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martes, 4 de mayo de 2021

AZUL, BLANCO Y ROJO (parte II) Historia de una familia y de Cuba

 


 No hay palabra alegre en la vida excepto “Hijo”

 La revolución triunfó,  ¿pero qué pasó con las que la hicieron?  

Azul creció en una familia numerosa. Pero no seré condescendiente con el que lee estas líneas. Era una familia tan pobre que solo ella, sus hermanas y un hermano, sobrevivieron a la tuberculosis en una época en que todavía no existían los antibióticos o cuando ya comenzaban resultaban demasiado caros.

La madre de Azul tuvo sus hijas y su hijo, cuatro hembras y un varón, en el sanatorio donde casi todo el año permanecía internada para evitar contagiar a otros familiares. Solo su esposo podía visitarla y en escasos momentos podía irse a casa por unos días.

El padre de Azul era panadero. Compartía la casa con su hermana y sus hijos. Por supuesto que no había mucho dinero, pero la vida fluía sobre todo después que las chicas crecieron.

Pero antes hubo un momento difícil en que parecía que el círculo se cerraba para ese grupo de personas y se pasaría otra hoja del libro anónimo de tantos y tantos seres humanos. Uno de esos días la madre tomó a sus hijos pequeños y con una amiga se plantó en la entrada de autos del Palacio Presidencial. Esperaban que la secretaria de la Primera Dama saliera y entregarle una nota explicándole su situación.

Tuvieron suerte y al rato llegaba la Primera Dama en persona y se bajó del auto para saber qué pasaba con esa señora y esos cinco pequeños que se agrupaban temerosos alrededor. Todo fue muy rápido, le entregó la nota y le pidió por Dios que la ayudara.

Una semana después las niñas eran llevadas a una escuela interna atendidas por monjas, el varón a una atendida por curas. Justo a tiempo pues en un mes la madre de Azul, la abuela de Blanco, moría. Pasaron ocho a diez años y todos se reunieron nuevamente en la mesa familiar. Muchos jóvenes y sus sueños.

De todas las  hermanas, Virginia, era la más cercana. Solo dos años de diferencia y compartían muchos de los intereses, por ejemplo, la política. No es que participaran de ella, pero leían mucho y comentaban los periódicos y los incidentes casi diarios en una Cuba siempre revuelta, llena manifestaciones, huelgas, fraudes electorales, y golpes de estado. La policía y el ejército campeaban por las calles de La Habana y no parecía haber límite para la crueldad y el despotismo. Al mismo tiempo La Habana bullía por la moda, los conciertos en teatros, artistas de todo tipo y de todas partes pasaban por aquí.  Uno de los primeros países  del mundo en tener la radio, el primero después de Estados Unidos en tener la televisión. Las grandes compañías de la moda europea primero venían a la Habana y si sus productos gustaban continuaban hacia Estados Unidos, en caso contrario probaban suerte en el Sur.                                                Las navidades, los carnavales, las loterías millonarias, los ferris de fin de semana desde y hacia Estados Unidos con miles de turistas que venían a burlar la ley seca de su país, la ley del aborto, la reconstrucciones de virginidad,  y el próximo traslado de las Vegas hacia La Habana para escapar del FBI.

Azul trabajaba en una entonces muy céntrica esquina.  Desde su puesto de trabajo se veía claramente, casi a tocar de mano El Capitolio, donde se reunían senadores y congresistas.  Al Frente se encontraban Los Aires Libres de Prado. Cinco cuadras de cafés y bares con mesas cubiertas con sombrillas afuera, en las aceras, donde tocaban tríos y cuartetos todas las tardes y noches. Cada café con sus vitrolas, cada bar con sus músicos. A veces la vida parecía una ilusión.

Allí conoció a Rojo que venía escapando de su pueblo. Conversaban de sus afinidades políticas que más bien eran sueños de igualdad y justicia que un cambio radical. Y mientras más pasaba el tiempo mejor se sentían estando juntos. Él era un hombre con experiencia, mundo visto, ya casado y con hijos a pesar de su juventud. Le confesó que era revolucionario y lo que quería para Cuba y un día sintió miedo por él y pensó que debía ser el amor.

Sentía miedo cada mañana. Se levantaba a las cuatro de la mañana para abrir a las cinco la parte donde vendía el café. A esa hora, todos los días, estaban los servicios funerarios recogiendo los cadáveres en las calles. Jóvenes muertos podían aparecer en cualquier lugar. Ser joven era un sinónimo de ser revolucionario y si estabas en el lugar equivocado en el momento equivocado, o con una chica bonita que le gustaba a algún policía, o cualquier otra cosa, daba igual, podía ser la última vez que vieras las estrellas.

Una tarde de domingo estaban ella y su hermana sentadas en el parque de Bejucal, por un tiempo vivían allí. El matrimonio de Virginia no andaba bien. Ya varias veces su marido, un policía de patrulla, la había golpeado y había tenido que irse con los niños a la casa familiar.  Pero ahora parecía que todo estaba nuevamente bien. Estaban en un banco del centro del parque, protegidas por una gran sombra de una ceiba. Y los vieron llegar en la patrulla. Eran tres. Entre ellos su marido. En uno de los bancos de la esquina una parejita conversaba y cuando vieron a la patrulla se levantaron para irse. Demasiado tarde. La joven demasiado linda.  El marido de Virginia se aproximó demasiado a la joven y el chico trato de interponerse entre ellos.

Los pájaros salieron volando y ellas miraron al cielo porque pensaron que había sido un trueno. Un engaño de la mente donde lo posible y cotidiano ya no los acepta, se niega a aceptar que algo así sucediera. El joven cayó al suelo, la joven abrió la boca, pero nada salió en su auxilio mientras que unas manos poderosas la empujaban dentro del patrullero. El marido de Virginia no las vio.

Caía la tarde y todavía estaban allí temblando y tomadas de las manos. Se habían llevado al joven al hospital o algún lugar, no lo sabían. Virginia había tomado una decisión radical. Al día siguiente con sus hijos sacó tres pasajes para Miami y partió. En aquello años costaban 20 dólares. Era el 30 de diciembre de 1958, un día antes de la caída del dictador Batista, dos días antes del triunfo de la revolución de Fidel Castro y el primer día de 40 años de ausencia.

Finalmente decidieron irse a vivir juntos. Las mujeres miraban las cosas de manera diferente entonces. Pocas imaginaban una vida con un hombre fuera del matrimonio, aunque todas siempre creen las promesas. La reacción de la familia de Rojo fue desproporcionada.  Amenazas, chantajes, sobornos, todo por conservar las apariencias y lo que llevaba implícito en ese contrato social que es el matrimonio.  Todo terminó con aislamiento total y ya con un hijo de diez años por fin vino el matrimonio.

¿Es fácil cambiar? ¿Cómo convertirse de burgués progresista a revolucionario radical? ¿Es fácil dejar de ser machista en una sociedad latina? ¿Es la monogamia posible en una sociedad socialista y machista?

Los que sí es un hecho es que para las mujeres en su mayoría, el amor es incompleto y a veces difuso en época de revolución.  Pero de los amores nacen los hijos, y si hubo algo seguro en la vida de Azul fue a partir del momento en que tuvo a su hijo Blanco. La mujer que ha trabajado desde joven sufre mucho en su salud, en el cuidado de su familia, en tratar de mantener la economía doméstica, en apuntalar el amor, en tender puentes y renunciar incluso a su Fe para que su hijo no sufriera consecuencias en la nueva sociedad atea. Al llegar a la vejez y recapitular su vida, los más especial ha sido el amor del hijo. Para ella hay una frase que se dice al casarse que debería decirse al nacer un hijo: hasta que la muerte nos separe.

Rojo, Azul y Blanco (parte I)

Blanco, Rojo y Azul (parte III)



ROJO, AZUL Y BLANCO (PARTE I) Historia de una familia en Cuba

 Por el momento no hay estrella. La revolución triunfó,  ¿pero qué pasó con las que la hicieron?                                              
ROJO, esposo de Azul y  padre de Blanco.

Nació en una de las hoy provincias orientales de Cuba. En aquel momento era solo Oriente. Digamos que en la frontera con Camagüey e inevitablemente más influenciada por los ricos hacendados de allí que los de Santiago de Cuba. Era hijo del alcalde. Clase media a media alta. Seis hermanos. Tres hembras, tres varones. Aun cuando el padre era de un partido de “izquierda”, la mejor descripción es que realmente “no era de derechas”.

De todos ellos, siempre fue el más rebelde en cuanto a la política y en su batalla de independencia personal. Estudió lo necesario y desde casi un niño recorría toda la región a caballo y en un Jeep. Mujeriego y su primer matrimonio fue a los 21 años.

Pero antes pasaron cosas.

Su padre, el abuelo de Blanco, era un hombre estricto con las mujeres de la familia, pero incentivaba el machismo y la independencia de los hijos varones. Los hermanos de Rojo resultaron más bien caseros y adaptados a cualquier circunstancia.

Con Rojo siempre todo era diferente, más complicado. Tan pronto pudo se montaba en su caballo y salía a recorrer los montes, los campos de caña y las tierras de los grandes ganaderos. A veces regresaba dos días después, sudado, sucio y con un fuego raro en los ojos. Había visto más allá del horizonte limitado de los chicos del pueblo.

Sería muy largo de contarlo todo para un blog, pero con catorce años ya había visto muchas injusticias. Un racismo profundamente enraizado en la tierra del alma del cubano blanco. En la zona donde él vivió los negros caminaban por la calle y no por las aceras, por la parte de afuera de los parques y no podían sentarse en los bancos. En los edificios o casas en que se alquilaban colgaban anuncios o carteles que decían: “No perros ni negros”.

Otra cosa fueron los campos de caña. En aquellos años la principal industria del país. Eran tan grandes que en sí mismos eran pequeños reinos dentro de los latifundios. En sus entrañas, donde usualmente había algún bosquecillo o terreno sin cultivar, vivían los prófugos de la justicia, los blancos pobres que no tenían a donde ir, los emigrados haitianos o jamaicanos. Allí sin zapatos y casi sin ropa vivían años sin ser detectados por la guardia rural o simplemente miraban hacia otro lado a conveniencia del terrateniente.  Allí en los campos de caña aparecían los cadáveres de jóvenes, mujeres violadas, negros esqueléticos y sin dientes y una multitud de marginados que eran desalojados por la Guardia Rural y no tenían a donde ir. Muchos de ellos se convertían en sus amigos en el transcurso del tiempo hasta que morían en la época de las vacas flacas o de crisis económicas, como ejemplo entre las guerras mundiales. 

Con dieciséis años había visto lo suficiente como para darse cuenta que las cosas en Cuba debían cambiar. ¿Cuánto? No lo sabía, pero debían cambiar. Le pidió permiso a su padre para comprar un triciclo con una nevera en la parte de atrás y poder vender Coca Cola y comida por los campos. Ya habían hablado con el representate de la gaseosa en la zona. El viejo Rojo, por llamarlo de alguna manera accedió y lo vio como algo positivo para un “macho” que se hacía independiente y comenzaba a vivir la vida. De cualquier modo faltaba poco para que lo llevara a un prostíbulo y se hiciera todo un hombre de verdad, solo esperaba que llegaran unas chicas nuevas que iban a traer desde La Habana. Le habían garantizado que estarían muy sanas, no quería que el chico se complicara con alguna enfermedad tan joven.

Pero la verdadera razón para tener el triciclo de Coca Cola era otra. Le daría la libertad necesaria para moverse por los campos y comenzar a trabajar con los que protestaban contra el gobierno, mover armas y propaganda, dinero y ropas. Como era el hijo del alcalde mucho menos sospecharían. Se metía por los campos, y mientras llegaba con sus productos hacia proselitismo, pero aquellos inmigrantes, prófugos y gente con vida miserable no comprendían lo que les decía, el mundo era así desde el principio de los tiempos y nadie ni nada los cambiaria. Sus padres, sus abuelos, todo el mundo conocido era así

Haciéndolo corto, el tiempo pasó. Sucedieron muchas cosas y ya el ejército comenzó a sustituir a la policía en pueblos y ciudades, y a la guardia rural por los campos. Era hora de casarse y despistar con un ropaje burgués. Además, después del golpe de estado del 1953 ya el alcalde era otro, puesto por el gobierno de facto, y nada, la vida burguesa llamaba a toda la familia. Se casó con una chica de una familia acomodada de la zona. Joyerías en el pueblo, en La Habana e incluso en Miami (un balneario sin personalidad en aquellos años), funerarias, cines y transporte. Pronto nacieron dos hijos, una hembra y un varón. Pero la vida tal cual estaba no era como la soñaba. Cada vez se involucraba más en las acciones contra el gobierno y contra el sistema de cosas. Hasta que un día, bajando de la Sierra Maestra, llevando armas ahora en un camión de Coca Cola, casi lo mata el ejército y no pudo regresar a casa. Tenía dos alternativas, irse a Santiago de Cuba, donde lo conocían demasiadas personas, o a La Habana , donde se perdería en la muchedumbre de desconocidos.  Uno de sus hermanos trabajaba en una de las joyerías de la familia en la Habana.

Y así otro giro en la vida. En la capital todo era muy diferente y las mismas injusticias, solo que más grandes. La vida bullía, los negocios, los atentados, las marchas de las universidades, las palizas en las calles y los jóvenes muertos cada día, los autos de lujo, el Vedado y sus mansiones y Miramar que ya se perfilaba como el futuro. Tenía que conectarse con alguna cédula de revolucionarios, su padre al saber que estaba fugitivo y era revolucionario no le quiso ayudar, mucho menos la familia de la esposa. Trabajo y conectarse con los movimientos clandestinos era la prioridad. Y fue así que esperando a un contacto en un Bar-Café , en la esquina de las calles Monte y Cienfuegos, a la vista del Capitolio, conoció a Azul, la chica que vendía café. Alta, con zapatos de tacón Luis XV, blusas blancas impecables y faldas negras ajustadas al cuerpo. Peluquería semanal.  Elegancia habanera de los años 1950s.

Y más que la revolución, sus caminos por las montañas, los conflictos anteriores con sus padres y resto de la familia, incluso sus hijos nacidos, este encuentro marcó su destino. Una vida futura de altas y bajas, de incomprensiones e intolerancias, de abandono y rechazo familiar. Como consecuencia de todo esto nacería Blanco. La copia invertida de Rojo, pero que nunca lo abandonaría no importara qué.

Y finalmente llegó el triunfo de la revolución.  Rojo se identificó con el proceso que comenzaba y sus líderes. Tuvo muchas cosas que aprender como tantos otros, al fin de cuentas tenía “limitaciones pequeño burguesas”. Se esforzó .y mucho, y por fin fue comprendiendo aún más, fue desembarazándose de ideas de la clase social en la que nació y pensando más en Cuba como un país con un solo pueblo. Muy lindo en verdad, pero imposible de creer. La lucha de clases que hasta ese momento era de independencia real para el país y todos estaban dispuestos a hacer sacrificios por salirse de una dictadura como la de Batista, y una injerencia como la americana, solo comenzaba realmente.  Y abarcó todos los niveles de la sociedad.

Solo le dedicaré unas líneas a la familia. ¿Qué era lo más importante en la mitad del siglo XX? No sé si aún hoy conservamos esos valores, o han tomado otros intereses su lugar, pero en aquellos años eran importantes los ideales, la familia, el sacrificio por los demás. Y sacrificarse por todo eso tienen implícito un costo, y a veces muy alto. Rojo se divorció de su esposa burguesa y dueña de cuantiosos bienes. Mantuvo contacto con sus hijos, pero le costó que toda su familia le virara la espalda. De su nueva relación nació Blanco, como ya mencioné y fue tanta la presión que solo pudieron casarse cuando el nuevo hijo tenía diez años. Nunca quisieron conocer a Azul ni a Blanco, le negaron todo tipo de reconocimiento familiar incluso al propio niño que nunca tuvo primos, hermanos, tíos con quien compartir, para no mencionar abuelos. Los padres de Rojo murieron y solo lo supo una semana después de enterrados. Los hijos del primer matrimonio se marcharon de Cuba en 1962 y nunca más los vio hasta 1978 cuando vinieron a Cuba a buscar a su abuelo materno. Fue solo un instante frio y breve. Rojo tuvo una vida sin más familia que su esposa e hijo, aun viviendo, por ejemplo, a solo 500 metros de un hermano casado y con hijos también. Paradójicamente el permiso que le dio a sus hijos para que se marcharan a Estados Unidos, siendo todavía menores de edad, le imposibilitó lograr uno de sus sueños: pertenecer al Partido Comunista. Muchos años después enfermó de cáncer en lo que los cubanos llamamos Periodo Especial, y fue muy difícil la lucha contra la enfermedad. No quedaba más remedio que pedir ayuda económica a ver si resultaba, y no resultó. Fueron 16 años de orgullo para Azul y Blanco porque pudieron ganarle un poco de tiempo a la muerte y entonces sí poder reconocerse en las cosas importantes de la vida y quedar en paz cuando Rojo murió.

Azul, Blanco y Rojo (parte II)

Blanco, Rojo, Azul (parte III)



jueves, 19 de abril de 2018

Barrio de la Habana: Miramar , el otro Reino




Si, hay una tierra mágica dentro de la Habana. Un reino donde existen palacios, príncipes y princesas. Donde cambian las leyes, donde los rostros son luminosos y no hay fealdades. Un territorio libre de penas, al menos de las penas mas comunes
Lo único que hay que hacer es lo usual cuando se quiere pasar a otro mundo, a otra realidad, a otra dimensión: atravesar un túnel. ya sea de energía, de luz o de concreto, pero casi siempre es así.
Entonces.
Se toma por el malecón habanero y te diriges hacia el Oeste. Al final del malecón te encontraras con un túnel. Como es usual en estos casos aceleras el auto y a gran velocidad atraviesas la oscuridad. En menos de un minuto te encontraras en el reino de Miramar. Inmediatamente comprendes que te encuentras en otra dimensión.
El Reino de Miramar esta’ dividido en tres regiones: las tierras bajas de Playa, el reino Medio de Miramar y las Tierras Altas de Siboney (Con el permiso de Tolkein)
Pero aunque el bienestar aumenta en el mismo sentido de la lista, en general se vive muy bien en el reino. Las casas en su mayoría son amplias, casi todas con garajes, los apartamentos espaciosos. Con mucho es un reino donde el porcentaje de personas con autos es mucho mas alto que la media nacional. Los salarios son mas altos, casi todos sus habitantes disponen de celulares, servicio de agua potable las 24 horas del día, calles iluminadas y con una protección policial excelente.
La calle principal del Reino de Miramar es la Quinta Avenida. Una via expedita que comunica al reino con el inframundo (léase el resto de la Habana).
A mi, como a casi todos, lo que mas me fascina del Reino de Miramar es la región de las Tierras Altas de Siboney. Con sus casas enormes, sus jardines inmensos, canchas de tenis, marinas con grandes y lujosos yates para los habitantes mas influyentes del reino, sus amigos y visitantes. Hubo una época en que esta parte estaba bastante cerrada para los viajeros temporales que tenían que atravesar el reino, pero hoy en día hay cierta flexibilidad, entre otras cosas porque han puesto muchas cámaras de vigilancia y guardias de seguridad en las mansiones principales del reino.
Los habitantes del Reino de Miramar en su mayoría son hermosos, están bien alimentados, ganan salarios muy altos, se visten a la moda cara y también viajan mucho antes de que decidan establecerse gran parte del año fuera de la Isla Nación (Cuba).
Aunque hablamos el mismo idioma se hacen estudios sobre sutilezas del idioma que se usan en el reino. Sobre todo en las cuestión de la semiológica. A veces da la impresión que aun hablando el mismo idioma, usando las mismas palabras, nos referimos a cosas y conceptos diferente.
Y para cerrar por el momento con el Reino de Miramar un detalle importante. Casi todos los miembros del gobierno de la Isla Nación viven o terminan viviendo en el Reino de Miramar. Una vez establecidos alli es muy dificil que regresen a sus origenes (aun cuando sean removidos de sus cargos). El agua, el aire y los alimentos de la region comienzan a tener un efecto revitalizante y el metabolismo de las ideas comienza a convertir al recien llegado en alguien diferente, con egos fuertes y definitivamente se recuperan algunos esquemas que parecian perdidos. En resumen, retoman las caracteristicas, que parecian perdidas para siempre, de los cubanos de hace muchos años.


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viernes, 5 de enero de 2018

ENTRE LA GLORIA Y LA GRAN RUINA

Nací en la Habana. 
Cuando nací aun quedaban restos de lo que había sido la Habana conocida en el mundo entero por sus zonas de placer, por sus grandes cabarets y salas de juego, por tener mas cines que Paris, por ser la ciudad donde las grandes compañías americanas probaban sus productos para saber si tendrían éxito en América Latina, y los grandes de Europa intentaban entrar en el mercado americano a través del gusto “muy similar” al americano que tenia la clase media cubana. 
Aun se podían ver en las paredes exteriores de edificios y de casas señoriales las placas que identificaron en su momento los consultorios de todo tipo de especialistas de medicina. Famosos en Cuba y en todo el mundo por novedosos métodos terapéuticos. Médicos que habían hecho una gran fortuna haciendo abortos a las americanas que venían a Cuba porque en su país estaba prohibido. Médicos que reconstruían la virginidad de chicas que habían dado el mal paso. 
Todavía estaban allí las placas, ya un poco oxidadas o gastadas de los grandes bancos del momento previo al 1959. Todas las aceras de la Habana Centro , de granito y con los nombres en mármol o granito contrastante marcaban el espacio donde alguna vez en el pasado hubo abundancia y movimiento constante de riquezas. 
Si aun hoy hay un gran por ciento de autos clásicos principalmente americanos, cuando nací eran aun los únicos existentes. Ya tener un auto privado era algo que pasaba a ser de común a extraordinario. 
Nací en un país que aun no tenia los 10 años de embargo americano sobre sus espaldas, y aun cuando ya escaseaba casi todo, las personas conservaban ropas y demás de la época anterior. Pero de todos modos muchas personas ya tenían algún familiar o amigo que había emigrado por razones políticas. . . o económicas. 
Porque efectivamente, desde 1963 las nacionalizaciones ya había pasado de los grandes negocios a los medianos y a los pequeños. Así que, puedo decir, que nunca he conocido la propiedad privada. 
Una época por otro lado recordada por muchos como gloriosa y romántica. Ya cientos de jóvenes habían marchado a las montañas, a los valles, a los barrios mas pobres de cada ciudad o pueblo para erradicar el analfabetismo. Ya se habían decretado reformas en las leyes agrarias, en la vivienda, dándole a los pobres parte de ese tesoro nacional que hasta 1959 se les había negado y que en definitiva es la causa de todas las revoluciones verdaderas. 

Nací en el momento en que definitivamente ‘alea jacta es”, es decir, la suerte estaba echada. Para mi generación y las siguientes la vida sería muy diferente. Seríamos criados y educados como espartanos, bajo privaciones cada vez mas severas y, solo con algunos momentos de relativa prosperidad. Creceríamos en una capsula donde sabíamos que el tiempo pasaba porque envejecían nuestros padres y morían nuestros abuelos, pero todo lo demás estaba allí: las mismas casas, los mismos autos, las ropas gastadas, la no llegada de los adelantos tecnologicos 
Sabíamos que el tiempo pasaba porque llegaron otros rubios, pero eslavos y no anglosajones. Aunque estos rubios no venían a disfrutar de los cabarets y los night clubs. Venían a otras cosas. 
Porque claro , cuando nací ya Cuba se encontraba en el medio, y como una pieza importante , en la guerra fria.

cubangel@gmail.com

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Murio Fidel (II)



Acabo de regresar de la avenida 23 por donde ha pasado el cortejo fúnebre de Fidel Castro en su recorrido inverso y rememorando  su ruta de triunfo en el año 1959. Dentro de unos días llegará a Santiago de Cuba donde serán depositadas sus cenizas en el cementerio de Santa Ifigenia, el mismo lugar donde están los restos de José Martí, el hombre más trascendental de la Historia de Cuba.
Anoche una vez más, quizás la última, Fidel Castro reunió a un millón de cubanos en la Plaza de la Revolución. Sobre las cuatro de la tarde los cubanos, los visitantes, los turistas, miles y miles de estudiantes de África, Latinoamérica, el Caribe anglófono, Medio Oriente y Asia  fueron llenando la plaza y las avenidas de acceso a ella. Todo en silencio. La luz del día fue bajando y las lámparas de las avenidas y la plaza le daban un ambiente aún mas solemne.
Dirigentes de todas partes del mundo vinieron. Otros llegarán para el domingo a Santiago. La idea fue quizás que hablara un representante por cada área geográfica , pero no pudo ser.  Todos querían hablar. Lo mas curioso para mi fue el hecho de encontrarse en la tribuna representantes de ideologías tan diferentes , de regiones tan diferentes, pero al mismo tiempo casi todos tienen un objetivo común:  el bienestar de sus pueblos.  ¿recuerdan el dicho de “dime con quién andas….? Pues si vienen a dar el adiós mayormente gente que se ocupan , luchan por y protegen a los pobres de sus países hay entonces un mensaje.
Anoche hablaron los presidentes o representantes de Ecuador, Nicaragua, El Salvador, Haití y Dominica, Venezuela, Méjico, Rusia, China, Vietnam, Qatar, Irán,  Bielorrusia.
En Santiago de Cuba habrán otros.
Por el momento los ricos callan.  
¿imaginan a Cuba en silencio por días y días, noches y noches? Es casi ir contra natura.
La única embajada que no tiene la bandera a media asta es la americana.
Los únicos que no fueron .
A los que han estado en Cuba , imaginen desde la Plaza de la Revolución, avenida Paseo, avenida 23, La Rampa, Malecón y así hasta salir de la capital y por los campos  a ambos lados cordones humanos de tres y cuatro filas en silencio , diciendo adiós con saludos militares algunos , con las manos otros y muchos con pequeñas banderas cubanas.
Y esto es solo el comienzo, ahora es cuando se comenzará a ver por qué la revolución y Fidel han sobrevivido 60 años,  un embargo americano de 55 años, la caída del gigante soviético, “el fin de la Historia”  como decían los filósofos y economistas del primer mundo,  mas de 10 presidentes americanos, una invasión y casi una guerra nuclear. Porque aunque mas del  50% de los que viven en La Habana son del interior del país, son los campesinos cubanos los que tienen el mérito de sostener  este proceso que muy pocos comprenden .
Como dijo una anciana en la televisión: mis abuelos eran analfabetos,  mis padre tenía seis hermanos y todos eran analfabetos,  en el 1959 éramos seis hermanos y fuimos alfabetizados por un joven de 15 años, yo tuve seis hijos. . . y mis seis hijos son todos profesionales.
Es muy posible que las cosas en Cuba cambien con los tiempos que corren, pero lo que no se sabe es cómo cambiarán y harán cambiar al mundo en que vivimos. Cuba se puede integrar al mundo, pero cuidado, los cambios comienzan por una célula, por una partícula, y los cubanos podemos ser muy subversivos. Y si no , miremos atrás en la historia del mundo y mencionen un solo país pequeño en extensión y población que haya tenido tanta influencia política en el siglo XX y lo que del XXI.
Es algo rara la sensación que vivimos en estos días. Sería tonto pensar que todos están tristes, o que sea ése el único sentimiento que exista.  Algunos fueron hoy a ver el cadáver de su enemigo pasar, otros están preocupados porque si las cosas cambiaran en un sentido inesperado pudieran perder las prebendas, otros aún más preocupados por un Trump que pudiera hacernos revivir terribles momentos en nuestras vidas y ya no está el líder para dar el impulso extra que salvó al gobierno o como dicen algunos ‘algo más grande que uno mismo’.
Solo resta esperar, porque el mundo ya no es el de antes. Es mucho mas peligroso, vacío, ignorante y hueco. La juventud del primer mundo de hoy es la peor de todas de los últimos 100 años, pero la del tercer mundo es tan consciente como siempre ha sido, no ha decaído.

Fidel castro una vez dijo: ‘ el hombre mas peligroso es el hombre que está consciente  de la clase social a la que pertenece o por la que quiere luchar’. El mundo está demasiado lleno de pobres como para  no pensar que en toda esta humanidad, en el 99% sin poder y recursos,  la semilla de las ideas o la ideología de un Fidel no germine en algún corazón. . . o cerebro, que son diferentes y se usan diferente también

lunes, 28 de noviembre de 2016

Murio' Fidel (I)



Se murió  el abuelo, el padre, el dador, el guerrillero, el Salvador, el líder mundial, el Cubano más sexy de los 1960 y los 1970, el macho-guerrillero  que ayudo’ a fundar la escuela de ballet más importante del tercer mundo, el fundador del movimiento de los países no alineados, el creador de guerrillas , el creador de misiones de alfabetización en el tercer mundo e incluso en el primero, el dictador para algunos cubanos y extranjeros,el creador de la escuela latinoamericana de medicina donde estudian también los mas pobres entre los pobres de nuestro continente, el que llamo’ a los soviéticos y sus misiles a solo 90 millas de Estados Unidos, el que hizo la escuela y los técnicos deportivos más exitosos en el tercer mundo llevando a Cuba a estar entre los 15 países mas medallistas en juegos olímpicos , el que comenzó una guerrilla en Cuba con solo 12 hombres y 3 años después ya había tomado el poder,  el que creía que los cubanos no necesitábamos la democracia al estilo capitalista porque ya para decidir estaba él, el creador del sistema de vigilancia  perfecto para mantenerse informado de lo que pudiera hacer cada cubano, el creador de la campaña de alfabetización  que eliminó los analfabetos un año después , el que llevó  a los cubanos a guerras en África, Asia, y América Latina, murió el caballo (el #1 en la charada cubana),  el creador  de la mayoría de las universidades en Cuba,  el fundador del instituto superior de arte, el que con política dividió a las familias cubanas para poder vencer, el que en su primera semana de gobierno prohibió por ley la prostitución y el juego (casinos americanos) , el que hoy critican y detestan los que se han ido de Cuba bien formados y preparados hacia un mundo que no prepara ni forma (al menos no a los pobres) y gracias a eso están sacando ventaja, el que no confiaba en los imperialistas por ser (según ‘el) egoístas y que solo deseaban la muerte y destrucción de todo el que no fuera como ellos, el que no nos dejaba viajar a países capitalistas (pensaba que era contaminante y malo para nuestro espíritu), el que daba discursos de 6 a 8 horas, el que jugaba béisbol, ajedrez,  y practicaba caza submarina, al que honraron con su amistad:  Nelson Mandela, Indira Ghandi, Salvador Allende,  Graham Green, Gabriel García Márquez,  y una lista interminable que el mundo llama  gente progresista y de bien, al que odiaban dos millones de cubanos y sus descendientes que viven en Estados Unidos,  el que daba solo una entrevista al año cuando comprendió que no importa lo que le dijera a un periodista occidental siempre seria desvirtuado (por eso siempre tenía sus propios técnicos para grabar), el que dejó de fumar en público porque la Organización Mundial de la Salud le pidió que así lo hiciese pues era un hombre que muchos otros imitaban en el mundo, el que los cubanos nunca hemos sabido cuántos hijos en verdad ha tenido ni quien es su esposa hasta hace muy poco cuando después de enfermo ella no se iba de su lado, el que cada año antes de la sesión anual de la ONU todos los líderes del tercer mundo pasaban a saludar antes de seguir camino a Estados Unidos,  el que logró con sus discursos explosivos darle un impulso a China para que se sentara en el consejo de seguridad de la ONU y unos pocos años después la atacó cuando ese gigante atacó a Vietnam , el que bajo cuyo gobierno se erradicaron enfermedades como la tuberculosis y la poliomielitis, el orador que creó  frases como  “cuando un pueblo enérgico y viril llora la injusticia tiembla”,  el que llevó a juicio y despues fusiló a uno de sus militares mas amados y el único que ostentaba la medalla de Héroe de la República de Cuba porque puso en peligro la imagen de una revolución,  el que participaba en todos los congresos de los maestros,  el que creía que el hecho de nacer y crecer después del 1959 en Cuba sería suficiente para ser considerado un hombre nuevo y mejor (con las grandes decepciones del 1980 y 1994), el que creó un sistema de inteligencia y espionaje que hace venir cada seis meses a los rusos para intercambio de información, el que siendo ateo logró que los últimos tres Papas visitaran Cuba,  el que envió médicos a Haiti pero mucho antes que los terremotos y huracanes hicieran que el resto del mundo prestara atención a ese pobre país abandonado por todos,  el que dijo que la universidad era solo para los revolucionarios, al que no le gustaban los guardaespaldas y le intentaron matar mas de 1000 veces, el  que durmió en un  hotel de Harlem en Nueva York cuando el gobierno americano le canceló la reserva como Jefe de Estado que iba a hablar en Nueva York,  el que eliminó del calendario la navidad y el día de reyes por ser en su criterio fechas ya no religiosas sino mercantiles,  el que le dijo que no a los americanos tantas veces que nos bloquearon y nos dejaron nuestras mesas y tiendas vacías por casi 6 décadas,  el que los cubanos  de estos tiempos y que emigraron le echan la culpa de tener que separarse de sus familias cuando es solo que la mayoría de ellos solo albergan corazones impulsados por el dinero y no tienen la dignidad para luchar por lo que aman llámese familia o país que al final es lo mismo, el que vetó a Julio Iglesias de la radio y la tv cubana por haber cantado en Suncity el cabaret donde no dejaban entrar a los negros en la racista Sudáfrica,  el que ya la gente muy joven no reconocían y lo aprendían en las escuelas, el que nació con un nombre que traducido al latín seria ‘Fiel al Ejercito’, el que resistió la caída de la URSS y no solo eso sino que levantó de las cenizas una segunda oleada de gobiernos de izquierda en América Latina , el que dijo que Cuba sería un país de hombres de ciencia pues no tenemos petróleo  sino cerebros que exportar, el que reconoció que estaba decepcionado consigo mismo porque 50 años después los negros seguían siendo la población carcelaria mas alta y la universitaria mas baja, el que las mujeres cubanas de la actualidad culpan por la precariedad de sus cocinas y le agradecen por  ser casi el 60% de los profesionales del país,  el que dejó abandonada a la capital para construir en los campos, el que puso a Cuba entre los 10 países con mortalidad infantil mas baja del mundo siguiendo la frase de que nada es mas importante que un niño,  al que los pueblos de Angola y Namibia le llaman el libertador por haber enviado tropas cubanas a luchar contra las tropas sudafricanas, el que durante 20 años trajo a los niños enfermos de cáncer y mal formados por el accidente nuclear de Chernóbil, el que creó la libreta de racionamiento para que todos recibieran alimentos y ropas en igual cantidad y no solo los que tenían mas dinero pudieran comprar, al que no le decían nada las marcas y el glamour y por eso cada generación de jóvenes  en estos 60 años tenia problemas serios para aceptarlo. . . hasta que se maduraba y definitivamente se optaba por unos de los caminos: el de la derecha o la izquierda,  el que dijo que los únicos militantes comunistas reales que él conocía eran las monjas, el que el 11 de septiembre cuando las torres gemelas de New York abrió todos los aeropuertos cubanos para las aeronaves que iban camino  a Estados Unidos y alojó gratuitamente  a las pasajeros en los mejores hoteles que teníamos, el que los amigos llamaban Fidel y los enemigos Castro.


Hoy salí de mi casa como siempre. Antes de abrir la puerta del edificio me puse los audífonos y con el último disco que me pasaron a mi teléfono caminé a paso rápido. Al poco rato noté algo raro, un silencio que se “escuchaba” a través de la música. La ciudad estaba en silencio, y aun en las casas de los que no simpatizaban con él ha habido un silencio de respeto en todos estos tres días. Ya sé que muchos dirán que es solo por miedo a la represión la falta de manifestación de alegrías en las calles, pero el pueblo cubano siempre ha sido respetuoso. Muchas banderas, duelo oficial, ¡Cuba sin música por 9 días! parece el fin del mundo, pero sabemos que no es así. La vida es mas grande que cualquier hombre, de ser un presente ahora es pasado, ya está en la Historia.