Ya saben, el solo hecho de vivir en Cuba es algo que lleva de por si mucha carga pesada. Contar las historias personales, mis consideraciones, todas honestas conmigo mismo.
Si gustan seria bueno que le dieras un "me gusta"
Si no te agradan del todo solo pido respeto.
Todo lo que se dice que es muy difícil, usualmente , al quitarle la hojarasca , es en realidad muy sencillo.
Y eso lo vemos, por ejemplo, en la política y la "Ley" de los dos Círculos.
Si usted es gobernante de un país y este en verdad le interesa solo debe tener en mente esta "Ley".
Dos círculos. Uno representa los intereses del país. El otro los intereses políticos del gobernante (o del partido que gobierna). Nótese que son dos intereses (círculos) diferentes.
Mientras mas superpuestos estén estos dos círculos es mejor para todos porque eso quiere decir que los intereses del Gobernante son los mismos del País. Casi nunca esto sucede al 100%.
A medida que los intereses del político de turno (un turno que puede ser largo o corto) se distancian de los del país menos área de coincidencia tendrán ambos círculos.
Y cuando vemos dos círculos, pues nada, el país se va por el tragante. Solo importan los intereses del gobernante.
Esto es un poco en broma y un poco en serio, pero tiene su lógica, ¿ no es verdad?
Cada cierto tiempo escribo
sobre cómo me siento. Es de suponer que estos dos últimos años no han sido
buenos. Nuevamente nuestra condición de persona, de buen ser humano ha sido
puesta a prueba. ¿acaparar medicinas y alimentos o compartirlos? ¿Buscar y
ayudar o mirar al otro lado? Nadie puede imaginar lo difícil que es vivir en
una especie de zona crepuscular de la mente. Eso es Cuba.
Hay cubanos que no olvidan la
gratitud, durante la lucha por sobrevivir todos estos años hemos sido ayudados
por hombres comunes y por hombres casi ángeles que nos han permitido hacer
cosas tremendas, servir de ayuda a su vez y poder dar lo mejor de nosotros. Por
eso al final del día algunos cubanos agradecemos no solo a lo divino sino
también a los amigos. Quizás algún día, en esta u otra vida, podremos repartir
la recompensa o la alegría.
Hay cubanos que hemos luchado
mucho y duro por la libertad de nuestro espíritu y por bañarnos siempre en el rio
de eventos que corren en nuestras vidas. No siempre hemos sido libres de
elegir, porque también las decisiones costaban el aislamiento social o
incluso la libertad física, y aun hoy, aunque menos. Cuando más jóvenes esas decisiones
se toman con valor y cierta locura. Con el tiempo se van viendo las cosas más
claras, los lazos creados y las consecuencias para familia y amigos, y
aprendemos a distinguir lo que es pasajero de lo que es definitivo.
Hay cubanos que hemos
aprendido de los enemigos, los cercanos y los que están en otros países. La
lucha ha sido larga y a medida que avanza, década a década descubrimos que ni
la ideología ni las armas son suficientes para vencer, para eso hace falta la
experiencia y un corazón limpio.
Lo más difícil ha sido el
crecimiento de la mentira y la trampa como excusa de supervivencia, como un
arma para lograr un objetivo. Muchas veces hemos perdido las fuerzas, pero
sabemos lo que queremos en lo individual y no necesitamos a los tramposos y mucho
menos darle explicaciones a los aprovechadores cuando reciban el castigo,
siempre las excusas para el ladrón y el especulador serán las del sistema político,
pero un buen ser humano no roba ni estafa a su hermano que también sufre.
Los cubanos hemos luchado
unos contra otros. Creo que casi todos los países han sido así, pero los
mejores cubanos no han sido dominados por las tormentas del alma y la existencia,
hemos tenido la fuerza para vencer las dificultades y seguir adelante. No
obstante han surgido cubanos que han desafiado a sus propias familias y amigos
y los provocan para una batalla en que nadie ganará. Es necesario mostrar que
la ilusión no debe vencer a las ideas claras. Los cubanos del gobierno deben
aprender que cuando sus compatriotas lo desafían en realidad están queriendo
conversar, y todavía no somos buenos conversando unos con otros.
Algunos cubanos han sufrido
mucho por décadas por cosas absurdas y también por otras muy relevantes.
Algunas de las cosas hechas nos hicieron sufrir más de lo necesario. Las
familias se han alejado y han muerto sin verse nunca más, algunos han pedido la
muerte, algunos han colocado bombas. En ambos lados muchos han perdido el
tiempo y hasta la vida por causa de una mentira. Pero al pasar el tiempo uno
aprende a arriesgarse por algo que vale la pena, se lo que sea para cada cual,
pero que nunca deberá ser lo material, lo mezquino e irracional.
En mi caso muchas veces hago
cosas fuera de lo común. Puedo bailar en la calle, mientras espero a un amigo,
mirar los ojos de un desconocido y preguntar de su vida, defender una idea que
puede parecer ridícula. Me alegro siempre con nuevos descubrimientos. Muchas
veces he salidodel combate. A veces
trato de pasar mis días intentando representar el papel que los otros escogieron
para mí, aunque pese, escogí la senda por
donde camino ahora y no tengo motivo para protestar.
Muchos cubanos ya tuvimos alguna vez miedo de entrar en
combate por nuestra libertad individual. Muchos cubanos ya recorrimos un camino
que no nos pertenecía. Ya sufrimos por cosas sin importancia y muchos han
fallado en sus obligaciones espirituales que nos hubieran salvado de muchos
errores costosos. Muchos cubanos dijeron sí cuando querían decir no.
Los cubanos que dijeron que sí
porque su corazón se los mandaba han sido humanos especiales. El camino que escogieron
incluye el respeto por todo lo que es pequeño y sutil. Y supieron siempre el
momento de tomar las actitudes necesarias para comprender que acumular amor
significa suerte, acumular odio significa calamidad.
Debido al aislamiento que
hemos sufrido el mundo no sabe las cosas que hemos pasado o hecho los cubanos. Y
si lo saben es a través de prensa tan parcializada en contra que incluso les
hace creer a algunos cubanos que están equivocados. Pero nosotros fluimos como
el agua, y como el agua jamás podemos ser quebrados por un martillo, ni heridos
por un cuchillo. Todas las almas de los cubanos que han dado sus vidas por
enseñar y curar, por defender dignidades ajenas y propias, en estas y otras épocas
son como un manantial, que frágil en su nacimiento, lentamente va adquiriendo
la fuerza de los otros ríos que encuentra hasta lograr el objetivo: el mar.
Porque los cubanos no
permanecemos indiferentes ante la injusticia, sabemos que todo es una unidad, y
que cada acción individual afecta a todos los hombres del planeta. Por eso,
cuando presenciamos el sufrimiento ajeno y nos piden ayuda, usamos la espada para
poner las cosas en orden. Lo hemos hecho en África, América Latina, Asia. Es
decir, donde viven los pobres del mundo. Y ciertamente eso no lo entienden ni perdonan muchos.
Creo que soy un cubano atípico.
Muchas veces me desánimo y siento que nada consigue despertar la emoción que deseaba.
Muchas tardes y noches debo permanecer manteniendo una posición conquistada sin
que ningún acontecimiento nuevo me devuelva el entusiasmo, pero cuando menos lo
esperaba se han entreabierto nuevas puertas. Las puertas nunca se me han
abierto del todo, pero al menos entra algo de luz y aire fresco, y al menos siempre
mantengo mi corazón limpio de sentimientos de odio. Pero sé que el acto de
perdonar no me obliga a aceptarlo todo; no
puedo bajar la cabeza, pues de hacerlo perdería de vista el horizonte. Acepto
que los adversarios están allí para poner a prueba mi bravura, mis capacidades.
Ellos me obligan a luchar.
La mayoría de los cubanos mantienen
las lecciones del pasado en mente. Recuerdan algunos de sus peores capítulos:
masacres, esclavitud, golpes de estado, prostitución, anexionismo, y también sacrificios,
oscurantismo. Y vimos a mucha gente abandonar la búsqueda por no poder
responder a esta pregunta: ¿Cuál es el camino correcto? La mayoría de los
cubanos no tienen dudas pues siguen la fórmula infalible: "Por los frutos
conoceréis al árbol", dijo Jesús. El que sigue esta regla, no yerra nunca.
Los cubanos hemos aprendido
importantes lecciones, pero a veces se nos olvida estudiar a profundidad el
alma humana, a los que nos precedieron y nos confiamos. Pensamos que ayudar a
los pobres y oprimidos es suficiente. Pensamos que educar y sanar es suficiente,
pero no. De las cloacas de la sociedad emergen cada cierto tiempo los que no
quieren participar en el crecimiento humano, los que se aprovechan de las
necesidades de los demás, los que recorren el camino “más fácil” dejando tras
de sí un mar de víctimas. Pero también dejamos de responder preguntas
importantes como ¿Por qué sucede esto? ¿Los que nos gobiernan nos dan el
ejemplo y educan a sus hijos con el mismo rigor que nos exigen compromiso y
frugalidad? ¿Por cuánto tiempo puede estar un ser humano educado y sano sin
ambiciones? ¿Solo educamos para que nos sirvan en una obra (aunque sea
extraordinaria) o para darnos la libertad del discernimiento? ¿Se preocupan por
la salud para que trabajen más duro y más tiempo y no para que sean fuertes y aventureros
y puedan decidir qué tipo de vida desean tener?
Las injusticias existen.
Todos se ven envueltos en situaciones inmerecidas, generalmente cuando no se
pueden defender. Muchas veces la derrota llama a la puerta, como ha sido este
verano del 2021, por eso hay que estar atentos a los síntomas, a las llamadas
de alerta antes de que se conviertan en gritos de desesperación porque en esos
momentos no importa ya quien tenga la razón o qué motiva la realidad.
Mis conquistas han sido
pequeñas, ningún sueño ha sido cumplido en su totalidad, pero reconozco que hay
quien vive peor. He conocido la infelicidad ajena, las enfermedades mortales desde cerca, la soledad, las
frustraciones que acompañan a parte de los cubanos, y por eso a veces considero
que no merezco algunas recompensas.
Han pasado 62 años de revolución. Hemos resistido
y ha estado bien, pero también necesitamos algunos estrategas con visiones
diferentes. Los buenos luchadores no se quedan siempre repitiendo la misma
lucha, sin avances ni retrocesos. Si no hay progreso hay que sentarse con el
enemigo y discutir, sobre todo en momentos de debilidad o complacencia. La diplomacia
es un gesto de dignidad no de cobardía, es equilibrar las fuerzas, un cambio de
estrategia logra salvar tantas vidas como una victoria en el campo de batalla. No
hay que pensar en lo que piensen los demás países y gobernantes porque no hay
que probar nada a nadie. Hemos luchado un buen combate y se ha mantenido la fe,
pero hay aprender el arte de la negociación.
El ser guía de ciudad me ha
permitido conocer a muchas personas de diferentes partes del mundo. Algunos nos
hemos reconocido sin habernos visto antes porque entre otras cosas están en el
mundo como yo, sin equipaje y sin sandalias. Al igual que yo a veces sufren por
tonterías, pensamos que no podemos crecer o que no merecemos cualquier tipo de bendición.
Y todos nos preguntamos qué estamos haciendo aquí, pero continuamos buscando un
sentido y pienso que terminaremos encontrándolo.
Y también he encontrado a un
maestro espiritual que me trajo luz diferente en la fe que brillaba en sus
ojos. Él no precisaba probar nada a nadie, y mucho menos a mí .
Cuando era niño tenía la impresión
de vivir dos vidas al mismo tiempo. En una de ellas era obligado a hacer todo lo
que no quería, aprender ideas que me costaba creer, andar en grupos, andar
uniformado, caminar siempre el mismo camino de todos. Pero existía otra vida y
la descubrí en las lecturas, en la onda corta (no había internet) y sobre todo
en gente que pensaba como yo. Poco a poco las dos vidas fueron acercándose y
algunos sueños se hicieron rutina y pienso que casi estoy listo para lo que
siempre deseé. Solo me falta un poco de osadía para que ambas vidas se
transformen en una sola.
Cosas que no he aprendido o
hago mal: necesito dedicar más tiempo para mí mismo y usar ese tiempo para el
descanso, la contemplación, el contacto con el alma del mundo. No me relajo y
dejo que todo lo que sucede alrededor siga sucediendo y mirar al mundo como un
simple espectador sin hacer resistencia al movimiento de la vida. Me han dicho
que solo entonces lo complicado empieza a volverse sencillo y seré feliz.
Cuando uno vive en un país de
grandes transformaciones sociales y expuesto a todo lo que está Cuba , no
importa si eres grande o pequeño, hombre o mujer, profesional o con poca educación,
tu vida se mueve, como un péndulo, entre dos sentimientos: el deseo y el miedo.
El miedo te dice todo el tiempo que cada paso es desconocido y peligroso y que lo
que aprendiste posiblemente no sirva para nada. El deseo te dice que vas a salir
del mundo conocido y que te aguardan las cosas que siempre quisiste y por las
cuales luchaste tanto.
Algunos cubanos han sonreído porque
ya no hay nada que los asuste más que quedarse sin cumplir sus sueños y abren
la puerta con la seguridad de quien sabe lo que quiere.
En este año 2021 el ángel que
me inspira está dando un paseo. Espero que regrese y el simple rumor de su
aliento me devuelva la alegría.
Mientras tanto, aunque no
pueda meditar debo repetir una palabra, o un mantra, porque le hace bien al
alma. Y entonces esa palabra y ese mantra, algún día, adquirirá un significado nuevo
y expresará todo lo que quería decir, es decir, se ha transformado en una
especie de oración.
Porque no importan los
momentos de tristeza, soy mucho más que eso. Porque mientras muchos partieron
por razones que nunca llegaremos a comprender, yo continúo aquí. Porque mientras
millones de personas no se quejan, no lloran, no hacen nada y se limitan a dejar
pasar el tiempo yo al menos me entristezco por ellos y eso prueba que mi alma continúa
viva.
Muchas personas piensan,
cuando les expreso mis ideas, que estoy muy parcializado hacia la izquierda,
que defiendo a ultranza a los que dirigen a Cuba, y que no veo las cosas
claras, que me faltan elementos.
En realidad lo que trato es
siempre de analizar las cosas desde el punto de vista histórico, es decir, con
antecedentes, cierta lógica temporal y si fuera posible con cierta dialéctica.
Y sacar de esos elementos más visibles los que puedo considerar más permanentes,
porque se han mantenido en el tiempo, o tienen una influencia más fuerte a mi
alrededor.
Analizando todo esto es
notable hoy en día la manipulación de los medios de información, unas veces
intencionadamente y otras por omisión, que para el caso es lo mismo pues el
objetivo es claro, la distorsión de los hechos y muchas veces una imagen
deforme, que nos repugne y nos haga solidarizarnos con argumentos que bajo un
análisis o exposición diferente jamás consideraríamos que es una buena razón o
una verdad.
Entonces los voy a provocar un
poco.
Primera situación. Pongamos
por ejemplo que España, un país tan cercano en el corazón para los cubanos, por
alguna razón hubiera conservado una posición beligerante con Estados Unidos
durante el siglo XX, sea porque perdió sus colonias, por un apoyo a Inglaterra
en el conflicto por Gibraltar, o cualquier otra razón, da igual, la cuestión es
que no se llevaran bien, y que Estados Unidos decidiera bloquear a España de
manera económica, política, diplomática.
Imaginemos que Estados Unidos
ha presionado a sus aliados que rodean a España: Alemania, Francia, Portugal,
Italia, Inglaterra, los países del norte de África para hacer un bloqueo igual
que el que tiene a Cuba.
¿Cómo estaría España hoy en
día después de 60 años? Y hablamos de un país grande y con recursos, y no es
una isla con hoy en día 11 millones, pero con 5 millones cuando todo comenzó.
¿Cómo estarían después de 60 años de guerra económica y en todos los sentidos
países equivalentes en tamaño y población a Cuba como Holanda, Bélgica,
Dinamarca? Y no estoy hablando de cinco años, hablo de sesenta. Realmente creo que no
hubieran resistido ni los cinco primeros. Y no hablo de otros elementos como la ocupación que
tenemos en Cuba con la Base militar de Guantánamo.
¿Cómo se sentiría España si
dentro de ese conflicto Estados Unidos promoviera el separatismo catalán o de
otras regiones? Y le pondría como condición a España el permitir que se separen
esas regiones para poder negociar un levantamiento del bloqueo. Algo que es un
asunto interno de España y ningún otro país debe intervenir, pero ellos no
dudarían en hacerlo(en un futuro
hipotético ) en caso de que algún día hubiera una fricción entre ambos países,
En un caso así acusaría a España y su gobierno de no ser democráticos, de no
querer un dialogo entre los separatistas y el gobierno, de permitir unas elecciones
porque el pueblo catalán se ha manifestado varias veces (y no una pequeña manifestación
como la de Cuba , un domingo durante una hora) sino cientos de miles durante
días cono ha sucedido ya. Y se pueden podener ejemplos similares de otros grandes paises.
Por ahí más o menos va el
asunto de Estados Unidos, la interferencia en los asuntos internos del pueblo y
el gobierno de Cuba para fabricar una nueva realidad más acorde a sus intereses
políticos y económicos.
Segunda situación. Algo tan
fácil y obvio de ver ,y que tratan siempre de borrar de los argumentos, es el
hecho de que hasta el día de hoy, en la Cuba de hace 60 años hasta ahora, y
que fue ganando en protagonismoen el
transcurso del tiempo, pasa por el tamiz del bloqueo de Estados Unidos contra
Cuba. Hasta el momento en que ese bloqueo desaparezca, e incluso pasen unos
años, no se podrán tener acceso en Cuba a lo que en occidente llaman libertad y
democracia tal cual lo entienden ellos (siempre tiene que ser tal cual lo entienden
ellos) y mayormente al estilo made in the USA por supuesto.
Pero inmediatamente me surge
la pregunta si esa democracia es todavía efectiva. Los mecanismos están creados
para que todos expresen lo que quieran, pero para que nadie pueda cambiar nada,
para que no suceda nada diferente a lo que ha estado ocurriendo hasta ahora,
para mantener el estatus quo, el mismo sistema diluye y neutraliza cualquier cambio
importante que se aparte de la línea capitalista. Es la historia del siglo XX y
siglo XXI de la democracia burguesa.
Pero regresemos entonces al
punto de Cuba. Tienen que desaparecer el bloqueo, la interferencia de Estados
Unidos en los asuntos internos, la guerra mediática y el apoyo a la subversión,
para que las ideas puedan fluir libremente en Cuba, porque mientras todo lo
anterior permanezca, ellos que tienen el control del dinero y los medios de
prensa del mundo, no podrá haber igualdad. Ejemplos sobran de cosas positivas
de Cuba y su sistema social y nadie habla de ello, y sin embargo esos elementos
antisociales (en su mayoría) se lanzan a la calle y todavía 3 meses después se
habla de ello cuando es una realidad ya muerta a la semana de haber sucedido.
Al gobierno americano no le
preocupa realmente lo que el pueblo de Cuba sufre o los problemas de la COVID,
solo quiere declarar al gobierno de Cuba un estado fallido para buscar una
intervención humanitaria previa a otra militar. Lo dice el país que tiene más
de 670 000 muertos por COVID, que mata a su pueblo en las calles si sale a mabifestarse,que tienen
descontrolado el uso de armas, que tienen a la mayor cantidad de drogadictos
del mundo y de narcotraficantes. Y ese gobierno es el que le dice al cubano que
es un gobierno fallido.
No sabemos cómo acabará esta
historia, se pueden cometer errores bajo la presión de todo lo dicho, y quizás
algunos errores puedan ser fatales y costar un cambio social en Cuba si no se
hila fino porque todo cabe en la posibilidad pues estamos respirando por una
pajita con todo el cuerpo debajo del agua.
Pero si logramos salir
adelante libres del bloqueo americano entonces en cinco años , y no sesenta, nuestra
realidad habrá cambiado tanto que estaremos en condiciones de , los que están a
favor y los que están en contra, sentarse a conversar sin interferencias, para
lograr una Cuba mejor. Aunque pensándolo bien, quizás no sea ni necesario, pues
como dijo hace poco el ex presidente de Brasil Luis Ignacio (Lula) da Silva, si
a Cuba se la deja hacer su propio camino se convertiría en la Holanda de América
Latina y ya todas las preguntas quedarían respondidas.
¿Pero
supondrán a quiénes y por qué no les conviene?
Estados Unidos ha perdido otra Guerra, esperemos que sea la última
que emprendan. Ciertamente no tienen nada que celebrar, más bien es un momento
para reflexión profunda y el deseo de buscar redención, como siempre sucede en
momentos así analizando hechos banales y no los importantes, por ejemplo si
Biden lo ha arruinado todo con esa salida intempestiva o si al contrario ha
salvado las cosas poniendo punto final al desastre humanitario de 20 años, la
prensa se va por las ramas y no a la esencia.
A los cubanos nos parece un
teatro cada cosa desde el mismomomento
en que anunciaron la partida. ¿Cómo van a creer que los Talibanes iban a
respetar las vidas de los colaboradores de Estados Unidos? ¿Recuerdan que a
principio de la retirada dijeron que gracias a las habilidades negociadoras de
Biden y su equipo? Ver para creer.
Pero todo esto hay que verlo a través de un tamiz diferente. Considerando
todas las mentiras comprobadas que se dicen de Cuba y que se mantienen diciéndolas
medios como la CNN, la BBC, y muchos periódicos, hay que esperar unos días para
saber lo que sucederá con las mujeres afganas y los colaboradores de occidente, pero lo que
sí no saldrán en esos medios es lo que se ha escondido de esa y otras guerras
que duran tanto tiempo, vidas y billones de dólares. ¿A quiénes ha
beneficiado?
Se levantan voces en Estados Unidos para que los días de
invadir otros países y crear tanto dolor hayan terminado. Permítanme que me sonría,
o mejor dicho, que exprese un rictus de dolor parecido a una sonrisa. Comencemos
a explicar.Las guerras o intervenciones
miliares de Estados Unidos han sido contra Corea, Viet Nam , Cambodia, Iraq,
Afganistan, Siria, Libia, Yemen y una lista que tienen aspectos en común que
ninguno de ellos ha invadido o representado una amenaza para ciudadanos
americanos (que son las dos justificaciones más manidas para comenzar una
guerra). Ninguno de esos países son blancos, desde 1948 los americanos solo
matan gente de color. Así que queda mucho mundo que saquear y arruinar.
Todas las derrotas que ellos han sufrido y sufrirán, desde
VietNam hasta Afganistán fueron causadas por “ejércitos de andrajosos” como los
llama la prensa americana. Unos andrajosos que no poseían helicópteros, ni un
solo avión de combate, ni un bombardero, no tenían misiles, ni napalm, ni
tiendas de campaña con aire acondicionado, ni un tanque de guerra, eran solo una pandilla
de tipos con barbas y con camiones adaptados para disparar balas al aire. Ah, y
otra similitud con Vietnam y otros : Estaban defendiendo su país, no el caso de
los yanquis y es un argumento que nunca toman en cuenta. Los americanos son
invasores. En Vietnam mataron 2 millones de personas, en Afganistán se calculan
unos 250 000, en Iraq casi un millón.
Se gastaron 2.4 trillones de dólares por 20 años en Afganistán
mientras los pobres no ya del mundo , sino en el mismo Estados Unidos les falta
comida, atención médica, escuelas decentes, y miles son tiroteados por su misma
policía cada año.
Ellos desde su Olimpo de poder hacen cosas horribles. Sacrificaron
2400 vidas de sus propios ciudadanos para buscar a Bin Laden y resultó que no
estaba allí. Más tarde George Bush reconoció que realmente no tenía interés en
capturarlo y solo fue en tiempos de Obama que lo capturaron al lado de un campamento
militar de Paquistán , supuesto aliado de Estados Unidos.
Es un trágico desastre que embarra al complejo militar industrial,
la Agencia de seguridad Nacional y demás agencias del gobierno Americano que
enviaron miles de jóvenes a encontrarse con la muerte. Debería darles vergüenza
tan solo hablar del tema. Ningún Afgano atacó el World Trade Center, 15 de los
19 involucrados eran de Arabia Saudita y ninguno de Iraq, Irán o Afganistán ¿Por
qué no atacaron a Arabia Saudita? ¿Será porque ellos tienen algo que los Americanos
necesitan y están dispuestos a dárselo sin necesidad de una Guerra?
Si', perdieron una guerra estúpida y sin sentido en la que
hasta el falso ejercito de Afganistán estaba contento de que por fin se marcharan
y tan pronto como fuera posible y en cuanto lo hicieron se quitaron el
uniforme , lo tiraron a la tierra y lo escupieron uniéndose a los talibanes en
su celebración en las calles. Los talibanes no les dispararon. Otra cosa
seguramente sucederá con los intérpretes y colaboradores del ejército que los
invadió por 20 años, como seguramente ocurriría si Rusia invadiera Alaska y
algunos colaboraran con ellos, ¿Qué creen que sucedería si los americanos
retomaran el control? Es patético ver a los periodista gritar: “Hemos
abandonado a nuestros colaboradores! ¡Nadie confiará en nosotros nuevamente!
Para que lo sepan de una vez: hace mucho que nadie les cree,
su palabra es lo mismo que basura. Solo se les sigue para no provocar
represalias y sanciones. Atención al resto del tercer mundo: Si ven venir a los
americanos ¡CORRAN! Pues nada excepto la tragedia puede venir con ellos. No
los ayuden. NO cumplen ningún acuerdo, sea sobre el clima sea un acuerdo
nuclear. Son falsos y mentirosos. Si se acercan eso solo significa una cosa: se
están preparando para bombardear.
AMERICAN WAY OF LIFE!
Cada dia 19 veteranos de Guerra en Estados Unidos se suicidan.
Ellos han hecho lo inimaginable, han cometido los crímenes más atroces contra
niños y mujeres en países lejanos y que no les habían hecho nada.
Y ahora puede ser cualquier otro para limpiar la imagen, por ejemplo, Cuba. Abrieron el manual de la intervención.
Nos pusieron en la lista de países que apoyan el terrorismo. Nos amenazan con
traernos su “libertad” por internet, nos bloquean el acceso a medicinas y
alimentos para que nos lancemos a las calles y mostrar la imagen de que estamos contra el gobierno, manipulan a nuestros hermanos y amigos que viven en Estados Unidos
para que pidan un bombardeo a Cuba, presionan a la Unión Europea para que como
pasó otras veces se unan a ellos con el bloqueo y las sanciones, nos declaran
Estado Fallido y piden una intervención humanitaria. ¿Les resulta familiar? ¿Creen posible ser felices asi y pensar y vivir los cubanos como seres humanos normales?
Estamos en la mirilla de los que juegan a la guerra, solo
hace falta una chispa y se virarán hacia nosotros los que nos tienen unas ganas
de 60 años. No invaden a Colombia que es realmente un estado fallido como no
invadieron a Arabia Saudita, invadirían a Cuba como lo hicieron en Afganistán y
demás países. Y si deciden hacerlo el mundo mirará al otro lado, como siempre. Porque
si alguna gente decente y buena del mundo cree que Cuba debe volver al horror de antes del 1959 y que 100 000 muertos no es algo relevante
con tal de que haya un cambio, ¿Qué no pensarán los que no son amigos o
sencillamente son enemigos y viven a miles de kilómetros donde no llega el
ruido de la guerra?
Mis momentos de solaz eran
caminar por las calles hasta llegar al mar. Frente a los grandes hoteles.
La señora era muy rica. Vivía en
California, pero había nacido en Cuba.
Se había marchado en 1952.
Estaba muy enferma y quería regresar
a los lugares de su pasado.
A la señora le fui recomendado y así podría ayudarme económicamente también.
La señora recorrió la Habana y Pinar del Rio.
Muchas lágrimas.
Al final de viaje la señora me ofreció una computadora. ¿es posible enviarla?
No.
En el 2004 era imposible
hasta tenerla.
Pero no importa, llegará porque
vendrá de una ciudad cuyo nombre es Los Ángeles y fui recomendado por alguien
en una iglesia.
Y llegó diciembre con la noticia
de que Alguien vendría con una laptop.
Y llegó con ella en un pequeño maletín en una mano y otro mas
pequeño aun en la otra.
“ahora ve a tu casa, comienza a
disfrutarla, puede ser un juguete o puede ser transformada en una poderosa
herramienta, solo quiero que me vengas a buscar mañana temprano”.
La noche fue esplendida,
explorando un pequeño objeto como si fuera Egipto, el Amazonas, el Everest.
¡tantas cosas y experiencias caben en tan poco espacio! ¡cuanta felicidad en
lgo tan pequeño!
El chico se presentó temprano.
‘Alguien’ le dijo que debía cambiar el pasaje para marcharse. Solo había venido
a entregar el presente.
Así lo hizo, pero antes me puso en la mano 100 dólares. ‘ comprate
algo para ti o tu familia, pero deja la mitad porque es inevitable que algo
bueno traiga algo aun mejor’
Pasó escasamente una semana.
Un amigo de un amigo de un
hermano de un conocido tocó a mi puerta.
Venía con una oferta: internet.
¿internet? ¿Qué es eso? Digo, ¿no
está prohibido?
‘¿y? ¿lo quieres o no?’
‘Probemos’
1 hora al día por 40 dólares al
mes. Toda una fortuna aun hoy.
Un mes, una hora diaria para
aprender, bajar cursos, aprender a hacer una página web al menos básica, dar de
alta en los buscadores de entonces y lo mas importante: tener clientes para
poder pagar otro mes y. . . alimentar la familia.
El cerebro se expande ante los
retos. El alma decide no tener miedo. El
reto estaba planteado y las naves se habían quemado.
Nunca mas supe de la Sra. Ofelia de California.
Nunca mas supeo de el Sr. Evan que
trajo la laptop.
Mas de 20 proveedores de internet
a escondidas en todos estos años.
Y lo más relevante fue que se
abrió la puerta hacia un mundo prohibido entonces, y aún desconocido. Descarga
de libros digitales, música, información actualizada, contactar mentes de
lugares distantes, viajar sin moverte de casa. Todo lo que entonces estaba
prohibido, hoy mas común, pero aun por descubrir para el 90% de los cubanos de entonces, incluso hoy que Facebook y sus "amiguitos " llevan a la mayoria por caminos retorcidos.
La mejor rebelión contra el sistema de las cosas hoy en día (cualquiera
sea el sistema) es estudiar, aprender.
Sobre todo estudiar lo que el sistema no quiere que estudiemos , para así poder
ser lo más libre posible. Entonces seremos capaces de poder decidir por
nosotros mismos el tipo de vida que queremos llevar, aun dentro de él. O al menos poder perdernos en nuestra mente a
donde Ellos, todavía, no pueden llegar.
Un amigo me sugiere el tema del optimismo para mi blog.
Es un tema tan tocado ya, a veces tan manido. ¿Qué aportar nuevo? ¿Debo
mencionar lo del vaso medio lleno o medio vacío? ¿A dónde debo mirar o qué
fibras tocar para que mi lector siga a partir de esta línea?
Esto sera' un poco largo, asi que pienso que es mejor leerla en una PC. Pero nada, lo siento mucho, no cabe en menos.
Quizás deba comenzar con una línea muy atrevida: el
pueblo cubano es uno de los pueblos más optimistas que existe. . Espero poco a poco, y con la limitante de espacio del
blog, demostrar ,aunque sea una somera idea ,de porqué lo digo. Y que conste,
yo no soy una de las personas más optimistas que conocerías en Cuba. A veces
sueno mas resignado que optimista.
En el mundo de hoy hay pueblos que hacen grandes
proezas. Pero sus motivaciones son económicas, hacer o morir en el intento; hay
pueblos que logran liberarse, pero es cuestión de supervivencia. Hay pueblos
que se vuelcan sobre la imagen de una sola persona como representante de una nación
entera: un futbolista, un músico, y hasta un youtuber.
Pero no hablo de eso. Quiero enfocarme en esto: en una
historia de optimismo colectivo de la que solo tocaré algunos elementos de los últimos
sesenta años, pudiera hacerlo incluso desde el 1900, pero ya eso sería un
libro.
Tantas y tantas caídas, fracasos y seguimos siendo
optimistas. Es como si reseteáramos el disco cada 10 años, y comenzáramos una y
otra vez. No ha sido siempre nuestra culpa. El mundo, la política, las crisis,
el duelo de potencias. Quisiera hacer un contraste con otros pueblos que han
aceptado en su mayoría al mundo tal cual es, injusto en sus reglas, y esa forma
del cubano de sacar fuerzas como pueblo que espero poder argumentar con éxito.
Manejar la mente en el modo “optimismo colectivo” por décadas
es algo relevante. Entonces entremos en materia.
Hoy en dia Cuba tiene unos 11 millones de habitantes
viviendo en la isla. En los últimos 50 años se ha duplicado la población. Y a
pesar de que en la última década la tasa de natalidad ha disminuido, el hecho
de tener hijos y la esperanza de criarlos y que llegaran a la madurez durante un
proceso social lleno de problemas muy serios que incluso han amenazado la vida
del ser humano en mi país es una muestra de optimismo. Pensar en hacer el amor
(no solo tener sexo) y tener hijos cuando en cualquier momento seriamos el
campo de batalla entre dos superpotencias nucleares, durante una década como la
del 1970 al 1980 con grandes escaseces de alimentos y ropas, con la certeza de
que nos casaríamos y tendríamos una nueva familia dentro de una casa en la que
ya habitaban 3 generaciones y sin posibilidades de que eso cambiara. . . en los
próximos 20 años. El pensar que tendríamos (porque lo construiríamos) un
sistema de salud y exportaríamos médicos cuando se quedaron escasamente 3000 médicos
de los casi 6000 que había en el 1960. Hoy tenemos mas de 75 000 dentro del país,
uno cada 160 habitantes. Y ahora la joya de la corona: tasa de mortalidad
infantil de 4 por cada mil nacidos vivos. Eso es trabajo duro, diario de
largas horas y muchísimas veces sin recursos materiales.
El salir a los campos, por todo el país de una población
de 7 millones de habitantes) a buscar atletas porque los soviéticos nos dijeron
que era una buena propaganda para el socialismo tener medallas olímpicas y
descubrir que era mucho más que eso. Tener una población saludable, hacer
escuelas de deportes, cuando los deportistas amateurs existían y no todo era
dinero fue una prueba de optimismo. Todo eso en momentos, en décadas, en que no
existían escuelas de deportes (que hubo que construir), en profesores de alto
rendimiento (que hubo que formar), en que no existían en el país médico del
deporte. Hoy ocupamos el lugar 16 en el medallero histórico olímpico por países.
Superados solamente por países desarrollados, la mayoría con mayor población y
cantidad de participación. Ni mencionar que en una sola olimpiada tenemos más
medallasque todos los países latinoamericanos
juntos. Y la próxima ,espero, no será la diferencia. En estos días de pandemia y con una
crisis económica como nunca los cubanos mantienen el optimismo y en parques,
patios, azoteas y ahora de regreso nuevamente a los gimnasios se preparan para
los de Tokyo 2021.
¿Qué decir de los huracanes? Año tras años se destruyen
cosechas, casas, terrenos e instalaciones. Y se vuelve a la carga. ¿Tiene que
ver con el sistema social? Dejemos el tema político a un lado por un momento, concentrémonos
en la fuerza interior de no aceptar las desgracias, los huracanes, y salir a
resolver la vida. Huracanes,
inundaciones, epidemias naturales e importadas, la condición de isla rodeada de
“enemigos” antiguos, de “amigos” en una realidad paralela y que realmente no lo
son, de una economía siempre sangrante. Hablo del cubano como persona.
El querernos hacernos más educados, más cultos. Una tarea
siempre cuesta arriba, y que cada década y crisis nos demuestra que la
ignorancia se mantiene aún en las mentes escolarizadas. Comenzar por una alfabetización
en 1960 (teníamos un analfabetismo del 23 % , que ya era la más baja de América
Latina) y bajar ese número en 1961 a solo el 8%. Ir a las montañas, los valles más
alejados, las costas más distantes, los puntos más oscuros de las ciudades
donde vivían las prostitutas y los desclasados siendo hasta niños de 14 años
los maestros. Toda una población que se movilizó, sin importar sexo, edad y condición
social a enseñar a leer y escribir, ¿Cómo se llama eso sino optimismo? Un optimismo
loco en que el ser humano podría ser mejor si se le daban las herramientas, de
que los que vivieron aquella época serian también mejores personas si contribuían
a una de las misiones más hermosas que hay: llevar la luz al cerebro oscuro de
un ignorante. Sin importar que como siempre ha sucedido, sucede y sucederá a
alguno de ellos les quitarían la vida. Comenzar las campañas por el sexto
grado, después la del noveno grado, y que mucho tiempo después, décadas después,
esos que aprendieronen la década de los
1960s en Cuba caminaron las selvas de Centroamérica, Suramérica, África
devolviendo lo que recibieron. Incluso tuvimos que crear un nuevo sistema de
enseñanza llamado “Yo sí puedo” basado en números para poder enseñar a leer y
escribir mediante números . ¿no es eso optimismo?, ¿no era optimistamente loco el pensar hace 40
años que tendríamos un maestro por escasamente tres alumnos en las escuelas
especiales?
Hemos creado cientos de escuela de arte. Las escuelas
de música en los años 1990s daban clases de instrumentos de cuerdas. . . sin
cuerdas. Pero no se faltaba a clases ni alumnos ni maestros y hoy ya ganan premios
internacionales. Tenemos la única escuela de ballet con características propias
y de América Latina, y con categoría de Escuela Cubana de ballet en un país machista
y comunista donde los bailarines cubanos hacen cátedra en las mejores compañías
del mundo. ¿no es eso optimismo? Pues claro, pero para llegar al ballet hay que
pasar por las congas, la rumba, el son y la salsa, los carnavales donde el
optimismo se viste de colores y baila.
Reconstruinos los cascos históricos de las principales
ciudades en la década del 1990 cuando cayó el muro de Berlin y no había un
centavo propio. Aceptamos el guiño soviético y pusimos un hombre negro
campesino y de origen humilde en el cosmos. Logramos traer a 3 Papas, y este
ultimo 3 veces. Logramos traer a los Rolling Stones a la Habana a hacer un
concierto gratuito. Mis padres sobrevivieron la época de Kennedy y la crisis de
los misiles, la época de Nixon y su invasión a Viet-Nam y amenaza de invadir a
Cuba, mi generación sobrevivió a Reagan, los dos Bush, Obama y sus siete
invasiones en el tercer mundo y ahora pasamos horrores con Trump.
Sabíamos que los tiempos más oscuros de la política, la
gente lanzada al mar con la esperanza de llegar a la otra costa pasarán, y que
poco a poco volveríamos a estar conectados con el mundo, que llegarían los
turistas, y algo parecido a internet y superior a la onda corta se crearía, teníamos
la certeza de que todo el mundo no era oscuro y terrible como los soviéticos nos
quisieron hacer creer, sabíamos que nos reuniríamos con las familias que
estaban en Estados Unidos y la gente circularía primero tímidamente y después
en masa en ambas direcciones. Todo esto lo imaginamos y deseamos tan
ardientemente que se hizo realidad, ¿no es eso optimismo? Y sé que hay gente
que me dirá que solo fueron cosas que pasaron o que inevitablemente pasarían,
pero hubo gente que las pensó, dieron los primeros pasos aun sabiendo que no serían
ellos los que verían los resultados, y así y todo continuaron porque no podían
aceptar que así terminarían las cosas: con odio y separación. Y aun hoy la
tarea continúa y los que fabrican los puentes son los optimistas. Y aun cuando
los tiempos nos regresan oscuros y terribles cada cierto tiempo nos ponemos los
brazos en jarras y nos decimos: ¡estamos vivos y hay que vivir!
Y llega la pandemia. Nos teníamos que enfrentar con
todas nuestras fuerzas. Unos nos decían que no lograríamos salir pues somos
demasiado pobres, otros nos decían que no existe y no hiciéramos nada. Pero la
vida es lo importante y por si acaso nos lanzamos con lo que teníamos. Y no
hablo de política, nuevamente quiero mantenerla fuera, hablo de nosotros: de
optimismo, de inteligencia y raciocinio, de solidaridad, y seguramente vendimos
hasta la ropa interior por usar una frase popular para poder comprar lo que se debía.
Hoteles cerrados, aeropuertos cerrados, la gente sin trabajar y en casa por
meses. Y nos lanzamos ante el más grande reto del momento: la Vacuna.
Con esto cierro. Sabemos quiénes harán la vacuna.
Sabemos quiénes la comprarán porque tienen el dinero para pagar diez veces el
precio. Sabemos cómo funciona el mundo, y aun teniendo amigos las cosas pintan
feo y a la hora de un momento terrible no podemos pedirle a otro gobierno que
nos ayude estando ellos mismos en problemas. Y nos lanzamos a hacer nuestra
propia vacuna. En silencio. Es necesario que funcione porque nos daría soberanía
sobre lo que se haga y cómo se haga en el mundo de hoy donde un país rico
secuestra medicamentos destinado a otro país en un aeropuerto. ya tenemos tres
candidatos vacunales. Ojalá funcione alguno de ellos. Nos lo merecemos. ¿no es eso optimismo?
Humberto.
p.s. perdonen la enorme carga de chovinismo y lo largo
de este blog. Lo escribí con una sonrisa porque pensaba hablar de tristezas y
resultó en una especie de canción dedicada a nosotros mismos, estos cubanos
incorregibles. Y que conste, estoy consiente de los otros, de los pesimistas, de los que rompen los puentes, de los que se rinden, de los que se duermen, de los que solo se quejan, de los que odian los esfuerzos ajenos, que de todos tenemos.
La relación Histórica negativa entre Cuba y Estados Unidos no es de 60 años, comenzó minimamente en 1895.
Así es la
Historia. Depende de quien la cuente, depende de quien la sufre, depende de si
estás del lado del vencedor o del vencido, de la oficial o la de la calle,
cambia toda la perspectiva y el análisis. Las sombras salen a la luz y esta a
su vez se convierte en oscuridad.
Hace mucho, y
tanto que solo queda en el recuerdo de algunos ancianos y en los libros de
historia, las calles de la Habana eran su felicidad. Una de las capitales del
nuevo mundo, una de las que más futuro tenía. En las noches el centro se
llenaba de prostitutas y no solo cubanas sino también traídas de otros países
latinos, e incluso desde España, aprovechándose de la miseria. Los fines de
semana llegaban los ferris desde la Florida, llenos de americanos a inundar la
ciudad con hombres sedientos de alcohol y
con ansias de sexo. Durante décadas había sido así, lo prohibido allí permitido
acá. Y por otro lado la maravillosa policía local, que cada año se tornaba más
represiva, con todas las variantes, tanta sangre e injusticia le hacían al mal degustar el sabor de la muerte y la
infelicidad, tan antiguo como el hombre mismo.
Pero se
rebelaron.
¿Cómo era
posible que esa gente en una isla los retara?
Es decir, en
realidad no los retaba, sencillamente querían cambiar las cosas para que
funcionara igual de bien para todos, pero ellos lo entendieron al revés y
cometieron errores. . .
Presionaron,
chantajearon, trataron de invadir, sabotearon, y finalmente bloquearon, y con
esto atrajeron al otro gigante a las puertas de su propia casa, un gigante tan
ambicioso politicamente como ellos mismos y con las mismas armas, uno que no le temía y solo
necesitaba una leve invitación a la fiesta en el otro continente. Y por primera
vez tuvo que dar un paso atrás. La guerra siempre había sido lejos de casa,
esto era otra cosa.
COSAS QUE
HACEMOS POR AMOR A ALGO MAS GRANDE QUE NOSOTROS MISMOS
Fueron
tiempos difíciles , décadas , para el mal en la isla nación. Se repartieron
tierras, se repartieron casas, los pobres llegaron a la universidad, se
hicieron campañas de alfabetización y de vacunación, se abrieron nuevas
universidades, se enviaban a los pobres a estudiar a otros países, aumentó la
natalidad .
Y para colmo
se enviaron hombres a apoyar a otros pobres por el mundo, y no solo hombres-
soldados, también hombres-maestros, hombres-médicos, hombres- deportistas,
hombres- científicos. La fiesta estaba perdiendo su encanto.
Había que
hacer algo. Y se hizo. Menos mal que siempre hay oídos receptores, almas
dispuestas. Lograron separar a las familias y así divididas comenzaron a
odiarse de una orilla a la otra cuando en realidad las dos partes deseaban en
esencia lo mismo para su país. Los hizo sordos yciegos. Logró minar la confianza de algunos y
crear la división interna. La esperanza estaba en los jóvenes que no tenían memoria
histórica, que les gustaba lo nuevo y brillante.
EL MAR
Nuestra
única frontera. Bello desde la orilla, terrible a solo unos cientos de metros adentro. El Mal necesitaba hacer algo para que los hombres de la isla se
lanzaran hacia el azul y sacrificaran lo más preciado que hay: sus vidas.
Fue tan
fácil que casi moría de la risa mientras manipulaba las cuerdas. Era lógico
pensar que en un pueblo hambriento de comida y de objetos después de más de dos
décadas de aislamiento el estrago que harían los visitantes del norte sería un
espectáculo magnifico de observar.
Cada cierto
tiempoy atraídos como mariposas
nocturnas por las luces del consumo, de las luces de las grandes ciudades del
norte, los habitantes de la isla comenzaron a lanzarse al mar. ¿Cuántos
llegaron y cuántos murieron? Fue algo que duró décadas. Pero no me agrada
hablar así de todos, algunos se fueron persiguiendo un sueño, otros ya estaban
cansados después de tantas batallas y años y solo deseaban paz en sus vidas.
Para cada uno de ellos valía la pena jugarse la vida de una vez a morir en vida
poco a poco esperando un mañana próspero y feliz que nunca llegaba como el
horizonte mismo que nunca se puede alcanzar.
SE GANA O SE
MUERE
Los dos
gigantes se enfrentaban por tierras y recursos, pero más aún, por las mentes de
los hombres. Uno de los gigantes era demasiado joven y murió joven porque el
otro estaba en plenitud, solo tenía 400 años y al mismo tiempo lleno de
experiencia.
Y esa isla
que todavía resistía. . .pero en fin, ya son tantos los que desean que caiga
que a veces se duda. Y en caso de que suceda habrá seguramente una gran fiesta
para ver a sus habitantes sumergirse en el mundo real de mucha riqueza para
algunos, de drogas al alcance de todos, del regreso de la prostitución en masa
(no solo de unas cuantas), de cárteles y pandillas, después de todo son los
últimos que quedan, ya no les queda nadie a quien recurrir y nadie realmente
quiere ayudarlos, los que llegan solo van hacia allí para estar sentados a la
mesa cuando el banquete se sirva.
Bienaventurados
los ricos, los hermosos, los sanos, los inteligentes. De ellos
será el reino de los cielos en la Isla si se salieran con la suya.
. ¿Qué tienen en común LA
INTERNACIONAL y la canción IMAGINE de John Lennon? Todo. Y si hay alguien que todavía
se deja llevar por el camino que la canción es solo un himno a la paz pues debería
prestarle más atención.
La canción nos dice:
Imagina que no hay paraíso, es fácil si lo intentas, tampoco
infierno. Sobre nosotros solo el cielo. Imagina a todos viviendo solamente el
presente. Imagina que no hay países, no es difícil, que no hay nada por lo que
matar o morir. Y tampoco religión.
Imagina a todos la gente viviendo en paz, puedes decir que soy
un soñador, pero no soy el único y espero que un día te nos unas y el mundo será
uno solo. Imagina que no hay posesiones, me pregunto si podrás. Sin tener necesidad
de acumular, ni hambre, solo la hermandad de los hombres, e imagina a todos
compartiendo el mundo.
Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único, espero
que un día te nos unas y que el mundo viva en unidad.
Es decir, imagina un mundo sin religión, sin infierno ni paraíso,
un mundo ateo. Imagina un mundo sin países, gobernado por una sola autoridad
mundial donde no haya ideologías que nos inciten a matar o a morir. Imagina que
no hay posesiones (por lo tanto no hay propiedad privada), que no hay necesidad
de acumular, que no hay hambre y reina la la hermandad y solidaridad entre los
hombres.
Y finalmente nos dice que espera que nos unamos a ese
movimiento. Siempre me viene a la mente el lema: ¡Proletarios de todos los países
uníos!
Es decir, si esa canción hubiera sido compuesta en la Unión Soviética
o Cuba (con ritmo de marcha claro está) y no por un músico de clase media de
Inglaterra que vivía en New York sería un himno de la gente progresista, de los
comunistas y otros movimientos de izquierda del mundo. Pero el mundo tal cual es hoy devora,
procesa todo lo que promueve diferencias e inquietudes sociales y regurgita la versión
suave, light, y que suena muy bien escuchada en una noche estrellada, con una
Coca-Cola en una mano y una MacDonald en la otra, mientras se piensa en lo injusto
que es el mundo.
Nada, una consideración de la vida tal cual se lleva hoy en dia y los poderosos diluentes que blanquean nuestras mentes si no estamos alertas.
Imagine
there's no heaven, It's easy if you try, No hell below us, Above us, only sky, Imagine
all the people Livin' for today
Imagine
there's no countries,It isn't hard to
do, Nothing to kill or die for
And no
religion, too.
Imagine all
the people, Livin' life in peace,You
may say I'm a dreamer
But I'm not
the only one. I hope someday you'll join us, And the world will be as one.
Imagine no
possessions, I wonder if you can, No need for greed or hunger
A brotherhood
of man, Imagine all the people Sharing all the world
You may say
I'm a dreamer, But I'm not the only one, I hope someday you'll join us And the
world will live as one
Ya sabes, mi
nombre es Abel. Salí de Cuba en el año 2000
cuando recién me graduaba de economía. Realmente aguanté hasta el final de la
carrera a duras penas. Ya no resistía tantas escaseces, tanto calor en todas
partes, tanto marginal en todos los niveles. Gente vulgar y fea. La fealdad era
como una sombra funesta que conquistaba cada vez más terreno. Quería irme a un país
rico y donde la mayor parte del tiempo hubiera frio, o al menos hubiera aire
acondicionado en todas partes. Asocio el calor con la pobreza. El sudor, los
olores fuertes, el desgaste ante cualquier esfuerzo aunque sea mínimo. Y en Cuba
sobra todo eso. Lo de país rico era para llegar a un lugar donde ya todo
estuviera hecho y no en perpetua y estéril construcción .
Llegué a Canadá
y el único trabajo que encontré fue limpiando pizzerías en la madrugada. Tres pizzerías
cada noche. Así por casi dos años, hasta que una tarde de un día libre conocí a
Paul enseguida nos llevamos bien y nos fuimos a vivir juntos al mes. Le conté
mis sueños de un día llegar a Cuba como un hombre rico y restregarles a todos
los comunistas de mi cuadra mis éxitos. Le prometí llevarlo a Cuba por todo lo alto.
De manera
corta: me consiguió un trabajo en la compañía donde trabajaba. Me fue tan bien
que en un año me enviaron a un curso en España para nuevas técnicas de administración
y su relación con los bancos. Al terminar el curso presenté una solicitud en el
Banco Interamericano de Desarrollo que estaban buscando empleados para sus
oficinas en Haití. ¿Haiti? Pues sí, pero allí aprendí que en todas partes
(menos en Cuba posiblemente) había grandes supermercados, edificios imponentes
de bancos, clubes para los ricos y un mundo separado por clases. Mucha comida
basura para los pobres, mucha comida buena para los que podían pagarla. Si al
menos en Cuba fuera así. En fin, tremendo salario y por poco pierdo la vida
porque a los seis meses ocurrió un terremoto que dejó al país
más en ruinas aún, si fuera posible. Me pagaron una buena compensación y me
enviaron a trabajar a Perú. Allí estuve tres años, en Méjico tres más, y desde
entonces en Miami y Houston. Ya sabes, mucho dinero. Saque’ de Cuba a mi madre,
mis dos hermanos y a mi abuela. A mis hermanos les busqué buenos trabajos, a mi
madre y a mi abuela las hice viajar por los cinco continentes. Otro día te
cuento. Pero Cuba no se me quitaba de la cabeza, es decir tenía algo pendiente.
No, no era cuestión de ninguna venganza, al menos no de ese
tipo, es que quería tener ciertas satisfacciones. Después que murió mi abuela vendí
mi apartamento en Canadá, me separé de Paul y me instalé definitivamente en
Miami. Me gusta, excepto por los cubanos
de allí, es la misma escena patética de Cuba, pero en un espejo invertido. Mucho
ruido, juegos de dominó y políticos viejos encadenados en el pasado que
arrastran a los que llegan a cumplir la vendetta política.
Regreso a mi vida. Viajé nuevamente a La Habana en el 2015. Muchos
sentimientos encontrados, pero ya sabes, tenía mis convicciones y mis sueños. Para
colmo el gobierno cubano mostraba signos de debilidad, es decir, ellos decían construir
puentes a los emigrados para que colaboraran de cualquier manera o regresaran a
Cuba. Tontos, es como entregarle la pala al sepulturero. Parece mentira que no
nos conozcan. Y es cierto lo que dices de que tu sufrimiento no nos hace vencedores
, pero también es cierto que la venganza es un plato que se come frio.
Compré dos apartamentos en La Habana. Para rentar
habitaciones a turistas que yo mismo traería de manera indirecta a Cuba. Le vendería
lo mejor del país, y como debe ser, la mejor parte para mí. A los tres años me aburrí
porque hasta para conseguir papel sanitario era un problema, muchas cosas las traía
de Miami, y con esa intuición que Dios me dio decidí vender los apartamentos. Además,
no sé por qué, pero hay cada vez más negros, eso no puede traer algo bueno, al
final habrá un problema serio con eso, seguramente quemaran cosas en las calles
y se meterán en las tiendas. Creo que será la venganza del comunismo en Cuba para
el futuro sin ellos.
En todo caso, quise encontrarme contigo para despedirme. Quizás
algún día nos veamos por alguna parte del mundo. No regreso a Cuba más, ni aun
sin el comunismo, no vale la pena, esto siempre será lo mismo, por lo menos en
el tiempo que me resta de vida, se lo digo a una prima que me queda por acá, me
tiene harto con que ama a Cuba, solo le envío dinero por mi madre, que si no se
conformara con lo que dan por esa libreta de racionamiento. Todavía me pregunto
cómo has podido no solo sobrevivir aquí , sino mantenerte cuerdo.
¿mi patria? Ese es un concepto del pasado, atrasado, ya el
mundo es casi uno solo, es una apariencia de tantas cosas incluidos esos
conceptos de soberanía, patria, independencia. Pero no te pongas triste, el
mundo va en esa dirección cada vez más y en dos décadas, pues nada.
Las madres
cubanas, igual que todas las madres latinas, son muy posesivas con sus hijos.
Nunca comprenden que son solo un vehículo por el cual llegamos los hijos.
Recuerdo que cuando tenía más o menos nueve años y recién fallecido mi papá se
lo dije a mi madre. Le peinaba sus rizos negros en los que ya asomaban unas
canas, le dije que no me quedaría a verla envejecer. Que partiría tarde o
temprano de la casa. Quería vivir sola, no quería tener hijos. Sus ojos, que ya
estaban cansados, me miraron fijamente y decidieron no creerme. Al menos eso
pensé en ese momento, después comprendí que realmente había decidido no dejarme
partir, costase lo que costase.
Fue la
primera persona que se equivocó de plano conmigo. No sé por qué creen que mi aspecto de chica linda no
contiene una voluntad de hierro. . . o quizás la falta de un corazón sensible. Quieren
imponerme reglas, quieren seducirme y atraparme en relaciones. Aunque tengo que
reconocer que mi madre me llevó por un camino expedito y sin obstáculos por el
sistema de educación, tuve ropas y zapatos en una Cuba llena de escaseces,
celebraba los cumpleaños en las piscinas de hoteles de la Habana, compróa médicos que emitieron certificados para que
no fuera a las escuela en el campo. Y así llegué a la universidad.
Siempre
quise estudiar derecho. Ya sé lo que estás pensando. Lo mío no era lo de
juicios, presos, defender a ladrones o corruptos. Lo mío era lo de las
relaciones internacionales, las corporaciones, el derecho internacional.
¿En Cuba?
Solo espera.
Recuerda que fuiste mi maestro, que lo que serían clases por cinco años lo
fueron por dos. Tenía planes de otros idiomas y que mientras esperaba para
matricular en la Alianza Francesa me diste clases de alemán. Y así cuando entré
en la universidad ya tenía un tramo andado.
Así fue que
la chica de ojos azules intensos, cabello muy negro con cuerpo de sirena, que
tocaba el piano y la guitarra, que sabía tres idiomas además del suyo y que no
salía con nadie pasó por los tres primeros años de la carrera. Tenía
calificación perfecta, pero como no era participativa en la política sabía que
las posibilidades de un buen trabajo directo al graduarme estaba al borde del
precipicio. Solo una oportunidad de oro podía salvarme porque hay sacrificios
que no estaba dispuesto a hacer. Esas marchas, esos juegos deportivos
universitarios, esos sudores interminables solo eran una última opción y siempre
a ser evitados.
Y me puse a
esperar. En estos dos años que faltaban tenía que aparecer algo importante y
debía estar preparada. Y así fue.
Llegaron
unos abogados de un importante bufete de Canadá. Venían a dar un curso de
negociación. En aquellos años en la universidad había un plan piloto de idioma
francés y los abogados comenzaron su clase hablando en francés. Tímidamente se
levantó un brazo. Era la jefa de los jóvenes comunistas: ¿no pudiera hablar en
español?
El profesor
se bajó las gafas hasta la punta de la nariz, ¿Cómo? A mí me dijeron que
ustedes hablaban fluidamente el francés.
El silencio
y alguna que otra risa nerviosa fue la respuesta. OK, dijo el profesor, solo se
quedan los que puedan hablar fluidamente el francés y el inglés.
Nos quedamos
ocho. Y fue brillante. Ocho mentes muy parecidas a la mía, aunque con menos
ambición, en el sentido positivo de la palabra. Al final del curso nos dieron
una tarjeta de presentación para si quisiéramos contactarlos cuando
“visitaramos” Canadá. Todos rieron ante la imposibilidad de ese pensamiento.
Todos menos yo, pues hacia mucho que esa posibilidad estaba en el libro de
planes de mi vida.
Mi tesis de
graduación fue sobre Marcas y Patentes. Principalmente sobre la Coca-Cola en
Cuba. ¿Recuerdas que te puse en los agradecimientos? Si, uno de los tres , solo
tres. Y en menos de un año estaba en Canadá visitando a mis “amigos”. Realmente
aproveché la oportunidad de un evento internacional al que nos enviaron aun compañero de trabajo y a mí. Al día
siguiente me le perdí y fui al bufete. El canadiense a duras penas me reconoció,
pero finalmente lo hizo y me ofreció trabajo. Fueron tres años gloriosos, de
aprendizajes y de economía. El mundo anglosajón gira alrededor del dinero. Pero
yo no gastaba mucho porque había algo que no me dejaba quieta. Era tan ridículo
y lo probé todo para quitarme la nostalgia, pero me faltaba Cuba.
¿mi madre?
No resistió mi partida. Es decir, ella pensaba que habría retorno de aquel
viaje y cuando la llamé para decírselo me amenazó con matarse. No pensé que lo
haría, pensé que sería solo uno de esos chantajes, pero lo hizo. Agradezco
mucho a los vecinos que la enterraron. Lo que no pudo lograr mi madre lo hizo
la nostalgia por cosas que aun hoy no entiendo.
Regresé como
representante de compañías canadienses en Cuba. No pude recuperar mi
apartamento, pero tengo otro, y otras cosas que la gente llama prosperidad. Lo
importante para mí es el reto y estar libre de ataduras, sobre todo
sentimentales. ¿Cuba? Está en un punto crítico , no se le perdona ciertas
cosas. Y miro a los cubanos caminar hacia la luz y otros hacia el precipicio. Sobre
todo ese coqueteo que tienen los artistas e intelectuales con ese enemigo histórico
de Cuba. Si yo, que me encanta la sociedad de mercado y sus ventajas me doy
cuenta, ¿Cómo ellos no?.Los tontos del cuento que después estarán llorando por
los rincones, pero si hay que vivirlo, hay que vivirlo.
Me gusta de Cuba
el clima, sus playas, su energía
intrínseca, pero los cubanos en su mayoría no. Pero hay algunos que pueden
hacer la diferencia, es una pena que hayas decidido mantenerte al margen de
tantas cosas, pudieras hacer la diferencia, pero quizás en ese aspecto pienses
como yo, o como diría un amigo: pensar que sus votos valen igual que el mío.
Ese es el gran error en mi opinión.
Siempre me
gusta estar bien temprano en la oficina. Me acostumbré desde que comencé a
trabajar con firmas europeas. Las reuniones eran más o menos a las cuatro de la
mañana en La Habana. Después de un buen café me siento a mirar el mar, o la
piscina del hotel de al lado del edificio. Ese resplandor del amanecer en el
agua me calma y me da energías. Ver a la gente corriendo para alcanzar el
transporte al trabajo para comenzar el día cuando el mío ya lleva casi cinco
horas. Me gusta descalzarme y dejar que el calor del café me recorriera el
cuerpo. Por eso siempre llevo mocasines, me encantaba descalzarme y estirar las
piernas, disfrutando de ambientes relajados.
“¿Qué me
preguntabas? “ Ah , sí, soy de Cienfuegos. Estudié en la universidad de Santa
Clara. Ingeniería. Fueron años muy felices. Pero estudié mucho. Lo tenía claro
desde el comienzo, sobre todo cuando regrese a casa después de graduarme. De
alguna manera mi madre se enteró de que soy gay. A la mañana siguiente me botó
de casa y tomé un autobús para La Habana. Ella era muy católica.
Tenía un
conocido aquí en La Habana y tenía poco tiempo. En una fiesta esa semana conocí
a Gabriel. Me llevaba más de 30 años, pero era agradable y profesional, había
viajado por Europa y me sentí cómodo con él . Tenía casa. Y me consiguió
trabajo. Cinco años después mi vida había cambiado totalmente. Siempre me
habían gustado los idiomas y sentarme por las madrugadas a leer, pero si era a
estudiar mejor. Aprender algo útil es más práctico. Ganar dinero con
conocimientos que otros no tienen me hace sentir bien. En esos cinco años entré
en todos los cursos del Ministerio de Comercio Exterior, pulí mi francés y mi
alemán. El inglés era ya pan comido hacia mucho. Soy de esos que tuvo que
aprender desde el Windows 95 hasta un Doctorado en Economía.
¿Qué si me
gusta el dinero? Muchísimo. Me he esforzado mucho para tenerlo. Y no, no veo la
contradicción entre vivir en Cuba y tener dinero. Sé que hay gente que se va a
los dos extremos. Pero yo estoy en el centro. He tenido y tengo un buen
trabajo, tengo dos apartamentos, uno de ellos alquilado a un diplomático que
una vez fue mi amante. Tengo auto, una casa en la playa, visa para Estados
Unidos por diez años y con ella obtuve la de Méjico por el mismo tiempo. Mis
abuelos españoles que no conocí me dejaron la posibilidad de su ciudadanía y
pasaporte. Y al mismo tiempo me encanta trabajar para mi país y su gente. Sé
que la realidad para muchos es difícil, pero yo he creado la mía, y si yo pude
ellos pudieran. Además, quizás tengamos las mismas metas solo que vamos por
carriles diferentes. No veo la contradicción entre gustarme las cosas buenas de
la vida, las sutiles, el rechazar el ruido y los carnavales y al mismo tiempo
trabajar lo mejor posible y defendiendo los intereses de mi país. Realmente
hace mucho que no le dedico tiempo a pensar en esas cosas.
¿mi mejor
experiencia? Mi viaje a Paris, exactamente mi primer viaje a Paris. Y dentro de
ese viaje la visita al museo de L’Orangerie o la llamada Capilla Sixtina del
Impresionismo. Allí están los grandes murales de los Nenúfares, pintados por
Monet al final de su vida. Desde la primera vez que entré allí se me saltaron las lágrimas .Es una
habitación ovalcon varios murales de un
lago con nenúfares en diferentes momentos del día. Desde el diseño de la
habitación hasta los asientos en el centro, las paredes blancas y contrastantes
los murales con azules intensos, reflejos de un agua hechos con grandes trazos
de pincel que más que reflejar sugieren un mundo de belleza, un mundo mejor. Ese
es el espíritu del mundo que le deseo a Cuba.
Es bueno
estar acá mirando los reflejos del sol en la piscina del hotel de al lado.
Pronto se inaugura uno nuevo en malecón y creo que pediré alquilar una suite
para oficina allí, frente al mar, sin vista a la ciudad, solo el mar. Pararme
en el centro de la habitación y ver solo el horizonte.
Sí , con
esto del COVID todo se hace más difícil. . .para ellos. Me apena y espero que
pronto termine, ya es demasiado tiempo para la gente pobre del mundo, incluido
los cubanos. Extraño las tardes en los jardines del hotel Nacional. Tomarme
algo con algunos amigos o solo, esperar a mi pareja antes de irnos a casa o a
comer en cualquier lugar.
No, no tengo
muchos amigos o conocidos en el gobierno más allá de lo estrictamente laboral.
Ellos necesitan a gente como nosotros, trabajo duro y muchas horas pero la
política y sus empleados mientras más lejos mejor. No tenemos mucho en común,
ya te dije que me gustan los silencios.
Lo que más
disfruto: mis paseos en Kayak. Llevo mi mochila y en ella un mantel de cuadros
rojos y blancos, varios sándwiches y una botella helada de vino blanco.
Llegamos a la ensenada cerca de la casa de la playa y allí lejos del mundo
compartimos momentos y la caída del sol en este mar maravilloso que nos rodea y
que cada vez son menos los que se detienen a mirarlo.
Sí, lo sé , llevo
una vida mejor, pero no me lo han regalado.
¿preocupado?
Para nada, los que vienen detrás están drogados en dopamina dada por internet y
Disney. Hay oportunidades, y las que están por venir son mejores aun.
Claro,
puedes perderlo todo en un abrir y cerrar de ojos, pero, ¿Dónde no?
Teacher from the heart and for keeping my passion (teaching) I work as a guide in Havana. Passion for Cuba.
Maestro de vocacion y para mantener mi pasion que es enseñar trabajo como guía de turismo en la Habana. Pasión por Cuba