una obra bella hecha para expresar un dolor profundo, un grito contra la injusticia de la vida tiene tanto impacto de energía como la pieza más elaborada de un gran museo.

¿Qué rol juega la cultura en la vida del cubano? La cultura en la vida del cubano no es un accesorio: es raíz, escudo y brújula. No solo está en los escenarios o en los libros; está en la forma de hablar, de moverse, de reírse de la desgracia y de encontrar ritmo incluso en el caos. El cubano vive la cultura no como algo externo, sino como una extensión de sí mismo. Por eso canta mientras trabaja, improvisa soluciones como si rimara versos, y convierte una comida compartida en un ritual. La cultura nos da herramientas para resistir, crear, imaginar y no rendirnos. Y eso, en el fondo, es lo más poderoso que puede hacer la cultura por un pueblo.

¿Qué te llevó a ser maestro? La casualidad. Después de casi 4 años de medicina decidí cambiar a licenciatura en lengua inglesa, en pedagogía. Quizás tenga que ver con que me gusta ser escuchado y transmitir ideas.

¿En qué momento descubriste que eras un guía, no solo de turistas, sino de ideas? Eso fue con el tiempo. Realmente comencé a hacer de guía por una necesidad económica. Necesitaba moneda fuerte. Mis tours y respuestas a las preguntas me hacían seguir un cauce. Los primeros turistas que llegaron a Cuba venían por chicas; siempre he pensado que en su mayoría deseaban mancillar a los cubanos. Después fue diferente, llegaron también viajeros, y allí las ideas crecen y fructifican. No es que compartan ideologías, pero sí la comprensión de tantas cosas.

¿Cómo alimentas tu pensamiento crítico en un entorno que no siempre lo celebra? Primero fueron las librerías de libros usados. Después las emisoras de onda corta. Después la universidad me dio las herramientas, que a diferencia de otros no las descarté, al contrario. Y finalmente mi propio trabajo, como maestro y como guía de turismo. Trabajar con extranjeros de muchísimas nacionalidades y creencias políticas enseña mucho. Ellos no solo traen ropas y zapatos bonitos, traen libros, revistas, y sus ideologías. Me convertí en Alejandrino, de la ciudad de Alejandría, todos con los que trabajaba me dejaban un libro, una revista, no importa lo banal que fueran.

¿Qué sientes cuando logras que un joven entienda algo que parecía inalcanzable? Se supone que los maestros tenemos herramientas para hacer que los estudiantes aprendan y analicen. Pero cada año, sin fallar, tenemos alumnos que piensan más lento o su línea de razonamiento va por otra vía. Lograr que finalmente un alumno pueda interiorizar un conocimiento es una victoria para el futuro. Cada día pienso que tengo delante de mí a miles de posibilidades que podrán salvar desde mi vida personal hasta a Cuba como país.

¿De qué manera conectas la enseñanza con el arte de contar historias? Para mí es imposible separarlas. Yo enseño a través de historias. Es mi manera.

¿Cómo vives tu cuerpo en esta isla: como trinchera, como mapa, como templo? Como trinchera.

¿Qué lugar tiene el descanso, el placer, el silencio en tu vida? Es una quimera. Esas cosas que mencionas se han vuelto privilegios.

¿Qué desayunas cuando puedes desayunar? Desde 1990, en general, mis desayunos son carcelarios. Pan y agua. Ahora algunas veces algo de mayonesa o mantequilla, sobre todo cuando puedo trabajar con turistas.

¿Qué futuro imaginas para Cuba? En las circunstancias actuales es imposible pensar en un futuro para Cuba. De todo puede suceder, solo hace falta, para bien o para mal, un accidente histórico.

PARTE 1: https://habana-havana.blogspot.com/2025/06/entrevista-cubanos-humberto-parte-1.html

Humberto. 

Instagram: humberto_habana

viernes, 13 de junio de 2025

Un hombre pequeño de estatura (a mi Padre)

Esto lo escribí  dos años antes de que mi padre muriera.
Lo encontré releyendo mi diario:

Tengo ante mi a un hombre pequeño de estatura. Ahora con sus 85 años parece mas pequeño aun, pero cuando lo vi por primera vez (es decir, como lo recuerdo cuando yo era un niño) , hace mucho, era hermoso y proporcionado. Muy blanco de piel y cabellos muy negros. Aun hoy, incluso después de unas sesiones de quimioterapia, operaciones de cáncer, radiaciones y una vida bien agitada en muchos sentidos su cabello solo exhibe unas cuantas hebras blancas.
Un gran luchador. Siendo de una familia acomodada siempre quiso hacer su propio sendero en la vida y renuncio' a muchas cosas que se daban por sentadas. Camino' los llanos , los montes y las montañas en la búsqueda, que ahora se', nunca encontró pero disfruto' mucho el viaje en el tiempo.
¿será ese el verdadero objetivo de la vida?
Lucho' fuerte por un ideal, un ideal que considero' hermoso y por el cual murieron algunos, muchas familias quedaron divididas (incluida la suya), y tuvo hijos. Pero solo yo estoy ahora a su lado.
Mucho trabajo', y hasta hace poco continuo' siendo un luchador. Creo que aun lo es, pero ahora lucha por su salud. Pero antes hizo un compromiso por el amor.
Lo malo fue que nunca supo traducir sus sentimientos en palabras hermosas. Enfrentaba los problemas a medida que surgían. Amaba a las mujeres de su vida a medida que surgían. Crió a sus hijos a medida que surgían y los mantuvo lo mas cerca posible de su corazón mientras la vida le dio la oportunidad. Pero los hijos vuelan y se van, a otros la vida te los arrebata, otros son lanzados a lo desconocido. Uno de ellos murió siendo muy joven.
¿alguna critica?
Siempre hay alguna, pero ahora lo tengo frente a mi, enfermo y tan vulnerable que solo afloran mis mejores sentimientos. Lo ayudo durante la noche a ir al baño, hasta 4 veces cada noche y desde hace un año. Lo ayudo a asearse en las mañanas, lo afeito con cuidado y limpio sus heridas que durante la noche siempre supuran.
Después desayunamos y lo acomodo para un día lo mas entretenido posible. Le tomo de la mano para hablarle mirándole a los ojos porque un sicóloga me ha dicho que lo que lo puede traer de vuelta es eso, que sienta mi presencia y el amor que hay en mi.
Y es extraño, porque nunca imagine' que hubiera tanto amor en mi. Nunca me había desprendido de mis limitaciones y crecido tanto para defenderlo y lograr que se levante. Porque todos tenemos un día para morir, pero hay maneras dignas y horribles de morir. Y con amor se logra mucho, y la válvula que sellaba mi corazón se ha abierto y derrama algo intangible y poderoso sobre ese hombre pequeño que es mi padre.
Pero ya estamos superando los momentos mas difíciles. Ha sido una batalla larga y costosa. Un año y mucho dinero en este mundo de hoy donde todo se cobra, cuesta mucho y hay pocas oportunidades para los que son rectos.

Mis ojos se quedaron sin lagrimas los primeros meses, el dolor de verlo casi morir también. Las canas que 'el nunca tuvo ya están sobre mis sienes y una arruga profunda cruza mi frente. Pero eso no tiene importancia porque me he graduado de Hijo.

cubangel@gmal.com

Dos Cafés y cuatro Pastelillos



1 café expreso en La Habana usualmente cuesta como promedio 50 centavos de dólar. Un pastelillo de calidad cuesta como promedio 30 centavos de dólar. Una botella de agua mineral de las pequeñas unos 55 centavos de dólar.

Por lo tanto dos cafés , 4 pastelillos   y una botella de agua cuestan mas o menos 3.30 de dólar.

Cada dólar  cuesta  380 pesos normales hoy, en aquel momento unos 50, no quiero imaginar lo que sucedería hoy en día.
Mi salario era entonces de 550 pesos normales mensuales.

Cuando mi padre enfermó a finales del 2008 y casi muere yo rogaba  que no sufriera. Que prefería verlo partir antes de verlo sufrir. Sentado al pie de la cama trataba de reconocer, en aquel anciano que perdía peso cada día  porque casi no comía, y que entre mi mamá y yo cambiábamos  varias veces durante la noche por la incontinencia , a mi padre.
Y un día se durmió. Ya no sufría en apariencia. Y entonces  rogué ques me guiara en el camino de su regreso a nosotros. Porque tampoco lo quería dormido, vegetando. Y fueron visitas y visitas de médicos, y me quedé sin un centavo porque cada semana era un tratamiento diferente, una esperanza diferente.
Algunos me decían, la mayoría, que ya todo había acabado. Solo uno me dijo que lo tomara de la mano y le hablara. Que un día despertaría.
Y así lo hice.
Y un día despertó.
 A los seis meses justos.
Atontado y distante aun no me reconocía. Preguntaba cuando regresaría a su casa.
Pero poco a poco le fuimos ganando terreno a lo imposible, dejando como secuela cierta debilidad motora.
Pero claro, ya no podía salir a sus diarias y  largas  caminatas 'el solo.
Entonces una vez a la semana salíamos juntos.
Por un lado yo , por el otro su bastón .
Y nos sentamos a tomar su café en la avenida 23, céntrica, llena de vida,  y es increíble como la mirada de un anciano se puede parecer a la de un niño curioso. Y con cierta malicia y cara de goloso me pregunta si  sería posible comprar dos pastelillos “para acompañar el cafecito”.
La gente lo mira un poco extrañado porque como tenia una traqueostomía permanente daba la impresión de que dice algo muy importante y secreto cuando me habla.
“Y claro papá, siempre hay pastelillos por acá”
Y nos tomamos nuestros cafés , nuestra botella de agua natural, y los 4 pastelillos cada semana.
 Regresamos a casa tomados de la mano (¡tenia pavor de que se me cayera!).
Son dos horas de paseo con alguien que con amor traje de vuelta de algún lugar misterioso y oscuro.
Y por el camino de regreso ya me iba rompiendo la cabeza , pensando como mantener ese ritmo.
Porque cada semana eran pesos normales que debia convertir en dólares .
Cada mes muchos pesos pesos de mi salario de 550
Y solamente para dos horas cada semana entre un padre y su hijo, un instante en la eternidad y solo  un grano de arena en las montañas de problemas que tiene  esta humanidad.