lunes, 29 de marzo de 2021

MI DIA A DIA. MARZO 26, 2021. QUEDATE EN CASA.

 QUEDATE EN CASA.

Un año de pandemia. Un año sin turismo. Cuatro años de Trump. Un 2020 terrible con 280 medidas económicas contra el pueblo de Cuba (¿contra el gobierno?, no me hagan reír). Cuatro meses sin Western Union.

Me levanto a las 4 de la mañana. Necesito al menos dos tazas de café. Hay silencio en las calles, pero ya se sienten ruidos en los apartamentos contiguos. Nos estamos preparando para comenzar el día. Para conseguir alimentos. He podido comprar unos dólares un poco más baratos de lo que cotizan en el mercado negro y espero que me venga a buscar mi prima y su marido que tienen auto para ir a una tienda que recién ha abierto y que como tiene un departamento separado para que puedan comprar los diplomáticos, tiene un mejor surtido.

Osmosis comercial.

El silencio durará hasta las 5 am que es cuando se levanta el toque de queda. En los cruces de las avenidas están los patrulleros, que como zombis de pandemia esperan a las victimas despistadas que osan poner un pie fuera de casa antes de las 5 am.

No obstante algunos se desplazan en la oscuridad, se encaraman en los árboles y duermen parte de la noche allí. Otros alquilan escaleras de edificios que están cerca de tiendas. El factor tiempo es importantísimo: estar cerca de una tienda, no importa la moneda en que se despache, representa la posibilidad de marcar incluso hasta para 10 personas y después vender los turnos a 5 usd a los que viven lejos o los que sencillamente tienen la plata para poder dormir hasta más tarde. Un modus vivendi desarrollado en tiempos de pandemia y que parecía extinguido. Es decir, tanto los policías como la gente común han desarrollado técnicas en este año de pandemia. Una técnica que solo ha añadido elementos nuevos pues lleva casi sesenta años perfeccionándose.

Mi madre se despierta mientras me siente hacer café. Como dije, necesito al menos dos tazas de café pues normalmente preparo clases o leo hasta tarde. Cada vez duermo menos, o en realidad no duermo bien. Muchas cosas de las que estar pendiente. En fin, se levanta, nos tomamos el primer café, calientito y poderoso que se agradece y da esperanzas de un día bueno de cacería. Así es como veo yo al acto de ir de compras. Depende de la suerte, del tiempo, del “enemigo” (la policía) y de los competidores. Dependes de tus reflejos, del arte de negociar, de tus habilidades de poder interceptar a los empleados de las tiendas y averiguar qué sacaran hoy e ir haciendo tus cálculos. De cualquier modo no importa lo que venderán, lo necesitamos.

Casi las 5 am. Ya estoy casi listo. Reviso las provisiones: agua, un poco más de café, algunas galletas por si hay hipoglicemia, algunas servilletas por si acaso alguna emergencia. Gafas de sol para más tarde pues casi todas las colas son bajo el sol. Todos los preparativos son pocos pues serán cuatro a cinco horas de cola hasta que las tiendas abran, y después el tiempo que se demoren en despachar.

5 am. Mi prima me llama y me dice que ya salieron. Debo estar en 4 minutos a más tardar a dos cuadras de casa, en una avenida para recogerme y salir disparados hacia la tienda Palco. Cada minuto cuenta, cada minuto representan al menos 10 turnos de gente que llega antes. Recuerden que muchos reservan turnos para familiares, amigos. . .y clientes.

Se sienten a mis espaldas la gente saliendo de las casas, dando portazos, con pasos rápidos hacia las panaderías, los mercados de viandas, y las tiendas. Los que trabajan salen más tarde. Los primeros en llegar son los que estaban en árboles y escondidos en portales. Sobre todo los que van a las tiendas en pocos minutos ya han vendido sus turnos. En un buen día son cincuenta dólares o su equivalente en pesos.

Multipliquemos:  5 turnos por 5 dólares igual a 25 por 24 pesos cubanos (cambio oficial, aunque en realidad está a 45) hacen 600 pesos por al menos 3 veces por semana son 1800 por 4 semanas 7200 pesos, el salario de un neurocirujano o doctor en ciencias.

Tomamos la Quinta Avenida a velocidad prohibida. En esos momentos siempre pienso en mi vida, en lo que he hecho y en lo que no, las oportunidades que aún quedan si el mundo se arregla, en la gente maravillosa y perversa que he conocido, ¡en tantas cosas que se pueden ir a la m. . . si salimos por el aire o nos estrellamos contra un poste!

Llegamos a las 5:10 am. Oscuridad total, muchos autos con sus luces encendidas. Solo gente en autos y motos pues es área apartada y apartada. . .de la “plebe”. Calculo que haremos un cincuenta o sesenta. Todo depende de la cantidad de coleros y los turnos que han marcado (aún lejos y en zona exclusiva los hay). Hay cierto alboroto. Resulta que a las cinco en punto la policía llegó y multó al menos a 12 personas que ya estaban allí pues era imposible que hubieran llegado a las cinco sin irrespetar el toque de queda. Al principio de la pandemia las multas eran irrisorias, unos 100 pesos, hasta hace un mes eran de 2000 pesos, hoy en día son de 15 000 pesos.

Cuando se llega a las colas hay que estar muy atentos. Se tiene que saber detrás de quien vas, fijarte en las ropas que usa, siempre preguntar exactamente para cuántas personas ha marcado o vienen con ella/él, y después preguntar por las personas que van delante al menos por tres turnos en caso de que la persona detrás de quien has marcado se vaya o se pierda (pasa mucho con las personas mayores). Ahora solo resta esperar hasta eso de las 7 am. Llega el momento de socializar, conocer a los compañeros de este día. Allí te enteras de muchas cosas, de los que han padecido la COVID, de los que están por ser abuelos o padres, de los negocios turbios del gobierno, de las noticias de la mañana, de que si el día anterior llegó un camión con queso o yogurt. Están los chistosos, los amargados, los que se la saben todas y los despistados, los que se conectan por datos por internet para preguntarle a sus familiares en Miami lo que están desayunando y de paso mostrarles la cola que están haciendo con “la pila de esclavos comunistas” que mantienen a este gobierno.

A las 7 am más o menos (varia de tienda en tienda), sale un policía (casi siempre con el grado de Mayor) y mediante una aplicación de su teléfono escanea los carnés de identidad. Ya ese día no puedes comprar en ningún otro lugar pues al menos por 24 horas apareces en una base de datos en toda Cuba (en teoría es para prevenir el acaparamiento). Repito: todavía no sabemos lo que hay o lo que no hay en la tienda. Ahora se acaban las posibilidades de los coleros pues ahora ya los turnos están dados. Solo resta esperar a que abran la tienda. Quedan de dos o tres horas. Hora de tomar el café que trajimos de casa, un poco de agua y alguna galleta. En esta tienda solo dan 200 turnos, y si todo fluye bien, entonces a las 3 pm darán otros 100 más.

Una vez dados los turnos hicimos el 79 y el 80. Ya todo organizado y sin posibilidad de que pierdas el orden de la cola ya todos nos relajamos. La tienda abre a las 9:30. Entran 30 turnos e increíblemente demoran cuarenta minutos. Entramos en la tercera ronda.

Esta vez muchas menos cosas que la vez anterior, pero algo es algo (consuelo del cubano). Los que vamos con presupuesto limitado con calculadora en mano. Gente conversando por whatssap con sus familiares y amigos, si algún amigo desea algo le hace una transferencia a su tarjeta y asunto resuelto.

Una hora mas tarde ya de salida.

Llegué a casa a las 3 pm. Cerebro licuado

¿recuperación? Posiblemente en dos días.

Que conste que lo que cuento no es ánimo de crítica. Ya he sobrepasado hace tiempo esa línea y hacerle el juego a los que quieren hacer otra revolución, pero esta vez por control remoto, desde fuera y que los muertos los pongamos nosotros, los que estamos dentro. Es solo contar para recordar algún día, si aunque sea un décimo de felicidad o prosperidad llega a mi vida, lo que viví en determinado tiempo y así saber apreciar y amar lo que me tocará vivir. Las razones y las críticas se debaten en un eterno mar de política y egoísmo. No es que quiera creer o no, pero por mi integridad sicológica quiero creer que esas tiendas en dólares o euros son otra fuente de moneda dura que el gobierno necesita para ayudar a mantener la alimentación básica de 11 millones de personas que recibimos por una libreta de abastecimiento (otros le dicen racionamiento), que no queda de otra con un bloqueo brutal de una superpotencia y una pandemia de más de 1 año que nos ha dejado sin fuentes de ingreso. Hospitales, centros de investigación, trasporte; servicio eléctrico, de agua y gas se han mantenido. Quiero pensar que en algún momento regresaremos a lo que teníamos en el 2019 y que tanto nos quejábamos.

Un año sin turismo. Un año sin trabajo. un año sin ver a amigos queridos y familiares. Un año como todos en el mundo entero, o casi. Sin embargo, en otros países sobran las cosas, o quizás se repartan diferente. Pero también es importante que nos faltan los muertos, nos sobran los científicos, los ancianos en su mayoría protegidos y vivos, los niños siguen recibiendo sus medicamentos y vacunaciones y en fin, la vida se esfuerza y esfuerza. . .

Pero de todos modos es importante Humberto que recuerdes todo esto, lo cansado que estabas, las noches en silencio en la terraza teniendo los mismos pensamientos que hace 10 años en el malecón cuando mirabas al hotel Cohíba y esperando un milagro que sea en forma de un ángel, un visitante  o un alienígena, pero que te sacara de todo este predicamento. A veces somos como niños y solo nos dejamos llevar y deseamos que las cosas sean de la misma maneras. ¡Que tonterías! ¿Verdad?

Pero nada, a sonreír, que los seres queridos no lo noten, aunque como dice la canción de Silvio Rodríguez: con tanto motivo para no reírse como hay.


sábado, 13 de febrero de 2021

MI DIA A DIA, FEBRERO12, 2021. VIERNES.

Hace unos días una amiga me llamó para que la acompañara el viernes a comprar a una de las tiendas en MLC (moneda libremente convertible). ¿acompañar?¿por qué? . Es que re-abrieron una de las mas grandes e importantes, la tienda Palco.

La tienda Palco se encuentra en Miramar, esa zona especial de La Habana que ya en los años 1950s era un barrio especial por la arquitectura, la gente rica que empezaba a mudarse hacia allí, las embajadas y en fin, la zona de futuro de La Habana. El reino de Miramar como lo comento en otro de mis blogs. Allí todo es diferente incluso hoy en dia.

Palco es una agencia que incluye desde inmobiliarias, hoteles, mercados, venta y alquiler de coches, un centro de convenciones que durante mucho tiempo ha sido el lugar de congresos nacionales e internacionales. Y su tienda fue durante un tiempo largo solo para diplomáticos.

Para ir de compras en estos momentos en Cuba debes despertar a las 4 am, salir sobre las 5 am y entonces marcar en una cola. Usualmente cuando llegas ya hay unas 20 o 30 personas que a su vez han marcado para amigos y familiares. Es decir, que si todo va bien puedes coger un turno del 80 al 100. Eso en todas y cada una de las tiendas, incluidas las de MLC donde las compras son diferentes porque son productos que en estos momentos son deficitarios. Realmente cuando llegas, marcas y esperas 5 horas de cola para entrar no sabes lo que encontrarás. Puede que tengas suerte y haya algo de lo que necesites.

La tienda Palco abrió nuevamente sus puertas el lunes. Está bien lejos, 20 minutos en auto desde el Vedado. Llegamos a oscuras (por eso quería que la acompañara). Llegamos a las 5:15 am y la policía se había dado gusto poniendo multas de 2500 pesos a los que habían llegado antes de la 5 am por incumplir el toque de queda por la COVID. Todos los que estaban allí tenían autos, todos eran blancos, todos profesionales o con profesiones remuneradas o familiares en el extranjero que le depositan en sus tarjetas en dólares o euros.

El policía a cargo de repartir los turnos se presentó a las 6 am. Organizó la cola y dijo: los turnos son contra carnet de identidad. Es decir, solamente los presentes.  Un carnet un turno y solo 200. Es decir, nada de marcar para otras personas, asi que mi amiga y yo hicimos el 50 y el 51. A las 9 am abrió el mercado. Entraron los primeros 25 y a los otros 25 (por magia entramos mi amiga y yo) nos pusieron en el parqueo en espera de que salieran los primeros clientes. ¿les parece complejo? Pues para nada, esperen y ya verán.

El viernes, a las 9: 20 am Cuba tuvo un apagón de internet, datos, comunicaciones entre bancos, TODO. Los clientes se quedaron dentro de la tienda con sus carritos llenos. Nosotros fuera, 27 personas agrupadas debajo de un árbol para la sombra. ¡Por 5 horas! Pues todo se restableció a las 2 pm. Ni agua se podía tomar, pues como todo funciona por tarjeta magnética no se podía comprar nada, nadie se movía de su puesto, nadie abandonó la cola. No se podía llamar por teléfono ni recibir sms, mucho menos mensajes de whatssap. Nada. Silencio absoluto. Mi amiga, que es amante de las teorías de la conspiración estaba asustadísima porque decía que seguramente estaban dando un golpe de estado y nosotros allí, sentados debajo de una árbol para comprar un pedazo de queso mientras pudiera estar ocurriendo una masacre en las calles.

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 En fin, yo no paraba de reírme con sus miedos y tenía unas ganas tremendas de irme pues en definitiva yo iba de acompañante y si acaso compraría una o dos cosas y no muy caras, recuerden que el punto no es tener dinero es tener dólares o euros, ¿pero cómo regresaba a mi casa si por allí no pasan ni taxis solo carros diplomáticos y gente con autos privados?

Por fin a las 2 pm se restableció el servicio, en una llamada “desde arriba” al gerente de la tienda (y de las otras también supongo) le dijo que todos los 200 turnos tenía que despacharse aunque tuvieran que quedarse trabajando hasta la noche tarde.

Por fin entramos. Wow, todo bien surtido para los estándares de Cuba. Quesos, carne de res (ciencia ficción), pescados, mariscos, pechugas de pollo (algo muy valorado por los cubanos), yogures , leches de todo tipo, pastas, tomates de todos los tipos (pastas, frito, salsas), granos, arroces, cereales, jugos, refrescos, galletas, en fin, como diría un guajiro que conocí: ¡el mundo colorao!¡esto padece Miami!

El gerente , muy amable en verdad , se disculpaba con los clientes, aun no siendo su culpa, y que por las molestias causadas no se iban a limitar las compras. Porque esa es otra cosa, no importa el dinero que tengas en la tarjeta, no puedes comprar más de dos o cuatro unidades de la mayoría de los artículos. Mi amiga realmente hizo muy buena compra.

Y a las 4 pm cuando estábamos poniendo la compra en el maletero del auto y cuando se iba apenas por el turno 100 sentimos una exclamación colectiva. Un corte de electricidad, como decimos en Cuba: sendo apagón.

Y la planta eléctrica no tenia diesel para funcionar.

Nunca digas que no puede ser peor 

Sin comentarios. Bueno, sí, solo uno: el viernes debí perder unos 100 millones de neuronas.


lunes, 25 de enero de 2021

LA LIBERTAD (II), la individual



Cada lugar, cada país,  cada generación,  cada persona tiene su propia historia.
Muchas veces he dudado en contar la mia. Una historia de vida compartida por millones de cubanos en una nueva realidad nunca vista en la mayoría del mundo. Nada extraordinariamente mejor ni peor que otras realidades u otras experiencias humanas. Hay mucha gente que muere de hambre, en terribles guerras o accidentes, sobreviven enfermedades y en fin, hace que mi camino palidezca ante la vida real de personas en otras partes. Pero como he dicho otras veces, este blog es para si algún día la memoria comienza a fallarme entonces recordar, o sencillamente retornar al pasado y leer nuevamente los pensamientos que tuve. Y hay algo muy importante en mi vida: una libertad física limitada, y una interior infinita.

Entonces, concretando, hablaré sobre los miedos que no me han permitido ser libre y cómo pude vencer y calmar otros y retarlos a todos. La libertad es un tesoro inmaterial, algo que solo se percibe cuando realmente está y genera una euforia y una confianza que nos da felicidad. La libertad es un tesoro que muchos, muchísimos, no protegen ni luchan por conservarla.

Pero la libertad individual es también difícil de comprender. ¿Colectivo o individuo? ¿Sacrificio o premio? Lo difícil es cuando no nos ajustamos al modelo de sociedad en la que nacemos. Se finge, se camufla la personalidad, se espera pacientemente a poder expresarse.

En mi caso siempre ha sido el rechazo a la colectividad. Incluso mis años de escuela fueron casi un suplicio: todos los niños haciendo lo mismo, recitando lo mismo, consignas y poemas, vistiendo igual. Erick, un profesor grande y poderoso que a los chicos diferentes de alguna manera les daba con el nudillo del dedo del medio sobre el hombro, o apretaba los hombros por delante y por detrás, haciendo pinzas con su manaza y reduciéndonos hasta llegar al piso. Y su cómplice, una auxiliar que nos bajaba los pantalones frente a los chicos “normales”.

Secundaria, 12 años: por fin un poco menos de tiempo de escuela. Media sesión solamente. Pero con ella vino LA ESCUELA AL CAMPO. El trabajo fuerte y agotador por 45 días viendo a nuestros  padres solo los domingos. Trabajos en cultivos de papas, naranjas, tomates “guataqueando” por horas, perdiendo la piel de las manos con un azadón mas alto que yo. Poca comida que había que proteger de los chicos mayores. La suciedad, la promiscuidad, profesores que se desnudaban ante chicos de 12 años, duchas frías a cielo descubierto en enero, letrinas nauseabundas. Chicos que se envolvían los brazos en toallas mojadas y se daban un golpe fuerte para fracturárselo y poder regresar a casa con una baja médica.

Es verdad que no nos morimos, pero algo, en algunos, sí lo hacía. Era el entrenamiento para lo que se esperaba de nosotros y que llamaban formar al hombre nuevo: estudio, trabajo, fusil. Regresar a casas despintadas, casi sin equipos eléctricos y poca comida nos parecía el paraíso comparado con aquellos campamentos y nos mataba cualquier insipiente pensamiento hacia lo desconocido.

PREUNIVERSITARIO: Ya casi un hombre. Mismas experiencias en la “escuela al campo” que hoy en día sería considerado explotación de menores. Trabajar desde casi madrugada en las plantaciones de tabaco, el sereno pegajoso que penetraba cada poro, envolvía cada cabello y encartonaba la ropa.

Mirando atrás, yo con 16 años. Poca ropa. Un par de zapatos. Un radio pequeño en casa. Un TV americano de bombillos roto y libros baratos apilados, pero lo importante era el contenido. Y esos libros me transformaron, y en cierta medida me marcaron la vida pues me convirtieron en alguien aún más fuera del molde.

Las reuniones de análisis, sobre todo las que se hacían antes de otorgar las carreras universitarias. Allí tuve que rendir cuentas de por qué no pertenecí a las Milicias , por qué no había solicitado el carnet de la Unión de Jóvenes Comunistas, justificar ciertas actitudes que daban la impresión de que era un “tapadito”, es decir, un burgués escondido o peor aún, un contrarrevolucionario. ¿Hubieran entendido que no soporto las multitudes? ¿un burgués? Que raro me sonaba aquello cuando solo tenia un solo par de zapatos para todo. Pero a ellos les sonaba mas raro aun mis comentarios sobre Alexander Solzhenitzyn o Milan Kundera, mi interés por los idiomas extranjeros menos el ruso, el gastar mi dinero de la merienda en la única revista del mundo no soviético que se vendía: El Correo de la Unesco. Las tenia todas, las coleccionaba, y con ellas pude “viajar” desde la Meca hasta los campos de arroz en China.

En el listado de alumnos para coger carreras , en Cuba se le llama ‘escalafón’, tenia el lugar 20, nada mal para alguien que no estudiaba mucho y no es tan brillante. Y casi no me otorgan lo que había solicitado porque a duras penas logre pasar la evaluación política.

Es curioso, todos los que hablaron negativamente sobre mí, los que casi decidieron dejarme fuera se fueron del país tiempo después.

NO SE DEBE CONFUNDIR LA VERDAD CON LA OPINIÓN DE LA MAYORIA

UNIVERSIDAD: Hoy en día la universidad conserva mucho de la época en que pasé por ella, pero ahora los peligros para el alma no son tan contundentes.

Cuando llegué a ella pensé que estaba a solo 5 pasos de un futuro luminoso y por fin libre de las preocupaciones de las finanzas. Podría ser libre al estar protegido por un título universitario, por una salario digno, y por ideas que se iban tornando más claras. El extranjero no existía. El show de Truman.

La vida tenía otros planes, pero sobre todo seguía siendo muy terco. No aceptaba ser miembro de las organizaciones . No iba a las marchas, no iba a los lugares que me enviaban y usualmente terminaba vagando por terrenos movedizos. Sin embargo, y ese era mi principal temor, no se daban cuenta de cuánto maduraba en mis conceptos de cubanía, de lo que consideraba bueno para mi país, de la comprensión de nuestra historia, sin demasiado ruido o palabrería barata , sencillamente hacía, no predicaba.

Varias veces “conversaron” conmigo, me citaron en oficinas destartaladas donde trabajaba gente con cierto poder que a regañadientes aceptaban hablar con los “flojos”. Hasta el día, mucho tiempo después, en que siguiendo la lógica del sistema fui declarado “potencial delictivo”.

Pero entre una cosa y la otra, y el final de ese camino que me costó la desconfianza y la falta de oportunidades, la vida me mostró rostros terribles de los que no voy a hablar acá pues aunque son un obstáculo a la libertad personal, no son relevantes para los extraños.

Solo había una salida: perder el miedo. Es difícil lograrlo porque los enemigos son colosales y atacan por doquier. El miedo viene desde la infancia, muchas veces es inculcado para que nos paralice y no cambiemos el rumbo, para que no seamos libres. Sigue con nosotros por décadas y muchos mueren como vivieron, sin atreverse. Pero no critico, le tememos al hambre que ya conocimos en los 1990s, la falta de ropas y estar vestidos todos iguales y caminar con los ojos bajos por la vergüenza de no ser capaces de poder ser diferentes, únicos. Le tenemos miedo a las guerras que hemos tenido que participar, las propias y las ajenas, pues como bien dice la canción es un monstruo grande y pisa fuerte y no la queremos para nuestros hijos. Miedo a las prohibiciones, a las sospechas, a los informes secretos y quien los lee y determina la “solución”. Nos aprieta el alma y el estómago el enemigo sin escrúpulos, poderoso y terrible, que nos quiere muertos.

Retirarse un día a un rincón de esta isla, apretarse las manos y sudando y temblando decidir retarse unos mismo, no temer a otros seres humanos, decidir no renunciar a mi espacio en este país por lo que puedan decir o determinar, luchar con mis herramientas escasas, mi inteligencia promedio y dejar brotar el amor cada minuto serían mi escudo y mi espada. Sé que el camino es infinito, nunca acabará porque no es el sendero trillado, y que incluso en el momento final muy posiblemente todavía no me sentiré libre porque las amenazas se renuevan y pueden generar nuevos miedos en personas que básicamente estamos desprotegidos. Los que no piensan en estas cosas son un poco más felices. Por eso concuerdo con la famosa cantante negra, que en otra realidad y contexto lo expresó tan bien: La libertad es no tener miedo.

Espero que en los momentos de partir no sentir arrepentimiento, sobre todo de haber sido valiente. Y si sintiera arrepentimiento que fuera solamente por no haber sido valiente siempre.

Estos son los tiempos del COVID. Nuevamente confinamiento, esta vez físico. Nuevamente los obstáculos que nos derriban y las malas cosechas personales, se levantan diques, así que no queda más remedio que darnos una tregua, pero lo importante es no claudicar.


sábado, 23 de enero de 2021

La Libertad (I)




Uno de las mayores conquistas que disfrutan algunos seres humanos de estos tiempos es la libertad. Y digo algunos porque en verdad no todos pueden darse el lujo de decir que son y realmente sentirse libres.

Uno puede dejar se ser libre por muchas razones. Digamos por ejemplo que una persona endeudada no es libre, que alguien que no pueda cambiar su vida cuando desee tampoco lo es. Allí está ese derecho, pero realmente no se disfruta. La sociedad humana actual ha encontrado formas sutiles, cadenas invisibles, para que los ciudadanos cada vez puedan tener menos rango de acción, menos poder de cambiar las cosas, por lo tanto menos libertad.

El poder decir ¡Abajo el presidente!, o poder leer Internet no es exactamente la idea de libertad de los hombres de pensamiento elevado.

Pero en fin, me quería referir a la idea de Libertad en su estado primigenio antes de que se viera rodeada de sutilezas y tergiversaciones, por la idea que lucharon y murieron muchos hombres de los cuales no conocemos sus nombres pero sí su espíritu.

Esa Libertad no pasa de generación en generación por la sangre, no se hereda  de padres a hijos por el ADN. No. La libertad y lo que ella representa y es pasa mediante la lucha, mediante la educación , mediante el ejemplo y el no ceder ante ninguna forma de totalitarismo.

Y eso lo saben los que nos quieren ver como hombres sin voluntad, sin visión de futuro, sin ganas para defender los  derechos civiles y humanos. 

Si logran que una generación traicione sus ideales de Libertad los que vienen detrás están perdidos. Habrán logrado ganar la batalla por la independencia quizás, pero perdido por la libertad.

Sus hijos serán prisioneros en un país independiente. Ciertamente se debe luchar por la independencia de las naciones, pero sobre todas las cosas, y esa es la batalla mas larga, por la libertad de sus miembros.

martes, 12 de enero de 2021

UTOPIA: UNA EDUCACION PARA CAMBIAR EL MUNDO




En el transcurso de estos años he trabajado varias veces con algunos maestros que han venido de vacaciones a Cuba. Siempre he tenido la curiosidad por saber cómo son los sistemas educativos en diferentes sociedades  y me han resultado interesante ver cómo además de tener problemas comunes y también métodos comunes para resolverlos , poco a poco todos vamos confluyendo hacia la necesidad de transformar esos sistemas y formar entonces un nuevo tipo de ser humano.
La mayor parte de la educación que se ve hoy en día es para producir personas listas para un trabajo. Para nada es una educación integral, es más bien muy especializada, sobre todo a nivel de universidades. Desde niños y hasta adultas la gente no sabe mucho de muchos temas distintos. Una de las pruebas de eso es que si los hombres supieran más sobre otras culturas e historia no creo que se pudiera hacer que la gente fuera a la guerra. La educación en casi todas partes consiste mayormente en memorizar y no tanto se les enseña herramientas universales para resolver problemas,  para no hablar de herramientas emocionales en su propio campo, como por ejemplo desarrollar un pensamiento crítico.
Pero claro, para los términos en que se desenvuelve el mundo de hoy en día estamos creando los seres humanos perfectos , la mano de obra perfecta para los intereses reinantes. Debimos algunos años atrás haber diseñado un sistema educativo  en que realmente se desarrollara la mente, y motivar a cada persona a alcanzar su mayor potencial. Así , mientras más inteligente es la gente más rico es el mundo porque todos contribuirían al mismo.. mientras más inteligentes sean los niños mejores serán nuestras vidas porque ellos contribuirán más constructivamente al entorno y directamente a nuestras vidas.
Pero para crear seres humanos  preparados no solo intelectualmente hay que por un lado volver a nuestras raíces ´humanas´ y por otro lado enseñar ¨nuevas ¨  asignaturas que les den acceso al corazón .
Y para eso hacen falta maestros conscientes y buenos que enseñen también sobre los sentimientos y no solo sobre los conocimientos.
Enseñar que la aflicción es una emoción natural. Es esa parte de ti que te permite despedirte cuando no deseas decir adiós; expresar (expulsar, sacar) la tristeza dentro de ti debido a la experiencia de cualquier clase de pérdida. A los niños que les dicen “No llores”, se les dificulta llorar cuando son adultos. Después de todo, durante toda su vida les han dicho que no lloren. Por lo tanto, reprimen su aflicción.
La aflicción que se reprime en forma continua se convierte en depresión crónica; una emoción muy poco natural. Las personas han matado y se han suicidado debido a la depresión crónica.
Enseñar qué es  la a ira . Es la herramienta que tienes y que te permite decir “No, gracias”. No tiene que ser abusiva y nunca tiene que dañar a los demás. Cuando los niños  la comprenden y los caminos que puede tomar muestran una actitud muy saludable respecto a esta cuando son adultos y, por lo tanto, generalmente atraviesan por su ira con mucha rapidez.
A los niños que les hacen sentir que su ira no es correcta, que es malo expresarla y que no deberían sentirla, se les dificultará manejar en forma apropiada su ira cuando sean personas adultas. La ira que se reprime continuamente se convierte en cólera, una emoción muy poco natural.
Enseñar  acerca del miedo o  temor como una emoción natural. Todos los bebés nacen con dos temores únicamente: el temor de caer y el temor a los ruidos fuertes. Todos los otros temores son respuestas aprendidas, proporcionadas al niño por su medio ambiente, enseñadas por sus padres. El propósito del temor natural es desarrollar un poco de preocupación. La precaución es una herramienta que ayuda a mantener vivo el cuerpo. Es un fruto del amor. El amor por el Yo.
A los niños que les hacen sentir que el temor no es correcto, que es malo expresarlo y que ni siquiera deberían sentirlo. El temor que se reprime continuamente se convierte en pánico.
Sería maravilloso que se hablara mas en las escuelas sobre el amor. Cuando a un niño se le permite expresarlo y recibirlo, en forma normal y natural, sin limitación ni condición, sin inhibición ni vergüenza, él no requiere de nada más, puesto que la alegría del amor expresado y recibido de esta manera es suficiente. Sin embargo, el amor que ha sido condicionado, limitado, regido por reglas y reglamentos, por rituales y restricciones, controlado, manipulado y reprimido, se convierte en algo no natural.
El amor que se reprime en forma continua se convierte en actitud posesiva.
Las emociones naturales, cuando se reprimen, producen reacciones y respuestas no naturales. Hoy en día son mas y mas las personas que reprimen las emociones más naturales. No obstante, éstas son nuestras amigas. Éstas son nuestros dones. Recibimos estas herramientas al nacer y son para ayudarnos a negociar la vida.

¿Por qué la mayoría de la gente reprime estas emociones? Les enseñaron a reprimirlas, les dijeron que lo hicieran. ¿Quiénes? Los padres, las personas que los criaron. ¿Por qué? Porque sus padres se los enseñaron y a sus padres se los enseñaron los suyos. ¿Por qué continúa? Lo que continúa es que la paternidad y los métodos de enseñanza ejercida por personas no adecuadas.
Nadie está peor equipado para criar a los niños que los padres jóvenes. La mayoría de los padres asumen la tarea de la paternidad con muy poca experiencia en la vida. Apenas acaban de ser educados. Todavía buscan respuestas e indicios.
Ni siquiera se han descubierto a sí mismos; no obstante, tratan de guiar y de proporcionar descubrimiento a otros, incluso más vulnerables que ellos. Ni siquiera se han definido a sí mismos y se les confía el acto de definir a otros.
Es decir, unos casi niños que están criando otros niños cuando ellos mismos todavía tratan de superar lo mal que sus padres los definieron.
La presión es muy grande para hacerlo bien; ni siquiera pueden dirigir “correctamente” sus vidas. Por lo tanto, dirigen todo mal: sus vidas y las vidas de sus hijos.
Si tienen suerte, el daño a sus hijos no será demasiado. Los hijos los superarán, aunque tal vez no antes de transmitir algún daño a sus hijos.
Y es que las sociedades humanas modernas han roto el esquema original en que varias generaciones compartirían una vida en común, sus hijos, sus recursos, sus alegrías y tristezas. Supongo que  en  los orígenes del desarrollo humano nunca se tuvo la intención de que los jóvenes que dan vida a los niños fueran educadores de niños.
Me explico. Los seres humanos son biológicamente capaces de crear niños cuando ellos mismos son aún niños, Sí, desde cierta perspectiva. Sé que resulta difícil mantener esto como verdad, pero miremos a nuestro alrededor. La dificultad yace en la sociedad. A los 18 años les decimos que son “mayores” y están listos para enfrentar el mundo. A esto hay que añadir el hecho de que a muchos de los adultos actuales  los criaron madres y padres que no tenían más de 18 años de edad cuando empezaron a criarlos.
En otras palabras, para mejorar esta situación la sociedad debe cambiar ciertos patrones, criterios , se esperaría  que el dar la vida sea una actividad de los jóvenes, cuyos cuerpos están bien desarrollados y fuertes. Se esperaría que el criar a los niños fuera una actividad de los mayores, cuyas mentes están bien desarrolladas y fuertes.
En nuestra sociedad se insiste en hacer responsables de criar a los niños a las personas que les han dado la vida, con el resultado de que no sólo han dificultado mucho el proceso de la paternidad, sino que se distorsionan muchas de las energías que rodean al acto sexual.
A medida que los niños crecen y llegan a la adolescencia, comprenden que esto no es verdad, pero entonces les hablan en términos muy claros sobre el vínculo entre embarazo y la sexualidad  y acerca de cómo tendrán que educar a los niños, por lo que ahora tienen otro motivo para sentir que la expresión sexual es “mala” y así se completa el círculo.
Esto ha causado confusión en la sociedad, así como estragos. Hemos creado la vergüenza sexual, la represión y el pudor, lo que ha conducido a la inhibición sexual, a la disfunción y a la violencia.
Como sociedad, siempre estaremos inhibidos por eso que nos avergüenza; siempre seremos disfuncionales con comportamientos que hemos reprimido y siempre actuaremos con violencia, como protesta porque nos hacen sentir vergüenza por algo que en el corazón sabemos no deberíanmos sentirla.

Entonces, cuando al fin muchos jóvenes comprenden que han sido víctimas del engaño, que se supone que la sexualidad debe ser una parte maravillosa, honorable y gloriosa de la experiencia humana, se enfadan con los demás: con los padres, por reprimirlo; con la religión, por avergonzarlos; con los miembros del sexo opuesto, por desafiarlos y con toda la sociedad, por controlarlo.
Por último, se enfadan consigo mismo, por permitir que todo esto los inhiba.
Gran parte de esta ira reprimida se canaliza hacia la construcción de valores morales distorsionados y desencaminados, en la sociedad en la que ahora viven, una sociedad que glorifica y honra con monumentos, estatuas, timbres conmemorativos, películas, fotografías y programas de televisión, algunos de los actos de violencia más feos del mundo, pero que oculta o, peor aún, que desprecia algunos de los actos de amor más hermosos del mundo.
Todo esto ha surgido de un solo pensamiento: que las personas que tienen hijos, tienen también la responsabilidad de criarlos cuando en realidad los responsables es toda la comunidad, con énfasis especial en las personas mayores.
En las razas y sociedades más avanzadas, las personas mayores crían a los niños, los alimentan, los entrenan y les transmiten la sabiduría, las enseñanzas y las tradiciones de su raza. En una sociedad donde no se consideraría  “malo” producir hijos a una edad joven (porque los ancianos los criarían y, por lo tanto, no existiría un sentido abrumador de responsabilidad y carga), no existiría la represión ni la violación ni la desviación ni la disfunción social y sexual.
La verdad es que la mayoría de los seres humanos no están equipados para criar a los niños incluso cuando tienen 20 y 30 años  y no debe esperarse que lo estén. En realidad, no han vivido lo suficiente como adultos para transmitir una sabiduría profunda a sus hijos.
Alguien  habló sobre esto. Comentó: “Cuando yo tenía 19 años, mi padre no sabía nada. Sin embargo, cuando yo tenía 35, me sorprendió cuánto había aprendido mi padre”.
Lo cierto es que muchos jóvenes sólo les dirán a sus hijos  la verdad que conocen, la verdad de otros, la de sus padres, sus madres, su cultura y su religión. Su propia verdad todavía la están buscando.
Para la crianza de los hijos son las personas mayores las que conocen la vida; lo que es importante y lo que no lo es; lo que significa en realidad términos tales como integridad, honestidad, lealtad, amistad y amor.
Comprendo que es difícil aceptarlo, pero muchos de nosotros apenas hemos pasado de ser “niños” a “estudiantes”, cuando ya tenemos hijos propios y sentimos que tenemos que empezar a enseñarlos. Entonces suponemos que debemos enseñarles lo que nos enseñaron nuestros padres.
¿Cómo podemos terminar el ciclo?
Dejemos la educación de los niños en las manos de las respetables personas mayores. Los padres no pueden ser  los únicos responsables de su cuidado y educación. Las necesidades físicas, sociales y espirituales de los niños las satisface toda la comunidad, con la educación y los valores que ofrecen las personas mayores.
Claro, este modelo no funcionará en la forma como tenemos estructuradas en la actualidad nuestras vidas ya que  no sólo es la paternidad lo que estamos haciendo con un modelo inefectivo, sino toda nuestra forma de vida.
Nos hemos alejado unos de los otros. Hemos separado nuestras familias, desmantelado las comunidades más pequeñas, a favor de ciudades enormes. En estas ciudades enormes hay más personas, pero menos “tribus”, grupos o clanes cuyos miembros consideran que su responsabilidad es incluir responsabilidad para todos.
Aún peor que alejarse de las personas mayores, las hemos apartado, las hemos marginado, les hemos quitado su poder e incluso nos sentimos agraviados por ellas.
Sí, algunos miembros de algunas sociedades se sienten agraviados por las personas mayores, aseguran que de alguna manera desangran el sistema, exigen beneficios que los jóvenes tienen que pagar con porcentajes de sus ingresos cada vez mayores.
Sin embargo, si las personas mayores no contribuyen, esto se debe a que no les permiten contribuir. Les hemos pedido que se retiren de sus trabajos, cuando podrían proporcionar algún bien a la compañía. Les  han pedido que se retiren de una participación más activa y significativa en la vida, justamente cuando su participación podría dar algún sentido a todo.
No sólo en la paternidad, sino también en la política, en la economía e incluso en la religión, donde las personas mayores tenían al menos un punto de apoyo, se han convertido en adoradores de la juventud, en una sociedad que aparta a los ancianos.
La sociedad se ha convertido en una sociedad singular y no en una plural. Esto es, en una sociedad formada por individuos y no por grupos. Al individualizar y rejuvenecer a la sociedad, hemos perdido mucho de riqueza y recursos. Ahora carecemos de ambos y muchos viven en una pobreza y agotamiento emocionales y psicológicos.
Como en muchas otras cosas vivimos en negación. Primero, reconozcamos que es real. Muchos viven en negación. Muchos fingen que lo que es así, simplemente no lo es. No deseamos escuchar la verdad, mucho menos expresarla.
Con frecuencia, la verdad resulta incómoda. Sólo conforta a aquellos que no desean ignorarla. Entonces, la verdad no sólo se vuelve confortante, sino también inspiradora.
No todo está perdido, en el tercer mundo sobre todo, hay algunos buenos motivos para sentirse animado, optimista. Observo que las cosas han empezado a cambiar. Hay más énfasis para crear comunidad y formar familias amplias, más que en años recientes y se están honrando cada vez más con mayor frecuencia a los mayores, produciendo significado y valor en las vidas. Es un gran paso en una maravillosa dirección útil.
Pero por el momento sigue siendo una utopía

Humberto 
Guía Local  y Maestro
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domingo, 3 de enero de 2021

Pensar, un lujo hoy en dia

PIENSA

Pocas cosas poseen mas poder que un Pensamiento.

Porque un Pensamiento tiene el potencial
de convertirse en algo relevante
de solucionar algo significativo
y de inspirarnos para lograr grandes cosas.

Lo que hace a un Pensamiento algo tan poderoso
es que puede ser creado por cualquiera
en cualquier momento
desde cualquier lugar.

Porque donde quiera que el acto de pensar ocurra
grandes Ideas le siguen,
las Mentes se iluminan
el Conocimiento crece,
y los pueblos descubren nuevas maneras 
de liberar su potencial

Asi que ,
!Comencemos a Pensar!

martes, 29 de diciembre de 2020

COSAS QUE AHORA SE COMPRAN

 Desde finales del siglo XX y en lo que vamos del XXI se ha hecho cada vez más notorio que las cosas simples de la vida van cayendo en extinción. Por el momento solo en la infancia primera, y algunos seres privilegiados de adultos pueden disfrutar de manera plena de aquellas cosas que llevamos grabados en los genes. El regreso al mar de donde venimos, el ritmo o música de la vida, el olor de la tierra, el espíritu de la aventura, el disfrute de la libertad de manera real y natural.

Y no hablo de los que tienen mucho dinero para no tener que pasar sus vidas luchando por un sustento sin casi tener tiempo para mirar el cielo.

Hay dos historias que quiero contar.

Hace casi dos años trabajé con dos chicos turcos que vinieron de vacaciones a Cuba. Venían de graduarse en Estados Unidos e iban de regreso a Turquía. Uno de ellos era de familia muy rica. Conversamos de muchas cosas, pero una de las que más recuerdo es cuando conversamos de las telenovelas turcas que se estaban poniendo de moda en Cuba. Ese mundo idílico de hombres y mujeres hermosos, bien vestidos, de una Turquía moderna y civilizada. Ellos sonrieron. Uno me preguntó a cuantas cuadras estaba mi casa del mar. Unas siete, le respondí. Entonces para mi sorpresa me dijo: te lo puedo resumir de una manera que lo abarque toda. En Estambul hay personas que viven y mueren a esa misma distancia del mar y durante décadas no pueden llegar a disfrutarlo porque su vida es solo trabajo y no hay tiempo para placeres como ir a mirar el mar.

Segunda historia. Serví de guia a un señor inglés. Fue una jornada de en ensueño aun para mí. Autos clásicos y modernos, La Habana de punta a cabo, almuerzo y comida en restaurantes de lujo, bebidas caras, caminar por las calles de la Habana vieja con alguien que parecía una esponja humana. Al final de la jornada llegamos al hotel Nacional, y allí sentados en el jardín, frente al mar Caribe y con el atardecer cayendo y tiñendo de rojo a mi ciudad, con una copa de vino blanco casi helado en las manos, este hombre me contó que hacía muchos años que no pasaba un invierno. El dinero que tenía le permitía ir de hemisferio en hemisferio y disfrutar de países y continentes en una eterna primavera-verano.

Con estas y otras historias comprendí que hay cosas que tienen un precio alto en el mundo de hoy y que antes eran de fácil acceso por todos. Cada año se  vuelven privilegios de algunos que tienen el dinero y el tiempo para poder detenerse, observar y decidir qué hacer.

He aquí algunas de esas cosas que para mí guardan un valor especial y que he notado que se nos escapan de entre los dedos de las manos como la arena, dejando algunos granos en ellas que serían los recuerdos de infancia, cuando vivíamos una vida despreocupada y han pasado a ser cada vez más el patrimonio de los que pueden pagarlo:

_ Amaneceres y Atardeceres

_ El silencio

_ Mares azules, cálidos y transparentes

_ Paisajes, aún los propios. 

_ Independencia

­_ Tiempo de calidad para compartir 


Humberto.

maestro y Guia en la Habana

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sábado, 21 de noviembre de 2020

Habana

Para el visitante de la Habana de hoy en día es la capital de Cuba una verdadera sorpresa. Para los guajiros es siempre la ciudad soñada, la Meca de Cuba, con todo lo que esto pudiera significar. Para los extranjeros, sean estos turistas o no ,la Habana puede significar mucho o poco, pero ciertamente no deja indiferente a ninguno de ellos. He escuchado todo tipo de expresiones de admiración, de desconsuelo, de decepción, y de los que la conocieron en otros tiempos, de indignación. Para mi la Habana ha sido siempre igual. Ya la conocí sin grandes anuncios lumínicos, incluso nací en medio de una temporada de apagones, que como las de huracanes , regresan irremediablemente. La conocí con las fachadas de cada casa y edificio despintadas, descascaradas. Las calles llenas de huecos,los grandes almacenes desabastecidos, y en fin, con todos los problemas que tan presente se manifiestan. Para nada la Habana de Eusebio Leal (¿Dónde estaría trabajando por aquel entonces? Un poco pensaban los capitalinos de entonces que ya estaba todo perdido y un aire de resignación mezclado con la certeza de que en todo el mundo las cosas estaban mas o menos igual reinaba en el ambiente. Pero también la Habana, en realidad toda Cuba, no tan solo era muy diferente a la Habana capitalista de principios del siglo XX sino también, y se puede decir que principalmente, de la Habana de hoy. Si tuviera que resumir con alguna expresión, la impresión de la Habana de mi infancia sería la tranquilidad, la despreocupación. Eso para mi en aquel entonces. Porque desde el presente puedo ampliar la perspectiva: la tranquilidad que brindaba la ignorancia. Ya hoy La Habana se lanza en una carrera contra reloj para sobrevivir. Luchamos contra todos los elementos posibles: la decidia, el tiempo, los huracanes, el mar, el mal gusto . Estamos en esta carrera para salvarnos a nosotros mismos, pues sin ella y sus memorias no tendremos futuro.

Humberto 
Guía Local  y Maestro 
Para recorridos de ciudad: cubamigos@yahoo.es 


viernes, 20 de noviembre de 2020

Dos Cafés y cuatro Pastelillos



1 café expreso en La Habana usualmente cuesta como promedio 50 centavos de dólar. Un pastelillo de calidad cuesta como promedio 30 centavos de dólar. Una botella de agua mineral de las pequeñas unos 55 centavos de dólar.

Por lo tanto dos cafés , 4 pastelillos   y una botella de agua cuestan mas o menos 3.30 de dólar.

Cada dólar ( o peso convertible) cuesta 25 pesos normales.
Mi salario era entonces de 550 pesos normales mensuales.

Cuando mi padre enfermó a finales del 2008 y casi muere yo rogaba  que no sufriera. Que prefería verlo partir antes de verlo sufrir. Sentado al pie de la cama trataba de reconocer, en aquel anciano que perdía peso cada día  porque casi no comía, y que entre mi mamá y yo cambiábamos  varias veces durante la noche por la incontinencia , a mi padre.
Y un día se durmió. Ya no sufría en apariencia. Y entonces  rogué ques me guiara en el camino de su regreso a nosotros. Porque tampoco lo quería dormido, vegetando. Y fueron visitas y visitas de médicos, y me quedé sin un centavo porque cada semana era un tratamiento diferente, una esperanza diferente.
Algunos me decían, la mayoría, que ya todo había acabado. Solo uno me dijo que lo tomara de la mano y le hablara. Que un día despertaría.
Y así lo hice.
Y un día despertó.
 A los seis meses justos.
Atontado y distante aun no me reconocía. Preguntaba cuando regresaría a su casa.
Pero poco a poco le fuimos ganando terreno a lo imposible, dejando como secuela cierta debilidad motora.
Pero claro, ya no podía salir a sus diarias y  largas  caminatas 'el solo.
Entonces una vez a la semana salíamos juntos.
Por un lado yo , por el otro su bastón .
Y nos sentamos a tomar su café en la avenida 23, céntrica, llena de vida,  y es increíble como la mirada de un anciano se puede parecer a la de un niño curioso. Y con cierta malicia y cara de goloso me pregunta si  sería posible comprar dos pastelillos “para acompañar el cafecito”.
La gente lo mira un poco extrañado porque como tenia una traqueostomía permanente daba la impresión de que dice algo muy importante y secreto cuando me habla.
“Y claro papá, siempre hay pastelillos por acá”
Y nos tomamos nuestros cafés , nuestra botella de agua natural, y los 4 pastelillos cada semana.
 Regresamos a casa tomados de la mano (¡tenia pavor de que se me cayera!).
Son dos horas de paseo con alguien que con amor traje de vuelta de algún lugar misterioso y oscuro.
Y por el camino de regreso ya me iba rompiendo la cabeza , pensando como mantener ese ritmo.
Porque cada semana eran 82.50 pesos normales que debia convertir en dólares .
Cada mes 330 pesos de mi salario de 550
Y solamente para dos horas cada semana entre un padre y su hijo, un instante en la eternidad y solo  un grano de arena en las montañas de problemas que tiene  esta humanidad.




jueves, 19 de noviembre de 2020

Democracia , Libertad, Tirania




La democracia no se puede regalar como una tableta de chocolate. La democracia hay que conquistarla . Para conquistarla  hay que quererla, para quererla hay que saber qué es. Los pueblos que han vivido mucho tiempo bajo dictaduras, regímenes feudales o tipos de gobierno por ese estilo no lo saben. Y mucho menos lo entienden .Y por consiguiente no la quieren. No tanto porque estén deseducados  tras años de dictadura, o de régimen feudal al estilo islámico o de cualquier otro tipo , sino porque son incapaces de elegir su propio destino. Porque los dictadores y los reyes no enseñan a razonar, a elegir el propio destino. Solo enseñan a sufrir, a obedecer a un Dios o a un Hombre. Es un amo absoluto, un soberano que controla todo momento y todos los aspectos de la vida. Quizas dentro de un siglo o dos esto pudiera cambiar. El mundo avanza deprisa. Pero hoy por hoy esta es la realidad y no admitirlo es pura demagogia.
Y esto nos lleva a la maravillosa libertad. No la libertad entendida como libertinaje, desenfreno, prepotencia, egoísmo, es decir la libertad que se emborracha de si misma. Que se abandona a los excesos, que acaba con la libertad de los demás. La libertad razonada, quiero decir. Disciplinada, e incluso auto disciplinada.
Creo que fue Platon  el que dijo que había que manejar con mucho cuidado a un pueblo, que tras muchos años sin disfrutar de la libertad encontraba un hombre dispuesta a dársela  sin medida hasta emborracharlo. Entonces los hijos tratan a sus padres como iguales, los que no tienen méritos a los que lo tienen,  los maestros no se atreven a corregir a los alumnos y  estos hacen burla de ellos, que los jóvenes pretendan los mismos derechos que los ancianos y para no ser demasiado severos los ancianos se los den. En tal clima de libertad y en nombre de la misma, ya no hay respeto ni consideración por nadie. Y en medio de tanto libertinaje nace, se desarrolla, una mala planta: la tiranía, casi que inevitable para entonces reponer el orden.
Y nuestros pueblos de América Latina son un ejemplo vivo y cíclico de estas ideas que hace mucho tuvo Platón.


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sábado, 14 de noviembre de 2020

MI DIA A DIA 14/11/2020 Sabado

 Hoy parecía que sería un dia fácil. Me levanté temprano, digamos que a las 6 am. Café, dos tazas, desayuno (el mío presidiario: pan y agua).

Esperaba a la muchacha que limpia mi casa los sábados. Menos mal que llegó temprano y salí de cacería. A las 7 am ya mucha gente en las calles. ¡Claro, Sábado!, la gente que trabaja toda la semana sale el sábado y el domingo a ver qué pueden comprar. Fijate en la sutileza : no es la mismo salir a comprar a salir a ver qué se puede comprar. Es decir , lo que se pueda y lo que se encuentre.

En fin, lo dejé para otro día. Lo importante es que debía ir a la Habana Vieja, a una tienda en dólares, La Casa del Electricista. Pero nada, las calles llenas, los tiendas llenas, los autobuses llenos, las máquinas de alquiler llenos. Y todo antes de las 9 am. ¿La COVID? Bien gracias.

Así que me fui a casa de mi tía, 7 kms de caminata en las dos direcciones. Por el camino la compra de plátanos y alguna que otra cosilla. A la vuelta dos pizzas para no tener que meterme en la cocina cansado y sudoroso.

Con la tía a tomar helados y esperar que me avisaran que podía regresar a casa. Ya ayer abrieron el aeropuerto de la Habana y era la comidilla por donde quiera que pasábamos. Algunos lo ven positivo pues podrán ver a la familia otra vez, ya sea de visita o de regreso después de meses sin posibilidad de retorno. Para otros es un horror considerando que todos los países tienen una situación bien difícil. Dicen que los turistas rusos están “cundidos” con el virus y los están llevando a un centro de aislamiento y se quejan de que es una prisión. Mira que decir eso los creadores del archipiélago GULAG. Además dicen que lo sabían cuando decidieron venir, lo que pensaban que estos indiecitos y negritos del Caribe, atrasaditos, bailadores de conga y con necesidad de dinero no podrían detectar el virus, y en caso de que lo detectaran se harían de la vista gorda.

Finalmente llega la tarde, preparar la comida y como cada sábado esperar al comisario Montalvano, la serie italiana del comisario de policía en el sur de Italia. Es maravilloso la paz que me da ver el Mediterráneo, y particularmente ver esos pueblos casi de la época romana, vacíos y blancos, donde hasta los crímenes parecen hacerse con calma.

Hace mucho calor todavía, los balcones con gente hasta tarde, comentando las cosas y sobre todo preparándonos para el cambio de moneda, “se dice” que será este primero de diciembre. Se dice que la vida nos cambiará, que el dinero alcanzará todavía menos y de una manera tan radical que Cuba no tendrá vagos en menos de seis meses pues se morirían de hambre. Eso es una garra de miedo que se nos mete en el vientre.

Algunos nos preparamos para una nueva batalla de inteligencia, otros de fuerza, otros confían en su juventud y que el tiempo se encargará de la competencia de los mayores, otros se ríen de una historia que parece contada al revés. Primero fue el dólar igual que el peso cubano, después de la revolución solo el peso cubano (¿recuerdan la época de que por tener aunque sea una moneda de 10 centavos de dólar podías ir tres años a la cárcel por tenencia ilegal de moneda extranjera y la casi extinción de los numismáticos? Después nuevamente el dólar de regreso y la cara atontada e incrédula de los presos que fueron amnistiados porque ya no era ilegal tener dólares, aunque algunos tenían mucha ira por dentro después de pasar dos años y medio en la cárcel, y para colmo se quedaron con los antecedentes penales en el registro. Después ya no circuló más el dólar y apareció un nuevo Rey: el peso convertible que valía 25 veces más que el peso cubano y no se inclinaba en poderío ante el dólar, hasta sacarlo de circulación. Tener dólares en Cuba por más de 30 años fue absurdo. Y ahora nuevamente lo tenemos en forma de tarjeta magnética con remesas desde el extranjero, lo tenemos de manera virtual, pero no podemos tocarlo, aunque si hay algún consuelo tampoco podemos tocar a sus primos: el euro, el peso mejicano, etc.

Y finalmente el Peso Convertible se va. Se retira de la escena. Se jubila. No es una derrota. Jugó su papel. Manipuló las finanzas, jugó con ellas, levanto y destruyó la economía como un master del Juego de Tronos. Le cede el paso al peso cubano. Pero su recuerdo en la memoria quedará como lo tienen las antiguas monedas europeas en relación al euro mientras queden hombres y mujeres que lo mantengan vivo en la memoria. Nos pasará como a los españoles con la Peseta. ¿Cuánto cuesta esto? ¿Cuánto seriá en las antiguas pesetas? Pues nada, para nosotros será igual, pero en peso convertibles.

¿quizás el bitcoin cubano sea el convertcoin? Físicamente no existirá, pero al mismo tiempo lo llevaremos todos los precios a él. Al final todo es una ilusión. ¡Ha muerto el Rey (CUC) , viva el REY!, ¿el CUP?, no, el Dólar, ese billete con ese tono verde foresta encantador.


sábado, 24 de octubre de 2020

MI DIA A DIA. 4 y 5 abril 1989. PAGINAS DE UN DIARIO.

 A los que me leen: ¿Conociste al mundo antes de internet? , o,  ¿Recuerdan cómo era antes de internet? Estábamos aislados en nuestros pensamientos. Nuestros mensajes iban en cartas, en botellas lanzadas al mar, en mensajes en código morse, en telegramas para anunciar casamientos y funerales. Y en diarios.

Yo aprendí desde muy joven que una de las cosas que nos pudiera pasar era el debilitamiento de la mente. El olvido. Y desde niño, casi, con 13 años comencé a escribir un diario. No porque considerara que mi vida era extraordinaria, sino porque tenía miedo a olvidar.

Y conservo esos diarios. Palabras ingenuas de niño de 13 años. A los 15 ya rebelde y con un voto de silencio que casi duró un año porque consideré que no tenía nada que decir, nada que aportar. Para despertar rebelde y antisistema a los 16.

Durante muchos años fueron todos los tonos de grises, pero también cosas que pasaban en Cuba y que hoy pocos recuerdan en el día a día, y otros se empeñan en olvidar o que se olviden.

De tantas fechas de ese diario escojo el 4 y 5 de abril de 1989. Ese dia llegó a la Habana Mijaíl Gorbachov. Traía la bandera de paz en una mano, y la del abandono en la otra. Todavía Fidel Castro se negaba a creer lo que estaba sucediendo en la ex URSS. Todos aunque estupefactos pensaban que era una limpieza general de la casa grande. Pocos vieron anticipadamente que era por el contrario la demolición.

Entonces allá vamos, copio palabra por palabra:

Abril 4, 1989, Martes.

GORVACHOV.

Llegó el domingo a las 5:58 de la tarde. Desde hacía mucho tiempo los cubanos deseaban la visita del líder soviético, por una razones o por otras se considera de mucho importancia.

Por unas razones o por otras, pero la mayoría de los cubanos tenían la esperanza de que Gorbachov, al menos en privado, deslizara recomendaciones de apertura.

Yo, no.

A los soviéticos les conviene que Cuba quede tal cual está. Las ventajas que recibe de Cuba, relativamente, no se las da ningún otro país socialista.

Cuba es una enorme base militar, un gran portaviones a solo 90 millas de Estados Unidos. Cuba es un fuerte enlace entre el Tercer Mundo y la Unión Soviética (al menos por el momento). Y para el Tercer Mundo es un símbolo de muchas cosas.

Se le dio una enorme bienvenida, una de las más grandes de toda la historia de Cuba, y no solo por el número de personas.

Pero todo fue decepcionante. Cada vez que hablaban uno del otro era para elogiarse, cuando al menos todos los cubanos sabemos que Fidel detesta lo que Gorbachov representa y hace. Se hace una mala publicidad e incluso censura de revistas como “Novedades de Moscú” y se las clasificaba como contrarrevolucionarias , peores que revistas de países capitalistas.

En la conferencia de prensa, de solo 30 minutos, Gorvachov fue cortés y diplomático. Fidel interrumpió varias veces. Curioso que los medios de prensa americanos no hicieron ni una pregunta. Se limitaban a escuchar y observar. . . e hicieron bien.

Se va mañana.

Ha alimentado la desesperanza de algunos, y la fe de estado sitiado de otros.

Abril 5, 1989

Hoy partió Gorvachov a las 9:30 am. La despedida fue por otro recorrido del originalmente dicho, supuestamente para garantizar la asistencia del público. Un recorrido más corto hacia el aeropuerto, y todos esperaban un auto descapotable y no nos dimos cuenta ni cuando pasó en un auto totalmente cerrado.

Según Fidel la seguridad soviética no permitió que Gorbachov se mostrara en un auto descapotable para protegerlo de un resfriado ya que había una fina llovizna tropical. Curioso para alguien que viene de un país donde la temperatura puede estar bajo cero.

Fallo en la maquinaria de propaganda: Dieron por TV  la llegada de Gorvachov a su llegada a Londres desde la Habana, se bajo del avión bajo una lluvia intensa y saludó efusivamente a Margareth Thatcher.

viernes, 16 de octubre de 2020

IDEAS, quizas sea la explicacion


Alguien que lee mi blog frecuentemente me comentó que muchas veces quedaba confundido por mis “devaneos” entre la izquierda y la derecha. Que a veces cuando escribía le parecía más capitalista que los capitalistas y otras más comunistas que los socialistas.

Y es que ciertamente vivir en Cuba, en la realidad de Cuba, con tantos matices históricos y sociales, donde todo parece siempre estar en construcción puede dar pie a las dudas, las críticas y también los elogios. Al tratar de comprender una realidad compleja se pueden dar mensajes “equivocados”, en dependencia de quien los lea. En pocas palabras, como se diría en el estudio de las lenguas: La realidad cubana es polisémica. Muchas lecturas.

Por ejemplo, ¿recuerdan que en la música hay algo llamado “Década Prodigiosa”?  en Cuba, la década prodigiosa de la ideología fue la del 1960s. En ese momento se sembraron las ideas que aun hoy perduran como base de un régimen político muy diferente al resto de los diferentes gobiernos de América Latina, por no decir del mundo. En esa década se afianzó la fuerza de las ideas llamadas revolucionarias. De cada 10 cubanos, 8, en líneas generales, están de acuerdo con el gobierno revolucionario (por llamarlo de algún modo que describa mejor a lo que se aspira). No importan que pasen los años, no importan que en cada generación hay un porcentaje que se va del país o está en contra del sistema, no importan los matices, esta cifra se ha mantenido firme. Quizás menos en la capital, pero el grueso de la población está en el interior.

El conocimiento de la Historia para no repetir los errores. La educación y el adoctrinamiento, la preparación ideológica todo está encaminado a la defensa de la soberanía a la manera del socialismo . En el mundo cínico de hoy donde se dicen “Estados Libremente Asociados” cuando se deberían decir colonias. Cuando se maneja la libertad de expresión como arma de sedición. Cuando se le llama gobierno de facto a unos vulgares golpistas. Cuando las noticias falsas se imponen sobre las verdaderas. Cuando los presidentes de los países que nos rodean, y no uno ni dos, sino hasta una decena, son llevados a juicio por otros que después también delinquen,  surgen muchas dudas y preguntas para el pueblo cubano, dudas que van más allá de la simple cuestión de cual lado se vive mejor.

¿Independencia es igual a soberanía? ¿Soberanía es igual a libertad?

Como dijo otro cubano ilustre: Un hombre bueno no mira de qué lado se vive mejor sino de qué lado está el deber.

Y por eso escribo a veces como un capitalista y otras como un socialista, porque quiero lo mejor para mi gente y para mi país. E inevitablemente nos enfrentamos a la batalla entre las ideas de un mundo mejor vs economía dirigida únicamente por el mercado y para el mercado y que siempre viene vestido de ropajes brillantes.

Mucha gente en Cuba vive envueltos en una bandera ideológica, otros en la negación absoluta y el olvido de la propia Historia. Y los tiempos que corren son tiempos de enfrentamientos. Y entonces para finalizar, otra frase que pudiera ser importante en cierto contexto y siempre y cuando la fuerza bruta de un arma nuclear o algo parecido no se use: Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.

Creo que al final, la persona que lee mi blog y queda confundido me dejará por incorregible.


Guia Local y Maestro. email: cubamigos@yahoo.es

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