Ya saben, el solo hecho de vivir en Cuba es algo que lleva de por si mucha carga pesada. Contar las historias personales, mis consideraciones, todas honestas conmigo mismo.
Si gustan seria bueno que le dieras un "me gusta"
Si no te agradan del todo solo pido respeto.
Un buen guía de ciudad y un perfume tienen más en común de lo que se podría pensar. Ambos son capaces de transportarnos a un lugar o momento específico, evocando sensaciones y emociones únicas.
Al igual que un perfume puede ser la esencia de un lugar o una persona, un guía de ciudad puede ser la esencia de una cultura o un destino turístico.
Ambos pueden ser una herramienta para descubrir y explorar lo desconocido, y para sumergirse en una experiencia única.
Al igual que un buen perfume, un buen guía de ciudad debe ser auténtico, de calidad y estar bien diseñado para satisfacer las necesidades de su público objetivo. En resumen, tanto un buen guía de ciudad como un buen perfume pueden ser una forma de descubrir y disfrutar de lo mejor que un país tiene para ofrecer.
Tanto un buen guía de ciudad como un buen perfume pueden ser una herramienta para descubrir y explorar lo desconocido, y para sumergirse en una experiencia única.
Ambos deben ser auténticos, de calidad y estar bien diseñados para satisfacer las necesidades de su público objetivo.
Hoy en día el mundo vive otra guerra. Es curioso como ese mundo que se horroriza ante esta guerra , calla y mira hacia otro lado con el sufrimiento de otros pueblos y la agresión de otras potencias. Es también curioso que se mire con malos ojos porque Cuba comprende a Rusia y sabe que Ucrania ha sido manipulada y llevada a un callejón sin salida. Es interesante ver como dan tanto apoyo en armas, dinero para armas, soldados mercenarios y sabemos lo que traerá para el pueblo ucraniano. Porque de alguna manera ya hemos estado allí con ellos. Cuba está entre dos amigos que se pelean y poco resta por hacer.
Cuba hizo lo que había que hacer cuando, como ahora con otroa pueblos, el mundo mira hacia el otro lado si no es tema que se pueda manipular políticamente. Chernobil fue perfecto para denigrar a la ex URSS, el sufrimiento de sus pueblos era irrelevante.
Hoy les cuento una historia que no muchos fuera de Cuba conocen, porque no hay que alardear de las acciones buenas, solo hacerlas.
Algunos años después de la explosión del cuarto reactor de la Central electronuclear de Chernóbil, la entonces URSS solicitaba al mundo auxilio para atenuar la huella de la explosión nuclear en su población, fundamentalmente infantil.
Un día de 1989, el entonces Secretario General del Komsomol o Juventud Comunista en Ucrania en una recepción oficial se dirigió al Cónsul cubano y le mostró su preocupación por el estado de los niños ucranianos después del accidente nuclear .
Y se creó una comisión de especialistas en hematología, oncología, endocrinología, clínicos y otras especialidades, que enviarían a Ucrania. Una vez allí, en contacto con las autoridades de salud de ese país los médicos cubanos comienzan la exploración de la situación en el terreno con los pacientes que necesitaban atención médica urgente. Se seleccionan los más enfermos, el primer grupo.
Así se organiza el primer vuelo a Cuba de 139 niños, muy enfermos, fundamentalmente de problemas oncohematológicos. Llegan a La Habana y esa misma noche da inicio la preparación de un programa que fuera capaz de atender al mismo tiempo a miles de niños y niñas de las regiones más afectadas en Rusia, Bielorusia y Ucrania.
¿Cómo se organizó el programa para la atención en Cuba de los niños de Chernóbil?
En Tarará ya se habían atendidos 75 mil niñas y niños cubanos con el propósito de suministrarles tratamientos inmulógicos con interferón. A partir de esta experiencia se crea un programa integral que fuera capaz de atender a 10 mil niños y niñas impactados por el accidente nuclear de Chernóbil, en el mismo Balneario de Tarará al este de La Habana.
Para la creación del programa se tuvo en cuenta no solo a las niñas y niños enfermos, sino su presencia en lugares contaminados con impactos notables en el agua, los alimentos y el medio ambiente en general. Tres repúblicas de la antigua URSS fueron las más afectadas por su cercanía a la zona de la catástrofe: Rusia, Bielorrusia y Ucrania; fundamentalmente esta última, con la característica de que había poco yodo en el agua que consumía su población.
Entre los elementos para la atención a esos pacientes estuvo el hecho de que si le lograba sacar a la población de un medio contaminado a un medio limpio, el organismo tenía posibilidades de recuperarse de manera más rápida.
En un principio, en Tarará se crearon condiciones de camas hospitalarias para 350 niños y niñas. Se establecieron áreas especializadas de acuerdo con las enfermedades que presentaban y médicos y enfermeras permanecían con ellos de manera permanente.
A todos se les midieron las radiaciones con que llegaban en el Centro de Higiene de las Radiaciones de Cuba y luego de los resultados se determinaba si había que realizar estudios genéticos.
En Tarará se creó un sector para los niños y niñas que requerían de tratamiento de histoterapia placentaria para la caída del cabello y la soriasis. A los niños y niñas se les implementó, además, un programa de atención psicológica.
Cercano a los hospitales donde permanecían internados los más enfermos, se acondicionaron viviendas para que sus familiares permanecieran cerca; sobre todo aquellos que continuaron hospitalizados por largos periodos, incluso años. Este programa tuvo diferentes etapas y se concibió y realizó por 21 años de manera gratuita. Un total de 26 114 pacientes.
Desde 1998 y hasta 2011 trabajó, en la Ciudad de Evpatoria, Provincia de Crimea, una brigada de médicos cubanos. Entre 5 000 y 6 000 personas pasaron cada año por ese programa que fue asesorado por cubanos. En Kiev se contó con la presencia de un médico cubano, Especialista en Pediatría, quien trabajó en la selección y clasificación de los pacientes conjuntamente con el Fondo Juvenil de Chernóbil y posteriormente con el Ministerio de Salud de Ucrania.
NOTA: vale la pena recordar que precisamente esos primeros 10 años fueron los mas terribles de la historia de Cuba después del 1959. La URSS había desaparecido y toda la estructura económica giraba alrededor de esto. Esa década trajo hambre, enfermedades por desnutrición, éxodo masivo en el 1994. Lo digo una y otra vez, pero no puedo olvidar esos mese y meses solo comiendo col.
A pesar de que en la mayoría de los países ser maestro está
mal pagado, querer enseñar es el sueño de muchos. Saber hacerlo es una virtud,
es un don. Y no hablo solamente de la pedagogía. Hablo de la pasión, hablo de la organización
mental natural que tienen algunas personas para entregar el conocimiento. Hablo
de dejar casi la piel en un aula que no necesariamente sean cuatro paredes y una
pizarra. Un aula puede ser un parque, un portal en una noche de apagón, una
cama de hospital, la mesa de un bar o la terraza del hotel Nacional en La
Habana.
Y todos saben también que hay lugares en el mundo donde
enseñar algo que no está en el guión oficial, aunque sea apartándose una sola
línea, puede ser riesgoso. Y ciertamente ese mismo lugar puede mejorar y poco a
poco ser perfectible, pero la secuela de aquello que se hizo en una época queda
en las mentes de muchos. Quedan las lagunas de conocimiento, quedan las
deformaciones y los errores en las mentes que continuarán transmitiéndose de
generación en generación hasta que cada uno de esos antiguos alumnos puedan
descubrir por sí mismos la información real.
Enseñar matemáticas, o idiomas, no es lo mismo que enseñar
asignaturas vinculadas a la política. Geografía e incluso Literatura de una
lengua como la española tiene sus complejidades, pero la enseñanza de la
Historia es algo especial. Cuando enseñas Historia te quedan usualmente dos
opciones: seguir el guion oficial y que en su mayoría contiene lagunas, esos
espacios en blanco, sumamente peligrosos porque comúnmente nos llevan al
dogmatismo. O arriesgarte, mucho o poco, a dar otras versiones, a recomendar
libros y autores, a poner un poco de sal y pimienta en las mentes jóvenes.
Y no hablo de interpretaciones erradas o no. Y creo que en
todos los países en algún momento ha pasado y pasan cosas como esas. Yo hablo
de los silencios, de los esquemas, también de exceso de
condescendencia con los héroes propios.
Ejemplos en la Cuba de hoy todavía hay muchos. Poco ha
cambiado la forma de enseñar laHistoria
, de los libros y su enfoque. Los niños y jóvenes deben decir ciertas palabras,
ciertas frases acuñadaspor generaciones
para poder aprobar los exámenes. Es, según el ministerio de educación, la única
manera de saber si el alumno realmente aprendió correctamente.
Los jóvenes cubanos usualmente no saben de religión, a los
presidentes antes del 1959 hay que llamarlos de cierta manera para poder
aprobar el examen: dictador o sanguinario Fulgencio Batista, Gerardo Machado el
asno con garras, José Miguel Gómez era el tiburón que se mojaba y
salpicaba,y así. Que es cierto que se
merecían esos epítetos, pero cuando se dice miles de veces deja de tener
credibilidad y se van esquematizando las mentes.
A veces se tienen problemaspor tocar temas o tocarlos de manera
diferente a lo establecido. Y no es que se diga lo contrario. Por hablar de
la historia de las religiones, por recomendar la lectura de Solzhenitsino Milan Kundera (tan alejados de nuestra
cultura y tiempo que no importa ya si fueron disidentes o solo buenos
escritores y créanme que es mejor caer en sus páginas que en la de cualquier youtuber), pero esos ojos de algunos pocos estudiantes ávidoses una tentación difícil de evadir.
En fin, solo mencionaré una cosa más. Todos saben la
importancia de José Martí en la historia de Cuba (y no solo aquí). Todo lo que
gira alrededor de su muerte en el primer combate del segundo periodo de la
guerra por la independencia de Cuba se enseña de manera muy cuidadosa porque
era una época de grandes contradicciones.Sin embargo otra cosa son los epítetos hacia los soldados españoles y sus oficiales,
sus tácticas de guerra, los combates siempre victoriosos de los “insurgentes”,
pero me gustan las sutilezas en la Historia, y una de ellas es la forma de
tratar a un enemigo valiente o que con el tiempo demostró integridad y
caballerosidad.
A continuación voy a poner un fragmento de una carta que
escribió el general español José Ximénez de Sandoval y Ballange que es un ejemplo de lo que debería enseñarse en las aulas. Este general
fue el que recogió el cuerpo sin vida de José Martí en el campo de batalla de
Dos Ríos. El respeto por el rival ilustre, la admiración por el hombre que
luchaba contra España, pero al mismo tiempo lo elevaba entre los suyos, es un
ejemplo de cómo se debe ver la Historia, para no mencionar la cantidad de
información valiosa extracurricular. Por leer líneascomo esta en voz alta se puede tener , como
se dice en Cuba, una mancha en el expediente laboral como maestro porque no solo se eleva la figura del héroe caído sino también del que escribe. Pero no
importa, lo que es relevante es estar en Cuba, enseñar y aprender en Cuba y
poner el granito de arena para que podamos ser mas cultos y mas libres, como
decía el mismo Martí.
“La acción de Dos Ríos es un hecho de mi historia militar, en
la que halló muerte gloriosa aquel genio dotado de hermosa elocuencia, tan
hermosa como los sentimientos de su bien templada alma. Su arrojo y valentía,
así como el entusiasmo por sus ideales, le colocó frente a mis soldados y más
cerca de las bayonetas de lo que a su elevada jerarquía correspondiera; pues no
debió nunca exponerse a perder la vida de aquel modo, por su representación en
la causa cubana, por los que de él dependían y por su significación y alto
puesto que ocupaba como primer magistrado de un pueblo que luchaba por su
independencia.
Cuando en el campo de la acción vi en el suelo su cadáver en
posición supina, sin sombrero, luciendo la ancha frente en cuyo seno tantas
brillantes ideas bulleron, entreabiertos sus ojos azules con la expresión del
que muere dulcemente por su patria —sentí pena profunda y mi pensamiento se
elevó a Dios para pedirle fuera su alma por Él acogida.— ¡Qué menos podía hacer
por el que si en vida fue mi enemigo, ya muerto merecía todo mi respeto y
consideración.
Mis soldados le dieron muerte gloriosa en noble combate y a
su cadáver en mi poder se le rodeó de cuantas consideraciones merecen los
muertos y en especial los que fueron en vida genios como José Martí.
Conducido por mí a Remanganaguas y llevado luego a Palma
Soriano y Santiago de Cuba, en este último punto fui comisionado para darle
sepultura y en tan severo acto, dejándome llevar de mis naturales impulsos y
por tratarse de figura tan relevante, pronuncié a modo de oración fúnebre un
pequeño discurso necrológico reflejo exacto de mi sentir, ya que fue
improvisado y el cual tuvo la suerte de agradar lo mismo a españoles que a
cubanos, siendo publicado por la prensa toda de la Isla y reproducido por la
española y extranjera.
No puedo ser
sospechoso para el pueblo cubano; muchos amigos del alma tengo ahí y todos
cuantos me han tratado y conocen mi modo de ser, han comprendido siempre que,
si el destino me hizo jefe de la columna que a Martí dio muerte, la pérdida de
su vida más que esperanza de medro personal, me produjo sentimiento noble y
sincero y me hizo también conocer algunas flaquezas humanas.
No soy yo, sin
embargo, el llamado a recordar en épicos cantos al pueblo cubano la nobleza y
valía de aquel Apóstol de su causa; ilustres hombres de probada inteligencia
tiene Cuba y ellos con mejores facultades pueden hacerlo y lo harán
seguramente, para honrar, honrándose, la memoria de un mártir de su patria y
para conocimiento y ejemplo de futuras generaciones.
Muchos años han transcurrido, las pasiones se han acabado, y
no sería yo fiel a mi conciencia si tratara de desfigurar hechos que pasarán a
la historia de una nación nueva, en los que debe resplandecer la verdad desnuda
de toda pasión y engaño….”
La historia está llena
de coincidencias. El general andaluz nacido en Málaga el 22 de julio de 1849,
falleció en Madrid, el 24 de febrero de 1921, fecha histórica, en la que los
cubanos festejaban el inicio de la guerra de Martí, como la sentenciara el
Generalísimo Máximo Gómez.
Cada cierto tiempo escribo
sobre cómo me siento. Es de suponer que estos dos últimos años no han sido
buenos. Nuevamente nuestra condición de persona, de buen ser humano ha sido
puesta a prueba. ¿acaparar medicinas y alimentos o compartirlos? ¿Buscar y
ayudar o mirar al otro lado? Nadie puede imaginar lo difícil que es vivir en
una especie de zona crepuscular de la mente. Eso es Cuba.
Hay cubanos que no olvidan la
gratitud, durante la lucha por sobrevivir todos estos años hemos sido ayudados
por hombres comunes y por hombres casi ángeles que nos han permitido hacer
cosas tremendas, servir de ayuda a su vez y poder dar lo mejor de nosotros. Por
eso al final del día algunos cubanos agradecemos no solo a lo divino sino
también a los amigos. Quizás algún día, en esta u otra vida, podremos repartir
la recompensa o la alegría.
Hay cubanos que hemos luchado
mucho y duro por la libertad de nuestro espíritu y por bañarnos siempre en el rio
de eventos que corren en nuestras vidas. No siempre hemos sido libres de
elegir, porque también las decisiones costaban el aislamiento social o
incluso la libertad física, y aun hoy, aunque menos. Cuando más jóvenes esas decisiones
se toman con valor y cierta locura. Con el tiempo se van viendo las cosas más
claras, los lazos creados y las consecuencias para familia y amigos, y
aprendemos a distinguir lo que es pasajero de lo que es definitivo.
Hay cubanos que hemos
aprendido de los enemigos, los cercanos y los que están en otros países. La
lucha ha sido larga y a medida que avanza, década a década descubrimos que ni
la ideología ni las armas son suficientes para vencer, para eso hace falta la
experiencia y un corazón limpio.
Lo más difícil ha sido el
crecimiento de la mentira y la trampa como excusa de supervivencia, como un
arma para lograr un objetivo. Muchas veces hemos perdido las fuerzas, pero
sabemos lo que queremos en lo individual y no necesitamos a los tramposos y mucho
menos darle explicaciones a los aprovechadores cuando reciban el castigo,
siempre las excusas para el ladrón y el especulador serán las del sistema político,
pero un buen ser humano no roba ni estafa a su hermano que también sufre.
Los cubanos hemos luchado
unos contra otros. Creo que casi todos los países han sido así, pero los
mejores cubanos no han sido dominados por las tormentas del alma y la existencia,
hemos tenido la fuerza para vencer las dificultades y seguir adelante. No
obstante han surgido cubanos que han desafiado a sus propias familias y amigos
y los provocan para una batalla en que nadie ganará. Es necesario mostrar que
la ilusión no debe vencer a las ideas claras. Los cubanos del gobierno deben
aprender que cuando sus compatriotas lo desafían en realidad están queriendo
conversar, y todavía no somos buenos conversando unos con otros.
Algunos cubanos han sufrido
mucho por décadas por cosas absurdas y también por otras muy relevantes.
Algunas de las cosas hechas nos hicieron sufrir más de lo necesario. Las
familias se han alejado y han muerto sin verse nunca más, algunos han pedido la
muerte, algunos han colocado bombas. En ambos lados muchos han perdido el
tiempo y hasta la vida por causa de una mentira. Pero al pasar el tiempo uno
aprende a arriesgarse por algo que vale la pena, se lo que sea para cada cual,
pero que nunca deberá ser lo material, lo mezquino e irracional.
En mi caso muchas veces hago
cosas fuera de lo común. Puedo bailar en la calle, mientras espero a un amigo,
mirar los ojos de un desconocido y preguntar de su vida, defender una idea que
puede parecer ridícula. Me alegro siempre con nuevos descubrimientos. Muchas
veces he salidodel combate. A veces
trato de pasar mis días intentando representar el papel que los otros escogieron
para mí, aunque pese, escogí la senda por
donde camino ahora y no tengo motivo para protestar.
Muchos cubanos ya tuvimos alguna vez miedo de entrar en
combate por nuestra libertad individual. Muchos cubanos ya recorrimos un camino
que no nos pertenecía. Ya sufrimos por cosas sin importancia y muchos han
fallado en sus obligaciones espirituales que nos hubieran salvado de muchos
errores costosos. Muchos cubanos dijeron sí cuando querían decir no.
Los cubanos que dijeron que sí
porque su corazón se los mandaba han sido humanos especiales. El camino que escogieron
incluye el respeto por todo lo que es pequeño y sutil. Y supieron siempre el
momento de tomar las actitudes necesarias para comprender que acumular amor
significa suerte, acumular odio significa calamidad.
Debido al aislamiento que
hemos sufrido el mundo no sabe las cosas que hemos pasado o hecho los cubanos. Y
si lo saben es a través de prensa tan parcializada en contra que incluso les
hace creer a algunos cubanos que están equivocados. Pero nosotros fluimos como
el agua, y como el agua jamás podemos ser quebrados por un martillo, ni heridos
por un cuchillo. Todas las almas de los cubanos que han dado sus vidas por
enseñar y curar, por defender dignidades ajenas y propias, en estas y otras épocas
son como un manantial, que frágil en su nacimiento, lentamente va adquiriendo
la fuerza de los otros ríos que encuentra hasta lograr el objetivo: el mar.
Porque los cubanos no
permanecemos indiferentes ante la injusticia, sabemos que todo es una unidad, y
que cada acción individual afecta a todos los hombres del planeta. Por eso,
cuando presenciamos el sufrimiento ajeno y nos piden ayuda, usamos la espada para
poner las cosas en orden. Lo hemos hecho en África, América Latina, Asia. Es
decir, donde viven los pobres del mundo. Y ciertamente eso no lo entienden ni perdonan muchos.
Creo que soy un cubano atípico.
Muchas veces me desánimo y siento que nada consigue despertar la emoción que deseaba.
Muchas tardes y noches debo permanecer manteniendo una posición conquistada sin
que ningún acontecimiento nuevo me devuelva el entusiasmo, pero cuando menos lo
esperaba se han entreabierto nuevas puertas. Las puertas nunca se me han
abierto del todo, pero al menos entra algo de luz y aire fresco, y al menos siempre
mantengo mi corazón limpio de sentimientos de odio. Pero sé que el acto de
perdonar no me obliga a aceptarlo todo; no
puedo bajar la cabeza, pues de hacerlo perdería de vista el horizonte. Acepto
que los adversarios están allí para poner a prueba mi bravura, mis capacidades.
Ellos me obligan a luchar.
La mayoría de los cubanos mantienen
las lecciones del pasado en mente. Recuerdan algunos de sus peores capítulos:
masacres, esclavitud, golpes de estado, prostitución, anexionismo, y también sacrificios,
oscurantismo. Y vimos a mucha gente abandonar la búsqueda por no poder
responder a esta pregunta: ¿Cuál es el camino correcto? La mayoría de los
cubanos no tienen dudas pues siguen la fórmula infalible: "Por los frutos
conoceréis al árbol", dijo Jesús. El que sigue esta regla, no yerra nunca.
Los cubanos hemos aprendido
importantes lecciones, pero a veces se nos olvida estudiar a profundidad el
alma humana, a los que nos precedieron y nos confiamos. Pensamos que ayudar a
los pobres y oprimidos es suficiente. Pensamos que educar y sanar es suficiente,
pero no. De las cloacas de la sociedad emergen cada cierto tiempo los que no
quieren participar en el crecimiento humano, los que se aprovechan de las
necesidades de los demás, los que recorren el camino “más fácil” dejando tras
de sí un mar de víctimas. Pero también dejamos de responder preguntas
importantes como ¿Por qué sucede esto? ¿Los que nos gobiernan nos dan el
ejemplo y educan a sus hijos con el mismo rigor que nos exigen compromiso y
frugalidad? ¿Por cuánto tiempo puede estar un ser humano educado y sano sin
ambiciones? ¿Solo educamos para que nos sirvan en una obra (aunque sea
extraordinaria) o para darnos la libertad del discernimiento? ¿Se preocupan por
la salud para que trabajen más duro y más tiempo y no para que sean fuertes y aventureros
y puedan decidir qué tipo de vida desean tener?
Las injusticias existen.
Todos se ven envueltos en situaciones inmerecidas, generalmente cuando no se
pueden defender. Muchas veces la derrota llama a la puerta, como ha sido este
verano del 2021, por eso hay que estar atentos a los síntomas, a las llamadas
de alerta antes de que se conviertan en gritos de desesperación porque en esos
momentos no importa ya quien tenga la razón o qué motiva la realidad.
Mis conquistas han sido
pequeñas, ningún sueño ha sido cumplido en su totalidad, pero reconozco que hay
quien vive peor. He conocido la infelicidad ajena, las enfermedades mortales desde cerca, la soledad, las
frustraciones que acompañan a parte de los cubanos, y por eso a veces considero
que no merezco algunas recompensas.
Han pasado 62 años de revolución. Hemos resistido
y ha estado bien, pero también necesitamos algunos estrategas con visiones
diferentes. Los buenos luchadores no se quedan siempre repitiendo la misma
lucha, sin avances ni retrocesos. Si no hay progreso hay que sentarse con el
enemigo y discutir, sobre todo en momentos de debilidad o complacencia. La diplomacia
es un gesto de dignidad no de cobardía, es equilibrar las fuerzas, un cambio de
estrategia logra salvar tantas vidas como una victoria en el campo de batalla. No
hay que pensar en lo que piensen los demás países y gobernantes porque no hay
que probar nada a nadie. Hemos luchado un buen combate y se ha mantenido la fe,
pero hay aprender el arte de la negociación.
El ser guía de ciudad me ha
permitido conocer a muchas personas de diferentes partes del mundo. Algunos nos
hemos reconocido sin habernos visto antes porque entre otras cosas están en el
mundo como yo, sin equipaje y sin sandalias. Al igual que yo a veces sufren por
tonterías, pensamos que no podemos crecer o que no merecemos cualquier tipo de bendición.
Y todos nos preguntamos qué estamos haciendo aquí, pero continuamos buscando un
sentido y pienso que terminaremos encontrándolo.
Y también he encontrado a un
maestro espiritual que me trajo luz diferente en la fe que brillaba en sus
ojos. Él no precisaba probar nada a nadie, y mucho menos a mí .
Cuando era niño tenía la impresión
de vivir dos vidas al mismo tiempo. En una de ellas era obligado a hacer todo lo
que no quería, aprender ideas que me costaba creer, andar en grupos, andar
uniformado, caminar siempre el mismo camino de todos. Pero existía otra vida y
la descubrí en las lecturas, en la onda corta (no había internet) y sobre todo
en gente que pensaba como yo. Poco a poco las dos vidas fueron acercándose y
algunos sueños se hicieron rutina y pienso que casi estoy listo para lo que
siempre deseé. Solo me falta un poco de osadía para que ambas vidas se
transformen en una sola.
Cosas que no he aprendido o
hago mal: necesito dedicar más tiempo para mí mismo y usar ese tiempo para el
descanso, la contemplación, el contacto con el alma del mundo. No me relajo y
dejo que todo lo que sucede alrededor siga sucediendo y mirar al mundo como un
simple espectador sin hacer resistencia al movimiento de la vida. Me han dicho
que solo entonces lo complicado empieza a volverse sencillo y seré feliz.
Cuando uno vive en un país de
grandes transformaciones sociales y expuesto a todo lo que está Cuba , no
importa si eres grande o pequeño, hombre o mujer, profesional o con poca educación,
tu vida se mueve, como un péndulo, entre dos sentimientos: el deseo y el miedo.
El miedo te dice todo el tiempo que cada paso es desconocido y peligroso y que lo
que aprendiste posiblemente no sirva para nada. El deseo te dice que vas a salir
del mundo conocido y que te aguardan las cosas que siempre quisiste y por las
cuales luchaste tanto.
Algunos cubanos han sonreído porque
ya no hay nada que los asuste más que quedarse sin cumplir sus sueños y abren
la puerta con la seguridad de quien sabe lo que quiere.
En este año 2021 el ángel que
me inspira está dando un paseo. Espero que regrese y el simple rumor de su
aliento me devuelva la alegría.
Mientras tanto, aunque no
pueda meditar debo repetir una palabra, o un mantra, porque le hace bien al
alma. Y entonces esa palabra y ese mantra, algún día, adquirirá un significado nuevo
y expresará todo lo que quería decir, es decir, se ha transformado en una
especie de oración.
Porque no importan los
momentos de tristeza, soy mucho más que eso. Porque mientras muchos partieron
por razones que nunca llegaremos a comprender, yo continúo aquí. Porque mientras
millones de personas no se quejan, no lloran, no hacen nada y se limitan a dejar
pasar el tiempo yo al menos me entristezco por ellos y eso prueba que mi alma continúa
viva.
Muchas personas piensan,
cuando les expreso mis ideas, que estoy muy parcializado hacia la izquierda,
que defiendo a ultranza a los que dirigen a Cuba, y que no veo las cosas
claras, que me faltan elementos.
En realidad lo que trato es
siempre de analizar las cosas desde el punto de vista histórico, es decir, con
antecedentes, cierta lógica temporal y si fuera posible con cierta dialéctica.
Y sacar de esos elementos más visibles los que puedo considerar más permanentes,
porque se han mantenido en el tiempo, o tienen una influencia más fuerte a mi
alrededor.
Analizando todo esto es
notable hoy en día la manipulación de los medios de información, unas veces
intencionadamente y otras por omisión, que para el caso es lo mismo pues el
objetivo es claro, la distorsión de los hechos y muchas veces una imagen
deforme, que nos repugne y nos haga solidarizarnos con argumentos que bajo un
análisis o exposición diferente jamás consideraríamos que es una buena razón o
una verdad.
Entonces los voy a provocar un
poco.
Primera situación. Pongamos
por ejemplo que España, un país tan cercano en el corazón para los cubanos, por
alguna razón hubiera conservado una posición beligerante con Estados Unidos
durante el siglo XX, sea porque perdió sus colonias, por un apoyo a Inglaterra
en el conflicto por Gibraltar, o cualquier otra razón, da igual, la cuestión es
que no se llevaran bien, y que Estados Unidos decidiera bloquear a España de
manera económica, política, diplomática.
Imaginemos que Estados Unidos
ha presionado a sus aliados que rodean a España: Alemania, Francia, Portugal,
Italia, Inglaterra, los países del norte de África para hacer un bloqueo igual
que el que tiene a Cuba.
¿Cómo estaría España hoy en
día después de 60 años? Y hablamos de un país grande y con recursos, y no es
una isla con hoy en día 11 millones, pero con 5 millones cuando todo comenzó.
¿Cómo estarían después de 60 años de guerra económica y en todos los sentidos
países equivalentes en tamaño y población a Cuba como Holanda, Bélgica,
Dinamarca? Y no estoy hablando de cinco años, hablo de sesenta. Realmente creo que no
hubieran resistido ni los cinco primeros. Y no hablo de otros elementos como la ocupación que
tenemos en Cuba con la Base militar de Guantánamo.
¿Cómo se sentiría España si
dentro de ese conflicto Estados Unidos promoviera el separatismo catalán o de
otras regiones? Y le pondría como condición a España el permitir que se separen
esas regiones para poder negociar un levantamiento del bloqueo. Algo que es un
asunto interno de España y ningún otro país debe intervenir, pero ellos no
dudarían en hacerlo(en un futuro
hipotético ) en caso de que algún día hubiera una fricción entre ambos países,
En un caso así acusaría a España y su gobierno de no ser democráticos, de no
querer un dialogo entre los separatistas y el gobierno, de permitir unas elecciones
porque el pueblo catalán se ha manifestado varias veces (y no una pequeña manifestación
como la de Cuba , un domingo durante una hora) sino cientos de miles durante
días cono ha sucedido ya. Y se pueden podener ejemplos similares de otros grandes paises.
Por ahí más o menos va el
asunto de Estados Unidos, la interferencia en los asuntos internos del pueblo y
el gobierno de Cuba para fabricar una nueva realidad más acorde a sus intereses
políticos y económicos.
Segunda situación. Algo tan
fácil y obvio de ver ,y que tratan siempre de borrar de los argumentos, es el
hecho de que hasta el día de hoy, en la Cuba de hace 60 años hasta ahora, y
que fue ganando en protagonismoen el
transcurso del tiempo, pasa por el tamiz del bloqueo de Estados Unidos contra
Cuba. Hasta el momento en que ese bloqueo desaparezca, e incluso pasen unos
años, no se podrán tener acceso en Cuba a lo que en occidente llaman libertad y
democracia tal cual lo entienden ellos (siempre tiene que ser tal cual lo entienden
ellos) y mayormente al estilo made in the USA por supuesto.
Pero inmediatamente me surge
la pregunta si esa democracia es todavía efectiva. Los mecanismos están creados
para que todos expresen lo que quieran, pero para que nadie pueda cambiar nada,
para que no suceda nada diferente a lo que ha estado ocurriendo hasta ahora,
para mantener el estatus quo, el mismo sistema diluye y neutraliza cualquier cambio
importante que se aparte de la línea capitalista. Es la historia del siglo XX y
siglo XXI de la democracia burguesa.
Pero regresemos entonces al
punto de Cuba. Tienen que desaparecer el bloqueo, la interferencia de Estados
Unidos en los asuntos internos, la guerra mediática y el apoyo a la subversión,
para que las ideas puedan fluir libremente en Cuba, porque mientras todo lo
anterior permanezca, ellos que tienen el control del dinero y los medios de
prensa del mundo, no podrá haber igualdad. Ejemplos sobran de cosas positivas
de Cuba y su sistema social y nadie habla de ello, y sin embargo esos elementos
antisociales (en su mayoría) se lanzan a la calle y todavía 3 meses después se
habla de ello cuando es una realidad ya muerta a la semana de haber sucedido.
Al gobierno americano no le
preocupa realmente lo que el pueblo de Cuba sufre o los problemas de la COVID,
solo quiere declarar al gobierno de Cuba un estado fallido para buscar una
intervención humanitaria previa a otra militar. Lo dice el país que tiene más
de 670 000 muertos por COVID, que mata a su pueblo en las calles si sale a mabifestarse,que tienen
descontrolado el uso de armas, que tienen a la mayor cantidad de drogadictos
del mundo y de narcotraficantes. Y ese gobierno es el que le dice al cubano que
es un gobierno fallido.
No sabemos cómo acabará esta
historia, se pueden cometer errores bajo la presión de todo lo dicho, y quizás
algunos errores puedan ser fatales y costar un cambio social en Cuba si no se
hila fino porque todo cabe en la posibilidad pues estamos respirando por una
pajita con todo el cuerpo debajo del agua.
Pero si logramos salir
adelante libres del bloqueo americano entonces en cinco años , y no sesenta, nuestra
realidad habrá cambiado tanto que estaremos en condiciones de , los que están a
favor y los que están en contra, sentarse a conversar sin interferencias, para
lograr una Cuba mejor. Aunque pensándolo bien, quizás no sea ni necesario, pues
como dijo hace poco el ex presidente de Brasil Luis Ignacio (Lula) da Silva, si
a Cuba se la deja hacer su propio camino se convertiría en la Holanda de América
Latina y ya todas las preguntas quedarían respondidas.
¿Pero
supondrán a quiénes y por qué no les conviene?
Un amigo me sugiere el tema del optimismo para mi blog.
Es un tema tan tocado ya, a veces tan manido. ¿Qué aportar nuevo? ¿Debo
mencionar lo del vaso medio lleno o medio vacío? ¿A dónde debo mirar o qué
fibras tocar para que mi lector siga a partir de esta línea?
Esto sera' un poco largo, asi que pienso que es mejor leerla en una PC. Pero nada, lo siento mucho, no cabe en menos.
Quizás deba comenzar con una línea muy atrevida: el
pueblo cubano es uno de los pueblos más optimistas que existe. . Espero poco a poco, y con la limitante de espacio del
blog, demostrar ,aunque sea una somera idea ,de porqué lo digo. Y que conste,
yo no soy una de las personas más optimistas que conocerías en Cuba. A veces
sueno mas resignado que optimista.
En el mundo de hoy hay pueblos que hacen grandes
proezas. Pero sus motivaciones son económicas, hacer o morir en el intento; hay
pueblos que logran liberarse, pero es cuestión de supervivencia. Hay pueblos
que se vuelcan sobre la imagen de una sola persona como representante de una nación
entera: un futbolista, un músico, y hasta un youtuber.
Pero no hablo de eso. Quiero enfocarme en esto: en una
historia de optimismo colectivo de la que solo tocaré algunos elementos de los últimos
sesenta años, pudiera hacerlo incluso desde el 1900, pero ya eso sería un
libro.
Tantas y tantas caídas, fracasos y seguimos siendo
optimistas. Es como si reseteáramos el disco cada 10 años, y comenzáramos una y
otra vez. No ha sido siempre nuestra culpa. El mundo, la política, las crisis,
el duelo de potencias. Quisiera hacer un contraste con otros pueblos que han
aceptado en su mayoría al mundo tal cual es, injusto en sus reglas, y esa forma
del cubano de sacar fuerzas como pueblo que espero poder argumentar con éxito.
Manejar la mente en el modo “optimismo colectivo” por décadas
es algo relevante. Entonces entremos en materia.
Hoy en dia Cuba tiene unos 11 millones de habitantes
viviendo en la isla. En los últimos 50 años se ha duplicado la población. Y a
pesar de que en la última década la tasa de natalidad ha disminuido, el hecho
de tener hijos y la esperanza de criarlos y que llegaran a la madurez durante un
proceso social lleno de problemas muy serios que incluso han amenazado la vida
del ser humano en mi país es una muestra de optimismo. Pensar en hacer el amor
(no solo tener sexo) y tener hijos cuando en cualquier momento seriamos el
campo de batalla entre dos superpotencias nucleares, durante una década como la
del 1970 al 1980 con grandes escaseces de alimentos y ropas, con la certeza de
que nos casaríamos y tendríamos una nueva familia dentro de una casa en la que
ya habitaban 3 generaciones y sin posibilidades de que eso cambiara. . . en los
próximos 20 años. El pensar que tendríamos (porque lo construiríamos) un
sistema de salud y exportaríamos médicos cuando se quedaron escasamente 3000 médicos
de los casi 6000 que había en el 1960. Hoy tenemos mas de 75 000 dentro del país,
uno cada 160 habitantes. Y ahora la joya de la corona: tasa de mortalidad
infantil de 4 por cada mil nacidos vivos. Eso es trabajo duro, diario de
largas horas y muchísimas veces sin recursos materiales.
El salir a los campos, por todo el país de una población
de 7 millones de habitantes) a buscar atletas porque los soviéticos nos dijeron
que era una buena propaganda para el socialismo tener medallas olímpicas y
descubrir que era mucho más que eso. Tener una población saludable, hacer
escuelas de deportes, cuando los deportistas amateurs existían y no todo era
dinero fue una prueba de optimismo. Todo eso en momentos, en décadas, en que no
existían escuelas de deportes (que hubo que construir), en profesores de alto
rendimiento (que hubo que formar), en que no existían en el país médico del
deporte. Hoy ocupamos el lugar 16 en el medallero histórico olímpico por países.
Superados solamente por países desarrollados, la mayoría con mayor población y
cantidad de participación. Ni mencionar que en una sola olimpiada tenemos más
medallasque todos los países latinoamericanos
juntos. Y la próxima ,espero, no será la diferencia. En estos días de pandemia y con una
crisis económica como nunca los cubanos mantienen el optimismo y en parques,
patios, azoteas y ahora de regreso nuevamente a los gimnasios se preparan para
los de Tokyo 2021.
¿Qué decir de los huracanes? Año tras años se destruyen
cosechas, casas, terrenos e instalaciones. Y se vuelve a la carga. ¿Tiene que
ver con el sistema social? Dejemos el tema político a un lado por un momento, concentrémonos
en la fuerza interior de no aceptar las desgracias, los huracanes, y salir a
resolver la vida. Huracanes,
inundaciones, epidemias naturales e importadas, la condición de isla rodeada de
“enemigos” antiguos, de “amigos” en una realidad paralela y que realmente no lo
son, de una economía siempre sangrante. Hablo del cubano como persona.
El querernos hacernos más educados, más cultos. Una tarea
siempre cuesta arriba, y que cada década y crisis nos demuestra que la
ignorancia se mantiene aún en las mentes escolarizadas. Comenzar por una alfabetización
en 1960 (teníamos un analfabetismo del 23 % , que ya era la más baja de América
Latina) y bajar ese número en 1961 a solo el 8%. Ir a las montañas, los valles más
alejados, las costas más distantes, los puntos más oscuros de las ciudades
donde vivían las prostitutas y los desclasados siendo hasta niños de 14 años
los maestros. Toda una población que se movilizó, sin importar sexo, edad y condición
social a enseñar a leer y escribir, ¿Cómo se llama eso sino optimismo? Un optimismo
loco en que el ser humano podría ser mejor si se le daban las herramientas, de
que los que vivieron aquella época serian también mejores personas si contribuían
a una de las misiones más hermosas que hay: llevar la luz al cerebro oscuro de
un ignorante. Sin importar que como siempre ha sucedido, sucede y sucederá a
alguno de ellos les quitarían la vida. Comenzar las campañas por el sexto
grado, después la del noveno grado, y que mucho tiempo después, décadas después,
esos que aprendieronen la década de los
1960s en Cuba caminaron las selvas de Centroamérica, Suramérica, África
devolviendo lo que recibieron. Incluso tuvimos que crear un nuevo sistema de
enseñanza llamado “Yo sí puedo” basado en números para poder enseñar a leer y
escribir mediante números . ¿no es eso optimismo?, ¿no era optimistamente loco el pensar hace 40
años que tendríamos un maestro por escasamente tres alumnos en las escuelas
especiales?
Hemos creado cientos de escuela de arte. Las escuelas
de música en los años 1990s daban clases de instrumentos de cuerdas. . . sin
cuerdas. Pero no se faltaba a clases ni alumnos ni maestros y hoy ya ganan premios
internacionales. Tenemos la única escuela de ballet con características propias
y de América Latina, y con categoría de Escuela Cubana de ballet en un país machista
y comunista donde los bailarines cubanos hacen cátedra en las mejores compañías
del mundo. ¿no es eso optimismo? Pues claro, pero para llegar al ballet hay que
pasar por las congas, la rumba, el son y la salsa, los carnavales donde el
optimismo se viste de colores y baila.
Reconstruinos los cascos históricos de las principales
ciudades en la década del 1990 cuando cayó el muro de Berlin y no había un
centavo propio. Aceptamos el guiño soviético y pusimos un hombre negro
campesino y de origen humilde en el cosmos. Logramos traer a 3 Papas, y este
ultimo 3 veces. Logramos traer a los Rolling Stones a la Habana a hacer un
concierto gratuito. Mis padres sobrevivieron la época de Kennedy y la crisis de
los misiles, la época de Nixon y su invasión a Viet-Nam y amenaza de invadir a
Cuba, mi generación sobrevivió a Reagan, los dos Bush, Obama y sus siete
invasiones en el tercer mundo y ahora pasamos horrores con Trump.
Sabíamos que los tiempos más oscuros de la política, la
gente lanzada al mar con la esperanza de llegar a la otra costa pasarán, y que
poco a poco volveríamos a estar conectados con el mundo, que llegarían los
turistas, y algo parecido a internet y superior a la onda corta se crearía, teníamos
la certeza de que todo el mundo no era oscuro y terrible como los soviéticos nos
quisieron hacer creer, sabíamos que nos reuniríamos con las familias que
estaban en Estados Unidos y la gente circularía primero tímidamente y después
en masa en ambas direcciones. Todo esto lo imaginamos y deseamos tan
ardientemente que se hizo realidad, ¿no es eso optimismo? Y sé que hay gente
que me dirá que solo fueron cosas que pasaron o que inevitablemente pasarían,
pero hubo gente que las pensó, dieron los primeros pasos aun sabiendo que no serían
ellos los que verían los resultados, y así y todo continuaron porque no podían
aceptar que así terminarían las cosas: con odio y separación. Y aun hoy la
tarea continúa y los que fabrican los puentes son los optimistas. Y aun cuando
los tiempos nos regresan oscuros y terribles cada cierto tiempo nos ponemos los
brazos en jarras y nos decimos: ¡estamos vivos y hay que vivir!
Y llega la pandemia. Nos teníamos que enfrentar con
todas nuestras fuerzas. Unos nos decían que no lograríamos salir pues somos
demasiado pobres, otros nos decían que no existe y no hiciéramos nada. Pero la
vida es lo importante y por si acaso nos lanzamos con lo que teníamos. Y no
hablo de política, nuevamente quiero mantenerla fuera, hablo de nosotros: de
optimismo, de inteligencia y raciocinio, de solidaridad, y seguramente vendimos
hasta la ropa interior por usar una frase popular para poder comprar lo que se debía.
Hoteles cerrados, aeropuertos cerrados, la gente sin trabajar y en casa por
meses. Y nos lanzamos ante el más grande reto del momento: la Vacuna.
Con esto cierro. Sabemos quiénes harán la vacuna.
Sabemos quiénes la comprarán porque tienen el dinero para pagar diez veces el
precio. Sabemos cómo funciona el mundo, y aun teniendo amigos las cosas pintan
feo y a la hora de un momento terrible no podemos pedirle a otro gobierno que
nos ayude estando ellos mismos en problemas. Y nos lanzamos a hacer nuestra
propia vacuna. En silencio. Es necesario que funcione porque nos daría soberanía
sobre lo que se haga y cómo se haga en el mundo de hoy donde un país rico
secuestra medicamentos destinado a otro país en un aeropuerto. ya tenemos tres
candidatos vacunales. Ojalá funcione alguno de ellos. Nos lo merecemos. ¿no es eso optimismo?
Humberto.
p.s. perdonen la enorme carga de chovinismo y lo largo
de este blog. Lo escribí con una sonrisa porque pensaba hablar de tristezas y
resultó en una especie de canción dedicada a nosotros mismos, estos cubanos
incorregibles. Y que conste, estoy consiente de los otros, de los pesimistas, de los que rompen los puentes, de los que se rinden, de los que se duermen, de los que solo se quejan, de los que odian los esfuerzos ajenos, que de todos tenemos.
La relación Histórica negativa entre Cuba y Estados Unidos no es de 60 años, comenzó minimamente en 1895.
Así es la
Historia. Depende de quien la cuente, depende de quien la sufre, depende de si
estás del lado del vencedor o del vencido, de la oficial o la de la calle,
cambia toda la perspectiva y el análisis. Las sombras salen a la luz y esta a
su vez se convierte en oscuridad.
Hace mucho, y
tanto que solo queda en el recuerdo de algunos ancianos y en los libros de
historia, las calles de la Habana eran su felicidad. Una de las capitales del
nuevo mundo, una de las que más futuro tenía. En las noches el centro se
llenaba de prostitutas y no solo cubanas sino también traídas de otros países
latinos, e incluso desde España, aprovechándose de la miseria. Los fines de
semana llegaban los ferris desde la Florida, llenos de americanos a inundar la
ciudad con hombres sedientos de alcohol y
con ansias de sexo. Durante décadas había sido así, lo prohibido allí permitido
acá. Y por otro lado la maravillosa policía local, que cada año se tornaba más
represiva, con todas las variantes, tanta sangre e injusticia le hacían al mal degustar el sabor de la muerte y la
infelicidad, tan antiguo como el hombre mismo.
Pero se
rebelaron.
¿Cómo era
posible que esa gente en una isla los retara?
Es decir, en
realidad no los retaba, sencillamente querían cambiar las cosas para que
funcionara igual de bien para todos, pero ellos lo entendieron al revés y
cometieron errores. . .
Presionaron,
chantajearon, trataron de invadir, sabotearon, y finalmente bloquearon, y con
esto atrajeron al otro gigante a las puertas de su propia casa, un gigante tan
ambicioso politicamente como ellos mismos y con las mismas armas, uno que no le temía y solo
necesitaba una leve invitación a la fiesta en el otro continente. Y por primera
vez tuvo que dar un paso atrás. La guerra siempre había sido lejos de casa,
esto era otra cosa.
COSAS QUE
HACEMOS POR AMOR A ALGO MAS GRANDE QUE NOSOTROS MISMOS
Fueron
tiempos difíciles , décadas , para el mal en la isla nación. Se repartieron
tierras, se repartieron casas, los pobres llegaron a la universidad, se
hicieron campañas de alfabetización y de vacunación, se abrieron nuevas
universidades, se enviaban a los pobres a estudiar a otros países, aumentó la
natalidad .
Y para colmo
se enviaron hombres a apoyar a otros pobres por el mundo, y no solo hombres-
soldados, también hombres-maestros, hombres-médicos, hombres- deportistas,
hombres- científicos. La fiesta estaba perdiendo su encanto.
Había que
hacer algo. Y se hizo. Menos mal que siempre hay oídos receptores, almas
dispuestas. Lograron separar a las familias y así divididas comenzaron a
odiarse de una orilla a la otra cuando en realidad las dos partes deseaban en
esencia lo mismo para su país. Los hizo sordos yciegos. Logró minar la confianza de algunos y
crear la división interna. La esperanza estaba en los jóvenes que no tenían memoria
histórica, que les gustaba lo nuevo y brillante.
EL MAR
Nuestra
única frontera. Bello desde la orilla, terrible a solo unos cientos de metros adentro. El Mal necesitaba hacer algo para que los hombres de la isla se
lanzaran hacia el azul y sacrificaran lo más preciado que hay: sus vidas.
Fue tan
fácil que casi moría de la risa mientras manipulaba las cuerdas. Era lógico
pensar que en un pueblo hambriento de comida y de objetos después de más de dos
décadas de aislamiento el estrago que harían los visitantes del norte sería un
espectáculo magnifico de observar.
Cada cierto
tiempoy atraídos como mariposas
nocturnas por las luces del consumo, de las luces de las grandes ciudades del
norte, los habitantes de la isla comenzaron a lanzarse al mar. ¿Cuántos
llegaron y cuántos murieron? Fue algo que duró décadas. Pero no me agrada
hablar así de todos, algunos se fueron persiguiendo un sueño, otros ya estaban
cansados después de tantas batallas y años y solo deseaban paz en sus vidas.
Para cada uno de ellos valía la pena jugarse la vida de una vez a morir en vida
poco a poco esperando un mañana próspero y feliz que nunca llegaba como el
horizonte mismo que nunca se puede alcanzar.
SE GANA O SE
MUERE
Los dos
gigantes se enfrentaban por tierras y recursos, pero más aún, por las mentes de
los hombres. Uno de los gigantes era demasiado joven y murió joven porque el
otro estaba en plenitud, solo tenía 400 años y al mismo tiempo lleno de
experiencia.
Y esa isla
que todavía resistía. . .pero en fin, ya son tantos los que desean que caiga
que a veces se duda. Y en caso de que suceda habrá seguramente una gran fiesta
para ver a sus habitantes sumergirse en el mundo real de mucha riqueza para
algunos, de drogas al alcance de todos, del regreso de la prostitución en masa
(no solo de unas cuantas), de cárteles y pandillas, después de todo son los
últimos que quedan, ya no les queda nadie a quien recurrir y nadie realmente
quiere ayudarlos, los que llegan solo van hacia allí para estar sentados a la
mesa cuando el banquete se sirva.
Bienaventurados
los ricos, los hermosos, los sanos, los inteligentes. De ellos
será el reino de los cielos en la Isla si se salieran con la suya.
. ¿Qué tienen en común LA
INTERNACIONAL y la canción IMAGINE de John Lennon? Todo. Y si hay alguien que todavía
se deja llevar por el camino que la canción es solo un himno a la paz pues debería
prestarle más atención.
La canción nos dice:
Imagina que no hay paraíso, es fácil si lo intentas, tampoco
infierno. Sobre nosotros solo el cielo. Imagina a todos viviendo solamente el
presente. Imagina que no hay países, no es difícil, que no hay nada por lo que
matar o morir. Y tampoco religión.
Imagina a todos la gente viviendo en paz, puedes decir que soy
un soñador, pero no soy el único y espero que un día te nos unas y el mundo será
uno solo. Imagina que no hay posesiones, me pregunto si podrás. Sin tener necesidad
de acumular, ni hambre, solo la hermandad de los hombres, e imagina a todos
compartiendo el mundo.
Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único, espero
que un día te nos unas y que el mundo viva en unidad.
Es decir, imagina un mundo sin religión, sin infierno ni paraíso,
un mundo ateo. Imagina un mundo sin países, gobernado por una sola autoridad
mundial donde no haya ideologías que nos inciten a matar o a morir. Imagina que
no hay posesiones (por lo tanto no hay propiedad privada), que no hay necesidad
de acumular, que no hay hambre y reina la la hermandad y solidaridad entre los
hombres.
Y finalmente nos dice que espera que nos unamos a ese
movimiento. Siempre me viene a la mente el lema: ¡Proletarios de todos los países
uníos!
Es decir, si esa canción hubiera sido compuesta en la Unión Soviética
o Cuba (con ritmo de marcha claro está) y no por un músico de clase media de
Inglaterra que vivía en New York sería un himno de la gente progresista, de los
comunistas y otros movimientos de izquierda del mundo. Pero el mundo tal cual es hoy devora,
procesa todo lo que promueve diferencias e inquietudes sociales y regurgita la versión
suave, light, y que suena muy bien escuchada en una noche estrellada, con una
Coca-Cola en una mano y una MacDonald en la otra, mientras se piensa en lo injusto
que es el mundo.
Nada, una consideración de la vida tal cual se lleva hoy en dia y los poderosos diluentes que blanquean nuestras mentes si no estamos alertas.
Imagine
there's no heaven, It's easy if you try, No hell below us, Above us, only sky, Imagine
all the people Livin' for today
Imagine
there's no countries,It isn't hard to
do, Nothing to kill or die for
And no
religion, too.
Imagine all
the people, Livin' life in peace,You
may say I'm a dreamer
But I'm not
the only one. I hope someday you'll join us, And the world will be as one.
Imagine no
possessions, I wonder if you can, No need for greed or hunger
A brotherhood
of man, Imagine all the people Sharing all the world
You may say
I'm a dreamer, But I'm not the only one, I hope someday you'll join us And the
world will live as one
Catalina de Lasa fue considerada una de las mujeres cubanas más hermosa de todos los tiempos. Ganadora de los concursos de belleza de la aristocracia cubana en los años 1902 y 1904. Desde su mausoleo Art Déco hecho por René Lalique en el cementerio de Colón de la Habana con cristales de Murano y esmeraldas nos incita a recordar una Cuba que ya no existe, su vida glamorosa y sus viajes que aun hoy serían considerados extraordinarios. Ella y su segundo esposo, catorce años mayor, fueron el centro de atención de un escándalo a principios del siglo XX, antes de que existiera el divorcio en Cuba y que conmovió a toda la alta sociedad.
Esa mujer, de la aristocracia cubana, Matancera, que abandonó a su esposo por irse con otro que era el rey de la crónica amarilla en la Habana, Juan Pedro Baró. A la que le quitaron sus hijos y a donde quiera que se presentaban todos abandonaban el lugar, como aquella vez que con el Teatro Nacional lleno toda la platea abandonó la sala y entonces ella se quitó sus joyas y las lanzó al escenario para que cantaran y tocaran solo para ellos. De familia noble y con muchos miembros que participaron en la lucha por la independencia de Cuba se unió a un hombre cuya familia se hizo rica con la trata de esclavos. Con el tiempo hubo cierta admiración por la mujer que rompió las convenciones sociales, quizás la belleza ayude a perdonar, o al menos comprender.
Eran tan ricos que su casa de la Avenida Paseo en la Habana fue considerada en su momento la más hermosa de toda América Latina. Y aunque hubiera sido solamente la más bella de Cuba ya era un gran mérito, considerando la gran cantidad de casas de esa época que aun hoy, cien años después, conservan esplendor y sueños por vivir. Nada fue dejado al azar. Nada de alfombras que ocultaran aquellos gloriosos pisos con dibujos en mármoles importados de colores diferentes. Casi sin cuadros para que apreciara el trabajo perfecto del estucado de tradición veneciana, ocre, rosa y azul, los muebles, las lámparas, lucetas y apliques de Lalique en vidrio malva de Murano, especialmente diseñados para cada lugar preciso de la casa. La casa de tono rojizo por sus mármoles y la arena roja de cierta parte del desierto del Zahara (todavía están en el sótano sacos para futuras reparaciones). Nada al azar salvo ellos dos.
Hasta el 1962 perteneció a la familia y entonces se convirtió en una de esas incongruencias que marca el socialismo tropical , la Casa de la Amistad Cuba-URSS. Con el tiempo, la evolución típica de la teoría de la ventana rota (de ella hablare’ pronto en otro blog): las habitaciones se convirtieron en cafetería, restaurante, los jardines alquilados para fiestas de pioneros, nada muy diferente a la historia de otras mansiones abandonadas por sus dueños, poniendo tierra por medio “hasta que los americanos paren en seco a esos barbudos comunistas” y las cosas volvieran a ser como antes.
Ella y su familia fueron representantes de una mezcla de aristocracia mezclada con burguesía rica y con prestigio patriótico. Como ella misma decía , sus apellidos fueron la mejor dote que llevó a sus matrimonios , aunque los contemporáneos decían que más valiosa era esa especial belleza que varias mujeres de esa familia heredaron.
Por supuesto que tenían que conocerse en Paris, una ciudad que conocían mejor que La Habana, que por otro lado ya casi no vivían los herederos de fortuna, pero a la que siempre se regresa por razones inexplicables y siempre muy propias. Por supuesto que compraron una de las mejores casas del París de la época, y que después fue la casa de los Onassis.
¿Qué hubieran dicho o cómo habrían actuado si hubieran vivido solo unas décadas más cuando el triunfo de Fidel Castro? Esa burguesía que formó parte de la alta jerarquía del ejército que luchó por la independencia de Cuba, eran en definitiva burgueses nacionalistas. Como muchos que sí coincidieron con los comienzos de la revolución al principio les resultaban simpáticos esos jóvenes rebeldes, pero pronto hubo un cambio, se sentía la frialdad, y se podía entender, ellos perdían sus posesiones y un mundo conocido y amable donde ya eran triunfadores o candidatos seguros, donde iban perdiendo amigos y parientes muy cercanos y todos perdían, muy conscientemente, un futuro que antes parecía moverse por caminos prefijados. El mundo volaba en pedazos y parecía que no iba a parar. Era una revolución, que se asfixia y muere cuando deja de moverse, como pasa con los tiburones, que aunque a veces estén muertos parecen que se mueven porque la corriente los arrastra y siguen asustando a los bañistas que solo ven la aleta dorsal fuera del agua. Esto se ha cumplido siempre hasta ahora, y ya lo sabemos, es quizás solo una cuestión de tiempo.
Catalina representa una época que siempre está presente en La Habana. Sus calles, sus edificaciones, su espíritu es lo que da el carácter principal de La Habana hoy en dia. Es lo que atrae al turismo, es lo que hace suspirar de nostalgia a muchos cubanos por una época perdida en décadas atrás y que parecía mágica, llena de igualdad y abundancia, llena de detalles que el socialismo rechaza o sencillamente elimina a golpe de mandarria o porrazo. Los palacetes y casas de esa época, las historias de sus vidas sumerge a la desigualdad, el expolio y la explotación en tipos de leyendas urbanas que las nuevas generaciones ya no están dispuestas a creer. Ellos y gente como ellos son el sueño de muchos hoy en Cuba, que aun viniendo de familias muy humildes o francamente pobres de aquellos años también, los que trabajan y daban las riquezas a Catalina y los suyos, creen que ese mundo debería regresar, aunque sea para mirarlo desde las aceras como hacían sus abuelos u hoy en dia desde Facebook e Instagram.
El precio de no ser (aparentemente) lo que se espera.
La revolución triunfó, ¿pero qué ha pasado con los que nacieron después y eran diferente a lo que se esperaba ?
Una vez un amigo me dijo que los dos amores más grandes eran
el de las madres y el de Dios. Y que la única diferencia entre ellos era que el
de la madre es para sus hijos, y el Dios para todos los seres.
Si algo tuvo Blanco claro desde que la razón inundó su mente
era que la relación con su madre no sería normal. Había muchas expectativas y
sin embargo nada de exigencia. Lo importante para ella era solo una cosa: estar
cerca los más posible. Todo lo demás era intrascendente. No tenía importancia
si Blanco se hacía profesional o no, si se casaba o no, si era revolucionario o
no. Lo importante era caminar juntos la vida ‘por siempre’.
Rojo quería lo opuesto. El haber traído un revolucionario al
mundo era algo relevante, porque tenía que ser un revolucionario sin lugar a
dudas. Un guerrillero en tierra ajena y la propia, un constructor de escuelas y
de lo que hiciera falta. Un comunista que renunciara a su familia, a las comodidades
y hasta a la vida si fuera necesario y por una buena causa.
Sin embargo, desde el mismo comienzo todo salió torcido.
Blanco tuvo una infancia con una salud precaria. A los dos días de nacido ya
estaba de regreso al hospital y así fue durante años. Todo los que pudiera
darle a un niño lo padeció. Tuvo que aprender a caminar nuevamente a los siete
años. Estaba claro que los sacrificios físicos no serían posible, aunque ya en
la adolescencia y la juventud luchó y venció muchas de las limitaciones. Así
que mucho tiempo en cama y convalecencia fueron los aliados de los libros y
nadie sabría nunca en qué lugar real estaba. Y aunque costaran poco, estaban
fuera del alcance del salario mensual, sobre todo porque estaban solos, no
había otros miembros de la familia a quien recurrir.
Blanco, a los efectos de la sociedad heredada, era un
bastardo. Nació fuera del matrimonio y rechazado por la familia paterna. Sin
primos, sin tíos y tías, sin abuelos, sin viajes al campo a ver la familia o
fiestas de fin de año o navidad. Nada.
Y entonces la soledad fue la mejor amiga. No había que
explicar, convencer. No había con quien reír o escuchar historias del ayer.
Cuando comenzó en la escuela ya el daño estaba hecho. Le gustaba aprender, pero
algo dentro de él lo impulsaba contracorriente. Nada de marchas, himnos patrióticos, poemas y
loas a la patria. Detestaba los uniformes tanto como amaba los fines de semana
y las vacaciones lejos de todos, excepto el cielo y el mar, el correr por el
malecón, las casas en la playa cuando iban con los amigos de Rojo.
Ya en la escuela comprendió que era parte de algo más grande.
Tuvo la impresión que eso más grande no necesariamente sería bueno con él, le
parecía que solo era una pieza de decoración en una obra enormey no exactamente
ni la torre, ni el caballo ni el alfil y mucho menos el rey del ajedrez. Muchas
veces durante su vida tuvo o tiene casi la certeza de que era un error de la
matriz en el escenario donde nació. Un pedacito contrastante o descolorido.
Pero estaba vivo y había que continuar.
Se fue abriendo camino unas veces silenciosamente, otras
queriendo estar aislado (haciendo sufrir a Rojo) llamaba más la atención que
gritando. Lo amenazaron, lo pusieron en unas listas y los tacharon de otras,
aunque al fin pudo graduarse de lo que le gustaba. Fue a las montañas y enseñó,
bajó al llano y llevó arte y comprensión a niños y adolescentes por si acaso
había escondiéndose en los laberintos de la mente algún otro Blanco como él
mismo y que no se sintiera solo. Cuidó de Rojo durante muchos años hasta que
literalmente le cerró los ojos. Y como Azul soñó aún está junto a ella.
Aunque no exactamente.
Cada día va quedando menos de Blanco en el mundo real. Siente
cómo gramo a gramo va ganando en espiritualidad y gramo a gramo va perdiendo
materialidad. Lamenta haber dedicado tanto tiempo a no comprender que en cada
plano siempre se nos necesita. Ayudar, enseñar, sonreír a los
desconocidos,amar a los extraños y más
aun a los que conocemos. Niños siempre alrededor, sanos, enfermos, con padres y
madres, abandonados o casi. Y aunque desde lejos Blanco da la impresión de
firmeza y felicidad, todavía sigue convencido que todo ha sido un accidente,
una equivocación mientras no le demuestren lo contrario. . . salvo por una cosa,
un quizás,acompañar a Azul.
Teacher from the heart and for keeping my passion (teaching) I work as a guide in Havana. Passion for Cuba.
Maestro de vocacion y para mantener mi pasion que es enseñar trabajo como guía de turismo en la Habana. Pasión por Cuba