lunes, 26 de julio de 2021
El Juego (suerte + inteligencia vs la vida que toco')
jueves, 22 de julio de 2021
OPTIMISMO
Un amigo me sugiere el tema del optimismo para mi blog. Es un tema tan tocado ya, a veces tan manido. ¿Qué aportar nuevo? ¿Debo mencionar lo del vaso medio lleno o medio vacío? ¿A dónde debo mirar o qué fibras tocar para que mi lector siga a partir de esta línea?
Esto sera' un poco largo, asi que pienso que es mejor leerla en una PC. Pero nada, lo siento mucho, no cabe en menos.
Quizás deba comenzar con una línea muy atrevida: el
pueblo cubano es uno de los pueblos más optimistas que existe. . Espero poco a poco, y con la limitante de espacio del
blog, demostrar ,aunque sea una somera idea ,de porqué lo digo. Y que conste,
yo no soy una de las personas más optimistas que conocerías en Cuba. A veces
sueno mas resignado que optimista.
En el mundo de hoy hay pueblos que hacen grandes
proezas. Pero sus motivaciones son económicas, hacer o morir en el intento; hay
pueblos que logran liberarse, pero es cuestión de supervivencia. Hay pueblos
que se vuelcan sobre la imagen de una sola persona como representante de una nación
entera: un futbolista, un músico, y hasta un youtuber.
Pero no hablo de eso. Quiero enfocarme en esto: en una
historia de optimismo colectivo de la que solo tocaré algunos elementos de los últimos
sesenta años, pudiera hacerlo incluso desde el 1900, pero ya eso sería un
libro.
Tantas y tantas caídas, fracasos y seguimos siendo
optimistas. Es como si reseteáramos el disco cada 10 años, y comenzáramos una y
otra vez. No ha sido siempre nuestra culpa. El mundo, la política, las crisis,
el duelo de potencias. Quisiera hacer un contraste con otros pueblos que han
aceptado en su mayoría al mundo tal cual es, injusto en sus reglas, y esa forma
del cubano de sacar fuerzas como pueblo que espero poder argumentar con éxito.
Manejar la mente en el modo “optimismo colectivo” por décadas
es algo relevante. Entonces entremos en materia.
Hoy en dia Cuba tiene unos 11 millones de habitantes
viviendo en la isla. En los últimos 50 años se ha duplicado la población. Y a
pesar de que en la última década la tasa de natalidad ha disminuido, el hecho
de tener hijos y la esperanza de criarlos y que llegaran a la madurez durante un
proceso social lleno de problemas muy serios que incluso han amenazado la vida
del ser humano en mi país es una muestra de optimismo. Pensar en hacer el amor
(no solo tener sexo) y tener hijos cuando en cualquier momento seriamos el
campo de batalla entre dos superpotencias nucleares, durante una década como la
del 1970 al 1980 con grandes escaseces de alimentos y ropas, con la certeza de
que nos casaríamos y tendríamos una nueva familia dentro de una casa en la que
ya habitaban 3 generaciones y sin posibilidades de que eso cambiara. . . en los
próximos 20 años. El pensar que tendríamos (porque lo construiríamos) un
sistema de salud y exportaríamos médicos cuando se quedaron escasamente 3000 médicos
de los casi 6000 que había en el 1960. Hoy tenemos mas de 75 000 dentro del país,
uno cada 160 habitantes. Y ahora la joya de la corona: tasa de mortalidad
infantil de 4 por cada mil nacidos vivos. Eso es trabajo duro, diario de
largas horas y muchísimas veces sin recursos materiales.
El salir a los campos, por todo el país de una población
de 7 millones de habitantes) a buscar atletas porque los soviéticos nos dijeron
que era una buena propaganda para el socialismo tener medallas olímpicas y
descubrir que era mucho más que eso. Tener una población saludable, hacer
escuelas de deportes, cuando los deportistas amateurs existían y no todo era
dinero fue una prueba de optimismo. Todo eso en momentos, en décadas, en que no
existían escuelas de deportes (que hubo que construir), en profesores de alto
rendimiento (que hubo que formar), en que no existían en el país médico del
deporte. Hoy ocupamos el lugar 16 en el medallero histórico olímpico por países.
Superados solamente por países desarrollados, la mayoría con mayor población y
cantidad de participación. Ni mencionar que en una sola olimpiada tenemos más
medallas que todos los países latinoamericanos
juntos. Y la próxima ,espero, no será la diferencia. En estos días de pandemia y con una
crisis económica como nunca los cubanos mantienen el optimismo y en parques,
patios, azoteas y ahora de regreso nuevamente a los gimnasios se preparan para
los de Tokyo 2021.
¿Qué decir de los huracanes? Año tras años se destruyen
cosechas, casas, terrenos e instalaciones. Y se vuelve a la carga. ¿Tiene que
ver con el sistema social? Dejemos el tema político a un lado por un momento, concentrémonos
en la fuerza interior de no aceptar las desgracias, los huracanes, y salir a
resolver la vida. Huracanes,
inundaciones, epidemias naturales e importadas, la condición de isla rodeada de
“enemigos” antiguos, de “amigos” en una realidad paralela y que realmente no lo
son, de una economía siempre sangrante. Hablo del cubano como persona.
El querernos hacernos más educados, más cultos. Una tarea
siempre cuesta arriba, y que cada década y crisis nos demuestra que la
ignorancia se mantiene aún en las mentes escolarizadas. Comenzar por una alfabetización
en 1960 (teníamos un analfabetismo del 23 % , que ya era la más baja de América
Latina) y bajar ese número en 1961 a solo el 8%. Ir a las montañas, los valles más
alejados, las costas más distantes, los puntos más oscuros de las ciudades
donde vivían las prostitutas y los desclasados siendo hasta niños de 14 años
los maestros. Toda una población que se movilizó, sin importar sexo, edad y condición
social a enseñar a leer y escribir, ¿Cómo se llama eso sino optimismo? Un optimismo
loco en que el ser humano podría ser mejor si se le daban las herramientas, de
que los que vivieron aquella época serian también mejores personas si contribuían
a una de las misiones más hermosas que hay: llevar la luz al cerebro oscuro de
un ignorante. Sin importar que como siempre ha sucedido, sucede y sucederá a
alguno de ellos les quitarían la vida. Comenzar las campañas por el sexto
grado, después la del noveno grado, y que mucho tiempo después, décadas después,
esos que aprendieron en la década de los
1960s en Cuba caminaron las selvas de Centroamérica, Suramérica, África
devolviendo lo que recibieron. Incluso tuvimos que crear un nuevo sistema de
enseñanza llamado “Yo sí puedo” basado en números para poder enseñar a leer y
escribir mediante números . ¿no es eso optimismo?, ¿no era optimistamente loco el pensar hace 40
años que tendríamos un maestro por escasamente tres alumnos en las escuelas
especiales?
Hemos creado cientos de escuela de arte. Las escuelas
de música en los años 1990s daban clases de instrumentos de cuerdas. . . sin
cuerdas. Pero no se faltaba a clases ni alumnos ni maestros y hoy ya ganan premios
internacionales. Tenemos la única escuela de ballet con características propias
y de América Latina, y con categoría de Escuela Cubana de ballet en un país machista
y comunista donde los bailarines cubanos hacen cátedra en las mejores compañías
del mundo. ¿no es eso optimismo? Pues claro, pero para llegar al ballet hay que
pasar por las congas, la rumba, el son y la salsa, los carnavales donde el
optimismo se viste de colores y baila.
Reconstruinos los cascos históricos de las principales
ciudades en la década del 1990 cuando cayó el muro de Berlin y no había un
centavo propio. Aceptamos el guiño soviético y pusimos un hombre negro
campesino y de origen humilde en el cosmos. Logramos traer a 3 Papas, y este
ultimo 3 veces. Logramos traer a los Rolling Stones a la Habana a hacer un
concierto gratuito. Mis padres sobrevivieron la época de Kennedy y la crisis de
los misiles, la época de Nixon y su invasión a Viet-Nam y amenaza de invadir a
Cuba, mi generación sobrevivió a Reagan, los dos Bush, Obama y sus siete
invasiones en el tercer mundo y ahora pasamos horrores con Trump.
Sabíamos que los tiempos más oscuros de la política, la
gente lanzada al mar con la esperanza de llegar a la otra costa pasarán, y que
poco a poco volveríamos a estar conectados con el mundo, que llegarían los
turistas, y algo parecido a internet y superior a la onda corta se crearía, teníamos
la certeza de que todo el mundo no era oscuro y terrible como los soviéticos nos
quisieron hacer creer, sabíamos que nos reuniríamos con las familias que
estaban en Estados Unidos y la gente circularía primero tímidamente y después
en masa en ambas direcciones. Todo esto lo imaginamos y deseamos tan
ardientemente que se hizo realidad, ¿no es eso optimismo? Y sé que hay gente
que me dirá que solo fueron cosas que pasaron o que inevitablemente pasarían,
pero hubo gente que las pensó, dieron los primeros pasos aun sabiendo que no serían
ellos los que verían los resultados, y así y todo continuaron porque no podían
aceptar que así terminarían las cosas: con odio y separación. Y aun hoy la
tarea continúa y los que fabrican los puentes son los optimistas. Y aun cuando
los tiempos nos regresan oscuros y terribles cada cierto tiempo nos ponemos los
brazos en jarras y nos decimos: ¡estamos vivos y hay que vivir!
Y llega la pandemia. Nos teníamos que enfrentar con
todas nuestras fuerzas. Unos nos decían que no lograríamos salir pues somos
demasiado pobres, otros nos decían que no existe y no hiciéramos nada. Pero la
vida es lo importante y por si acaso nos lanzamos con lo que teníamos. Y no
hablo de política, nuevamente quiero mantenerla fuera, hablo de nosotros: de
optimismo, de inteligencia y raciocinio, de solidaridad, y seguramente vendimos
hasta la ropa interior por usar una frase popular para poder comprar lo que se debía.
Hoteles cerrados, aeropuertos cerrados, la gente sin trabajar y en casa por
meses. Y nos lanzamos ante el más grande reto del momento: la Vacuna.
Con esto cierro. Sabemos quiénes harán la vacuna. Sabemos quiénes la comprarán porque tienen el dinero para pagar diez veces el precio. Sabemos cómo funciona el mundo, y aun teniendo amigos las cosas pintan feo y a la hora de un momento terrible no podemos pedirle a otro gobierno que nos ayude estando ellos mismos en problemas. Y nos lanzamos a hacer nuestra propia vacuna. En silencio. Es necesario que funcione porque nos daría soberanía sobre lo que se haga y cómo se haga en el mundo de hoy donde un país rico secuestra medicamentos destinado a otro país en un aeropuerto. ya tenemos tres candidatos vacunales. Ojalá funcione alguno de ellos. Nos lo merecemos. ¿no es eso optimismo?
Humberto.
p.s. perdonen la enorme carga de chovinismo y lo largo
de este blog. Lo escribí con una sonrisa porque pensaba hablar de tristezas y
resultó en una especie de canción dedicada a nosotros mismos, estos cubanos
incorregibles. Y que conste, estoy consiente de los otros, de los pesimistas, de los que rompen los puentes, de los que se rinden, de los que se duermen, de los que solo se quejan, de los que odian los esfuerzos ajenos, que de todos tenemos.
LEYENDO EL PERIODICO EL PAIS
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CONFESIONES DE UN CUBANO
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MEDITACION CON SARCASMO
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KABUL-HABANA UNA LECCION DE HISTORIA
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martes, 20 de julio de 2021
CORTA LECCION DE HISTORIA, CON UN POCO DE IRONÍA
La relación Histórica negativa entre Cuba y Estados Unidos no es de 60 años, comenzó minimamente en 1895.
Así es la Historia. Depende de quien la cuente, depende de quien la sufre, depende de si estás del lado del vencedor o del vencido, de la oficial o la de la calle, cambia toda la perspectiva y el análisis. Las sombras salen a la luz y esta a su vez se convierte en oscuridad.
Hace mucho, y
tanto que solo queda en el recuerdo de algunos ancianos y en los libros de
historia, las calles de la Habana eran su felicidad. Una de las capitales del
nuevo mundo, una de las que más futuro tenía. En las noches el centro se
llenaba de prostitutas y no solo cubanas sino también traídas de otros países
latinos, e incluso desde España, aprovechándose de la miseria. Los fines de
semana llegaban los ferris desde la Florida, llenos de americanos a inundar la
ciudad con hombres sedientos de alcohol y
con ansias de sexo. Durante décadas había sido así, lo prohibido allí permitido
acá. Y por otro lado la maravillosa policía local, que cada año se tornaba más
represiva, con todas las variantes, tanta sangre e injusticia le hacían al mal degustar el sabor de la muerte y la
infelicidad, tan antiguo como el hombre mismo.
Pero se
rebelaron.
¿Cómo era
posible que esa gente en una isla los retara?
Es decir, en
realidad no los retaba, sencillamente querían cambiar las cosas para que
funcionara igual de bien para todos, pero ellos lo entendieron al revés y
cometieron errores. . .
Presionaron,
chantajearon, trataron de invadir, sabotearon, y finalmente bloquearon, y con
esto atrajeron al otro gigante a las puertas de su propia casa, un gigante tan
ambicioso politicamente como ellos mismos y con las mismas armas, uno que no le temía y solo
necesitaba una leve invitación a la fiesta en el otro continente. Y por primera
vez tuvo que dar un paso atrás. La guerra siempre había sido lejos de casa,
esto era otra cosa.
COSAS QUE
HACEMOS POR AMOR A ALGO MAS GRANDE QUE NOSOTROS MISMOS
Fueron
tiempos difíciles , décadas , para el mal en la isla nación. Se repartieron
tierras, se repartieron casas, los pobres llegaron a la universidad, se
hicieron campañas de alfabetización y de vacunación, se abrieron nuevas
universidades, se enviaban a los pobres a estudiar a otros países, aumentó la
natalidad .
Y para colmo
se enviaron hombres a apoyar a otros pobres por el mundo, y no solo hombres-
soldados, también hombres-maestros, hombres-médicos, hombres- deportistas,
hombres- científicos. La fiesta estaba perdiendo su encanto.
EL MAR
Nuestra
única frontera. Bello desde la orilla, terrible a solo unos cientos de metros adentro. El Mal necesitaba hacer algo para que los hombres de la isla se
lanzaran hacia el azul y sacrificaran lo más preciado que hay: sus vidas.
Fue tan
fácil que casi moría de la risa mientras manipulaba las cuerdas. Era lógico
pensar que en un pueblo hambriento de comida y de objetos después de más de dos
décadas de aislamiento el estrago que harían los visitantes del norte sería un
espectáculo magnifico de observar.
Cada cierto
tiempo y atraídos como mariposas
nocturnas por las luces del consumo, de las luces de las grandes ciudades del
norte, los habitantes de la isla comenzaron a lanzarse al mar. ¿Cuántos
llegaron y cuántos murieron? Fue algo que duró décadas. Pero no me agrada
hablar así de todos, algunos se fueron persiguiendo un sueño, otros ya estaban
cansados después de tantas batallas y años y solo deseaban paz en sus vidas.
Para cada uno de ellos valía la pena jugarse la vida de una vez a morir en vida
poco a poco esperando un mañana próspero y feliz que nunca llegaba como el
horizonte mismo que nunca se puede alcanzar.
SE GANA O SE
MUERE
Los dos
gigantes se enfrentaban por tierras y recursos, pero más aún, por las mentes de
los hombres. Uno de los gigantes era demasiado joven y murió joven porque el
otro estaba en plenitud, solo tenía 400 años y al mismo tiempo lleno de
experiencia.
Y esa isla que todavía resistía. . .pero en fin, ya son tantos los que desean que caiga que a veces se duda. Y en caso de que suceda habrá seguramente una gran fiesta para ver a sus habitantes sumergirse en el mundo real de mucha riqueza para algunos, de drogas al alcance de todos, del regreso de la prostitución en masa (no solo de unas cuantas), de cárteles y pandillas, después de todo son los últimos que quedan, ya no les queda nadie a quien recurrir y nadie realmente quiere ayudarlos, los que llegan solo van hacia allí para estar sentados a la mesa cuando el banquete se sirva.
Bienaventurados
los ricos, los hermosos, los sanos, los inteligentes. De ellos
será el reino de los cielos en la Isla si se salieran con la suya.
NUESTRO SUFRIMIENTO NO TE HACE VENCEDOR
https://habana-havana.blogspot.com/2021/06/nuestro-sufrimiento-no-los-hace.html
UNA CANCION QUE PUDO SER SUBVERSIVA SI . .
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UNA BELLA CUBANA
https://habana-havana.blogspot.com/2021/06/bella-cubana-catalina-de-lasa.html
lunes, 19 de julio de 2021
UNA CANCIÓN QUE PUDO SER SUBVERSIVA.
. ¿Qué tienen en común LA INTERNACIONAL y la canción IMAGINE de John Lennon? Todo. Y si hay alguien que todavía se deja llevar por el camino que la canción es solo un himno a la paz pues debería prestarle más atención.
La canción nos dice:
Imagina que no hay paraíso, es fácil si lo intentas, tampoco
infierno. Sobre nosotros solo el cielo. Imagina a todos viviendo solamente el
presente. Imagina que no hay países, no es difícil, que no hay nada por lo que
matar o morir. Y tampoco religión.
Imagina a todos la gente viviendo en paz, puedes decir que soy
un soñador, pero no soy el único y espero que un día te nos unas y el mundo será
uno solo. Imagina que no hay posesiones, me pregunto si podrás. Sin tener necesidad
de acumular, ni hambre, solo la hermandad de los hombres, e imagina a todos
compartiendo el mundo.
Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único, espero
que un día te nos unas y que el mundo viva en unidad.
Es decir, imagina un mundo sin religión, sin infierno ni paraíso,
un mundo ateo. Imagina un mundo sin países, gobernado por una sola autoridad
mundial donde no haya ideologías que nos inciten a matar o a morir. Imagina que
no hay posesiones (por lo tanto no hay propiedad privada), que no hay necesidad
de acumular, que no hay hambre y reina la la hermandad y solidaridad entre los
hombres.
Y finalmente nos dice que espera que nos unamos a ese
movimiento. Siempre me viene a la mente el lema: ¡Proletarios de todos los países
uníos!
Es decir, si esa canción hubiera sido compuesta en la Unión Soviética
o Cuba (con ritmo de marcha claro está) y no por un músico de clase media de
Inglaterra que vivía en New York sería un himno de la gente progresista, de los
comunistas y otros movimientos de izquierda del mundo. Pero el mundo tal cual es hoy devora,
procesa todo lo que promueve diferencias e inquietudes sociales y regurgita la versión
suave, light, y que suena muy bien escuchada en una noche estrellada, con una
Coca-Cola en una mano y una MacDonald en la otra, mientras se piensa en lo injusto
que es el mundo.
Nada, una consideración de la vida tal cual se lleva hoy en dia y los poderosos diluentes que blanquean nuestras mentes si no estamos alertas.
Imagine
there's no heaven, It's easy if you try, No hell below us, Above us, only sky, Imagine
all the people Livin' for today
Imagine
there's no countries, It isn't hard to
do, Nothing to kill or die for
And no
religion, too.
Imagine all
the people, Livin' life in peace, You
may say I'm a dreamer
But I'm not
the only one. I hope someday you'll join us, And the world will be as one.
Imagine no
possessions, I wonder if you can, No need for greed or hunger
A brotherhood
of man, Imagine all the people Sharing all the world
You may say
I'm a dreamer, But I'm not the only one, I hope someday you'll join us And the
world will live as one
viernes, 16 de julio de 2021
ENTREVISTA 3 (A LOS OTROS CUBANOS): ABEL
ABEL
Ya sabes, mi
nombre es Abel. Salí de Cuba en el año 2000
cuando recién me graduaba de economía. Realmente aguanté hasta el final de la
carrera a duras penas. Ya no resistía tantas escaseces, tanto calor en todas
partes, tanto marginal en todos los niveles. Gente vulgar y fea. La fealdad era
como una sombra funesta que conquistaba cada vez más terreno. Quería irme a un país
rico y donde la mayor parte del tiempo hubiera frio, o al menos hubiera aire
acondicionado en todas partes. Asocio el calor con la pobreza. El sudor, los
olores fuertes, el desgaste ante cualquier esfuerzo aunque sea mínimo. Y en Cuba
sobra todo eso. Lo de país rico era para llegar a un lugar donde ya todo
estuviera hecho y no en perpetua y estéril construcción .
Llegué a Canadá
y el único trabajo que encontré fue limpiando pizzerías en la madrugada. Tres pizzerías
cada noche. Así por casi dos años, hasta que una tarde de un día libre conocí a
Paul enseguida nos llevamos bien y nos fuimos a vivir juntos al mes. Le conté
mis sueños de un día llegar a Cuba como un hombre rico y restregarles a todos
los comunistas de mi cuadra mis éxitos. Le prometí llevarlo a Cuba por todo lo alto.
De manera
corta: me consiguió un trabajo en la compañía donde trabajaba. Me fue tan bien
que en un año me enviaron a un curso en España para nuevas técnicas de administración
y su relación con los bancos. Al terminar el curso presenté una solicitud en el
Banco Interamericano de Desarrollo que estaban buscando empleados para sus
oficinas en Haití. ¿Haiti? Pues sí, pero allí aprendí que en todas partes
(menos en Cuba posiblemente) había grandes supermercados, edificios imponentes
de bancos, clubes para los ricos y un mundo separado por clases. Mucha comida
basura para los pobres, mucha comida buena para los que podían pagarla. Si al
menos en Cuba fuera así. En fin, tremendo salario y por poco pierdo la vida
porque a los seis meses ocurrió un terremoto que dejó al país
más en ruinas aún, si fuera posible. Me pagaron una buena compensación y me
enviaron a trabajar a Perú. Allí estuve tres años, en Méjico tres más, y desde
entonces en Miami y Houston. Ya sabes, mucho dinero. Saque’ de Cuba a mi madre,
mis dos hermanos y a mi abuela. A mis hermanos les busqué buenos trabajos, a mi
madre y a mi abuela las hice viajar por los cinco continentes. Otro día te
cuento. Pero Cuba no se me quitaba de la cabeza, es decir tenía algo pendiente.
No, no era cuestión de ninguna venganza, al menos no de ese
tipo, es que quería tener ciertas satisfacciones. Después que murió mi abuela vendí
mi apartamento en Canadá, me separé de Paul y me instalé definitivamente en
Miami. Me gusta, excepto por los cubanos
de allí, es la misma escena patética de Cuba, pero en un espejo invertido. Mucho
ruido, juegos de dominó y políticos viejos encadenados en el pasado que
arrastran a los que llegan a cumplir la vendetta política.
Regreso a mi vida. Viajé nuevamente a La Habana en el 2015. Muchos
sentimientos encontrados, pero ya sabes, tenía mis convicciones y mis sueños. Para
colmo el gobierno cubano mostraba signos de debilidad, es decir, ellos decían construir
puentes a los emigrados para que colaboraran de cualquier manera o regresaran a
Cuba. Tontos, es como entregarle la pala al sepulturero. Parece mentira que no
nos conozcan. Y es cierto lo que dices de que tu sufrimiento no nos hace vencedores
, pero también es cierto que la venganza es un plato que se come frio.
Compré dos apartamentos en La Habana. Para rentar
habitaciones a turistas que yo mismo traería de manera indirecta a Cuba. Le vendería
lo mejor del país, y como debe ser, la mejor parte para mí. A los tres años me aburrí
porque hasta para conseguir papel sanitario era un problema, muchas cosas las traía
de Miami, y con esa intuición que Dios me dio decidí vender los apartamentos. Además,
no sé por qué, pero hay cada vez más negros, eso no puede traer algo bueno, al
final habrá un problema serio con eso, seguramente quemaran cosas en las calles
y se meterán en las tiendas. Creo que será la venganza del comunismo en Cuba para
el futuro sin ellos.
En todo caso, quise encontrarme contigo para despedirme. Quizás
algún día nos veamos por alguna parte del mundo. No regreso a Cuba más, ni aun
sin el comunismo, no vale la pena, esto siempre será lo mismo, por lo menos en
el tiempo que me resta de vida, se lo digo a una prima que me queda por acá, me
tiene harto con que ama a Cuba, solo le envío dinero por mi madre, que si no se
conformara con lo que dan por esa libreta de racionamiento. Todavía me pregunto
cómo has podido no solo sobrevivir aquí , sino mantenerte cuerdo.
¿mi patria? Ese es un concepto del pasado, atrasado, ya el
mundo es casi uno solo, es una apariencia de tantas cosas incluidos esos
conceptos de soberanía, patria, independencia. Pero no te pongas triste, el
mundo va en esa dirección cada vez más y en dos décadas, pues nada.
ENTREVISTA 2 (A LOS OTROS CUBANOS): SONYA
SONYA
Las madres
cubanas, igual que todas las madres latinas, son muy posesivas con sus hijos.
Nunca comprenden que son solo un vehículo por el cual llegamos los hijos.
Recuerdo que cuando tenía más o menos nueve años y recién fallecido mi papá se
lo dije a mi madre. Le peinaba sus rizos negros en los que ya asomaban unas
canas, le dije que no me quedaría a verla envejecer. Que partiría tarde o
temprano de la casa. Quería vivir sola, no quería tener hijos. Sus ojos, que ya
estaban cansados, me miraron fijamente y decidieron no creerme. Al menos eso
pensé en ese momento, después comprendí que realmente había decidido no dejarme
partir, costase lo que costase.
Fue la
primera persona que se equivocó de plano conmigo. No sé por qué creen que mi aspecto de chica linda no
contiene una voluntad de hierro. . . o quizás la falta de un corazón sensible. Quieren
imponerme reglas, quieren seducirme y atraparme en relaciones. Aunque tengo que
reconocer que mi madre me llevó por un camino expedito y sin obstáculos por el
sistema de educación, tuve ropas y zapatos en una Cuba llena de escaseces,
celebraba los cumpleaños en las piscinas de hoteles de la Habana, compró a médicos que emitieron certificados para que
no fuera a las escuela en el campo. Y así llegué a la universidad.
Siempre
quise estudiar derecho. Ya sé lo que estás pensando. Lo mío no era lo de
juicios, presos, defender a ladrones o corruptos. Lo mío era lo de las
relaciones internacionales, las corporaciones, el derecho internacional.
¿En Cuba?
Solo espera.
Recuerda que fuiste mi maestro, que lo que serían clases por cinco años lo
fueron por dos. Tenía planes de otros idiomas y que mientras esperaba para
matricular en la Alianza Francesa me diste clases de alemán. Y así cuando entré
en la universidad ya tenía un tramo andado.
Así fue que
la chica de ojos azules intensos, cabello muy negro con cuerpo de sirena, que
tocaba el piano y la guitarra, que sabía tres idiomas además del suyo y que no
salía con nadie pasó por los tres primeros años de la carrera. Tenía
calificación perfecta, pero como no era participativa en la política sabía que
las posibilidades de un buen trabajo directo al graduarme estaba al borde del
precipicio. Solo una oportunidad de oro podía salvarme porque hay sacrificios
que no estaba dispuesto a hacer. Esas marchas, esos juegos deportivos
universitarios, esos sudores interminables solo eran una última opción y siempre
a ser evitados.
Y me puse a
esperar. En estos dos años que faltaban tenía que aparecer algo importante y
debía estar preparada. Y así fue.
Llegaron
unos abogados de un importante bufete de Canadá. Venían a dar un curso de
negociación. En aquellos años en la universidad había un plan piloto de idioma
francés y los abogados comenzaron su clase hablando en francés. Tímidamente se
levantó un brazo. Era la jefa de los jóvenes comunistas: ¿no pudiera hablar en
español?
El profesor
se bajó las gafas hasta la punta de la nariz, ¿Cómo? A mí me dijeron que
ustedes hablaban fluidamente el francés.
El silencio
y alguna que otra risa nerviosa fue la respuesta. OK, dijo el profesor, solo se
quedan los que puedan hablar fluidamente el francés y el inglés.
Nos quedamos
ocho. Y fue brillante. Ocho mentes muy parecidas a la mía, aunque con menos
ambición, en el sentido positivo de la palabra. Al final del curso nos dieron
una tarjeta de presentación para si quisiéramos contactarlos cuando
“visitaramos” Canadá. Todos rieron ante la imposibilidad de ese pensamiento.
Todos menos yo, pues hacia mucho que esa posibilidad estaba en el libro de
planes de mi vida.
Mi tesis de
graduación fue sobre Marcas y Patentes. Principalmente sobre la Coca-Cola en
Cuba. ¿Recuerdas que te puse en los agradecimientos? Si, uno de los tres , solo
tres. Y en menos de un año estaba en Canadá visitando a mis “amigos”. Realmente
aproveché la oportunidad de un evento internacional al que nos enviaron a un compañero de trabajo y a mí. Al día
siguiente me le perdí y fui al bufete. El canadiense a duras penas me reconoció,
pero finalmente lo hizo y me ofreció trabajo. Fueron tres años gloriosos, de
aprendizajes y de economía. El mundo anglosajón gira alrededor del dinero. Pero
yo no gastaba mucho porque había algo que no me dejaba quieta. Era tan ridículo
y lo probé todo para quitarme la nostalgia, pero me faltaba Cuba.
¿mi madre?
No resistió mi partida. Es decir, ella pensaba que habría retorno de aquel
viaje y cuando la llamé para decírselo me amenazó con matarse. No pensé que lo
haría, pensé que sería solo uno de esos chantajes, pero lo hizo. Agradezco
mucho a los vecinos que la enterraron. Lo que no pudo lograr mi madre lo hizo
la nostalgia por cosas que aun hoy no entiendo.
Regresé como
representante de compañías canadienses en Cuba. No pude recuperar mi
apartamento, pero tengo otro, y otras cosas que la gente llama prosperidad. Lo
importante para mí es el reto y estar libre de ataduras, sobre todo
sentimentales. ¿Cuba? Está en un punto crítico , no se le perdona ciertas
cosas. Y miro a los cubanos caminar hacia la luz y otros hacia el precipicio. Sobre
todo ese coqueteo que tienen los artistas e intelectuales con ese enemigo histórico
de Cuba. Si yo, que me encanta la sociedad de mercado y sus ventajas me doy
cuenta, ¿Cómo ellos no?.Los tontos del cuento que después estarán llorando por
los rincones, pero si hay que vivirlo, hay que vivirlo.
Me gusta de Cuba el clima, sus playas, su energía intrínseca, pero los cubanos en su mayoría no. Pero hay algunos que pueden hacer la diferencia, es una pena que hayas decidido mantenerte al margen de tantas cosas, pudieras hacer la diferencia, pero quizás en ese aspecto pienses como yo, o como diría un amigo: pensar que sus votos valen igual que el mío. Ese es el gran error en mi opinión.
ENTREVISTA 1 (A LOS OTROS CUBANOS) : RAFAEL
RAFAEL
Siempre me
gusta estar bien temprano en la oficina. Me acostumbré desde que comencé a
trabajar con firmas europeas. Las reuniones eran más o menos a las cuatro de la
mañana en La Habana. Después de un buen café me siento a mirar el mar, o la
piscina del hotel de al lado del edificio. Ese resplandor del amanecer en el
agua me calma y me da energías. Ver a la gente corriendo para alcanzar el
transporte al trabajo para comenzar el día cuando el mío ya lleva casi cinco
horas. Me gusta descalzarme y dejar que el calor del café me recorriera el
cuerpo. Por eso siempre llevo mocasines, me encantaba descalzarme y estirar las
piernas, disfrutando de ambientes relajados.
“¿Qué me
preguntabas? “ Ah , sí, soy de Cienfuegos. Estudié en la universidad de Santa
Clara. Ingeniería. Fueron años muy felices. Pero estudié mucho. Lo tenía claro
desde el comienzo, sobre todo cuando regrese a casa después de graduarme. De
alguna manera mi madre se enteró de que soy gay. A la mañana siguiente me botó
de casa y tomé un autobús para La Habana. Ella era muy católica.
Tenía un
conocido aquí en La Habana y tenía poco tiempo. En una fiesta esa semana conocí
a Gabriel. Me llevaba más de 30 años, pero era agradable y profesional, había
viajado por Europa y me sentí cómodo con él . Tenía casa. Y me consiguió
trabajo. Cinco años después mi vida había cambiado totalmente. Siempre me
habían gustado los idiomas y sentarme por las madrugadas a leer, pero si era a
estudiar mejor. Aprender algo útil es más práctico. Ganar dinero con
conocimientos que otros no tienen me hace sentir bien. En esos cinco años entré
en todos los cursos del Ministerio de Comercio Exterior, pulí mi francés y mi
alemán. El inglés era ya pan comido hacia mucho. Soy de esos que tuvo que
aprender desde el Windows 95 hasta un Doctorado en Economía.
¿Qué si me
gusta el dinero? Muchísimo. Me he esforzado mucho para tenerlo. Y no, no veo la
contradicción entre vivir en Cuba y tener dinero. Sé que hay gente que se va a
los dos extremos. Pero yo estoy en el centro. He tenido y tengo un buen
trabajo, tengo dos apartamentos, uno de ellos alquilado a un diplomático que
una vez fue mi amante. Tengo auto, una casa en la playa, visa para Estados
Unidos por diez años y con ella obtuve la de Méjico por el mismo tiempo. Mis
abuelos españoles que no conocí me dejaron la posibilidad de su ciudadanía y
pasaporte. Y al mismo tiempo me encanta trabajar para mi país y su gente. Sé
que la realidad para muchos es difícil, pero yo he creado la mía, y si yo pude
ellos pudieran. Además, quizás tengamos las mismas metas solo que vamos por
carriles diferentes. No veo la contradicción entre gustarme las cosas buenas de
la vida, las sutiles, el rechazar el ruido y los carnavales y al mismo tiempo
trabajar lo mejor posible y defendiendo los intereses de mi país. Realmente
hace mucho que no le dedico tiempo a pensar en esas cosas.
¿mi mejor
experiencia? Mi viaje a Paris, exactamente mi primer viaje a Paris. Y dentro de
ese viaje la visita al museo de L’Orangerie o la llamada Capilla Sixtina del
Impresionismo. Allí están los grandes murales de los Nenúfares, pintados por
Monet al final de su vida. Desde la primera vez que entré allí se me saltaron las lágrimas .Es una
habitación oval con varios murales de un
lago con nenúfares en diferentes momentos del día. Desde el diseño de la
habitación hasta los asientos en el centro, las paredes blancas y contrastantes
los murales con azules intensos, reflejos de un agua hechos con grandes trazos
de pincel que más que reflejar sugieren un mundo de belleza, un mundo mejor. Ese
es el espíritu del mundo que le deseo a Cuba.
Es bueno
estar acá mirando los reflejos del sol en la piscina del hotel de al lado.
Pronto se inaugura uno nuevo en malecón y creo que pediré alquilar una suite
para oficina allí, frente al mar, sin vista a la ciudad, solo el mar. Pararme
en el centro de la habitación y ver solo el horizonte.
Sí , con
esto del COVID todo se hace más difícil. . .para ellos. Me apena y espero que
pronto termine, ya es demasiado tiempo para la gente pobre del mundo, incluido
los cubanos. Extraño las tardes en los jardines del hotel Nacional. Tomarme
algo con algunos amigos o solo, esperar a mi pareja antes de irnos a casa o a
comer en cualquier lugar.
No, no tengo
muchos amigos o conocidos en el gobierno más allá de lo estrictamente laboral.
Ellos necesitan a gente como nosotros, trabajo duro y muchas horas pero la
política y sus empleados mientras más lejos mejor. No tenemos mucho en común,
ya te dije que me gustan los silencios.
Lo que más
disfruto: mis paseos en Kayak. Llevo mi mochila y en ella un mantel de cuadros
rojos y blancos, varios sándwiches y una botella helada de vino blanco.
Llegamos a la ensenada cerca de la casa de la playa y allí lejos del mundo
compartimos momentos y la caída del sol en este mar maravilloso que nos rodea y
que cada vez son menos los que se detienen a mirarlo.
Sí, lo sé , llevo
una vida mejor, pero no me lo han regalado.
¿preocupado?
Para nada, los que vienen detrás están drogados en dopamina dada por internet y
Disney. Hay oportunidades, y las que están por venir son mejores aun.
Claro,
puedes perderlo todo en un abrir y cerrar de ojos, pero, ¿Dónde no?