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lunes, 26 de julio de 2021

El Juego (suerte + inteligencia vs la vida que toco')

Yo era pobre. 
No muy pobre, solo pobre.
Mis momentos de solaz eran caminar por las calles hasta llegar al mar. Frente a los grandes hoteles. 
La señora era muy rica. Vivía en California, pero había nacido en Cuba.
Se había marchado en 1952.
Estaba muy enferma y quería regresar a los lugares de su pasado.
A la señora le fui recomendado y así podría ayudarme económicamente también.
La señora recorrió  la Habana y Pinar del Rio.
Muchas lágrimas.
Al final de viaje la señora me ofreció  una computadora. ¿es posible enviarla?
No.
En el 2004 era imposible hasta tenerla.
Pero no importa, llegará porque vendrá de una ciudad cuyo nombre es Los Ángeles y fui recomendado por alguien en una iglesia.
Y llegó diciembre con la noticia de que Alguien vendría con una laptop.
Y llegó con ella en  un pequeño maletín en una mano y otro mas pequeño aun en la otra.
“ahora ve a tu casa, comienza a disfrutarla, puede ser un juguete o puede ser transformada en una poderosa herramienta, solo quiero que me vengas a buscar mañana temprano”.
La noche fue esplendida, explorando un pequeño objeto como si fuera Egipto, el Amazonas, el Everest. ¡tantas cosas y experiencias caben en tan poco espacio! ¡cuanta felicidad en lgo tan pequeño!
El chico se presentó temprano. ‘Alguien’ le dijo que debía cambiar el pasaje para marcharse. Solo había venido a entregar el presente.
Así lo hizo, pero antes  me puso en la mano 100 dólares. ‘ comprate algo para ti o tu familia, pero deja la mitad porque es inevitable que algo bueno traiga algo aun mejor’
Pasó escasamente una semana.
Un amigo de un amigo de un hermano de un conocido tocó a mi puerta.
Venía con una oferta: internet.
¿internet? ¿Qué es eso? Digo, ¿no está prohibido?
‘¿y? ¿lo quieres o no?’
‘Probemos’
1 hora al día por 40 dólares al mes. Toda una fortuna aun hoy.
Un mes, una hora diaria para aprender, bajar cursos, aprender a hacer una página web al menos básica, dar de alta en los buscadores de entonces y lo mas importante: tener clientes para poder pagar otro mes y. . . alimentar la familia.
El cerebro se expande ante los retos. El alma decide no tener miedo.  El reto estaba planteado y las naves se habían quemado.
Nunca mas  supe de la Sra. Ofelia de California.
Nunca mas supeo de el Sr. Evan que trajo la laptop.
Mas de 20 proveedores de internet a escondidas en todos estos años.
Y lo más relevante fue que se abrió la puerta hacia un mundo prohibido entonces, y aún desconocido. Descarga de libros digitales, música, información actualizada, contactar mentes de lugares distantes, viajar sin moverte de casa. Todo lo que entonces estaba prohibido, hoy mas común, pero aun por descubrir para el 90% de los cubanos de entonces, incluso hoy que Facebook  y sus "amiguitos " llevan a la mayoria por caminos retorcidos. 


La mejor rebelión contra el  sistema de las cosas hoy en día (cualquiera sea el sistema)  es estudiar, aprender. Sobre todo estudiar lo que el sistema no quiere que estudiemos , para así poder ser lo más libre posible. Entonces seremos capaces de poder decidir por nosotros mismos el tipo de vida que queremos llevar, aun dentro de él.  O al menos poder perdernos en nuestra mente a donde Ellos, todavía, no pueden llegar.
 

domingo, 1 de septiembre de 2019

Cuba, Onda corta - Internet

 Agosto 24,2015

Onda Corta - Internet

Entre las muchas cosas que se comenzaron a debatir mas abiertamente después del comienzo del diálogo entre Cuba y los Estados Unidos es el servicio de internet y el acceso a internet. Según se dice Cuba es uno de los paises con menor cobertura y accesibilidad en todo el mundo . Nadie mejor que  nosotros para saber que esto es así.
Durante muchos años hemos visto llegar las computadoras de mesa, las laptops, los teléfonos celulares y más recientemente hasta televisores con los iconos de decenas de aplicaciones que funcionan o dan acceso a internet. Nosotros en Cuba nos limitábamos a usar el servicio básico de los teléfonos , es decir, llamar y textos por sms. Y soñábamos con algún día poder tener en casa el contacto con el mundo a la manera del siglo XXI.
Llegó a ser algo tan al parecer difícil o imposible de alcanzar que se asociaba al cambio de gobierno. Pero las cosas fueron cambiando poco a poco. Ya al menos el gobierno había interiorizado la idea de que se consideraba el acceso a internet un derecho humano , y que incluso para pertenecer a organizaciones de matiz revolucionario, de izquierda o progresista era indispensable garantizar el servicio.
Se planificó tender un cable conectando países del Caribe ante la imposibilidad por el embargo americano de poder acceder la red alrededor de Cuba. Pero incluso una vez instalado el cable de la esperanza parecía que para Cuba no era posible o deseable. Se sabia que ya los otros países del área suban el cable, pero Cuba no. Al menos no para internet.
Y entonces todas las noticias de diciembre 17 pasado que parece haber precipitado ala decisión del gobierno de dar acceso wifi en algunos puntos de la ciudad. Un servicio aun caro, pero ya saben , un vistazo al mundo de afuera por 2 cuc la hora vale la pena.
Sobre todo si en ese otro mundo fuera de la isla están fuera los seres mas queridos y emigrados. El ver a cientos de personas absortas, llorosas, expectantes en fila en un tramos de 300 metros o en un parque es argumento más que suficiente para hacer un ataque frontal y terminar de ponernos en el mundo real del siglo en que vivimos.
Hay razones mas pragmáticas , pero la dejamos para otro momento.
Pero la pregunta es: ¿por qué tanta demora para tomar la acción?
Y me vino a la mente una experiencia personal:
ONDA CORTA
Durante Los años de mi infancia siempre vivimos limitados a pequeños apartamentos o espacios. Pero un día eso cambió y coincidió con mi entrada en el preuniversitario. Ese curso las clases del primer año eran la tarde. Así que mis padres se levantaban temprano para ir al trabajo y me dejaban desayunando. Después de hacer las tareas no había mucho que hacer. Pero en ese comienzo habían muchas cosas nuevas. Una casa grande, no tanto en verdad, pero un palacio para mi entonces. Entre las cosas "nuevas" había un radio tocadiscos CROWN de príncipios de los 1970. Siempre estuvo guardado debajo de la cama matrimonial por la falta de espacio.
Entonces, en nuestra nueva casa, en mi cuarto, al lado de la cama estaba el radio. Al principio lo escuchaba por la onda media , pero un día descubrí unas letras en el botón: SW.
Short wave, Onda Corta.
¿Qué era? Un misterio.un mundo desconocido que sin duda me decidí a explorar.
Sentado en el borde de la cama le di vuelta al botón, y fui moviendo el dial. Una tras otra fueron escuchándose voces de un mundo que no sabia que existía.
La Voz de las Américas, la BBC, Deutchebelle, Radio Netherland, Radio Nacional de España, e  incluso Radio Moscú .
Sentado allí sin moverme aparecían nuevos mundos, con muchos problemas, pero también con muchos éxitos . Llantos y risas, triunfos en la economía, el surgimiento de nuevos tendencias, alegrías, viajes, debates políticos, verdades que se desocultaban .
Y allí, detrás de ese muro que nacía en Berlín y que volviéndose inmaterial llegaba hasta Cuba estaba yo, sentado al borde de mi cama, despertando a una nueva realidad. Y sin poder la compartir, sin poder preguntar mis dudas e interrogantes pues sería señalado y posiblemente no hubiera podido tener una carrera universitaria por 'diversionismo ideológico '
Pero lo que mas recuerdo fue ese primer día, cuando casi al mediodía apague el radio y no podía levantarme del borde de la cama. Un sentimiento nuevo crecía en mi pecho, una sensación de liberación, algo incomprensible para mis 16 años. De repente todo eso se volvieron palabras: ¡lo sabia¡ !lo sabia!
 y efectivamente, el mundo no podía ser tan gris, ni tan malo, tenían que haber hombres buenos en todas partes y las cosas y acontecimientos podían tener múltiples interpretaciones. De alguna manera intuía que me engañaban aunque fuera por omisión negándome la posibilidad de conocer no solo algunas verdades, sino también el poder pensar por mi mismo.
Al pasar el tiempo aprendí a hacerlo. Y saqué mis propias conclusiones. . .y me busqué unos problemas enormes.

Entonces para mi generación la onda corta fue el equivalente de internet para los de estos tiempos. Y por supuesto será un reto para los negados al desarrollo, para los dogmáticos, para los extremistas el poder mantener criterios de 60 años.
No todo ha estado mal, pero de seguro, el principal error es seguir considerando que no seremos capaces de pensar por nosotros mismos y negarnos a marchar a la par del mundo cuando tiene que ser y no años después de que todo haya acabado y sea demasiado tarde.

Humberto, Guide & Teacher in Havana Whatsapp direct 

domingo, 7 de febrero de 2016

Navidad

Navidad.
Eran los años en que aún no sabía. No sabía de política, no sabía de marxismo ni de dios. La vida era mas sencilla, alimentada por la amable ignorancia de la infancia. Días en la escuela y semanas de vacaciones en un hotel enorme casi vacío donde trabajaba mi mamá. 
No había manera de saber. 
Entre otras cosas mi mamá tenía mucho miedo de contarme. Podía ser peligroso saber de dios, en cualquiera de sus nombres y formas, y cuando se tomaba la decisión de seguir el camino de la religión se sabía de las consecuencias.
Ese diciembre tendría yo escasamente 8 años. Hacía frío, y para mí era todo un tormento levantarme tan temprano. Vivíamos lejos de la escuela y salíamos de casa aún antes del amanecer. Era un camino de varias cuadras antes de llegar a la avenida Línea. Las  casas estaban cerradas y el Vedado, donde vivíamos, conservaba aún el encanto de la década de los 1950’s, es decir, aún entre las sombras de la noche que terminaba y los estragos de tantos años de socialismo pobre había un aire de nostalgia feliz. . .por la Navidad.
Pero cuidado, bajito , sin que se enteren.  
La noche anterior una familia debió reunirse, debieron beber juntos y celebrar el nacimiento del hijo de un dios que hace algunos años parecía desterrado de estas tierras. Esa noche sacaron del baúl un árbol que ya tenía más de 30 años. Milagrosamente algunas luces aún servían .  Sería solamente por una noche. No podía ser más.
Camino a la escuela, muy temprano, aún de noche y con frío. 
Pero las luces se notaban desde metros de distancia. El apartamento estaba en planta baja y no tenía balcón. En su lugar había un ventanal grande que daba a la calle. En una esquina de la habitación habían colocado el árbol.  Se veían extrañas esas luces desde la calle con ventanas nubladas por medio. Me pareció lindo y casi me detuve a mirar a pesar del frío, pero mi mamá tiró de mi brazo y apresuró el paso. No quería saber.
Sencillamente se habían dormido y  olvidado apagar las luces del árbol.
En una hora ya habría amanecido y las luz del sol aplacaría el desfile de escasas luces sobrevivientes en un árbol viejo guardado seguramente por una abuela.

Margarita .
No la describiré . Casi no la recuerdo. La cuestión era que ella vivía dos cuadras más arriba de donde vivíamos nosotros. Ella era la secretaria general del partido comunista en el hotel donde trabajaba mi mamá. Ella era la jefa real del hotel aún cuando solo era una simple carpetera. Y lamentablemente pasó por la calle de la casa con luces de colores en la ventana pocos minutos después de nosotros.
Cuando llegó al hotel su rostro enjuto estaba plagado de manchas rojas en las mejillas, alrededor de la nariz, en la frente y en el cuello. Sus ojos eran fieros. Y la primera persona que encontró fue a mi madre. Ella sabía el camino que tomábamos cada mañana, y así  directamente le lanzó la pregunta : ‘¿no notaste nada cuando venias para acá?’ ‘ No, ¿por qué?’ ‘ Estoy segura que en un apartamento había un árbol de Navidad y solo me hará falta averiguar si hay algún militante en esa casas que lo permitió , yo sé a dónde llamar’

Muchos años después supe de esta historia. Pero ,lo que sí recuerdo es que cada vez que pasaba frente a esa casa miraba con la esperanza de encontrar algo diferente al gris de los viejos edificios, cada año más grises. Nunca más sucedió algo colorido, pero sin embargo algunas cosas cambiaron. Los cristales se rompieron con el tiempo y fueron sustituidos por cartones, la señora que a veces se asomaba al ventanal a los pocos días ya no la vimos más, las plantas de un cantero al borde del ventanal se secaron y un día vimos a unas personas llorando que  se abrazaban despidiéndose. Quizás no tuvo nada que ver todo lo sucedido con lo que pudo haber o no hecho Margarita . Esa historia fue solo una lagrima que cayó en un torrente de un río crecido, solo tuvo importancia para pocas personas .
En mi valiente y tonta adolescencia creí que era una cobardía el marcharse del país por miedo o disgusto y dejarle el terreno a las miles de Margaritas que eran terribles en su fanatismo. Después comprendí muchos hechos , pero debió pasar mucho tiempo.