La esclavitud obliga a los hijos a seguir tradiciones muchas veces obsoletas, poniendo muchas veces espiritus ancianos dentro de cuerpos nuevos.
La esclavitud sofoca el alma y el corazon de muchos hombres y mujeres. Une a un hombre que aborrece a una mujer y coloca el cuerpo de una mujer en el lecho de un hombre odiado.
La esclavitud pone el cuello de los hombres bajo el dominio del tirano y somete a cuerpos fuertes y mentes debiles a los hijos de la codicia para ser usados como instrumentos de su poder.
La esclavitud vive junto a la ignorancia y la humillacion, a la miseria y la desesperacion.
A la esclavitud le gusta que los niños crezcan como criminales y mueran como despreciados.
A la esclavitud (cualquiera que sea y el país que sea) le gusta nombrar las cosas de otra manera. Llamando inteligencia a la astucia y vacío a la sabiduría, y debilidad a la ternura y cobardía a un firme rechazo
............................................................
por favor da' un "like" si te gusto'.
jueves, 16 de marzo de 2017
domingo, 4 de diciembre de 2016
Murio' Fidel (III y final)
CARAVANA
Es algo difícil de explicar.
Yo imaginaba que algo así ocurriría , pero viviendo en Cuba, viendo a mis compatriotas cada
día quejarse de las duras condiciones que nos han tocado vivir. De que por internet , la prensa y las
televisoras extranjeras repitieran hasta casi convencerme de que los cubanos ya
deseaban un cambio radical y el país ya no era lo que siempre fue en los últimos
60 años. El ver a tantos amigos y
familiares marcharse del país, y el que algunos ya no se vanagloriaban en voz alta de ser
revolucionarios y apoyar a Fidel Castro.
1000 kilómetros y mínimo
seis millones de cubanos acompañaron a las cenizas de Fidel Castro en su viaje
de vuelta a donde nació la revolución.
Desde la noche anterior a su salida de la Habana miles de
personas durmieron en las calles para tomar posiciones en el recorrido. El día anterior
el acto donde hablaron tantos dirigentes de todo el mundo terminó tan tarde que
no daba tiempo a ir a casa, así que esperaron en las calles por donde en unas
pocas horas pasaría el armón con las cenizas del líder.
A las 7:10 am salió la comitiva militar y
comenzó el misterio. Cientos de miles de habaneros cubrieron cada milímetro de
la ruta, toda la ruta que iba por los
mismos caminos que hacia 60 años atrás vieron llegar a la Habana a un Fidel de
30 años. Lo iban acompañando con gritos de ¡Yo soy Fidel!
Pero como dije, solo comenzaba el misterio, día y noche y en
un silencio lleno de consignas recorrió mas de 1000 kilómetros y no hubo un solo
espacio vacío. En los pueblos las calles abarrotadas, en los campos los
campesinos bajaban de las montañas o se movilizaban por kilómetros para el último
adiós y en todas partes la misma consigna ¡yo soy Fidel!
Día y noche por los campos y ciudades de Cuba , solo
haciendo una pausa muy breve en las madrugadas
en Santa Clara y Camagüey . Hombre, mujeres , niños, ancianos, enfermos,
militares, estudiantes,
Realmente aún estoy sorprendido de ver lo que pensaba que ya
no existía con esa intensidad. Hombres de
campo, curtidos por el tiempo y por una realidad aún más fuerte y de pobreza material
que en la capital llorando en silencio, sin esconder sus lágrimas.
En Santiago de Cuba literalmente parecía que la ciudad
entera lloraba. El acto de despedida fue aún más emotivo que en la Habana dejando
sin palabras a los que todavía pensaban que los cubanos iban obligados
por las circunstancias de Cuba . Lo siento, pero de seis a ocho millones de personas no se
movilizan obligados y los haces caminar kilómetros para ver por un minuto o
menos las cenizas de un hombre.
El funeral fue privado, sin cámaras, y por lo que pudimos
ver desde la distancia sus cenizas fueron colocadas dentro de una roca redonda, o a los pies de ésta, en la que solo
hay una placa con su nombre.
Solamente.
ESCUELAS ESPECIALES-MAPA GENÉTICO
en el mundo hay muchos seres desafortunados. En el mundo
nacen muchos niños deformes, con retraso mental, malformaciones congénitas internas
y externas. Muchos son abandonados por sus padres y familia. Y Cuba no era una excepción.
Entre las cosas que se hicieron en relación con la educación
en Cuba está la creación de mas de 300 escuelas para educación especial. Aun en
las montañas hay escuelas para niños con
problemas. Todos los maestros que trabajan allí mínimamente deben ser graduados
de pedagogía para educación especial. Las
escuelas tienen mejores condiciones que las escuelas para niños sin esos
problemas. En la capital está la mejor de todas, ‘República de Panamá’, donde
llegan los casos mas serios de todo el país. Ciegos y sordos al mismo tiempo, retrasos
graves, deformaciones terribles. Allí hay un maestro para cada niño o joven.
Pero claro, no importa cuántas escuelas se hagan si el
problema sigue realmente sin resolver. Entonces un día Fidel Castro decidió
que había que atajar el problema desde la raíz. Se decidió hacer un mapa genético
de la población cubana. Miles de profesionales salieron a recorrer el país. Médicos
para hacer pruebas de ADN, sociólogos para
analizar la dinámica familiar y social de las familias , psicólogos para dar
herramientas para luchar, terapeutas para atender las limitaciones físicas. Las
familias reciben ayuda económica de por vida.
Un año después , en un congreso de pedagogía se le dieron
los resultados a un ansioso Fidel. Como consecuencia
, entre otras medidas , se crearon laboratorios de genética en todas las
provincias del país. De ahí en lo adelante todas las mujeres que se embarazan
en Cuba tienen que hacerse exámenes de todo tipo (incluido los genéticos) para
tratar en todo lo posible que las familias tengan solamente hijos saludables y
listos para la batalla de la vida.
Otro año mas y esta vez ese ejercito de especialistas
hicieron el mismo trabajo en Venezuela, Bolivia, Dominica, y Nicaragua .
TESTAMENTO POLÍTICO
“TODA LA GLORIA DEL MUNDO CABE EN UN GRANO DE MAIZ”.
Esas palabras son del hombre mas importante de Cuba. No, no
son de Fidel, son de José Martí, pero siempre estuvieron en los momentos importantes
de la vida de Fidel tratando de evitar la tentación de la gloria y la fama. Y hay
que reconocer que no siempre se logra, pues aun cuando no hay en Cuba una
estatua, un busto, un edificio público con su nombre muchas veces se le acusó
de permitir el culto a su personalidad.
En su testamento político Fidel Castro , el hombre
omnipresente en Cuba , ha pedido que al ser cremado sus cenizas fueran
depositadas en el cementerio de manera privada, sin prensa, sin extraños, sin presidentes invitados. Solo la familia.
Y así fue.
También ha pedido que su nombre nunca se le ponga a ninguna
calle, a ninguna fábrica, a ninguna organización, a ningún edificio.
Y así será.
En unos días la
Asamblea Nacional de Cuba (parlamento) aprobará con carácter de ley su última voluntad
.
……………..
Estoy seguro que en unos días se me pasará el asombro. Pasaran
muchas cosas, regresaremos a nuestras batallas diarias. Algunos con mejor suerte
que otros en un mundo cada vez mas difícil para los pequeños de bolsillo y los pobres. Veremos
qué sucederá en la Cuba con millones de amigos y miles de enemigos. Como dijo un famoso poeta-trovador, somos un país
de roca que tiene debajo un país de pan:
Cuba.
nota: en la noche se transmitió en la televisión cubana el momento en que las cenizas eran colocadas en el nicho. No había prensa cercana, y los presidentes invitados estaban presentes, pero en la distancia. Su esposa y sus hijos lucían cansados y muy tristes. A continuación se hizo una ceremonia militar.
Murio Fidel I: http://habana-havana.blogspot.com/2016/11/murio-fidel-i.html
Murio Fidel II: http://habana-havana.blogspot.com/2016/11/murio-fidel-ii.html
Murio Fidel I: http://habana-havana.blogspot.com/2016/11/murio-fidel-i.html
Murio Fidel II: http://habana-havana.blogspot.com/2016/11/murio-fidel-ii.html
miércoles, 30 de noviembre de 2016
Murio Fidel (II)
Acabo de regresar de la avenida 23 por donde ha pasado el
cortejo fúnebre de Fidel Castro en su recorrido inverso y rememorando su ruta de triunfo en el año 1959. Dentro de
unos días llegará a Santiago de Cuba donde serán depositadas sus cenizas en el cementerio
de Santa Ifigenia, el mismo lugar donde están los restos de José Martí, el
hombre más trascendental de la Historia de Cuba.
Anoche una vez más, quizás la última, Fidel Castro reunió a
un millón de cubanos en la Plaza de la Revolución. Sobre las cuatro de la tarde
los cubanos, los visitantes, los turistas, miles y miles de estudiantes de África,
Latinoamérica, el Caribe anglófono, Medio Oriente y Asia fueron llenando la plaza y las avenidas de
acceso a ella. Todo en silencio. La luz del día fue bajando y las lámparas de
las avenidas y la plaza le daban un ambiente aún mas solemne.
Dirigentes de todas partes del mundo vinieron. Otros llegarán
para el domingo a Santiago. La idea fue quizás que hablara un representante por
cada área geográfica , pero no pudo ser.
Todos querían hablar. Lo mas curioso para mi fue el hecho de encontrarse
en la tribuna representantes de ideologías tan diferentes , de regiones tan
diferentes, pero al mismo tiempo casi todos tienen un objetivo común: el bienestar de sus pueblos. ¿recuerdan el dicho de “dime con quién andas….?
Pues si vienen a dar el adiós mayormente gente que se ocupan , luchan por y
protegen a los pobres de sus países hay entonces un mensaje.
Anoche hablaron los presidentes o representantes de Ecuador,
Nicaragua, El Salvador, Haití y Dominica, Venezuela, Méjico, Rusia, China, Vietnam,
Qatar, Irán, Bielorrusia.
En Santiago de Cuba habrán otros.
Por el momento los ricos callan.
¿imaginan a Cuba en silencio por días y días, noches y
noches? Es casi ir contra natura.
La única embajada que no tiene la bandera a media asta es la
americana.
Los únicos que no fueron .
Los únicos que no fueron .
A los que han estado en Cuba , imaginen desde la Plaza de la
Revolución, avenida Paseo, avenida 23, La Rampa, Malecón y así hasta salir de
la capital y por los campos a ambos
lados cordones humanos de tres y cuatro filas en silencio , diciendo adiós con
saludos militares algunos , con las manos otros y muchos con pequeñas banderas
cubanas.
Y esto es solo el comienzo, ahora es cuando se comenzará a
ver por qué la revolución y Fidel han sobrevivido 60 años, un embargo americano de 55 años, la caída del
gigante soviético, “el fin de la Historia”
como decían los filósofos y economistas del primer mundo, mas de 10 presidentes americanos, una invasión
y casi una guerra nuclear. Porque aunque mas del 50% de los que viven en La Habana son del
interior del país, son los campesinos cubanos los que tienen el mérito de
sostener este proceso que muy pocos
comprenden .
Como dijo una anciana en la televisión: mis abuelos eran analfabetos,
mis padre tenía seis hermanos y todos
eran analfabetos, en el 1959 éramos seis
hermanos y fuimos alfabetizados por un joven de 15 años, yo tuve seis hijos. .
. y mis seis hijos son todos profesionales.
Es muy posible que las cosas en Cuba cambien con los tiempos
que corren, pero lo que no se sabe es cómo cambiarán y harán cambiar al mundo
en que vivimos. Cuba se puede integrar al mundo, pero cuidado, los cambios
comienzan por una célula, por una partícula, y los cubanos podemos ser muy
subversivos. Y si no , miremos atrás en la historia del mundo y mencionen un solo
país pequeño en extensión y población que haya tenido tanta influencia política
en el siglo XX y lo que del XXI.
Es algo rara la sensación que vivimos en estos días. Sería tonto
pensar que todos están tristes, o que sea ése el único sentimiento que exista. Algunos fueron hoy a ver el cadáver de su
enemigo pasar, otros están preocupados porque si las cosas cambiaran en un
sentido inesperado pudieran perder las prebendas, otros aún más preocupados por
un Trump que pudiera hacernos revivir terribles momentos en nuestras vidas y ya
no está el líder para dar el impulso extra que salvó al gobierno o como dicen
algunos ‘algo más grande que uno mismo’.
Solo resta esperar, porque el mundo ya no es el de antes. Es
mucho mas peligroso, vacío, ignorante y hueco. La juventud del primer mundo de
hoy es la peor de todas de los últimos 100 años, pero la del tercer mundo es
tan consciente como siempre ha sido, no ha decaído.
Fidel castro una vez dijo: ‘ el hombre mas peligroso es el
hombre que está consciente de la clase
social a la que pertenece o por la que quiere luchar’. El mundo está demasiado
lleno de pobres como para no pensar que en
toda esta humanidad, en el 99% sin poder y recursos, la semilla de las ideas o
la ideología de un Fidel no germine en algún corazón. . . o cerebro, que son
diferentes y se usan diferente también
lunes, 28 de noviembre de 2016
Murio' Fidel (I)
Hoy salí de mi casa como siempre. Antes de abrir la puerta
del edificio me puse los audífonos y con el último disco que me pasaron a mi teléfono
caminé a paso rápido. Al poco rato noté algo raro, un silencio que se “escuchaba”
a través de la música. La ciudad estaba en silencio, y aun en las casas de los
que no simpatizaban con él ha habido un silencio de respeto en todos estos tres
días. Ya sé que muchos dirán que es solo por miedo a la represión la falta de manifestación
de alegrías en las calles, pero el pueblo cubano siempre ha sido respetuoso. Muchas banderas, duelo oficial, ¡Cuba sin música por 9 días! parece
el fin del mundo, pero sabemos que no es así. La vida es mas grande que
cualquier hombre, de ser un presente ahora es pasado, ya está en la Historia.
sábado, 5 de noviembre de 2016
HAVANA: A WONDERFUL CITY
For some people who has recently visited Cuba, Havana is the loveliest city in
the world. The capital’s ability to seduce all never fails to astonish every
one, thus they feel it only right to
reflect on its charms.
A defining feature of
Havana’s appeal has been its singular mix of ethnicities, beliefs, traditions,
smells and contrasting colors since November 16, 1519, when - after having had
three different locations - the Villa de San Cristóbal de La Habana was
officially established, at the site where the Plaza de Armas, El Templete and
its revered ceiba tree, are found today.
However, Havana is
currently more popular than ever as confirmed by the third edition of the Seven
Wonder Cities of the World competition, organized by the New7Wonders Foundation
based in Switzerland, in 2014. Havana placed among the top wonder cities of the
world, alongside Beirut (Lebanon), Doha (Qatar), Durban (South Africa), Kuala
Lumpur (Malaysia), La Paz (Bolivia) and Vigan (The Philippines).
It is worth
highlighting that the competition featured 1,200 cities from 220 countries,
while Havana also featured among the 25 most photographed places in the world.
According to the President of New7Wonders, Bernard Weber, the title of Wonder
City of the World will be awarded to the Cuban capital on June 7, as a symbol
of the global diversity of urban society and because everything – tangible or
intangible – included within the 726.75 square kilometer area is Cuba.
THE KEY TO A NEW WORLD
Although there are many
stories about how the city got its name, the most widely accepted is that
relating to the Taíno chief Habaguanex. Boasting an advantageously positioned
port and enviable geographic location, Havana became the most prized of Spain’s
colonies throughout the Americas during the colonial period, and subsequently
became known as the “Key to the New World and Rampart of the West Indies.”
Officially declared a
city on December 20, 1592, by King Philip II of Spain, and following the
relocation of the Spanish government headquarters to the area in 1593, from
Santiago de Cuba, Havana became the island’s capital. The city currently covers
0.7% of the country’s surface area and has, among its extraordinary relics,
over 30 National Monuments.
With its unique natural
environment, Havana will forever be remembered as the “city of architecture,
poetry, rebellions; the conspiring city, of great heroics, and of course, of
culture.”
Diría Xonia Beltrán,
director of Tourism for the popular city destination of Havana, noted that
efforts are underway to further develop varied events and protect cultural,
patrimonial and educational treasures; with work focused on cultural and
scientific activities, which include the majority of the island’s
professionals.
But despite the fact
that one fifth of the island’s total population and 30% of its professionals
live in Havana, and although the city generates over half of the country’s
tourism revenue and Gross Domestic Product, the capital lacks mobility.
A HISTORIC CITY
What is more, as the
city celebrates its 490th anniversary, Havana “is rundown in many places, in
ruins in others, often the victim of neglect, negligent tendencies and lack of
appreciation for the symbolic value of a city that was able to announce a new
order which it has maintained for over half a century with the noble character
of our own people.” Unlike many places throughout the Americas, Havana has
successfully preserved its colonial architectural heritage.
The world famous Old
Havana, which includes the city’s historic center and network of forts declared
World Heritage sites by UNESCO in 1982, is interwoven among former palaces,
mansions, small and large squares, cobblestone streets, churches, saints and
lofty balconies filled with a mixture of people, voices, and flavors. Cuba’s
oldest square, Plaza de Las Armas; that known as Plaza Vieja; Plaza San
Francisco de Asís and Plaza de la Catedral, which were built at the end of the
16th century, have all become important icons of the area.
In addition to the San
Carlos de la Cabaña Fort, which protected Spanish forces after the British navy
captured Havana in 1762, and which still symbolically guards the bay, the city
is home to castles built to ward off corsairs and pirates, while it also boasts
some of the oldest forts in the Americas including the Real Fuerza (1577), San
Salvador de La Punta (1600) and Tres Reyes Magos del Morro (1630).
One hundred and forty
structures dating from the 16th-17th centuries still stand in the historic
center, almost all military or religious buildings; as well as some 200 from
the 18th century, the majority civil infrastructure spaces; and over 450 from
the 19th century, during which urbanization greatly expanded. The city
continued to develop rapidly expanding beyond the perimeters of the defensive
wall constructed to protect it. Almost 100 years later, around 1863, that wall
began to be demolished.
BEYOND THE WALLS
Havana began to grow
rapidly during the first half of the 20th century. The city expanded from east
to west in a rapid process of addition rather than substitution, over less than
six decades. With the triumph of the Revolution the idea was now to focus on
investing in the rest of the country in order to reduce the historic disparity
between the capital and the rest of the island
Pre-1990s migration
figures show that Havana had a sustainable migration rate. However, with the on
set of the Special Period, this trend shot up and the city become an even more
diverse place.
This is the same city
that is home to the stunning Playas del Este beaches; whose Parque
Metropolitano represents the enormous green lung of the capital; which today
still features the first promenade built in the city; as well as Paula street,
along which a young Martí would stroll, and the University of Havana stairway,
where the most radical and authentic revolutionary ideals were formulated;
which among Daiquirís and other alcoholic beverages guards the memory of visits
by Ernest Hemingway to the El Floridita bar and restaurant, and Creole cuisine
and wall scribblings at the La Bodeguita del Medio.
Havana also boasts the
majestic Colon Cemetery and exquisite Hotel Nacional, which has seen important
figures from the arts, culture and politics, parade along its hallways; ancestral
Asian culture brought over by the Chinese from 1847; the grand neo-classical
buildings which surround the Capitolio, the memorial at the Plaza de la
Revolución, or the talented artists who have performed on stages such as that
of the Alicia Alonso Grand Theater of Havana, the National Fine Arts Museum and
Paseo del Prado.
To the west of the city
the streets begin to widen leading to the busy neighborhood of Vedado, then
onto the dazzling Tropicana Cabaret and 5th Avenue, whose elegance has seen it
become a diplomatic and business center, until the Havana Convention Center,
which hosts a wide variety of events.
It was to this Havana
that the rebel soldiers entered in 1959, and where almost half of all visitors
to the island come every year. Havana is quite simply the sui géneris mother of
the social, cultural, economic and political evolution of a country committed
to its people’s wellbeing.
Protected to the north
by a eight kilometer-long sea wall (the
Malecón), the warm and welcoming city, the inspiration for many poems and
songs, greets visitors with the open arms of its Christ, and watched over by
the La Giraldilla weathervane. Havana is the traditional melting pot, as
described by Fernando Ortiz; a city which belongs to its residents and to all
Cubans.
CUBAMIGOS PRIVATE VACATION RENTALS
http://cubamigos.webcindario.com
cubamigos@yahoo.es
GUIDE IN HAVANA( WALKING TOURS IN OLD HAVANA):
Humberto Linares
email: humbercuba@yahoo.es
miércoles, 2 de noviembre de 2016
41 COSAS QUE HACER EN LA HABANA [sugerencias]
La Habana tiene su son, su ron, su ropa vieja, sus mojitos, sus atardeceres en El Malecón... Un paraíso cubano robado al tiempo en el que solo puedes dejarte llevar...
1. Deambular y dejarte llevar sin plano por las coloridas calles del centro y otras más alejadas y descubrir rincones con un encanto indescriptible.
2. Hacer una pausa en la barra del bar La Lluvia de Oro. El barman con su amplia sonrisa te preparará unos mojitos mientras te explica el secreto de su cocktail.
3. Salir de fiesta en La Fábrica de Arte Cubano (F.A.C) un espacio cultural interactivo de lo más vanguardista.
4. Tararear sin parar alguna de las canciones pegadizas que oirás sin cesar como El bodeguero: “Siempre en su casa, presente está… el bodeguero y el cha cha cha, vete a la esquina y lo verás…” y que acabe formando parte de la banda sonora de tu viaje.
5. Ver el atardecer desde El Malecón y no querer marcharte; los pescadores habaneros de fondo, alguna música lejana y la estampa de los niños saltando desde las rocas al mar…
6. Tomar una piña colada en el mítico Hotel Nacional de Cuba de los años 30, declarado Memoria del Mundo por la UNESCO. Mientras la degustas frente al mar Caribe, un grupo toca la maravillosa melodía Yolanda de Pablo Milanés.
7. Malanga todos los días, desde por la mañana hasta por la noche; es un tubérculo parecido al boniato que utilizan a menudo como guarnición.
8. Broncearte en una tumbona de la azotea del bonito Hotel Saratoga y darte un refrescante chapuzón en su piscina desde donde disfrutarás de la magnífica vista del Capitolio.
9. Tomarte una Tukola (la Coca Cola local) en Variedades Obispo (Complejo Comercial Gastronómico), una especie de diner cubano situado en el casco histórico de la Habana Vieja.
10. Tomar una piña colada en el mítico Hotel Nacional de Cuba de los años 30, declarado Memoria del Mundo por la UNESCO. Mientras la degustas frente al mar Caribe, un grupo toca la maravillosa melodía Yolanda de Pablo Milanés.
11. Malanga todos los días, desde por la mañana hasta por la noche; es un tubérculo parecido al boniato que utilizan a menudo como guarnición.
12. Broncearte en una tumbona de la azotea del bonito Hotel Saratoga y darte un refrescante chapuzón en su piscina desde donde disfrutarás de la magnífica vista del Capitolio.
13. Tomarte una Tukola (la Coca Cola local) en Variedades Obispo (Complejo Comercial Gastronómico), una especie de diner cubano situado en el casco histórico de la Habana Vieja.
14. Ojear los libros de la revolución; sobre del Che Guevara, Fidel Castro o Camilo Cienfuegos, en los puestos de la preciosa Plaza de Armas.
15. Las amantes de la moda, recorrerán de arriba abajo a modo de pasarela, el arbolado Paseo del Prado, donde se celebró el último desfile crucero de Chanel.
16. Dejarte impresionar por la Plaza de la Revolución concebida en los años 20 por el arquitecto paisajista francés Jean-Claude Nicolas Forestier, en la que se encuentra la sede del Gobierno Cubano.
17. Dormir en un agradable hotel boutique como Casa Vedado del residencial barrio de Vedado y que la encantadora casera te prepare sonriente el desayuno por la mañana.
18. Refrescarse del calorín tomando uno o varios daiquiris en el mítico y agitado Floridita, mientras un grupo de música cubana anima el ambiente.
19. Hospedarse en casas particulares para vivir de cerca la experiencia cubana y poder compartir la estancia con los propietarios y el resto de los viajeros.
20. Tomar un bicitaxi y recorrer la bonita avenida de Carlos III, llena de comercios, carteles, viejos cines… y literalmente no poder para de hacer fotos.
21. Dar una vuelta con el pelo al viento en uno de los preciosos coches americanos de los 50; como un Chevrolet descapotable y que al final del paseo te digan que perteneció al famoso cantante Benny Moré.
22. Enterarte de la diferencia de uso de las dos monedas oficiales, el CUP, peso cubano y elCUC peso convertible, destinado a los extranjeros.
23. Una comida cubana en el balcón del Paladar los Mercaderes, no por sus manjares, aunque te prometan lo contrario, sino por su estilo, en el que parece que no ha pasado el tiempo.
24. Conseguir aprender a tomar un taxi colectivo, como si fueras un local. Compartirás la carrera con otras personas que van en la misma dirección por sólo un CUC. Una vez dentro, solo debes seguir las normas del conductor, que con un gesto te dirá dónde sentarte dependiendo del lugar a donde vayas.
25. Tomar pollo grillé, en todos y cada uno de los restaurantes y casas y que cada vez te vendan que es su especialidad y que está exquisito.
26. Disfrutar de un viaje 100% détox digital (sin una pizca de Internet) y notar lo bien que sienta.
27. Volverte a refrigerar en el rooftop de una de las moradas del Hemingway en el Hotel Ambos Mundos, con una espectacular vista de la Habana Vieja.
28. Intentar bailar salsa con más o menos gracia en algún bar, soltarte la melena y sentir que no lo haces tan mal.
29. Una cena de lo más romántica en La Guarida, un impresionante paladar con un encanto indescriptible al que accedes por un portón desvencijado y una escalinata. Puedes acabar la noche copeando en su espectacular terraza que domina la ciudad.
30. Conseguir esquivar con elegancia a los “jineteros” que te perseguirán con una persistencia infinita por todas las calles de la ciudad para intentar venderte cualquier cosa.
31. Probar la ropa vieja, uno de los platos cubanos más típicos
32. Hacer fotos de cada rincón y no poder parar porque absolutamente todo es “fotografiable”.
33. Tomar unas mariquitas (snack de plátano frito) y una cerveza Cristal al caer la tarde en alguna de las terrazas de la Plaza Mayor.
34. Fumarte un Habano, un Montecristo, un Churchill de Romeo y Julieta o un Lancero de Cohíba frente al Parque Central en el famoso Hotel Inglaterra como en la época dorada de los años 30.
35. Pasear por el barrio residencial de Vedado, entre sus casas coloniales con jardín e impresionantes edificaciones; seguir paseando y no cansarte.
36. Tomar taxis antiguos de colores improbables, rosa chicle, verde manzana, celeste, amarillo crema…
37. Descubrir la arquitectura y vegetación del Vedado con algún experto que te cuente su origen y anécdotas.
38. Tomar un vaso de agua filtrada por los métodos antiguos en la singular Casa del Agua La Tinaja
39. Disfrutar de la arquitectura cubana, como el Edificio Bacardí, el Teatro Fausto o el Teatro América.
40. “Hacer la cola” al estilo cubano, con mucho orden y relax; debajo de un árbol, en un parque, o desde un banco a unos metros del lugar, sabiendo que nadie se va a colar porque has pedido la vez. (Para la organización, la idea es que cada persona memorice la cara del anterior).
41. Terminar la estancia con una impresionante panorámica desde La Torre, el restaurante de la planta 33 del mítico edificio Focsa, una de las 7 maravillas de la ingeniería civil cubana y una gran innovación de los años 50.
cubamigos@yahoo.es
GUIA EN LA HABANA (Recorridos de Ciudad en la Habana Vieja):
Humberto Linares
email: humbercuba@yahoo.es
phone: +53 52646921
viernes, 23 de septiembre de 2016
Enseñanzas
Ayer partió para España un amigo entrañable , parece ser que
lo conozco hace décadas, y no, en esta vida
lo conocí en Mayo del 2014. Muchas cosas hemos vivido juntos en
solamente unos pocos días. Unas cinco veces en dos años . Me ayudó durante los días
en que mi papá murió, ha hecho feliz a mi madre con toneladas de chocolate y
muchos quieros, me ha presentado amigos de tan buenos sentimientos como los
suyos, me ha traído regalos inalcanzables para un maestro en Cuba, me ha traído
libros, me ha hecho enfrentar miedos con el corazón abierto y me ha hecho reir
mucho.
Este viaje que culminó ayer fue también importante porque
ayudó mucho a alguien muy querido.
Como siempre que se marcha me queda un vacío, pensamientos
muy grandes para caber en mi alma o mi cerebro , y entonces me quedo pensando
por días , en silencio.
Hoy, en uno de esos momentos pensé en lo que Ismael me ha
tratado de enseñar desde su primer viaje. Según él ya lo sabia antes de conocernos,
ya lo estaba haciendo bastante bien.
En cuanto a él lo
principal es su amor hacia los demás.
Solamente desde el corazón
podemos tocar el cielo dijo Rumi.
Unas horas antes de irse me enfatizó nuevamente en la meditación.
Y es cierta la importancia del silencio, de la mente en
calma. Al estar en calma uno comienza a
escuchar la sabiduría del mundo real: las plantas, los animales, los
susurros de los sueños y se aprende el
sutil mecanismo por el cual los sueños se manifiestan de forma material.
Acá están algunos de los pensamientos que han generado las
visitas de Ismael. ¡pobre de mi y mi espíritu con tanto que hacer y pensar!
Vivimos nuestras vidas buscando la felicidad allá, afuera,
como si fuera una mercancía.
Nos hemos convertido en esclavos de nuestros propios deseos
y anhelos.
La felicidad no es algo que pueda ser comprado como auto, un
traje, unas zapatillas. Pensar así es vivir una ilusión, el juego interminable
del mercado. Es el perseguir el placer , evitar el sufrimiento. Todo lo que hacemos es con el objetivo de
crear placer, para obtener algo que deseamos o para evitar algo que es
indeseable.
Incluso los seres unicelulares hacen esto, pero a diferencia
de ellos los seres humanos tenemos mas posibilidades de elección. Somos libres
para pensar. Pero ahí también hay un problema. Alguien dijo : ‘ aquel que mira
hacia afuera sueña , aquel que mira hacia adentro despierta’
No tiene nada de malo soñar , querer ser feliz, lo que está
mal es buscar la felicidad afuera cuando solo se puede encontrar en nuestro
interior.
Existe un estadística asombrosa: cada dos días creamos la
misma cantidad de información que hemos creado desde los albores de la civilización
hasta el año 2003. Sin embargo, mientras mas datos, mientras mas usamos nuestra mente hay
mas confusión en el planeta. ¿de que sirve tanto desarrollo en la información y
la tecnología si no sirve, si no ayuda a la felicidad?
¿somos más felices, más ecuánimes , más alegres como
resultado de la modernidad?
Quizás la modernidad
nos desconecta de una experiencia mas profunda, más significativa de la vida. Ciertamente vivimos mas tiempo, todo está al
alcance de la mano. Pensar, actuar y hacer deben estar en equilibrio. Porque somos
seres humanos no actos humanos.
Con una fascinación morbosa observamos asesinatos, tsunamis,
terremotos y guerras, constantemente tratamos de ocupar nuestra mente llenándola
de información y de todas las trivialidades posibles. Y los que pueden tener un
momento de reflexión interior su corazón les dice que hay algo mas, pero
vivimos en un mundo de espíritus hambrientos deseando cada vez mas y nunca satisfechos .
Entonces, ¿qué podemos hacer? Nosotros los occidentales
hemos desarrollado técnicas y análisis para investigar el mundo exterior, las
culturas orientales han desarrollado técnicas igualmente sofisticadas para
explorar el espacio interior. Pero el pensamiento
occidental es el que se ha impuesto y
por lo tanto se ha creado un
desequilibrio en nuestro planeta. El antiguo dicho ‘conocete a ti mismo’ ha sido sustituido por la experimentación en
el mundo externo.
Entonces , pensando un poco en esa forma de pensamiento
oriental la verdad no yace en encontrar mas respuestas sino en hacernos menos
preguntas, porque parece que no estamos buscando el significado de la
vida sino la experiencia de estar vivos.
Entonces, mientras mejor comprendamos esto mas cerca
estaremos de estar despiertos y por lo
tanto con menos sufrimiento.
En años recientes se manejan conceptos como la neuro-plasticidad.
Literalmente sería algo como si tenemos pensamientos de temor, preocupación,
ansiedad y negatividad estamos creando mas conexiones neuronales para esos
tipos de pensamientos. Si tenemos pensamientos de compasión, amor , gratitud y
la alegría se crean las conexiones para repetir esas experiencias. Pero, ¿cómo hacerlo
cuando estamos rodeados de violencia y sufrimiento? ¿no es un auto engaño?
Creo que la diferencia con la Nueva Era está en que se debe aceptar la
realidad como realmente es, y se debe vivirla en el nivel básico, sin prejuicio.
La mayor parte de tiempo es de manera contraria: permitimos que el mundo exterior cree
nuestras redes neuronales.
Lei en algun lugar y lo guarde' en una notica dentro de un libro muy especial para mi:
No lo que ojo puede
ver, sino mediante lo cual puede ver el ojo. No lo que el oído puede escuchar,
sino mediante lo cual puede escuchar el oído. No lo que el habla puede
iluminar, sino mediante lo cual el habla puede iluminarse. No lo que la mente
puede pensar, sino mediante lo cual la mente puede pensar.
Toma conciencia de
todo esto para entender la eternidad y no lo que la gente aquí adora
Desde Cuba, un abrazo fuerte para ti, Ismael.
martes, 20 de septiembre de 2016
Recuerdos, o un diario malogrado III
Durante muchos años toda la vida del piso 10
acababa a las cuatro y media cuando se cerraban las puertas del departamento de
ama de llaves y las camareras bajaban esos diez pisos para irse a casa.
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Todo un
piso del largo y ancho del hotel quedaba vacío cada noche. E incluso por el día
solo un tercio era utilizado, y a veces ni eso.
Ventanales
y ventanales , entre veinte y veinticinco , mayormente de dos hojas que se
abrían unos hacia la ciudad y otros hacia el mar. Otros solo dejaban pasar la
luz pues eran de un cristal opaco que en el medio tenia como unos entramado de
alambre en forma de colmena que supongo era para en caso de huracanes y posible
rotura no se rompiera en mil pedazos que volarían desde una altura increíble
como proyectiles sobre la ciudad y caerían sobre las casas vecinas, sus patios,
las aceras. Es un edificio de diez pisos que equivaldrían a veinte de los de
hoy en día.
En todo ese paraíso de luz y olor a mar , pues
el hotel se encuentra a solo dos cuadras del océano y sin obstáculos entre
ellos, había un área que siempre estaba oscura y cerrada. Yo le decía el
almacén, aunque en verdad no lo era desde el punto de vista del trabajo del
hotel en si mismo.
Así que
una vez despachado el día comenzaba la magia.
Es
decir, las camareras para sus pisos con sus enormes bultos de ropa limpia:
sabanas, fundas y toallas impregnando de
olor a nuevo y limpio los elevadores.
Los reportes de habitaciones entregados para poner en pequeñas casillas
y mediante números la historia de la noche en cada habitación, en cada piso.
Las supervisoras ya buscando los errores de alguna camarera descuidada y ellas
mismas tratando de escapar del calor o el frío del día refugiándose en una
limonada o un té tempranero en la cocina, donde estaba El guajiro, un cocinero
tosco y vulgar, pero con un cuerpo que valía la pena admirar a través de su
uniforme blanco como la masa del coco.
Entonces
el décimo piso quedaba con solo dos empleadas: el Ama de Llaves y la encargada
de la ropería. Y yo. Y los ruidos que solo se podían percibir en el silencio de
las alturas.
Durante
años ese silencio estuvo interrumpido algunas veces por personajes, o personas
que no sabia decir si eran reales o no. Es decir, entraban poco tiempo, hacían
algo por allí y se marchaban como habían llegado, desde la nada. Quizás con
muchos de esos personajes sucedió como con la lámpara de la historia infantil,
cuando uno frotaba alguno de los objetos que pertenecieron a ellos entonces de
alguna manera alguien nuevo para mi, pero en cierta forma siempre presente en
el hotel se hacia visible e interactuaba quizás por ultima vez con alguien de
este mundo, de esta época.
Y es que
era muy difícil ignorar todos esos tesoros tirados en el almacén del piso 10.
Allí se habían puesto y cada año aumentaban las pertenencias de todos aquellos
que habían fallecido en el hotel, o que se habían marchado y dejaban muchas
pertenencias detrás sin decir si algún día retornarían por ellas. Y también
había muchas cosas del hotel, los recuerdos de un lujo ya ido para siempre.
Vajillas
de porcelana holandesa, con amplios platos llanos y hondos tan blancos que
incluso en la semi oscuridad de aquel lugar cuyas ventanas estaban
permanentemente cerradas le daban la bienvenida alegremente a cualquier rayo de
luz, natural o artificial y respondían con un destello puro, aunque breve.
Algunas de ellas tenían paisajes de mar todo en azul y todas tenían un número
en el la parte del fondo que se ponía sobre la mesa. Siempre me pregunté como
es que los empleados y empleadas no se llevaban esos platos en una época en que
ya faltaban en Cuba tantas cosas de las tiendas, para no decir vajillas, ni tan
siquiera habían platos. Ya la mayoría de las casa tenían solo los platos
exactos de acuerdo a la cantidad de miembros de la familia y se trataban con
mucho cuidado para que no se rompieran. Vendrían tiempos peores en que serían
sustituidos por platos plásticos. Pero supongo que la carga de honestidad era
bien fuerte y en general la gente no tocaba lo que no les pertenecía.
Pero se
acercaba una época cuando todo esto cambiaria.
Entonces
era difícil escarbar entre tanta losa pesada, cajas y cajas que iba moviendo
poco a poco, para que no se dieran cuenta de que yo exploraba y buscaba un
posible tesoro.
Aprovechaba
cualquier resquicio, cualquier espacio entre caja y caja y metía mi mano de
niño de 7 años y sacaba siempre algo interesante. Ajeno por entonces a palabras como diamante, diadema, perla,
terciopelo, satín, rubí, brazalete , tiara,
las cosas eran solo bonitas o feas, brillantes, doradas y plateadas.
Así que
poco a poco se iba formando en mi mente
un mejor cuadro del ambiente de ese hotel. Ese hotel que fue construido para
una gente muy diferente a la que me rodeaba, no solo por el tiempo, sino
también por muchas otras cosas. Sus pertenencias me remitían a una época en que el hotel estaba lleno d
personas elegantes, que comían con cubiertos de plata y en porcelana holandesa
sobre manteles de hilo. Sus muebles eran de caoba y ébano, sus amplios baños
estaban cubiertos de azulejos blancos como la luna en primavera y que venían de
tierras distantes. En el bar del hotel escuchaban de seguro esa música que
muchos años después estaría prohibida no solo allí mismo sino en toda
Cuba. Y aunque como alguna gente dice el
pecado siempre ha existido de seguro las relaciones entre los seres humanos
eran menos directas. Habían otras prohibiciones y otras maneras de escabullirse
entre las reglas y la moralidad de aquel momento.
Aquellos
pasillos largos y luminosos en la época del socialismo por la falta de
cortinajes fueron de seguro atemperados
y mas reservados en las primeras décadas del siglo. Las alfombras no
permitían que el taconeo de los zapatos de una mujer infiel o liberada de las
ataduras la denunciara en su camino al elevador o de allí a la habitación.
Todavía
habían restos de pétalos de flores secos en algún que otro jarrón que en cada
habitación estaba sobre la mesita que siempre frente a la ventana permitía
llenar el aire con aroma de rosas o violetas, o una mezcla de ellos al entrar
el aire e impulsarlo hacia adentro. Siempre se prefería eso a los aun toscos y
fuertes aromas químicos que olían a pino. Los búcaros que más me gustaban eran
los de un cristal verde y transparente. Brillan particularmente en la penumbra,
dándole un aire esmeralda a la habitación. Los había altos y esbeltos que
supongo por los golpes de viento y lo delicado de su porte solo quedaban dos en
aquel almacén oscuro, y los había mas bajos que siempre me parecían como
sombreros de ala ancha puestos al revés. De esos había 3 tamaños, medianos,
pequeños y grandes. Para pétalos de flores y bombones, para las esencias y
pequeños jabones, y para arreglos florales o memorabilia.
Aun
recuerdo, cuando ya tenia unos 15 años,
y ya era hora de cerrar el hotel para una reparación total, que el
administrador socialista le daba a los trabajadores la posibilidad de llevarse
los restos de aquella época que aun quedaban en el hotel porque los consideraba
sin valor. Fue como un zafarrancho y toda aquella gente con ya mas de 20 años
de necesidades y hogares escasamente montados la emprendieron a martillazos
sobre los azulejos de los baños y los pasillos, arrancaban de las paredes
adornos de porcelana que se desmoronaban en aquellas manos que para nada comprendían
la delicadeza de aquellas piezas que fueron hechas y transportadas con cuidados
esmerados para deleitar los sentidos de personas que debían sentirse como en
casa, e incluso lograr que convirtieran el hotel en su casa y no se fueran en
mucho tiempo. . .o nunca mas.
Aquellos
trabajadores de los servicios que ya no eran escogidos por un Ama de Llaves
exigente, ni tenían que presentar una hoja de servicio o una recomendación de
empleadores anteriores sino mas bien estaban en la escala mas baja del
socialismo de los 1980’s se abalanzaban sobre lo que era mas importante para
ellos: azulejos, piezas de los baños, herrajes, picaportes de puertas hechos de
cristal, espejos enormes que había en cada puerta de cada closet de cada
habitación. Y en esa locura de trabajadores recorriendo piso tras piso,
desmantelando en un fin de semana el trabajo de años de cientos o quizás miles
de hombres y mujeres iban destrozando
los detalles que hacían del hotel un lugar especial aun tantos años después y
el abandono de un sistema que quería ignorar y denigrar al mundo burgués de
antaño.
Entré en
una de las pocas habitaciones que había estado cerrada y solo atiné a tomar
entre mis brazos los tres búcaros verdes, uno dentro del otro encajaban
perfectamente, y apartarme a una esquina de la habitación cerca de la puerta.
Pegado a la pared, para no ser atropellado, iba acercándome a la puerta y cuando
ya estaba a un paso sentí una mirada posándose sobre mí. Sonriendo de manera
condescendiente me pasó su brazo sobre los hombros y me llevó hasta el pasillo.
“Llévatelos, no te preocupes, y esto también” me dijo mientras arrancaba un
picaporte color lila.
Mi
mirada le hizo mil preguntas , e inclinándose me respondió mis mil porqués: ‘
si esto te parece horrible, es preferible que sea así. Me costó mucho lograr
que le dieran a los trabajadores esta posibilidad. Las bestias de la demolición
de interiores llegaran en unos días. De todos modos es bueno saber que alguien
tendrá una cosa linda en una casa (dijo esto mirando los búcaros entre mis
brazos), o tendrán un baño azulejado, o podrán hacer sus necesidades en una
taza decente sin peligro de rajarse de arriba abajo’
Recuerdos I: http://habana-havana.blogspot.com/2016/09/recuerdos-o-un-diario-malogrado-i.html
Recuerdos II: http://habana-havana.blogspot.com/2016/09/recuerdos-o-un-diario-malogrado-ii.html
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Recuerdos, o un diario malogrado II
Cada
mes, cada año , habían cosas nuevas e increíbles para un chico. Eran los
tiempos en que seguramente el dinero de los soviéticos llegaba por tuberías.
Tenia que ser así porque no se explica que 30 años después todo eso haya
desaparecido sin dejar rastro cuando debió dar paso a nuevas y mas excitantes
cosas.
Para solo mencionar algunas cosas al vuelo:
.carreras
de motos. Se hacían en el medio del Vedado, por todo el malecón. Yo no sabía qué hacer , si mirarlas desde el
piso 10 o desde el área de estar en la planta baja. Allí mismo en la esquina se
hacia una de las curvas mas peligrosas hacia una de las rectas mas largas en el
medio de la ciudad. Trajes brillantes, olor a aceite quemado, bólidos que no podían mantener el control y
salían disparados hacia los grandes cuadrados de paja que se ponían al borde la
calle, antes de llegar al contén y que eran colocados en los lugares que mas o menos se calculaba la trayectoria de
una caída.
¡La
televisión a colores! Pequeñito, pero aun lo recuerdo. Siempre se ha dicho que
ya antes del 1959 en Cuba se había ensayado la televisión a colores, pero claro
después se paralizó todo. Y entonces los juegos olímpicos de Montreal y la tv
en colores. Solo en los hoteles y en algunos lugares específicos. Y allí estaba
yo en el verano del 1976 sentadito con mucho tiempo de antelación en la mañana,
en una esquinita del lobby, sobre el piso, porque los asientos eran para los
huéspedes solamente, que en ese momento eran los chilenos refugiados del golpe
de estado de Pinochet. Pero solo duró en el lobby durante los juegos olímpicos,
después lo pasaron para el bar del hotel y el otro que trajeron lo pusieron en
una sala de reuniones en el décimo piso para ciertos momentos en que los
representantes del gobierno se reunían con los chilenos. Creo que lo único que no hacían era ver
televisión juntos, pero en fin, allí estaba.
Mas
adelante regreso a los chilenos.
Otra
cosa fascinante era el bar. Un lugar oscuro, en la planta baja, el único lugar
en Cuba que yo supiera donde había ginger ale, esa bebida ni dulce ni amarga,
que venia en unas botellitas verdes de cristal semi transparentes y que de vez
en cuando el barman me llevaba escondidas en su chaqueta de uniforme. El bar
estaba detrás del restaurante, conectado con él por una puerta dorada grande ,
de corredera; y con el lobby con una puerta mas bien pequeña y ciertamente
estrecha. Me llamaba la atención que los músicos que trabajan en el bar, y que
iban llegando por las tardes tenían que entrar sus instrumentos por el restaurante
porque no cabían por la puerta hacia y desde el lobby.
¡Los
músicos!, que gente tan interesante para los niños, bueno, para mí que era el
único que por mucho tiempo circulaba por cada recoveco del hotel. Mi primer
recuerdo es de solistas, mas bien pianistas y guitarristas. Unas veces me
sentaba en una butaca muy cerca de la puerta del lobby, o a veces a los pies
del cajero en la puerta que comunicaba la cocina con el bar. Me llegaba al
ritmo de los camareros que entraban o salían, o cuando intencionalmente me las
arreglaba para dejar entreabierta la puerta que iba hacia el lobby. Pero
siempre había alguien al que le molestaba ese hilillo de claridad y cerraba la
puerta desde dentro. Quizás en mi casa había un radio en aquellos años, no lo
recuerdo, pero aquello ciertamente era diferente, eran notas que llegaban en
vivo, que tenían un alma, que volaban desde unas manos, rebotaban en las
paredes del bar, chocaban con los espejos y las luces de baja intensidad, se
volvían como locas tratando de buscar la salida para finalmente escapar por las
puertas. Y allí estaba yo en algunas tardes, como dormido pero realmente
atento, tratando de entender por qué aquello me emocionaba tanto.
Y las
cosas se pusieron mejor, pues aquellos intérpretes solitarios un día se
convirtieron en grupos. Para facilitar las cosas y no tener que trasladar los
instrumentos pidieron permiso a los administradores del hotel y ensayaban en mi
reino, es decir, el décimo piso. Cada sábado era una fiesta.
Me movía
en silencio, me sentaba en un rincón, y escuchaba por horas. Al principio me
decepcioné un poco. Se detenían mucho, conversaban de esto y de aquello.
Discutían. Repetían fragmentos una y otra vez, pero con el tiempo les cogí la
vuelta: no había que ir muy temprano, mas bien sobre las tres de la tarde, y
entonces ya todo estaba perfilado, listo para ser lanzado al mundo.
Y allí
en el décimo piso , rodeado de ventanales que daban al cielo azul sobre la
ciudad, al mar, hacia las nubes o la lluvia en dependencia del día, volaba la
música. No me interesaba en realidad ver a los músicos tocando. Solo me ponía
de espaldas a ellos y me quedaba mirando hacia el infinito que entraba desde
los ventanales. Allí estaba el horizonte azul que parecía ser lo máximo a los
que los cubanos estábamos resignados y con permiso para percibir y soñar. Pero
yo viajaba mucho mas lejos, solo que no recordaba nada mas allá de la sensación de haber estado en otros
lugares, nada mas.
Pero
claro, era muy poco el tiempo que tenia para disfrutar de ellos. Entre una cosa
y otra los ensayos se extendían y solo hasta eso de las dos o las tres de la
tarde era que tocaban algunas piezas completas. Ya para esa hora mi mamá estaba
casi terminando de trabajar, y ya saben, después venía esa competencia de las
mujeres cubanas por los últimos rayos del sol de la tarde antes de que el día
se fuera y muy posiblemente llegara la oscuridad mas absoluta por el apagón
casi diario. Y eso era cundo estaba en vacaciones, porque cuando estaba en
clases bueno, solo podía disfrutar de todo ese mundo del hotel los fines de
semana, o mas bien los sábados.
No
obstante era un placer que venia a mi de vez en vez. Porque no solamente era
algo inusual, por decirlo de alguna manera , el poder vera un grupo ensayar y
tocar en vivo, sino aun mas importante lo que tocaban. Era una música
diferente, al menos del grupo que mas recuerdo. Una música de aire suave que
cuando por fin los músicos llegaban a dominarla los hacia cerrar los ojos y
dejarse llevar hacia algún lugar que solo ellos podían decir. Pero supongo que
era muy cerca de donde yo me transportaba en ese momento. Quitecito, muchas
veces con las rodillas recogidas y mi frente apoyada en ellas, tratando de
contener el aliento para ni tan siquiera interferir una nota esa música nos dominaba a todos. Creo
que por aquellos años no era muy bien vista porque muchas veces se habló de
tocarla en la noche y hasta donde recuerdo nunca se pusieron de acuerdo en
hacerlo.
Jazz.
Que
efecto tan increíble provoca esa música. A veces algún músico llegaba temprano
y comenzaba a practicar, a calentar con algunos acordes de jazz. Después
llegaba otro y se le iba sumando al primero, y después otro, y después otro y
así hasta que todos estaban como interpretando un mensaje que solo ellos podían
y sabían leer. A veces era un frenesí. Supongo que mezclaban, improvisaban,
porque se reían, y se preguntaban en voz alta, ‘ ¿¡Cómo hiciste eso!?’ , ‘
¡sígueme si puedes!
Todo eso
duró un tiempo , pero un día ya no vinieron mas. Me resultó muy extraña esa
mañana de sábado que se extendió en solitario. Cada vez que la puerta del
elevador parecía abrirse salía corriendo desde la terraza a saludarlos. Pero
no, no llegaron. Mi mamá me dijo que se comentaba que tocaron una música ‘en
ingles’ fuera de programa y estaban
pendiente de si le autorizaban o no seguir tocando allí. Lo que mas me asombró
fue lo de la música en ingles porque realmente nunca los oí cantar. Además,
había un pianista que tocaba también allí desde hacia muchos años y a mi entender
también tocaba esa música, solo que para piano únicamente. Digo, era claro para
mi que era el mismo tipo de música y nunca le paso nada. Quizás porque era un
ciego y mayor.
En todo
caso llego el silencio nuevamente al décimo piso y tuve que regresar al almacén,
ese espacio entre el departamento de Ama de Llaves en la parte de atrás del
piso diez y el salón de baile en la parte de alante. Ese espacio tenia una
puerta hacia cada lado. En el lado del salón , muy pegados , estaban los
elevadores. Creo que en ese rincón era donde se refugiaban los recuerdos del
hotel, su memoria silenciosa que a veces se manifestaba en ruidos extraños, susurros o risas., y a veces en una tristeza o angustia que se podía respirar.
Yo creo que por eso tantas personas se suicidaron en ese hotel. Te atraían con
una fascinación retro y lograba embargarte de melancolía. Pero no a un chico
que corría tanto y reía por todo.
Recuerdos I: http://habana-havana.blogspot.com/2016/09/recuerdos-o-un-diario-malogrado-i.html
Recuerdos III:
http://habana-havana.blogspot.com/2016/09/recuerdos-o-un-diario-malogrado-iii.html
Recuerdos I: http://habana-havana.blogspot.com/2016/09/recuerdos-o-un-diario-malogrado-i.html
Recuerdos III:
http://habana-havana.blogspot.com/2016/09/recuerdos-o-un-diario-malogrado-iii.html
lunes, 19 de septiembre de 2016
Recuerdos, o un diario malogrado I
El
Vedado es un lugar agradable para vivir. Es decir, es un lugar con muchos
parques y árboles frondosos en las aceras que permiten caminar largos tramos sin fatigarse mucho en los días
de agosto llenos de sol. Ese sol que lastima los ojos, quema la piel y
victimiza a las plantas durante el día. Esos árboles mantienen una temperatura
fresca, y hacen circular una brisa muy agradable durante casi todo el día.
Es un
barrio también donde todo lo que uno necesita está a la mano. Tiendas,
escuelas, hospitales, restaurantes, cines, teatros. Y al ser un barrio donde
vivía la burguesía cubana de las décadas de los 1930’s hasta principios de los 1960’s las
instalaciones de agua, gas y electricidad eran excelentes. Tanto es así que muchos
años después aun vivimos con ellas.
Así que
es muy difícil que alguien se mude del Vedado a no ser que sea de los nuevos
afortunados, o quizá debería decir los nuevos ricos, que tienen la posibilidad
de conseguir algo en las dos únicas zonas similares o quizás superiores al
Vedado: Miramar o el Nuevo Vedado.
Pero por
aquel entonces Miramar parecía un lugar distante, un proyecto que casi se logró
pero que parecía abortado. Tenia casas muy buenas, pero había que tener auto
para llegar y salir. Todo estaba muy distante y para nada podía competir en
infraestructura con el Vedado.
En todo
caso eso cambió con el tiempo, pero antes debieron ocurrir muchas cosas.
Entonces
cuando la gente comenzó a irse del país a principios de la revolución mi padre
logró que le dieran un pequeño apartamento en los confines del Vedado, casi
llegando a Miramar, es decir, en la frontera. A solo unos metros del túnel que despedía
al Vedado y le daba la bienvenida a Miramar.
Quizás
porque fuera muy pequeño , pero lo que recuerdo es una cuadra lúgubre. Era la
época de largos apagones nocturnos y todas las mujeres trabajadoras
literalmente corrían todo el tiempo para aprovecharlo antes de que cayeran las
noches. Noches que inevitablemente serían oscuras y aburridas.
La vida
parece haber cambiado poco en esos niveles básicos, en esos lugares periféricos.
Todavía un farol en la calle, quizás dos. Siempre que hay crisis de algún tipo
son los lugares donde hay apagones, donde quitan el agua, donde hay recortes de
gas. Parecen mas bien pueblecito de campo insertados en la capital por algún
azar del destino. Aun recuerdo que la única vez que los edificios fueron
pintados fue en el 1978, siendo yo muy pequeño, cuando se fue a celebrar en La Habana el festival de la
juventud y los estudiantes. Y al igual que en otros tantos barrios se demoraron
tanto tiempo que cuando llegaron a la cuadra ya el festival comenzaba y dejaron
los edificios a medio pintar. Aun hoy , si se va por allí se puede notar. Es
decir, que nunca después del 1959 esos edificios fueron pintados hasta el 1978.
20 años. Y se quedaron inconclusos, sin pintura, sin mantenimiento hasta ahora,
casi 35 años mas.
Realmente
me siento afortunado de haber escapado de allí.
Aun cuando todo esto no lo pensara en aquellos años, y esa era la vida
“normal” para casi todos. De cualquier modo teníamos un auto que nos permitía
escapar a otros lugares los fines de semana y las vacaciones. Eso fue algo
importante y creo que mi espíritu sobrevivió intacto por ese y otros dos o tres
azares.
Dos de
ellos fueron importantes. Uno es que mi mamá trabajaba en un hotel, que aun
cuando estaba en el Vedado estaba bastante céntrico. El hotel Presidente, y
como consecuencia de esto fui a una escuela muy cercana al hotel, es decir,
lejos de donde vivía y sobre todo era el único chico que pasaba la mayor parte
del día fuera de la cuadra
El hotel
Presidente fue esplendoroso. Cuando yo lo conocí solo quedaban en él fantasmas
del pasado y sus pertenencias. Todo el lobby, la terraza del 10mo piso, y muchas
de las habitaciones tenían cubiertas sus paredes hasta un metro y cincuenta
centímetros con azulejos sevillanos. Todos los muebles eran de caoba, cedro y
ébano. Sus ascensores eran de puertas de rejillas y con maniguetas de madera. Era
muy divertido manejarlos. Había que calcular por la cantidad de personas que
estaban en esos momentos en el elevador para así quedara el nivel del piso en
el que se paraba con el del elevador mismo, sino la puerta principal no se abría. Cuando no se tenia practica era
un sube y baja hasta quedar bien alineado. Recuerdo que había una ascensorista
que cuando le sucedía eso comenzaba a
reírse nerviosamente y mientras mas se reía menos atinaba a poner bien el
condenado elevador y de paso su risa era contagiosa y aquello terminaba en una
risotada colectiva hasta que algún huésped perdía la paciencia y comenzaba,
primero solo a quejarse entrecortadamente
y después gritándole a la ascensorista que parase de jugar. En fin, que
había que ser ascensorista de precisión.
A esa
ascensorista la pasaron después al ascensor de carga y por la mismas razones
terminó despachando los tickets de almuerzo y merienda de los empleados,
cobrando el sindicato, marcando las tarjetas de entrada y salida mientras se
tuvo un reloj y cuando ese se rompió entonces el libro de asistencia.
Sí, eran
los tiempos en que no se despedía a
nadie de los trabajos.
A mi me
encantaba manejar esos elevadores. Eran dos. Y en los días en que no habían
muchos huéspedes se dejaba funcionando solo uno y a veces me dejaban “ayudar”
subiendo y bajando el servicio a las habitaciones. Esos momentos siempre
fueron especiales. Me sentía un poco como el maquinista de un tren antiguo,
pero también me sentía como si subiera y bajara por niveles de vida y muerte.
Allí, en
esos cajones de diez pisos de los antiguos coincidían todos los ruidos del
hotel. Una conversación en el piso 2 sonaba como un susurro fantasmagórico,
casi inteligible en el piso 8 o mas alto. Una risa unos pisos mas abajo o mas
arriba podía llegar como llanto desesperado.
Un suspiro como un gemido. Unas pisadas leves como pasos justo detrás de
nuestras espaldas. Porque claro, eran elevadores de dos puertas, es decir, dos
paredes y esas dos puertas en el décimo piso se abrían por los dos lados.
Como a
mi nunca me echaron miedo con fantasmas esos ruidos nunca me inquietaron en
demasía. Pero con los empleados era otra cosa. Distaban mucho los empleados de
servicio de aquellos años de tener buen nivel educacional. Cuba se había
cerrado al mundo , por lo menos al mundo capitalista y los hoteles no demandan
mucho de sus empleados. Nada de idiomas, ni de tener al mas de 12 grado. Así que
la ignorancia y la superstición abundaban mucho por aquellos años.
Eran
buenas personas, pero al mismo tiempo muy crédulas y temerosas del mundo no
visible. Es curioso cuando miro atrás y recuerdo a esas personas.
Hoy en día nos asustamos de los agujeros
negros, de los cometas de hielo, de la capa de ozono, de las crisis económicas,
de perder el empleo. Por aquellos años los miedos fueron por décadas. Quizá uno
o dos cada diez años: las invasiones yanquis, las crisis de los misiles, las
epidemias contra el tabaco y los cerdos, la guerra en Angola , la guerra en
Centroamérica, estas dos ultimas porque era la primera vez en la historia de
Cuba que sus hijos eran enviados en masa a luchar, morir, sufrir y muchos nunca
regresar desde tierras lejanas.
Lejos de casa
casi todo el día y casi todos los días mi mundo era diferente , al menos en
apariencia, al resto de los chicos de mi cuadra. Y todo gracias a ese hotel.
Hotel Presidente, uno de esos dias en que el mar unido' muchas cuadras |
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Recuerdos III: http://habana-havana.blogspot.com/2016/09/recuerdos-o-un-diario-malogrado-iii.html
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